fasenlínea.com

Análisis, comentario Y Demás

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros textos de Literatura

Los críticos de Samuel Huntington ya no se ríen tanto

Un brevísimo asomo a la literatura escocesa

Si ya le caía mal, con este libro David Lee Roth la caerá peor

Para digerir la eliminación, léase esto

El emproblemado y genial Stephen King

Sobre la amistad de Gabo con cierto patriarca antillano

Archivo

LITERATURA/Revistas

Archie, el septuagenario adolescente

El pelirrojo de Riverdale nos enseñó a muchos los placeres de la lectura y un mundo adolescente idealizado. Quizá muy pronto salga de circulación. Sin embargo lo recordamos lo mismo que Bety, Verónica, Torombolo, Carlos y demás amigos.

NOVIEMBRE, 2014. Hace varias décadas, tres para ser preciso, caí en cama víctima de la hepatitis poco antes de iniciar las vacaciones de Navidad. Eran tiempos en que la TV por cable, ya no digamos el Internet, eran referencias casi casi de ciencia ficción, de modo que mi papá me regaló una veintena de historietas de Lorenzo y Pepita (eran sus preferidas), La Zorra y el Cuervo, La Pantera Rosa y Archie, todas ellas publicadas por la Editorial Novaro, en ese entonces la distribuidora de revistas cómicas más grande de México.

De todos aquellos "cuentitos" los de Archie atrajeron más mi atención, no porque jamás los hubiera leído sino porque desde entonces llegaron a gustarme en serio las aventuras de Archie --o Archi-- y a quienes en español se llamaban Señor Paz, Señorita Canuta, Verónica, Bety, Carlos, Gorilón, Dilton, Torombolo, Magda y el señor Del Valle, entre otros.

Era un mundo que ciertamente reflejaba el American Way of Life pero sus anécdotas eran aplicables a las de cualquier adolescente que viviera en un país occidental, si bien siempre se omitía el sexo aunque no los bikinis y las claras referencias al despertar de los púberes; eran, asimismo, historias bastante humanas, si bien de repente fantasiosas, como cuando Archie y Torombolo vivían en la época de las cavernas o fueron secuestrados por unos extraterrestres.

En aquellos hepatíticos setenta, Archie era la historieta más popular de Norteamérica, un auge del que se había adueñado desde la mitad de los cincuenta una vez que el rock and roll pasó a convertirse en el primer asomo de globalización musical. En los sesenta Archie y sus amigos ya se habían convertido en una institución que en verano iba a la playa como los Beach Boys, adoptaron un hippismo moderado y en invierno se refugiaban todos en la cafetería de Pop Tate, a quien aquí le pusieron Pepe, un bonachón gordito con bigote de escobeta que le fiaba a todo mundo (suponemos que la rockola era la que le mantenía vivo el negocio).

El éxito del cómic fue tal que para 1968 se formó un grupo llamado The Archies, creado únicamente para aprovechar la popularidad pero que tuvo un hit titulado "Sugar Sugar". Ya para los setenta, y reforzado con nuevos personajes, entre ellos una pareja de ascendencia latina así como Josie y las Melódicas, Bingo Wilkin y Adam, un extraterrestre huérfano. Al llegar los 80 Archie seguía siendo un cómic con altísimas ventas, al punto que algunos de sus personajes, como Torombolo y Betty y Verónica, tenían sus propias historietas. También tuvimos una espantosa serie animada y por lo menos cuatro películas con personajes de carne y hueso, malísimas también. El lugar ideal de Archie estaba en el papel impreso.

Predeciblemente, la llegada del Internet en los 90 hizo que muchos cómics impresos comenzaran a perder lectores, combinado al que las nuevas generaciones no estaban precisamente interesadas en el coscolino pelirrojo de Riverdale. Fue entonces cuando los editores optaron por seguir la misma fórmula que rescató en ventas a Supermán, Spiderman y Batman, esto es, crear una controversia o algo inusitado para su historial.

A mediados de la década pasada Archie iba en picada. Aunque había sido un cómic "liberal" por muchos años, lo cierto es que defendía el patriotismo, la historia de Estados Unidos y el orgullo presentado cuando todos visitaron la Estatua de la Libertad y el Congreso. (1)

El primer intento fue anunciar que Archie finalmente se casaba con Verónica, pero luego resultó que todo había sido un sueño. Hace un par de años hubo otra estrategia publicitaría cuando el primer personaje gay apareció en la historieta --y uno siempre creyendo que Torombolo era un gay de closet-- pero hace unas semanas se difundió en la página web del pelirrojo que éste va a morir próximamente. Esto en la edición "seria" del personaje porque, hay que señalarlo, actualmente existen tres ediciones de Archie (en México, por si alguien preguntara, la editorial Vid, que lo heredó una vez que quebró la Editorial Novaro, lo sacó de circulación en el 2008), la "cómica" con historias dirigidas a la generación Hillary Duff-Miley Cyrus y la edición Vintage, es decir, la que atesoramos muchos lectores.

Las dos estrategias de marketing anteriores funcionaron relativamente para mantener vivo a Archie, pero ahora que se anuncia su fin muchos lectores temen que sus editores aprovechen para dar a conocer el fin de la historieta. Como sea, y si, mejor aún, lo jubilan, Archie dejará el mérito de habernos convertido, a muchos de nosotros, en irrenunciables adictos a la lectura.

 

(1) En una historia el papá de Carlos Marín, editor de un periódico, es encarcelado por andar publicando cosas incómodas. En otra el señor Del Valle se queja de las leyes idiotas creadas por los burócratas y que afectan sus negocios. Por ello el columnista Jesse Walker de la página reason.com incluyó a Archie en la lista de los 10 cómics libertarios.

 

 

Textos relacionados

 

 

 

Acusado de racista, xenófobo y paranoico, este autor publicó un libro hace casi dos décadas donde daba cuenta que la radicalización del mundo islámico daría como resultado atentados como el del 2001. Entonces hubo quienes se carcajearon o menospreciaron sus conclusiones. Vale repasar su Choque de Civilizaciones pero poder bosquejar hacia dónde va el mundo

 

 

Previo

Los críticos de Samuel Huntington ya no se ríen tanto

Acusado de racista, xenófobo y paranoico, este autor publicó un libro hace casi dos décadas donde daba cuenta que la radicalización del mundo islámico daría como resultado atentados como el del 2001. Entonces hubo quienes se carcajearon o menospreciaron sus conclusiones. Vale repasar su Choque de Civilizaciones pero poder bosquejar hacia dónde va el mundo

 

 

 

 

¿Desea opinar sobre este texto?

[email protected]

[email protected]  

 

0 comentarios

 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

 

Literatura

Cine

Medios

Y demás

3