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que ha hecho superar ciertos tabús. Pero, ¿qué tipo
de conquista hemos logrado?
Un dios que se equivoca
¿Realmente podemos
confiar ciegamete en el mercado?
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Nuestra visión acerca
de la crisis del país austral
El Tema de la Semana |
Gescartera y las Intstituciones
Capitalistas
El escándalo de Gescartera ha causado gran confusión porque
ha disminuido sensiblemente la confianza en la CNMV. Esto ataca uno de
los fundamentos de la economía de mercado.
El mercado, como modelo económico, fundamenta su actuación
en la libre decisión de dos agentes, oferente y demandante, que
libremente acuerdan entre ellos un hecho económico (compra, alquiler,
un trabajo de cualquier tipo...). Las máximas del liberalismo aspiran
a que las instituciones no intervengan en ese hecho, para que ambos accedan
a un acuerdo propicio. Así, el hecho de subvencionar ciertas actividades
se ve como algo negativo, ya que se invita a que se lleve a cabo una actividad
y no otra; por así decirlo, estaría limitando la libertad
(o interviniendo en ella).
¿Quiere esto decir que el capitalismo niegue las instituciones?
No. Lo que se rechaza son instituciones que intervengan en las decisiones,
pero se requieren unas instituciones que garanticen un correcto funcionamiento
del mercado. Así, es necesaria una institución que obligue
a cumplir con lo acordado; papel que tiene la Justicia. También
otra que intente evitar las estafas antes de que ocurran, como podría
ser un organismo regulador de la calidad (no uno que prohibiera la venta
de artículos de baja calidad -que estaría interviniendo en
la economía- sino uno que garantizara que la calidad de un artículo
es la que se indica). Así, el comprador sabría lo que se
le ofrece.
Pues bien, la CNMV es una organización con estas características,
que se encarga de velar por el correcto funcionamiento del mercado de valores
(la bolsa). Para ello, requiere unos requisitos a los agentes que operan
en él, y se encarga de vigilar su correcta actuación. Es
además un organismo absolutamente independiente, por lo que las
empresas pueden depositar en él su confianza. Esto reduce, por otro
lado, los costes de información: al centralizar esa información,
para un agente es muy barato tener acceso a ella. Es decir, si no existiera
la CNMV, cuando alguien quisiera participar en el mercado de valores, debería
informarse sobre la calidad del producto que se le ofrece, y sobre
las distintas alternativas, para llevar a cabo una elección eficiente.
Llamar de puerta en puerta es algo costoso, y la mayor parte de los inversores
no participarían. La CNMV recoge la información de las empresas,
la verifica y la "certifica". Esto tiene un coste relativamente bajo, y
los participantes en el mercado pueden acceder a esa información
a bajo coste, lo que facilita muchísimo las transacciones.
Y aquí está el problema del escándalo Gescartera.
Hay miles de inversores que, confiando plenamente en la CNMV invirtieron
sus capitales en dicha empresa, que había sido legitimada por el
organismo regulador. Al no haber actuado prudentemente, esta empresa defraudó
a sus consumidores (unos 13000 millones de pesetas) y era obligación
de la CNMV encargarse de que esto no sucediera. Al no haberlo hecho así,
este organismo también es culpable del problema, y no es algo descabellado
que se viera obligado a indemnizar por el problema (aunque eso sería
socializar las pérdidas, otro problemas de que el regulador sea
un ente público; pero eso es otra cuestión).
Y sin embargo, y como se puede deducir de lo expuesto, lo más
grave no es eso. Lo peor de todo es que el organismo regulador del mercado
ha perdido parte de la confianza depositada en él. Tal vez este
error se pase por alto, pero unos agentes racionales revisarían
los riesgos de sus inversiones. Descubrir que la CNMV no es eficiente equivale
a decir que el mercado de valores no es tan seguro como se supone, puesto
que el organismo que debe obligar a un correcto funcionamiento, no actúa
correctamente. En la economía de mercado, la confianza en las instituciones
es fundamental para estimular la inversión y asignar los recursos
de la forma óptima. Y el problema del escándalo Gecartera
es que ha atacado a la misma base del mercado, al organismo que lo regula.
La bolsa es un medio fundamental para acceder a los capitales, y la economía
española podría resentirse si no actuara correctamente. Es
imprescindible, por tanto, tomar medidas. |
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