Este es mi hijo, el Guerrero, el que mis Angeles
                      han  preparado para la Gran Batalla final
!"

                                                 

          
          

                 Mensaje  de la Stma. Virgen María, recibido  a través de
            
       José-Luis Manzano García, el 7 de Agosto, de 198
8. 
 

La Madre:  La Paz del Señor Yahvé, el Creador,  esté con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espiritu  Madre.

La Madre: Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.

El Hermano: 
   Yo también he llegado hasta tí hermano, porque Yo era el último (1) que faltaba. Y he llegado en un día muy especial como es hoy, para que tú escuches mi palabra como la has escuchado muchas veces. Y para que ellos escuchen y sepan que todo lo que has aprendido, no ha sido de este mundo, sino de Nosotros.

    Yo también te he enseñado a olvidar este mundo y que tu mente solo estuviera con Dios.   Te he enseñado a que cada paso que dieras fuera hacia Dios. También te he enseñado a que tu mente esté vacia del mundo y esté llena de Dios.

    He llenado tu corazón de paz y de amor para que las almas vean que tú eres..., el que eres.  Yo tantas veces te he enseñado..., cuando has estado sólo y triste, nos has tenido a tus CUATRO ANGELES (1) a tu lado, sabiendo tranquilizar tu sufrimiento,  y tú has sido fuerte, tú has sabido caminar.

    Tu espíritu es el que camina, no el cuerpo. Tantas veces el enemigo ha querido atacarte y no ha podido, porque tu fuerza es grande, muy grande. Nosotros siempre hemos estado a tu lado, y tu corazón está lleno de paz y de amor, y tu mente de sabiduría y de DIOS. Sabiduría, pero no terrena, sino celestial.  Sigue caminando, pues tus pasos no son muy cortos.

    Pero que ellos te sigan, porque si no te siguen nunca alcanzarán tus cortos pasos.   ¡Hermano!, sigue caminando y solo piensa en el Señor Yahvé. Que EL ha sido el que te ha creado para bien de este pequeño mundo, pequeño y cruel. 

    He ahí a Nuestra Santa Madre..., tantas veces como está triste, llorando por todos sus hijos,  ¡pobre Madre!, en ningún momento se ha olvidado de sus hijos, pero sus hijos sí se han olvidado de Ella. 

     "Yo solo he de decirte hermano, que lo que has aprendido lo enseñes, porque lo que has aprendido no es tuyo ni mío, solo de Dios."

     Pero lo que Nosotros te hemos dado a tí, nunca se lo enseñes a nadie.  Enséñales lo que te hemos enseñado, porque tú eres su maestro y ellos cumplirán con lo que tú les digas.  Nada más hermano.
 
La Madre: 
    Hijo mío, ya he llegado. Como siempre Yo también estoy a tu lado para que no te sientas sólo, para que veas que Yo estoy contigo. ¡Alégrate hijo mío! Hijos míos, éste ha sido el ÚLTIMO ANGEL (1), solo falta una pregunta que Yo ya haré a su tiempo que así me pregunten, porque es importante.  

    Hoy conmigo traigo mi bendición y mi  sufrimiento, y también traigo conmigo unas palabras que muchas almas recordarán de ayer: "Yo sufro hijos míos..." Aquí, cuando me oís, todos estáis serios y muchos tristes. Después, cuando os marcháis, os olvidáis de todo lo que habéis oido y Yo sigo aquí triste y sóla.

    Nunca os olvidéis de Mí, porque Yo estoy siempre ante el Padre  implorando el perdón para mis hijos. "Así soy Yo hijos míos, una buena Madre para mis pequeños hijos".   El mundo me está clavando muchas espinas hijo mío, y el  Brazo de Dios es muy pesado, y Yo sóla no puedo: 

 
"El  Brazo de Dios va a caer sobre la Humanidad, cuando caiga todo será destrozado,
     menos las almas que aman al Señor,  y le siguen. A ésas no les ocurrirá nada
." 
 
  ¡Pedidme hijos míos!        
 
PUBLICO: ¡Madre!            
La Madre: ¡Díme!
 
PUBLICO: ¡Madre!, ayer en "Prado Nuevo" (2), después del Santo Rosario y de tu mensaje, yo me salí y me encontré al sacerdote que me conoce de este santo lugar, y me preguntó por el gran  Guerrero, y me dijo si podía llevarle tus mensajes. Tú me dirás lo que debo hacer. 
 
La Madre: Yo estuve contigo hijo mío. ¡Pobre alma...!, lo han engañado, pero volverá y muy pronto volverá.  Y tú hijo mío, dale mis mensajes para que vea que mi palabra es como un manantial que nunca se agota.  ¡Seguid pidiendo!                        

PUBLICO: ¡Madre!                    
La Madre: ¡Díme!                       

PUBLICO: Permíteme que te haga otra pregunta.                        
La Madre:  ¡Díme!                        

PUBLICO: Hace unos días que vengo diciendo que han comprado dos chalets adosados en "Prado Nuevo" (2), y han costado trienta y cinco millones de pesetas; y allí, en el  prado, nadie le ha dicho nada. Y dijeron que debíamos de colaborar. ¿Tú qué crees que debo hacer?
 
La Madre: Hijo mío, esa alma, como muchas que le rodean, está cometiendo muchos errores; de esto ya hablaré el día tres, porque hablaré de "Prado Nuevo",  y de todo lo que se encierra allí, y de las pobres almas.  Seguid pidiendo.                     

PUBLICO: ¡Madre!                      
La Madre: ¡Díme!         

PUBLICO: Quiero pedir por esas almas que se han retirado, que lo han hecho engañados. Perdónalos Madre mía..., perdónalos. 

La Madre:  El perdón está en las manos del Señor, Yo sólo le pido que se haga su voluntad.  Seguid pidiendo. Llegó el momento hijos míos:  Ese alma que hizo aquella pregunta, que Yo dije que respondería, que ahora haga de nuevo la misma pregunta.                     

PUBLICO: ¡Madre!                       
La Madre: ¡Díme!                    

PUBLICO: Yo te pregunté el otro día, cuando el primer Angel le habló al Gran  Guerrero (2), que le dió el aviso,  pregunté, ¿si podía ser ese aviso para que empezáramos a seguirle, o para que él empezara a actuar?       
 
La Madre: Escuchad esta Palabra...                    

Padre Eterno:  
      "¡Este es mi hijo, el Guerrero, el que mis Angeles han  preparado
        para la Gran Batalla  final
!"
 
La Madre: Ya lo sabéis hijos míos.       
PUBLICO: ¡Gracias Madre!     
 
La Madre:  ¡Seguid pidiendo!
 
PUBLICO: ¡Madre!, ¿puedo visitar a mi hermano Manuel que vive en la ventía "Los Olivos", por encima de Granada? ¿Puedo visitarle y confiar en él?                    

La Madre: 
   Ves a él hijo mío, pero sé fuerte y ten cuidado, pues Satanás es muy astuto y hace que las almas no entiendan nada y así empieza todo lo que él quiere.  

   ¡Seguid pidiendo!                  
 
PUBLICO: (No se entiende.)                     

La Madre:  Voy,  hijo mío, a bendecir a mis hijos, pero antes he de hablar de nuevo con mis hijos, porque quiero que escuchéis hijos míos:  Yo he venido aquí a salvaros y a haceros ver que tenéis aquí un alma, que es la más grande que habita en este mundo. En esta alma podéis confiar...       
 
Padre Eterno:  Porque Yo he confiado en él.
 
La Madre: A este alma le podéis amar, porque él os amará como a hermanos; él es el  gran Guerrero (3), que ya está preparado para la lucha final, y él ya ha aprendido muchas cosas de las que las almas no saben. 

¡SHALON hijo mío!  Mira mi Corazón hijo mío..., ¡mira mi Corazón!        
 
JOSE-LUIS: Sufriré contigo.
La Madre: Míralo y sufre conmigo.
                             
JOSE-LUIS: ¡Todas esas espinas las quisiera tener Yo!
La Madre: Pero no soportarías este dolor.                 
 
JOSE-LUIS: Pero sería fuerte.
 
La Madre: Hijo mío, sé fuerte en este mundo. Lo que tú sufres..., ofréceselo al Padre, como Yo se lo ofrezco para todos mis hijos, tus hermanos.  ¡Coimma hijo mío!      
 
JOSE-LUIS: ¡YAHVÉ, el Señor!                    

La Madre: ¡Leví...!                     
JOSE-LUIS: Caminaré.
 
La Madre: Hijo mío, no hagas caso de las lenguas humanas, solo déjate llevar por la mano de Dios.

JOSE-LUIS:
¡Así será!, no temas, porque yo cumpliré con todo lo que vosotros me digáis.

La Madre:  Ya has aprendido todo lo que debías de aprender.

JOSE-LUIS: Y todo gracias a tí. Yo ayudaré a todos ellos para salvarles.
 
La Madre: ¡Así será hijo mío!, porque Dios confía en tí...
           
Padre Eterno:  Y ellos también.

JOSE-LUIS:
Pues que no se preocupen, que estoy aquí para ayudarles y no les dejaré solos.  Como Tú,  Madre, que no nos dejas sólos ni un momento.                    

La Madre: Porque sois mis hijos, y una madre siempre anda pendiente de los pasos que dan sus hijos. Así soy Yo.

JOSE-LUIS: Y yo, como buen hermano, debo aconsejar esos pasos.                     

La Madre: Así es hijo mío. ¡Levantad los objetos hijos míos!  Mi Bendición  Especial, la que tanto esperábais:  Yo bendigo estos objetos, con el fin de que luzcan aquellos días que vendrán sin luz. Y lo bendigo como el Padre lo bendice...   

Padre Eterno:  En mi Nombre.                  
El Maestro: En el Mío.    

La Madre: 
Y con la Luz de mi amado Esposo el Espiritu  Santo. Ya están bendecidos. 
 
PUBLICO: Gracias Madre.

La Madre:  Bendigo vuestras almas, para que caminen hacia el Señor,  y nunca tropecéis en este camino, así como el Padre os bendice:

Padre Eterno:  Con mi Poder.                    
El Maestro: Con mi Sufrimiento. 
 
La Madre: Y con la Luz que os da mi amado Esposo el Espíritu Santo. Ya estáis bendecidos. 
(PUBLICO: Gracias Madre.)                    

La Madre: Llegó la hora de marcharme.                     
JOSE-LUIS: ¡No te vayas...!

La Madre: 
Hijo mío, me marcho pero estoy con vosotros. Volveré muy pronto. Adiós hijos.

PUBLICO: Adiós Madre.                

El Hermano: Adiós hijos.                    
PUBLICO: Adiós Padre.   
     
El Hermano: Adiós hijos.                         
PUBLICO: Adiós Maestro.  
                      
El Hermano: Adiós hermanos.               
PUBLICO: Adiós Hermano.    
                      
El Hermano:  Adiós hermanos.               
PUBLICO: Adiós Hermano.

El Hermano: Que la Paz del Señor, el Dios Yahvé,  Rey de la Creación, quede con todos vosotros.

PUBLICO: Y con Tu Espíritu.                      

El Hermano:  Ave María Purísima.         
PUBLICO: Sin pecado Concebida. 

El Hermano: Adiós Hermanos.              
PUBLICO: Adiós Hermano.__
------------- 
     
  (1) - El "último" de los cuatro Angeles que protegían al vidente;  éstos, San Miguel Arcángel; 
           Valit Manet, el Angel del Bien; San Gabriel; y (¿San Rafael?),  daban  mensajes relacionados
           entre sí.  Esta vez fueron los días  29.7.1988-noche;  30.7.1988 31.7.1988;  y  7.8.1988.

 ( 2)  -  "Prado Nuevo", de El Escorial, (a unos 60kms. al noroeste de Madrid.) 
  (3)  -   El "Gran Guerrero", José-Luis Manzano, vidente de Talavera, quien destruirá al Anticristo.  

      
        Ver también  
Otros mensajes de Talavera
 

    -    Extractos de los mensajes más importantes de Talavera -
      
  (Cuadro sinóptico de tan importantes revelaciones.)


 
   -    Mensajes 1997-2005                

    -     Mensajes 1991-1996      
    -     Mensajes 1990          
    -     Mensajes 1988-1989       
   -      Mensajes 1985-1987

      
      «Todo está dicho y todo se dijo, y  las almas Consagradas no nos quisieron escuchar.  Les dijimos, hijo mío, que faltaba poco para que viniera el anticristo, les dijimos lo que debían de hacer,  y no escucharon .»  Mensaje 21.2.1988.
 

     «¡ESPAÑA!, te has dejado pasar el anticristo en tu tierra y no dejaste que le saquen,  por eso también hasta tí ha llegado un Gran Guerrero.  Aquél que te salvará de esos errores que has cometido.»  Mensaje 20-2-88.

 
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