Genealog�a de la moral
Un escrito pol�mico
Los tres tratados de que se compone esta
Genealog�a son acaso, en punto a expresi�n, intenci�n y
arte de la sorpresa, lo m�s inquietante que hasta el momento se ha
escrito. Dioniso es tambi�n, como se sabe, el dios de las tinieblas. -
Siempre hay un comienzo que debe inducir a error, un comienzo fr�o,
cient�fico, incluso ir�nico, intencionadamente situado en primer plano,
intencionadamente demorado. Poco a poco, m�s agitaci�n; rel�mpagos
aislados; desde lejos se hacen o�r con un sordo gru�ido verdades muy
desagradables, hasta que finalmente se alcanza un tempo
feroce, en el que todo
empuja hacia delante con enorme tensi�n. Al final, cada una de las veces,
entre detonaciones completamente horribles, una nueva
verdad se hace visible entre espesas nubes. - La verdad del primer
tratado es la psicolog�a del cristianismo: el nacimiento del
cristianismo del esp�ritu del resentimiento, no del
�esp�ritu�, como de ordinario se cree, - un anti-movimiento por su
esencia, la gran rebeli�n contra el dominio de los valores nobles.
El segundo tratado ofrece la psicolog�a de la
conciencia: �sta no es, como se cree de ordinario, �la voz de Dios
en el hombre�, - es el instinto de la crueldad, que revierte hacia atr�s
cuando ya no puede seguir desahog�ndose hacia fuera. La crueldad,
descubierta aqu� por vez primera como uno de los m�s antiguos trasfondos
de la cultura, con el que no es posible dejar de contar. El tercer
tratado da respuesta a la pregunta de d�nde procede el enorme poder
del ideal asc�tico, del ideal sacerdotal, a pesar de ser �ste el ideal
nocivo par excellence,
una voluntad de final, un ideal de d�cadence.
Respuesta: no porque Dios est� actuando detr�s de
los sacerdotes, como se cree de ordinario, sino faute de mieux,
- porque ha sido hasta ahora el �nico ideal, porque no ha tenido ning�n
competidor. �Pues el hombre prefiere querer incluso la nada a no
querer�... Sobre todo,
faltaba un contraideal - hasta Zaratustra. Se
me ha entendido. Tres decisivos trabajos preliminares de un psic�logo para
una transvaloraci�n de todos los valores. -Este libro contiene la primera
psicolog�a del sacerdote.
Friedrich Nietzsche
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