MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARIA RECIBIDO
EN TALAVERA (TO), A TRAVÉS DE JOSÉ LUÍS MANZANO,
EL 7 DE AGOSTO DE 1988. (En la noche.)
La Madre: La Paz del Dios, Todopoderoso, esté con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La Madre: Ave María Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
La Madre: Una vez más he llegado hasta todos vosotros.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre:
Ya os dije que vendría pronto, aquí estoy hijos míos, viendo vuestras
almas que se acercan hasta mí, y Yo sufriendo por todos estos mis hijos de
este mundo, de este pequeño mundo cruel que tanto hace de sufrir al Señor.
Yo no estoy contigo hijo mío, estoy allí, donde vine la primera vez.
(1) Así de grande es el poder del Señor. Yo sé
que tú me ves desde aquí
hijo mío, y sé que no sabrás todo lo que he dicho, (2)
porque así es la
voluntad del Señor. Pero sabrás esto que a tí te
digo:
"Que tú eres Santiago Apóstol, y que
recuerdas todo aquéllo que
te ocurrió en aquellos tiempos, en los tiempos
en que mi Hijo vivió,
sufrió y murió por todos vosotros, mis hijos."
Hijo mío, mírame y verás mi sufrimiento y sabrás que todo esto son
los errores de mis hijos. ¡Mira cómo lloro hijo mío!,
¿lo ves? Estoy triste,
muy triste por todos estos mis hijos que tanto me
hacen de sufrir.
Besad el suelo hijos
míos. Yo ahora estoy con vosotros...
(PUBLICO: Gracias Madre.)
Aquí, hijo mío, contigo siempre estoy,
pero tú no me ves hasta ahora, hasta que Yo llego.
Esta vez hijo mío,
tú no me has invocado, Yo he venido hasta todos mis
hijos.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre:
Muchas almas no creen hijo mío, porque no ven cuando Yo estoy en tí
hablando. ¡Aquí estoy! He aquí la prueba hijo mío, de que todo es cierto.
«Satán, en sus manos no llevaría el Santo
Rosario, el que tú llevas.
Satán no hablaría de paz y de bien, solo lo hablarían
aquéllos que
vienen de Dios.»
Así soy Yo hijos míos. Os dije que volvería muy pronto, ya estoy aquí.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre: ¿Lo véis hijos míos?
PUBLICO: ¡Sí Madre!
La Madre:
Así de grande es el Señor, el Señor Yahvé, Rey del Cielo y de la Tierra,
en la que vivió su Hijo Jesús; y Yo con mi Hijo. Muchas almas hijo mío hay
que no creen, porque no creen que el Señor Yahvé hable por medio de tí.
Yo a Tí, el Señor Yahvé, imploro el perdón para éstos, tus hijos que
aquí están escuchando mi palabra y lloran conmigo. Señor, si es tu
voluntad dales tu perdón.
Padre Eterno: Estáis perdonados.
PUBLICO: Gracias Padre.
La Madre:
Ese es el Señor Yahvé. Muchas almas, hijo mío, dicen que todo está
preparado. He aquí la prueba: Soy Yo, no temáis, he venido porque he
visto que vuestros corazones setirían alegría al Yo
llegar hasta vostros.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre:
Y aquí estoy, al lado de mis hijos. Hijo mío, tú camina por el sendero
de la vida eterna, y que las almas te sigan sin temor. Tú les guiarás hasta
el Padre, porque ya estás preparado para la Batalla Final.
Hijo mío, es tan triste
que todo llegue y mis hijos no han cumplido,
y el plazo que Dios ha dado está acabando hijo mío.(3)
¡TEIMMA SHALOM, COIMMA LEVÍ! Allí en Nazaret, las
almas aman
al Señor y siguen con dolor todas aquellas calles por
las que pasó mi
Divino Hijo, en la Cruz.
Vosotros aquí con dolor y con la alegría,
contempláis ésta mi palabra, para luego
poder caminar.
Muchas almas perdieron su Fé, pero hay muchas almas que ahora
la recobran hijo mío. Así de grande es el Señor, así
de grande es el
Señor Yahvé que hoy ha llegado hasta vosotros...
PUBLICO: Gracias Madre
... Entregándoos un alma con una luz muy grande. Aquí
entre vosotros
está sirviendo de instrumento para que vosotros
oigáis mi palabra.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre: Este alma es muy grande; amadle, seguidle y no le odiéis.
Seguidle, que él os llevará hasta el Padre, y allí el Padre estará contento,
porque sus hijos llegan hasta Él. Hay almas que intentan que dejes de venir
aquí hijo mío. No pueden. Este es mi lugar y el tuyo...
Padre Eterno: Y el mío.
PUBLICO: Gracias Padre.
La Madre: Y aquí estoy hijo mío, para dar de nuevo mi Bendición.
Como ves hijo mío, hoy sufro menos, pero sufro por todos mis hijos.
Yo os bendigo como el Padre os bendice...
Padre Eterno: En mi Nombre.
El Maestro: En el Mío.
La Madre:
Y con la Luz de mi amado Esposo, el Espiritu Santo. Tú eres grande
hijo mío, porque Yo sé que siempre, cuando estás sufriendo, cuando te
haces algún daño en el cuerpo humano, se lo ofreces
al Señor y no
quieres que Nosotros te ayudemos a llevar esa pequeña
cruz del
sufrimiento humano que el Señor te envía.
Yo he comprobado hijo mío, que es tu mano derecha la que ahora está
enferma. Mientras Yo estoy aquí, esta mano está sana. Mientras Yo no
esté aquí hijo mío, tu mano sufrirá, porque sentirás
el dolor que mi Hijo
sintió cuando un clavo traspasó su mano.
Tu mano aún está sana hijo mío; para dar prueba de que así es, mirad
esta mano en la que él está enfermo de un clavo del
Señor. Esta mano
se mueve y no le duele. Cuando Yo me marche..., comprobad si él
puede moverla, veréis que a él le dolerá, y aquí tenéis una prueba más
de que Yo estoy con vosotros.
PUBLICO: Gracias Madre.)
La Madre: ¡Pedidme hijos míos!
PUBLICO:
Madre mía, yo te voy a pedir el triunfo del gran Guerrero, y el del Sagrado
Corazón de tu Hijo y de tu Inmaculado Corazón. Madre mía, que todo eso lo
veamos.
La Madre: Y así será hijos míos, Yo estaré con vosotros.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre:
Pero también debéis de sufrir las cruces que el Señor os manda. Muchas
cruces son muy pesadas. Llevadlas con paciencia y con amor. Otras pesan,
pero dad gracias al Señor porque os lo envía para probaros.
¡Seguid pidiendo hijos míos!
PUBLICO:
Madre, yo lo que quisiera, es que Talavera lo creyera, porque las familias
no lo creen nadie y por eso Madre mía, te doy las gracias.
La Madre:
"¡Pobres almas las que allí están! En mi palabra
no tienen Fé, y
vienen porque Satán les indica a luchar contra mis hijos, como hoy ha
ocurrido. Yo he estado aquí porque siempre estoy aquí."
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre: Este es mi lugar y el vuestro.
PUBLICO: ¡Sí Madre mía!
La Madre: ¡Seguid pidiendo!
PUBLICO:
¡Madre...!, Madre: ¿Cómo ve el Maestro la cruz que llevamos mi
mujer y yo hasta ahora, durante estos diez años? ¿Debemos de cambiar
o vamos bien así?
La Madre:
Vas bien hijo mío, pero sé fuerte, muy fuerte, porque hoy te digo que más
adelante tú lo comprobarás, como ahora es cierto: "Hay almas que
intentan
que tú no vengas aquí hijo mío, y así es, ¿verdad?"
PUBLICO: ¡Sí Madre!
Pero Yo estoy contigo y verás como al final hijo mío, estarás aquí
conmigo.
PUBLICO: ¡Que así sea Madre! ¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre: ¡Díme!
PUBLICO:
Yo quiero saber si llevo bien mi cruz; si no la llevo bien, ¡dímelo!
La Madre:
¡San Juan Bautista!, en tu corazón ha entrado esa cruz; es muy grande,
pero también sufrirás, porque Dios te ha enviado al lado del gran Guerrero.
Ahora ya sabéis la verdad: ¡Él es! Amadle, así como amáis al gran
Guerrero, pero no olvidéis que el gran Guerrero os llevará hasta el Padre.
¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: Madre, por la conversión del mundo, que se salven los más
posibles Madre mía. No nos abandones nunca Madre mía, porque con tu
ayuda podremos seguir el camino que el Maestro nos ha enseñado.
La Madre: Yo estaré aquí hasta el final.
PUBLICO: ¡Gracias Madre!
La Madre: No temáis.
PUBLICO: Madre, los que no creen... ¿Qué va a pasar Madre mía?
La Madre:
Hija mía, antes de que todo ocurra habrá un Milagro, muchas almas
verán la verdad y se convertirán..., pero muchas.
Y hoy os digo que de allí, de donde muchos viven, en esa Ciudad, en
Talavera, habrá muchas almas que se conviertan. (Publico: Gracias Madre)
El gran Milagro saldrá de aquí, viéndose en todo el mundo.
PUBLICO: ¡Gracias Madre!
La Madre:
Pero muchas almas, aún viendo mis milagros, seguirán sin creer.
Tú también lloras hijo mío, ¡no llores! Sé que te
alegras de que esté
contigo, pero ésta no será la última vez que esté así con vosotros
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre:
Porque Yo volveré. Ahora no quiero que
olvidéis nunca este día.
PUBLICO: No Madre.
La Madre:
Que es muy importante. Y aquellas almas que no creen porque a tí
no te ven hijo mío, vosotros que hoy lo habéis visto
¡habladles!, (1)
algunos os entenderán, otros no. Y hoy me marcho de
nuevo
PUBLICO: ¡No te vayas Madre!
La Madre: Yo me marcho hijos míos, pero no me marcho de vosotros.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre:
"Mi palabra es como un manantial de agua que nunca acaba, seguidme.
Me marcho al Padre de donde he venido; pero no quiero
que temáis,
ni que tengáis miedo a Satanás. Si tenéis miedo él
intentará atacaros
y lo hará más fácil."
Por eso sed fuertes. Cuando tengáis miedo pensad en un Guerrero,
y una Espada. Un Guerrero con un nombre llamado
José-Luis. Un
Guerrero: el Guerrero de Dios. Ahora quiero que
cuando Yo me marche
cantéis en Honor a mi Inmaculado Corazón, y no os
olvidéis de este día.
Me marcho hijos míos, pero no me marcho de vosotros...
(PUBLICO: Gracias Madre), ...que siempre estoy con vosotros.
PUBLICO: ¡Gracias Madre!
La Madre:
Quiero que volváis a vuestros sitios y
sigáis cantando y alabando
al Señor. (PUBLICO: ¡Sí Madre!) Y después de hacerlo, podéis
marchar con alegría, que hoy...
Padre Eterno: ...Habéis visto la verdad frente a vosotros.
PUBLICO: ¡Gracias Padre!
La Madre: Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Madre.
Padre Eterno: Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El Maestro: Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Maestro.
El Hermano: Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.__
------------------------------
(1) La vigilia terminaba, el vidente estaba
en el portal de la finca
cuando cayó de rodillas en trance, delante de ellos. Todos pudieron ver que
no había engaño. "La Stma. Virgen está en la habitación
y él la veía".
(A unos 30 metros del portal.)
(2) - El vidente recordaba principalmente lo
que había dicho dirigiéndose a
él personalmente. Lo demás no tenía noticia de ello, salvo cuando escuchaba
después las gravaciones.
(3) - De 1985 a 1988, concedió el Padre Eterno
para que la humanidad pidiera
perdón, para así evitar el Castigo. Son los años del PERDON. 1988 era el
último año del perdón y acababa. Siguieron los de
ENSEÑANZA (1989-97);
Ahora son los años de la COMPRENSIÓN.
|