| |
|
|
|
«¡No
nos quisieron escuchar!»
|
MENSAJE DE LA SANTÍSIMA
VIRGEN MARIA
RECIBIDO EN TALAVERA, A TRAVÉS DE JOSÉ LUÍS
MANZANO, EL 21 DE FEBRERO DE 1988.
El Angel
"¡Oh ESPAÑA!, cierras tus ojos ante la presencia de Dios
y olvidas que fué él quien te dió la vida".
La Madre: La Paz de Dios
Todopoderoso, esté con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La
Madre: Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado Concebida.
La Madre:
De nuevo hemos llegado hasta aquí hijo mío, y hemos llegado hasta
aquí, porque hoy teníamos una cita hijo mío y aquí estoy hijo mío.
He venido a seguir hablando sobre el pais donde tú pisas, donde tú
vives.
He venido hijo mío para hablar a mis hijos que también habitan en este
pais, para que me escuchen, para que escuchen a Palabra de mi Angel. ¡Sí
hijo mío!, la que ha dicho al principio, porque lo que ha dicho es
verdad.
¡ESPAÑA!, ni siquiera quieres encaminarte
hacia Dios y has olvidado que dentro de tí está Dios, Dios
vivo, Aquél que te dió la vida, Aquél que te creó. Pero tú cierras tus
ojos y dejas pasar al malo. Pero Nosotros también entramos, hijo mío,
para ayudar, para salvar a nuestros hijos de este pais, y de este
mundo.
Pero España..., ni tus ojos lloran al ver que has sido invadida por los
falsos profetas y además de eso, por el
anticristo.
Ni siquiera sonríes, estás parada; pero hemos venido hasta aquí y hemos
enviado al gran Guerrero, aquél que te hará abrir
los ojos, aquél que te hará de oir; aquél que salvará a mis hijos.
Aquél que llevará al pueblo de Dios
adelante; aquél en que Dios ha confiado:
Ese eres tú hijo mío.
Pero España se ha dejado engañar:
Todo está dicho y todo se dijo, y las almas Consagradas
no nos quisieron escuchar:
«Les
dijimos, hijo mío, que faltaba poco para que viniera el anticristo, les
dijimos lo que debían de hacer, y no escucharon.»
Almas
jóvenes ofenden a Dios hijo mío; vayas por donde
vayas, tú en este mundo observarás que siempre ofenden a Dios.
Tú eres el remedio de este mundo hijo mío, tú estás aquí para salvar a
España hijo mío. Y Dios ha
confíado en tí y te ha entregado a tí, España, al Gran Guerrero.
Aquél que te llevará adelante y para eso no falta mucho. Aquél
que destruirá al anticristo, aquél que ama a Dios
de corazón.
"Pero España, ni siquiera te das cuenta de lo
que ocurre dentro de tí. Dentro de tí hay maldad, egoismo y
violencia y almas, almas que matan; no te das cuenta que todo lo que te
digo es de Satán".
De que todo lo que hay dentro de tí es de Satán, menos donde estoy Yo
hijo mío. Te has dejado engañar y mira, he venido a muchos lugares:
He venido a
Prado Nuevo
(1), y
he venido aquí, a la Finca de Nazareth.
También estuve en
Unbe
(2)
, y en muchos más lugares. Pero hasta aquí he llegado y hasta aquí ha
llegado Dios.
Aquél que te dió la vida ha venido hasta
aquí, aquél que te dió la vida ha venido para hablarte para que escuches
su sagrada Palabra, porque su Palabra es santa, porque su Palabra es la
verdad, y la vedad es Dios.
¡ESPAÑA!, mírate y
verás que lo que te digo es verdad: que no me has querido escuchar;
pero Yo ya te avisé; y estos Mensajes que
te doy serán los últimos dirigidos hacia tí.
Y quiero que mis
mensajes, hijo mío,
recorran toda España.
¡Sí hijo mío!, para despertar a España y a mis hijos.
Tú hijo mío, ocúpate de destruir al anticristo, aquél que intenta
destruir lo de Dios.
Padre Eterno: Pero lo
que es mío, nadie lo destruye.
La Madre:
He venido hasta aquí y me dirijo hacia tí
para que me escuches; no has querido oir nuestras Palabras y has cerrado
tus oidos; no has querido ver nuestro camino y has tapado tus ojos, y
aquí te he enviado al gran Guerrero, aquél que te
ayudará.
La
Madre:
¡Sí hijo mío!, aquél que sacará hacia adelante a
España.
Hijos míos, uníos todos como hermanos, amaos; no os miréis mal,
ni quiero que haya riña entre vosotros. Pensad que todo eso proviene de
Satán.
Uníos como hermanos, porque Yo así os lo pido. Vosotros no véis mi
sufrimiento, pero tú sí, hijo mío. ¡Ay, ay...,
ay...!, este es mi sufrimiento hijo mío: Mi sufrimiento por mis hijos.
¡Mira mi Corazón hijo mío!
JOSE-LUIS: ¡No me hagas que lo vea!
La
Madre: ¿Porqué hijo mío?
JOSE-LUIS: Porque yo también sufro por verte sufrir.
La Madre: Hijo mío, ¡mira!, mira
este pais donde tú pisas, donde tú vives, mira todo aquéllo que está
ocurriendo.
JOSE-LUIS: Yo te ayudaré, porque yo sé que siempre
estás conmigo y que no me abandonarás.
La Madre: Hijo mío, ¡mira...!, mira las
almas consagradas... JOSE-LUIS: Y yo, ¿qué puedo
hacer por ellos?
La Madre:
Reza por ellos, hijo mío, y háblales.
JOSE-LUIS: Haré lo que tú me digas.
La
Madre: Pero también debes hablar hijo mío, a
aquéllos que viven contigo en este pais; y bien, ¡háblales ahora hijo
mío!
JOSE-LUIS: Y yo, ¿qué puedo decir?
La Madre:
Tú nada hijo mío, tú confía en Dios y piensa que
Dios está contigo y que Dios
nunca te ha fallado y tú a EL tampoco. Háblales hijo mío, porque
ellos esperan las palabras de aquél que viene para salvarlos.
JOSE-LUIS: Pero mi palabra no es nada.
La Madre:
Tu palabra es mucho; tu palabra consuela aquéllos que creen, que
están en manos de Satán; tu palabra hijo mío, es grande, pero no tan
grande como la Palabra de Dios.
JOSE-LUIS: Pero yo no soy nadie.
La Madre:
No eres nadie en este mundo, pero eres mucho, pero eres mucho en este
mundo...
JOSE-LUIS: No lo
he entendido.
La Madre: Piénsalo y lo
entenderás; ahora háblales.
JOSE-LUIS:
"Yo he venido hasta aquí porque Dios me ha
enviado para salvaros, porque es ese el Plan de Dios.
Yo os quiero ayudar, pero vosotros también ayudad a vuestra Madre,
porque ella está sufriendo mucho.
¡Hermanos!, mi misión es salvaros y
la vuestra ayudar al prójimo. Pero confiad en Dios
, y EL os ayudará. Yo he venido hasta este
mundo porque Dios me ha enviado; me ha enviado
para cumplir su plan que es el de salvaros.
Tenemos que unirnos como hermanos en
Cristo, amarnos como EL os ama y no digamos de Dios
..., porque Dios no se olvida de nosotros.
Tenemos que amar a Dios como EL nos ama. Tenemos
que unirnos. ¡Sí hermanos!, unirnos, porque así Dios
lo quiere y no temer a Satán, sino a Dios hay que
temerle.
Si a Satán se le teme, luego os tentará con más facilidad. Pensad
en nuestro Dios, el Dios Yahvé, Aquél que nos
ayuda, Aquél que nos ha creado. ¡Hermanos!, ya lo dije una vez y
os lo digo otra vez: "Me han negado como le
hicieron a nuestro Maestro. Han dicho que esto era incierto, pero yo
confío en Dios, vosotros también."
La Madre:
Ves hijo mío, has hablado a tus hermanos y ellos quedan tranquilos,
pero sigue hablando.
JOSE-LUIS:
"He venido aquí, a España,
porque desde aquí saldré para salvar al mundo, y llevar a aquéllos que
aman a Dios, hasta la Nueva Jerusalen. He
venido para salvarte y ves: has dejado entrar al anticristo y a los
falsos profetas, pero he venido a tí para salvarte y llevar a todos mis
hermanos, a aquéllos que me quieran seguir, hasta
la Nueva Jerusalen."
La Madre:
¿Ves hijo mío? Todo es fácil. Amaos como mi Hijo os ama.
¡ESPAÑA!, hacia tí vienen cinco años de
hambre, no lo olvides, ¡cinco! ¡Pedidme
hijos míos!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO:
Te pedí por un alma, que la recogieras cuando llegara el momento, ¿la
has recogido Madre?
La Madre:
Rezad mucho hijos míos, porque la oración es muy importante para el alma
y para hablar con Dios. ¡Pedidme hijos míos!
PUBLICO: Por nuestras almas Madre mía...
La Madre: Y Yo os
bendigo como Dios Padre os bendice.
¡ESPAÑA!, escucha mi Palabra, de una Madre afligida: Hacia tí
va nuestra Bendición, para que escuches que no nos olvidamos de tí. Y
Yo os bendigo como Dios-Padre os bendice:
Padre Eterno: Con Mi Poder.
El Maestro: Con mi sufrimiento.
La Madre:
Y con la Luz de mi amado Esposo el Espíritu Santo, ya estáis bendecidos.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre:
No olvidéis que aún quedan dos Mensajes. Acudid a mi cita y
amaos y no dejéis que vuestros hijos se pierdan.
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Madre.
Padre Eterno:
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El Maestro:
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Maestro.
El Hermano: Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano:
Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano. __
(1)
Prado Nuevo de El Escorial (Madrid)
(2) "La
Santísima Virgen en Unbe".
|
«Te has dejado pasar
el anticristo en tu tierra y no
dejaste que le saquen, por eso también hasta tí ha llegado un
Gran Guerrero. Aquél que
te salvará de esos errores.»
-20.2.1988
|
«Y los que en tí habitan niegan
la palabra de su Dios...
Pero
ellos no saben hijo mío y no piensan, que Dios es
el Señor y es el Rey de este Mundo, y EL puede venir e ir hijo mío.» -27.2.1988
|
|