MENSAJE
DE JESUS DE NAZARET, RECIBIDO A TRAVÉS
DE JOSÉ LUÍS MANZANO GARCÍA, EN TALAVERA (Toledo).
EL DIA 29 DE
ABRIL DE
1997.
Mensaje Privado con orden a
Hacerse Público.
El
Maestro:
La Paz del Señor es
contigo, hijo mío.
El
Maestro: Ave
María Purísima.
El
Maestro:
Hijo mío, estoy aquí porque el llanto de tu alma me
llama, y porque tu corazón se siente abatido por los duros
acontecimientos que emergen desde el día 4 de este mismo mes.
Sabes bien que no vas a ser abandonado por Nosotros, pero debes
prestar mucha atención, ya que la traición empezó a dar sus pasos
desde el primer día que anunciamos los eventos que se formarían
sobre la “Finca de Nazareth“ y sobre tu persona.
Tienes capacidad suficiente para descifrar el pensamiento del
hombre y para acondicionarte a su estado de tinieblas. Verás que
muchos estarán contigo y estarán con tus detractores, intentando
de gran manera que tú no te des cuenta de su venenosa actuación.
-
Verás el abandono de
incluso muchos de tus familiares, pero los que forman parte de tu
columna inquebrantable van a permanecer contigo hasta que sean
llamados por el Padre.
Así se establece una dura lucha, y así comienza el
sufrimiento intenso para tí. Sabes que no habrá tregua para tal sufrimiento y sabes que nadie
de los que lo saben van a querer cargar con el peso que has de
llevar.
Pero yo pondré en tu camino hombres, mujeres y niños que
sepan complacer tu alma y que sepan escuchar tus sugestiones y
hacerlas realidad; no desesperes en ello, que se bien que no lo
harás.
Ya has llegado al estado único de la gracia espiritual, y eso te
hará estar siempre por delante del pensamiento y del cumplimiento
humano.
Oculta tu gracia y los dones que has ido descubriendo
desde el día 4 de Abril hasta que llegue la calma de tu espíritu.
Sabes bien que no deben ser reconocidos esos dones por el hombre,
pero en la lucha utilízalos porque te serán de gran ayuda. Sabrás bien cuándo hacerlo, pues estás capacitado para ello; por
eso eres un Guerrero de Dios, y por eso y para eso has sido
elegido.
Esta no es la vida que tú has elegido, hijo mío, esta es
la vida que los hombres han elegido por tí; por eso el Padre te
eligió, porque nadie sobre la tierra es
capaz de hacer lo que tú debes hacer, y nadie sobre la tierra es
capaz de aguantar el sufrimiento al que vas a ser sometido.
Esta es nuestra tierra, hijo mío. Deberás poner el crucifijo en
mi Santo Sepulcro para confirmar así tu aceptación y tu valor
hacia Dios. Lo harás a la hora y fecha indicada y deberás hacerlo
sin alteraciones; ya sabes que no se acepta la señal de la Santa
Cruz en el Santo Sepulcro.
Se fuerte, hijo mío, pues muchos
recuerdos invadirán tu alma, y en esta parte de Jerusalén los
recuerdos serán de dolor y de agonía. Pero lo superarás al igual
que todo lo que se interponga en tu camino. Los que
dijeron quererte se están levantando duramente contra tí:
-
Vas a
oír falsas calumnias sobre ti, pero alégrate. Todo esto debes
sufrirlo por Mí; si Yo llegué a la muerte en Cruz, y todo fue por
amor a vosotros, ¿qué esperas que te
pase, hijo mío, al servirme?"
Todo lo aceptarás de buen grado y recuerda, que no estás solo.
Seguiré estando contigo día a día y cada vez que me necesites,
vendré y hablaremos para que tu alma se conforte. Que la paz del
Señor, quede contigo.
Ave María Purísima.
Adiós, hijo mío.
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