Tras reponerse de un inicio un tanto desconcertante los Colibríes comenzaron a ejercer presión mediante el constante acoso ofensivo de Claudinho y un tiro libre muy peligroso de Leandro Tavares.
	El cuadro local trataba de hacer efectivo su dominio y así al minuto 30 Mario Grana estrella un espectacular remate en el travesaño. El públicó sentía que en cualquier momento llegaría la anotación colibrí.
	Por su parte, el Pachuca tenía en Marco Garcés a su mejor hombre mediante tiros de media distancia que ponían a prueba a Rogelio Rodríguez. La presión hidalguense crecía más y más.
	Y precisamente cuando los Tuzos ponían en aprietos a la zaga morelense, Mario Grana desborda toda la banda derecha para mandar un centro a segundo poste donde el balón es recentrado por Uribe y es Claudinho quien remata a bocajarro para anotar el primer gol del partido. Golazo de Claudinho y una gran jugada de conjunto.
	Definitivamente, el brasileño Claudio Da Silva se entrega en cada jugada y hace gala de derroche físico al momento de encarar a la defensa rival. Sus rápidos movimientos dentro del área hacen que sus remates sean contundentes y una preocupación constante para el marco enemigo. El olfato de gol del jugador amazónico lo hace pieza fundamental en el esquema colibrí.
	Sin embargo, poco duró el gusto pues apenas 2 minutos después Santana empata el partido con un excelente remate de cabeza en el que Rogelio Rodríguez no pudo hacer nada por más que se estiró tratando de sacar el balón. Era el primer gol en contra aceptado como locales.
	Iniciaba la parte complementaria y cuando los Tuzos apenas se disponían a acomodarse en el terreno de juego, Leandro Tavare remata de manera magistral un excelente centro de Jorge Uribe que deja como estatua de sal al portero Alfaro. Era el 2-1 de los Colibríes y era la locura en el Mariano Matamoros.
	El público congregado en el Mariano Matamoros (ejem... y en sus alrededores) celebró con gran ánimo la anotación colibrí. Y es que se notan las ganas y los deseos de hacer las cosas bien por parte de cada uno de los integrantes de los Colibríes. Y la afición festeja cada jugada tanto ofensiva como defensiva lográndose una gran comunión futbolística.
	Y entonces vinieron los cambios que modificaron el curso del encuentro. Alfredo Tena adelantó líneas ingresando Müller y fue así como poco a poco el Pachuca se adueñaba de las acciones. Por su parte, Sergio Rubio contestó sacando a Leandro y Claudinho metiendo a la cancha a Flores y Orozco apostando una vez más por aguantar el marcador los últimos 15 minutos.
	Una vez más, se demuestra que quien va al ataque tiene mayores posibilidades de anotar. Los cambios ofensivos de Tena surtieron efecto inmediato mediante el gol de Santana que aprovecha un pase filtrado para tocar ante la salida de Rogelio Rodríguez. Era el empate tuzo a 2 tantos
	Los Colibríes perdieron mucho de la peligrosidad que habían mostrado. Aun así, Orozco tuvo el gol del gane al 78 cuando se encontró solo frente a Alfaro, sin embargo se tardó bastante en sacar un disparo sin la colocación ni fuerza necesarias dando tiempo a la reacción del arquero hidalguense... ¿Qué hubiera hecho Claudinho en tal situación?
	Y como el que perdona pierde, los Colibríes tuvieron que pagar el precio de renunciar al ataque. A 5 minutos del final, Víctor Müller saca un tiro cruzado fuera del alcance de guardameta colibrí, la pelota pega en el poste y dramáticamente se anida en la portería. Era el gol que acababa con el invicto en casa de los nuestros.
	Triste y dolorosa derrota, muy costosa en cuestión de porcentaje. ¿Qué pretendió Sergio Rubio quitando del terreno de juego a los DOS JUGADORES que habían marcado los GOLES para la VICTORIA parcial del equipo?...en fin, después de todo, él es el técnico y él debe saber más, así que dejemos que haga su trabajo y por nuestra parte seguiremos haciendo el nuestro: Apoyar en todo momento a los Colibríes.

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