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De la misma forma durante la segunda mitad de
la decada de los años 80 llego a Trujillo una persona que se gano
el cariño de muchos habitantes, el Padre Tiberio, pero lo mataron
! ...
De origen campesino, nacido en la vereda
La Vigorosa, del municipio de Riofrío(valle del cauca). El 9 de abril
de 1943, el padre tiberio se destaco en su juventud como líder campesino
y fue uno de los primeros de los alumnos de la universidad campesina de Buga,
fundada por la compañía de Jesús allí nació
su entusiasmo por el cooperativismo lo que le mereció un viaje
a Israel en 1969 para conocer de cerca la experiencia de kibutz. En 1970
se sintió llamado al sacerdocio e inicio sus estudios en el seminario
de cristo sacerdote, de la caja (Antioquia) y luego continuo en la universidad
javeriana de bogota, siendo ordenado como presbítero el 25
de marzo de 1977, adscrito a la diócesis de buga. Entre 1977y 1980
ejerce su ministerio en la parroquia de nuestra señora del perpetuo
socorro en el barrio las americas de Tulúa entre 1980 1985, en la
parroquia de san Vicente Ferrer del municipio de Andalucía ,y
entre 1985y 1990 en la parroquia de nuestra señora del perpetuo socorro
de Trujillo.
El padre Tiberio fue un gran lider de la
paz. Arribó a Trujillo con la humildad del Nazareno y se entregó
a la comunidad como ningún sacerdote lo habia hecho. Andaba promoviendo
reuniones y organizando a la gente para hacer cooperativas y microempresas.
Se ganó el aprecio de todo el mundo. Empezó con las ancianas
y los niños y terminó ganándose el afecto de los hombres
rudos, de los campesinos. Tiberio era una hormiga.
El padre Tiberio no era un sacerdote revolucionario. Era
un cura con principios y carisma que trabajaba por sus feligreses. Ese era
su objetivo: traerlos a la iglesia como rebaños. No era radical. Alguna
vez se habló en el pueblo de una" revolución educativa". Era
un programa de la alcaldía para impulsar la paz a partir de la educación.
Antes de que empezara el programa, el padre Tiberio pidió cambiar
el término. Dijo que no era palabra adecuada para Trujillo.
Desde su llegada a Trujillo tiberio promovió
la participación de laicos en los organismos parroquiales; hizo contactos
con profesionales, universidades y centros de promoción social que
le ayudaron a levantar un diagnostico de la realidad social de su parroquia
apoyado con estos análisis elaboro el plan pastoral donde tenia particular
importancia iniciativas en beneficio de los sectores económicamente
deprimidos en cinco anos promovió 2 empresas comunitarias, entre rurales
y urbanas donde la gente comenzó a descubrir el valor de los organismos
de base. En un proyecto que redacto en el ultimo año describía
así este campo de acción.
Consientes de que estaba cada vez mas cercados por amenazas de muerte,
tiberio decía a sus amigos “si mi sangre contribuye para que Trujillo
amanezca y florezca la paz que tanto estamos necesitando gustosamente la
derramare...” El martes 17 de abril de 1990 hacia las 2 PM tiberio
se desplazo a Tulúa para presidir las exequias de Abundio Espinoza
asesinado el día anterior, iba acompañado por su sobrina ana
Isabel Giraldo ,el arquitecto oscar pulido y el empleado de la parroquia Norbey
Galeano. Al regresar a Trujillo fueron interceptados por un numeroso grupo
de hombres armados que se movilizaban en varios vehículos, el automovil
en que viajaban fue hallado en media canoa, cerca a la ciudad de Buga. Intentaron
arrojarlo al rio Cauca pero arbustos y depresiones impidieron su curso.
El lunes 23 de abril, a pesar de las advertencias que circulaban entre
los pobladores de las márgenes del Cauca para que empujaran aguas
abajo los cadáveres, en lugar de rescatarlos, un pescador se atrevió
a sacar del río el cadáver de un hombre con los más
aberrantes signos de tortura y crueldad. Estaba decapitado, abierto el tórax
y el abdomen, mutilado, castrado y con siete impactos de bala. Al verificar
una intervención quirúrgica sobre fracturas accidentales sufridas
en su pierna derecha, se comprobó que el cadáver pertenecía
al padre Tiberio de Jesús Fernández Mafla.
Muchos de los hechos ocurridos en Trujillo fueron investigados por organizmos
de derechos humanos, entre los resultados se establecio la culpabilidad del
estado Colombiano por omision y por accion .. pero !..
Desde hace doce años cuando la
violencia le cambió la vida, Bertha Marín repite la misma
escena. Todos los días madruga a lavar y a planchar ropa ajena, pues
este oficio se convirtió en la única fuente de ingresos para
sostener a su familia. Esta campesina, quien hoy habita en el barrio La
Plazuela, de Trujillo, tuvo que abandonar su parcela en el corregimiento
de La Sonora, luego de que un grupo armado se llevara a sus hijos, Arley
y Edison, de los cuales nunca más se volvió a saber. Por eso,
cuando el gobierno del entonces presidente Ernesto Samper Pizano aceptó,
en 1995, que la masacre de 107 personas fue un crimen de lesa humanidad,
y se comprometió a indemnizar a los afectados y a desarrollar un
plan de inversión social en la población, las esperanzas de
mejorar las condiciones de vida de su familia renacieron en Doña Bertha.
Pero el tiempo comenzó a pasar y la mujer empezó a perder
la fe. La indemnización que debía pagar el Ministerio de Defensa
por la desaparición de sus dos hijos nunca llegó. De acuerdo
con las informaciones que manejan los dolientes, sólo 34 de las 107
familias recibieron el dinero del Estado. Muchas personas afectadas por la
violencia continúan como desplazadas en el casco urbano de Trujillo
o en otros municipios del Valle. Ellos siguen a la espera de que la Nación
algún día cumpla su promesa. Según consta en documentos
firmados en la época, para resarcir el daño causado, el Gobierno
Nacional diseñó un Plan de Inversiones por $8.350 millones,
pero éste, asegura Carlos Arturo Hoyos Montoya (ex-alcalde), no se
ha cumplido ni en un 50%. El sentimiento de frustración que siente
el ex-gobernante es el mismo que tienen los 25.000 habitantes de este municipio
enclavado en la Cordillera Occidental, quienes afirman: "La plata se esfumó,
porque las obras no se ven por ninguna parte". "Hace más de un año
(abril del 2001) hablé con el entonces vicepresidente Gustavo Bell,
quien adquirió el compromiso de aclarar este asunto, pero hasta el
momento no he recibido ninguna respuesta", agregó el Mandatario. Uno
de los factores que contribuyó para que el Plan de Inversiones no
se materializara, según la Administración local, fue el manejo
del mismo, el cual no tuvo la interventoría del Gobierno local, pues
fue realizada por agentes externos, ajenos a los intereses y a las necesidades
de los trujillenses. "Muchas obras y programas se hicieron sin veeduría
y sin el control del Municipio, lo cual generó dudas sobre cuál
ha sido realmente la inversión que se hizo", explicó el entonces
jefe de Planeación, Omar Manrique. En diferentes sectores de Trujillo
se afirma que muchos recursos se despilfarraron en proyectos imposibles
de materializar, como por ejemplo, capacitaciones para iniciativas que no
se ajustaban a la realidad de la población. También se diseñaron
obras sin los requisitos técnicos mínimos, donde los dineros
se dilapidaron. Uno de estos ejemplos se patentiza en la Urbanización
La Paz II, donde se invirtieron $240 millones para construir las primeras
22 viviendas para familiares de las víctimas, las cuales nunca se
usaron. Las ocho casas que se alcanzaron a hacer fueron levantadas con materiales
de mala calidad y sobre un terreno lagunar. El resto nunca se hizo. El contratista
de esta obra fue demandado, pero nunca respondió. En iguales condiciones
de abandono se encuentran ocho casas más en el barrio San Jorge.
Pero los problemas no pararon ahí. En otro plan de vivienda conocido
como Urbanización La Paz III etapa, muchas viviendas fueron adjudicadas
a personas ajenas a la tragedia, según afirmó la presidenta
de la Asociación de Familiares de las Víctimas de Trujillo,
Afavit, Esmeralda Marín. "Entiendo que los más avispados se
hicieron a su casa, porque hasta política se vio en eso. Y yo sigo
pagando arriendo", dijo Catalina García, quien perdió a un
hijo en la masacre. En el Plan también se contemplaban obras de infraestructura
como la pavimentación de las vías rurales, especialmente en
el sector de El Crucero -Venecia y El Crucero -La Sonora. Allí se
proyectó una inversión de $1.470 millones, pero los trabajos
nunca se terminaron. Según el personero de la epoca, Jaime López,
una de las mayores frustraciones que sufrieron los familiares fue la conformación
de 16 granjas integrales y de 20 cooperativas de producción agrícola,
que nunca arrancaron a pesar de que el Gobierno destinó más
de $400 millones en capacitación y dotación de equipos. De
acuerdo con la Presidenta de Afavit, otro de los engaños tuvo que
ver con el mejoramiento de vivienda. "A muchas personas les hicieron pequeños
arreglos en los baños o en las cocinas de sus casas y esos trabajos
los hacían aparecer por cuantías superiores", agregó.
Carlos Julio Vargas Velandia, coordinador de Area de Gestión de la
Vicepresidencia de la República, afirmó a través de
un comunicado, que la inversión que se hizo en esa población
ascendió a $6.143 millones, lo que representa el 74,8% de lo que inicialmente
se había proyectado. Maritze Trigos, de la Comisión Intercongregacional
de Justicia y Paz, Cidh, -que investigó la masacre- dijo que aparte
de la impunidad que rodeó estos hechos, el Estado también incumplió
su compromiso con esta agremiación. De los cien millones de pesos
que debía entregar para la construcción del Parque Monumento
que se levanta para honrar la memoria de los trujillenses caídos,
sólo se desembolsaron $50 millones para la compra del terreno y los
diseños del camposanto donde se guardaran los osarios con los restos
de las personas asesinadas. Debido a las supuestas irregularidades presentadas
en el manejo de los dineros del Plan de Inversiones de Trujillo, se creó
una comisión integrada por representantes de la Procuraduría,
la Contraloría y la Defensoría del Pueblo, la cual estuvo
investigando los hechos hasta el año 2000, pero hasta ahora se desconocen
los resultados.
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