Su nombre quiere decir:"El Jaguar Negro o La Estrella del Tigre", es una hermosa zona arqueológica de singulares características urbanas y arquitectónicas.

Ek Balam estuvo ocupado desde el periodo Formativo Tardío, antes del siglo IV hasta el período colonial; y existes fuentes históricas, que aseguran, que fue un centro importante de la región, durante el Postclásico.

A través de un corto sacbé, (camino blanco) bordeado de árboles, se llega a uno de los pocos accesos que se abren en las dos murallas que circundan esta antigua ciudad maya que a su vez conducen a una amplia plaza flanqueada por impresionantes construcciones abovedadas y un juego de pelota. Aun hoy en día, los trabajos de investigación y reconstrucción no se han terminado, por lo que se aprecian estelas fragmentadas, todavía dispersas y abandonadas a las inclemencias del tiempo, en las que se distinguen aún personajes sentados sobre tronos, bandas de glifos y toda una interesante parafernalia que envuelve y da significado al ambiente pedregoso de las ruinas.

Su estilo arquitectónico y las murallas hacen de Ek Balam, un sitio especial, tanto para los investigadores, como para el turismo, ya que es importante resaltar, que que cada uno de los edificios excavados hasta el momento, presente rasgos diferentes.

La parte central de Ek Balam tiene dos plazas. En la mayor se pueden ver las pirámides gemelas, un edificio habitacional y la Acrópolis, que es la mayor de las estructuras; ya que según estudios su base mide 165 metros de largo por 65 de ancho, hoy en día la única estructura mayor que ésta, en la península de Yucatán, es la llamada Kinich Kak Moo, en Izamal.

La Acrópolis está formada por varios niveles de construcciones y terrazas, aun se encuentra parcialmente cubierta por tierra, vegetación y escombro. Desde su cima, pueden verse en conjunto los edificios que formaron el centro de la antigua ciudad, que tuvo su apogeo entre los años 700 y mil 200 de la era cristiana.

EL JUEGO DE PELOTA.

Está localizado en medio de la Plaza Sur y la Plaza Norte. en sus dos estructuras se han encontrado elementos muy importantes, como por ejemplo una ofrenda formada por más de 90 vasijas y numerosas pelotitas de piedra quemada. Al igual, que la Cancha de Juego de Pelota, de Chichén Itzá, también consta de un friso decorado con estuco modelado y pintado de colores azul y rojo, principalmente.

También se rescataron dos fragmentos de anillo de la estructura 8, en el que se ve parte de una inscripción glífica, pero desafortunadamente no está completo; lo mismo que un protector de brazo; hecho de piedra caliza blanca y labrada en bajo relieve, imitando a los que probablemente usaban, y que serían de cuero y resina. Del mismo modo, se han recuperado tapas de bóvedas pintadas, ambas con representaciones de dioses.

FRISOS

FOTOGRAFIAS DEL JUEGO DE PELOTA DE EK BALAM

FOTOGRAFIAS GENERALES DE EK BALAM

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