"Ella será la mediadora vuestra ante Dios. No la hagáis de sufrir, no la hagáis de padecerCuando Yo os entregué a mi Madre, Ella sabía que ahí comenzaba el
suplicio para Ella y lo aceptó.
"
 



 

                                                 
     
     Mensaje de Resurrección, 1995
    

 
     Mensaje
de la Stma. Virgen María, recibido en Talavera de la Reina,
     
a través de José-Luis Manzano García - el 16 de Abril, de 1995. 
                     
 (A las 7h., mañana de Resurrección.)

El Hermano:
 La Paz del Señor es con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Hermano.

El Hermano:
 Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.

El Hermano: 
"Vengo a dar una buena nueva, aunque según pase el tiempo seguirá siendo dolor y angustia.  Pero hoy el Sepulcro está vacio: Él ya no está entre los muertos. ¡Aleluya!, después del dolor causado por los pecados, Él vuelve en una mañana de Gloria. Él vuelve a todos aquéllos que con Él estuvieron.  

  
Y a los que no, es cuando empiezan a sufrir por sus propios pensamientos.  Pero hoy  es un día donde ha de desbordar la alegría, no el odio ni los enfados, ni los rencores, ni las envidias; pero tristemente todo eso seguirá perdurando mientras deis cabida al anemigo.

El Maestro:
   Yo soy al que estáis esperando hijos míos. Hoy es una mañana de alegría, pero tristemente esta mañana también se llenará de dolor porque vosotros, los hombres, seguiréis mirando con el cuerpo y no con el alma.

   ¡Madre...!, el dolor ya ha terminado.  He venido a tí, y a todos ellos, a demostrar que la verdad nunca muere, y que todo lo que es de Dios nunca acaba, sino que perdura hasta el confín de la Tierra. He venido a demostrar que en verdad soy el  Hijo de Dios. Todos aquéllos que no me creyeron, ahora verán la verdad.

    Sentid tristeza hijos míos, vosotros sois mis verdugos: Una y otra vez ponéis mis manos sobre el madero y con vuestros pecados, sin piedad, taladráis golpe a golpe. Sentid mucha tristeza hijos míos, porque Yo me he sentido muy sólo en estos días de dolor. ¿Dónde estábais hijos míos? ¿Dónde? Ahora no tenéis respuesta.

  Yo he estado aquí sufriendo, llorando mi propia agonía;  padeciendo. Esperando ver a mis hijos para recibir un pequeño consuelo, para sentir el amor que me negáis. ¿Dónde estábais? Yo nunca os he abandonado.

   ¿Qué os he hecho Yo hijos míos? ¿Acaso no me habíais pedido y Yo os he dado?  Solo os pedía consuelo, solo os pedía amor y también me lo habéis negado. No penséis que soy cruel con vosotros, pero ¿acaso no habéis sido vosotros crueles conmigo?

   Es una mañana de alegría, pero como véis, el dolor ya se hace notar. No os excuséis hijos míos, para esto no hay excusas.  No os podré perdonar, porque el dolor ya está grabado muy aquí dentro hijo mío, muy aquí dentro.

  
La noche del
JUEVES, cuando fuí apresado, muchos de vosotros estábais viviendo en el mundo..., con vuestros vicios, con vuestras alegrías mundanas.  Y Yo, llorando por todo aquéllo que me había de llegar.

  No aborrecí a la muerte por vosotros. No dije: "¡No!" por vosotros. Todo lo hice por vosotros.  Y vosotros..., ¿qué habéis hecho por Mí?

   Solo pedía consuelo, solo os pedía amor y me lo negáis también.  Solo os pedía dos cosas y vosotros no me lo habéis concedido y a la par vosotros pedíais, no solo una cosa, sino muchas y sin corazón.

   ¿Qué os dará el mundo? Comparadlo: De todo lo que Yo os ofrezco, ¿qué os dará el mundo? ¿Y tenéis miedo al hombre y a mí me aborrecéis? 

   No queráis excusaros con nada, reconoced vuestra culpa y os será mucho mejor.  Y vosotros diréis, que esta mañana he llegado como señalando a mis hijos. Aún no lo he hecho, pero llegará el momento, y muy pronto.

   No tenéis Fé ya hijos míos.  Y vostros diréis: "¡Si yo hago todo lo que puedo...!"  Y vuestro Maestro os dice: "Hay que hacer más..., ¡mucho más..!"  No solo lo que uno puede, sino lo que no puede también.

   Muchas veces os excusáis de hacer un sacrificio porque os encontráis mal.  ¿Acaso a Mí no me llegó la muerte en el madero?, no reproché a nadie por ello?  ¡Ay hijos míos!

   Si vuestra fé fuera pura no tendríais miedo al hombre, pero vivís en el mundo y la carne os debilita, y eso os hace perder hijos míos. Tendría que hablar de muchas cosas de aquélla mañana, pero ahora hay dolor, y he de hablar de lo que me angustia. Aunque no sea comprendido, he de decirlo:

   "Me apenáis, me apenáis mucho hijos míos; os he abierto una puerta
   hacia el Cielo en este lugar. Mi Madre, mi amada Madre, os da las
   cosas con tanta claridad que vosotros una y otra vez caéis, y recaéis
   en los mismos errrores y pecados".


   A partir de hoy, Yo os puedo decir que aquél que caiga en esos errores, que se han dicho con tanta claridad y no veis, Yo os aseguro que no llegaréis a ver el Paraiso. ¿Es crueldad acaso?

Padre Eterno: ¡No!, es justicia.

El Maestro:
   Aquél que no lo ha oido tiene menos delito que aquél que lo oye y cae. Aquél que no lo ha oido tiene menos delito, porque cae sin saber. Y vosotros que lo habéis oido, tenéis mayor delito porque lo oís, caéis y no prevenís al que no lo sabe.

Padre Eterno: 
Eso es
JUSTICIA, es SABIDURÌA y AMOR: Mucho amor.

El Maestro:
   Sentid conmigo la tristeza de esto que me hacéis, pero Yo sé que ha habido alguien que me ha seguido paso a paso: Eres tú hijo mío. 

   Cuando sentí que mis manos eran atadas miré en mi Corazón y ví a alguien en oración que pedía estar en mi lugar...

Padre Eterno:  Eso es amor.

El Maestro: Miré otra vez y vi a muchos de vosotros embargados en la pereza, viviendo en la mundanidad y me entristecí. Miré otra vez, y ví a mi Madre diciéndome con su mirada: "Toma mi amor, toma mi consuelo, no estás sólo, estoy Yo para sufrir contigo esta pena y este dolor ".

   Cuando clavaron las espinas en mi cabeza miré en mi Corazón y te ví, te ví hijo mío, diciendo: "Quiero esa corona, pero en mi Corazón, para que nunca se me olvide lo que tú has hecho por mí".

PADRE ETERNO: Eso es amor.

El Maestro:
   Y miré al mundo, miré al mundo y ví como muchos de vosotros mirábais lo que llamáis procesiones. ¿Qué vísteis? Solo algo que representaba lo que Yo padecí. Y Decidme: ¿Y aquí, qué oísteis?

   Nada, porque no llegásteis a Mí. Y los que estuvísteis, ¿qué oísteis? Un  
DOLOR y una AMARGURA. Es muy distinto a lo que vosotros vísteis.

   Y miré otra vez, y ví a mi Madre diciendo:
   "No estás sólo. Quiero ser Yo la que esté en tu lugar, como madre.
    Pero como Hija de Dios, sé que todo esto se ha de cumplir.
    ¡Que se haga la Voluntad del Padre!"


Padre Eterno:  Eso es conformidad, y lo vuestro es olvido.

El Maestro:
   
Cuando clavaron el primer clavo, miré alrededor y no ví a nadie.

   En ese momento os quise recordad a todos, pero ví que nadie me
recordaba a Mí, y lloré. Lloré con amargura, porque mis hijos no me
dieron lo que Yo había pedido. Y fuí capaz de daros un enorme regalo,
de
entregaros mi propia Madre para vosotros:

      "Ella será la mediadora vuestra ante Dios. No la hagáis de sufrir,
       no la hagáis de padecerCuando Yo os entregué a mi Madre,
       Ella sabía que ahí comenzaba el suplicio para Ella y lo aceptó.
       Lo aceptó con amor y no lo rechazó."

   Pero quiero veros a vosotros, a vuestra fé impura; diréis que soy cruel.
 
¿Qué puedo ser hijos míos, si vosotros me habéis hecho ser así?

   ¡Sí hijos míos! Vosotros habéis hecho que Yo demuestre la crueldad. No la mía, sino la vuestra. Yo solo os advierto,  Yo solamente os digo en lo que habéis errado. ¿Y sabéis lo peor hijos míos? Que no lo véis.

   Si tuviérais Fé pura sabríais aceptar todo lo que Dios os manda.  Cuando os veis agraviados por una enfermedad enseguida decís: "Dios se olvida de mí". 

   Yo no me olvido de nadie. Es al contrario: Vosotros os olvidáis de Mí.  Si os llega esa enfermedad o esa prueba, sois capaces de ofender a lo más alto, de clavar espinas con crueldad en nuestros Corazones llenos de amor, y no sois capaces de decir:  

   "Dios mío, si esta es tu voluntad, yo la padeceré.
    Si esta es tu voluntad, te lo ofrezco para todos
    aquéllos que no te conocen. Que no te aman y
    que no te quieren conocer".


   Si hiciérais eso, todo sería alivio y esa enfermedad o esa prueba, se llevaría con más paciencia. Pero vuestra fé mundana os hace caer en ello. ¿O me equivoco hijos míos? Quiero preguntar: ¿Qué hacéis sobre este lugar? 

 
(PUBLICO: Acompañarte Maestro, en este momento tan grande.)

   ¿Y los demás días?  ¿Dónde estábais la noche del
JUEVES
Yo estuve en este lugar y no os ví.  Y la noche del
VIERNES,
¿dónde estábais?  Yo estuve en este lugar y no os ví.

   Y muchos solo acudísteis en esas noches para escuchar un mensaje, solamente para oir sin cosechar, y sin recoger el fruto. En este lugar también hay vigilias los viernes, sábados y domingos, y cuando Yo os miro, y cuando Yo estoy esas noches, ¿dónde estáis? ¿Tenéis respuesta?

   No os excuséis, porque no hay excusa para esto. Esa es mi pena: Creéis tener abundancia de fé y ni siquiera tenéis fé de corazón. ¿Me equivoco hijos míos? Entonces, ¿porqué no me demostráis vuestra fé de Corazón?  ¿Porqué no hijos míos? No hay excusas para esto hijos míos, no hay excusas.

    La fé se demuestra solamente a Dios, no a los hombres. Porque decidme: Los hombres, ¿qué tienen que ver de vuestra fé? ¿Son ellos los que os van a juzgar el último día? ¡Decidme hijos míos!, ¿son ellos?
 

   (PUBLICO: ¡No Maestro...!) 

  Entonces, ¿porqué no demostráis vuestra Fé al Padre?   Vuestra Fé es fé de conveniencia hijos míos, y el Maestro no es cruel.  Y si os sentís heridos pensad que sois culpables..., solo pensad que sois culpables. 

   Yo tendré muy en cuenta vuestros errores, y también tendré muy en cuenta los que no acudísteis en esos días, a acompañarme a mi Madre y a Mí en el dolor. 

   Os lo tendré muy en cuenta hijos míos, porque eso es justicia:
JUSTICIA DIVINA. Os lo tendré en cuenta porque vosotros, cuando me habéis necesitado, Yo he estado a vuestro lado.

    ¿Conocéis a alguien que se haya sentido defraudado por Mí? ¡Decidme!
(PUBLICO: ¡No Maestro!)  Y si acaso lo conociérais, pensad que no había fé en él, porque Yo no defraudo a mis hijos.

   En cambio, Yo sí me siento defraudado por vosotros. Eso es dolor, dolor hijos míos.  ¡Ay hijos míos!, si supiérais mirar las cosas con tanto amor, sería todo tan placentero.  Pero miráis las cosas con los ojos del mundo, y nada es placentero, y es todo agravios y dolor.

   No queráis excusaros de nada, porque no tenéis salida para ello. No digáis que no pudísteis, porque Yo siempre pude para vosotros.  Y si tuviéseis fé pura, vosotros siempre podríais para mí. No hijos míos, hoy todo queréis reconocerlo, pero esta tarde ya se habrá olvidado todo.

  
Os lo repito otra vez para que veáis cómo se va a cumplir. Todo sabéis reconocerlo. ¿Porqué? Porque Yo stoy presente, pero esta tarde, de todo esto, no quedará nada... Digo nada hijos míos, y no solo esta tarde.

   Vengo a hablar de
AMOR y vosotros queréis desechar el amor..., a hablar de Paz y vosotros queréis injurias y odios entre vosotros, a hablar de una AMISTAD: La vuestra conmigo, que está muy alejada.

   Vengo a sembrar la
PAZ que vosotros robáis en este lugar. ¡Cuántas veces os he visto ofender a este lugar y ofender mi Nombre...! No os podré perdonar. 

   Si tuviérais Fé, Fé, sabríais aceptar todo lo que se os dice, tanto en este lugar como en vosotros mismos. No te sientas herido hijo mío, no solo es por tí, es por todos.  Y no le digo al Gran  Guerrero, para que entendáis. 

    La FÉ no significa el creer en Dios, significa
CONFORMIDAD, AMOR, OBEDIENCIA, HUMILDAD. Todas esas cosas. Barrabás ya murió y Yo estoy vivo. También te recordaré a tí, y pido perdón al Padre:

   "Padre mío, te pido perdón por todos aquéllos que no creen.
   Por todos aquéllos que con sus injurias quieren ofender mi
   Nombre. Por todos aquéllos que quieren destruir la Obra que
   siempre perdurará. Padre mío, te pido perdón por ese alma...,
   en pena, que ha gritado el nombre de Barrabás. Te pido perdón
   por ese alma, y que tú sabrás perdonarla. Que así sea."


   Eso es
CONFORMIDAD hijos míos, eso es conformidad. Eso es hablar sin ofender y abriendo un poco los ojos. Vuestro Maestro hoy os ha querido enseñar, os ha querido dar todo. Quiero que recordéis este día con el mayor recuerdo posible, y cada mañana, cuando os levantéis del descanso, os acordéis de este día. Sé que muchos se habrán olvidado.

    Y recordad que siempre que me habéis necesitado, Yo he estado ahí, pero vosotros me negásteis eso.  No quiero que tengáis miedo a los hombres, quiero que tengáis amor a los hombres: Si os odian amadle.

   Si me ofenden amadle y pedid perdón. Nunca discutáis. Solamente amad y decid: "En Nombre de Cristo Jesús pido perdón para tí".

   Y aceptadlo, aceptad las
OFENSAS, las BURLAS y los ODIOS.  Pero vuestra actitud ha de ser de AMOR, ha de ser de CONFORMIDAD.  

  
Si no lo aceptáis, o si os aquejáis de esa Cruz mandada por Dios, será desobediencia y no será Conformidad.  No os olvidéis de todo ello. 

    
Y cuando pidáis, pedid con el corazón, no con la boca:  

   "Y cuando pidáis, sabed lo que pedís. Sabed lo que pedís. Porque si no sabéis lo que pedís y si no lo hacéis de corazón, ofenderéis al Señor: mejor no pedir.  Y cuando oréis, hacedlo con el corazón, con todos los sentidos,  no con la boca, ni con sueño. Para eso es mejor no orar."  

    
Y cuando veáis a alguien que desobedezca las
LEYES establecidas por DIOS decídselo, porque el delito también estará en vosotros, si lo véis y no lo recordáis. Si alguien me ofende, ofende al Padre ydebéis decir:  

   "Recuerda,
NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO."

   Si alguien trabaja en los días señalados para Mí, recordadle y decidle:
 
"SANTIFICARÁS LAS FIESTAS."

   Si alguien desobedece a sus padres o impone el odio entre ellos, recordad:
 
 "HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE." Y no solo eso:

   Siempre que habléis demostrad el ejemplo. Si Yo os hablo de
AMOR he de demostrar el AMOR para que entendáis, si no, no lo entenderíais. Demostrad también la OBEDIENCIA.

   Si alguien de vuestra familia se marcha de este mundo, sea quien sea, y lo tenéis gran aprecio, en vez de ofender a Dios, decid: "Esta es tu Voluntad, solo acójelo en tu seno si es tu Voluntad."

   Eso será obediencia a la Voluntad de Dios y Dios sentirá gran alago y sentirá mucho amor de vosotros a Él.  Y sobre este lugar respetad cada palabra, y hacedlo con amor. Cuando entréis en este lugar demostradme alegría a Mí, no malas caras, no odio. Y vosotros diréis:

   - "Es que todo es muy duro en este lugar."
 

  Y Yo os diré: Eso no es
CONFORMIDAD, ni es , ni es OBEDIENCIA

   Dios te puede probar con cualquier cosa:  Con un tropiezo..., con una lluvia..., con una enfermedad, con una muerte, con pobreza, con mucha pobreza.

   Y diréis vosotros: "¡Si la pobreza no es una prueba...!" 

   ¿Acaso creéis eso? Aquél que se sienta rico en el Espíritu que no espere nada, pero el que se siente pobre, que espere todo, ¡todo!

   ¿Comprendéis hijos míos?   PUBLICO: ¡Sí Maestro! 

   Eso espero de vosotros. Y recordad las palabras de mi Madre, todas:

    "En este lugar, la mujer ha de vestir como mujer y el hombre como hombre".  Y si tuviérais Fé, no solo sería en este lugar, sino fuera. Y eso tiene mucho, mucho delito. ¿Sabéis porqué? 

   Porque hay quien ya lo ha oido y no lo ha llevado a la práctica, pero hay quien no lo ha oido y peca. Ése no tiene delito.  Delito lo tiene la mujer que viste como hombre habiéndolo oido. No tendrá perdón. Y también tiene delito aquél que viéndolo no dice: "Recuerda, esto está dicho por Dios y nuestra Reina".

    Y ése hará gran labor y podrá abrir un poco los ojos del alma. Os sentís a gusto, ¿verdad hijos míos? Pero el tiempo se acaba. Entonces hijos míos, cumplid con esa Ley.

   Si aquí se os pide
AMOR, tenedlo también fuera de aquí, porque eso sería Fé de conveniencia: "Me conviene aquí para querer demostrar a Dios y a los hombres, y fuera soy como yo quiero".

   Eso sería injusto de vuestra parte, muy injusto.

   Te perdono hijo mío, te perdono. No envuelvas más tu alma en pena. Te perdono, te perdono hijo mío. No envuelvas más tu alma en pena, te perdono. Y aleja de tí a Satanás, porque te hará perder.
(1)

   Hijos míos, no tengáis miedo al hombre, ¿qué os puede hacer el hombre? ¡Decidme!
(PUBLICO: ¡Nada Maestro!) Entonces, ¿por qué tenéis miedo al hombre? ¿Porque vivís en el mundo?  

      "
Si queréis vivir conmigo cumplid con todo, vivid con todos, y
      enseñad lo aprendido. Yo me sentiré alagado por vosotros y
       nuestros Corazones sentirán menos pena."

   Hacedlo así, y esto que habéis aprendido hoy, enseñadlo.  No lo guardéis para vosotros, porque también sería delito y egoismo.

   No tengo nada más que decir para vosotros. Solamente que no tengáis miedo en cumplir todo lo que os he dicho. Solamente sed fuertes y pensad que cada día Yo estaré con vosotros.
(PUBLICO: ¡Gracias Maestro! )  
 
  
Y que tenéis a alguien para enseñaros, y es el gran Guerrero. Si a él no le prestáis atención, él nada podrá hacer por vosotros.  Él no está aquí para curar, ni para solucionar vuestros propios errores, sino para corregiros en vuestros errores, y enmendaros en el propio camino y daros el propio propósito de proseguir.  Él solo está aquí para enseñar lo que no habéis aprendido.

   "Él no está aquí para solucionar lo que muchos dicen ver,  siendo mentira.  Nunca mintáis en eso, ese pecado nunca se borraría, como la desobediencia".

   Todo esto queda para vosotros, y para tí hijo mío. Barrabás está en un lugar donde el fuego consume las almas. Ten cuidado, mucho cuidado, tu tiempo es corto y puedes llegar a verlo.
(1

  Hijos míos, que la Paz quede con todos vosotros. 

PUBLICO: Y con tu Espíritu Maestro.  

El Maestro:  
¿Deseáis algo de Mí?

PUBLICO: Quiero pedir perdón Maestro...
(No se entiende.)

El Maestro:
   Hijo mío, el perdón para los hombres es algo lejano si no habla el corazón. Hay que sentir conformidad con todo: Con este lugar, conmigo y contigo mismo. Si una de esas tres cosas falla, no hay perdón. ¡Recuérdalo!

   Seguid pidiendo hijos míos.

PUBLICO: Piden varios a la vez. No se entiende.

El Maestro:  
Tu fé hija mía, te hará muy grande ante Mí. Seguid pidiendo hijos míos.
(Contiúan pidiendo.)  Sed fuertes de corazón y no demostréis a los hombres lo que Dios ha de ver de vosotros, y no sintáis miedo.

   No sintáis miedo. Nunca hijos míos. Y lo que hagáis no lo hagáis por vosotros, hacedlo por los demás y por Mí. Yo ya he de marchar.

   Mi Madre volverá y Yo estaré con cada uno de vosotros. (
PUBLICO: ¡Gracias Maestro!) En este día recordad que muchos sábados y domingos hay un rosario que recorre las calles de esta ciudad impura. Si podéis acompañadlo.

   Y recordad, que en este lugar viernes, sábados y domingos, por la noche, se reza también en nuestro Nombre. Si podéis, acudid, pero nunca pongáis excusas que a Dios no convenzan, porque Dios todo lo ve y no se puede excusar nada, viéndolo Dios como lo ve.  Recordadlo y participad cuando podáis en todo ello.

    Si Yo os he abierto una puerta en este lugar, no la cerréis. Recordadlo. ¿Lo haréis así hijos míos?    (PUBLICO: ¡Sí Maestro!)  El que lo haga así, quiero que sepa que recibirá mucho de Mí. Y tened cuidado:

   "Mi Iglesia se está oscureciendo y pronto vendrá abajo. Eso
    significará que el fin ya está aquí, y vosotros os vais a preparar
    para recibirlo, porque el Gran Guerrero, Yo y mi Madre, y
    vuestra Fé os prepararemos."


   Amad, amad a todos aquéllos que os odien, y alegraos porque hoy es fiesta. Ya estoy con vosotros hijos míos.

   Y a tí hijo mío: Te doy una oportunidad para que te arrepientas, y te vuelvo a repetir: Barrabás está en un lugar donde el fuego consume a las almas. Ten cuidado, tu tiempo es corto y pronto lo podrás ver.

   Te doy una oportunidad, solo una. 
(1) Hijos míos, os amo.

   Adiós hijos míos.   PUBLICO: Adiós Maestro.

Padre Eterno:  Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.

La Madre:Adiós hijos míos.

PUBLICO: Adiós Madre.

El Hermano:
 Que la Paz del Señor Yahvé y la fuerza del príncipe de las almas quede con todos vosotros.

PUBLICO: Y con tu Espíritu Hermano.

El Hermano: Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.

El Hermano: Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.____

  (1 El mensaje cambiaba a veces de discurso para responder a los pensamientos,
        preocupaciones o anhelos de algunos de los presentes. 
    


Enlaces:
Enseñanzas de los mensajes de Talavera:
http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002/talavera.html
Extractos de los mensajes más importantes:
http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002/extracto-talav.html

     
Mensaje 12.4.1990, Jueves Santo: ”¡Judas, lo que has de hacer hazlo ya!”
http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002/90-4-12.html
Mensaje de Resurrección 1990: ”¡Ratta boni, Maestro mío has vuelto!”

http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002/90-4-15.html
Mensaje 13.4.1995, Jueves Santo:
Pedro envaina tu espada, porque el que a hierro mata, a hierro muere.”
http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002/95-4-13.html

Mensaje 30.3.1991, Sábado Santo: ”¡Al tercer día volveré!”
http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002/91-3-30.html

Mensaje de Resurrección 1995 - ¡Impresionante mensaje!
http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002/95-4-16.html
Mensaje de Resurrección 1997 - ¡Nos acercamos al fin!
http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002/97-3-30.html
 

    

   
    -   
Otros mensajes de Talavera
    -     Mensajes 1997-2009                

    -     Mensajes 1991-1996      
    -     Mensajes 1990          
    -     Mensajes 1988-1989       
    -     Mensajes 1985-1987  

 

    

Recibir Boletin UltimosTiempos, o envíe mail a [email protected]  
                    http://elistas.egrupos.net/lista/ultimostiempos

Hosted by www.Geocities.ws

1