EL JUEGO REALIZADO EN UNA ESTRUCTURA EDIFICADA:
Conocida como cancha, contando además en algunas ocaciones con marcadores de piedra, que podían ser aros, esculturas, estelas, tambores circulares de piedra, o clavos, colocados ya fuera en los muros verticales y/o taludes, o a lo largo de la cancha. Acompañando a estas estructuras, encontramos, otras edificaciones como lo son temazacales, templos, altares, etc. Básicamente, está constituído por dos edificios parelelos, relativamente estrechos, separados por un "corredor", que es lo que conforma en sí, la cancha. Podía o no, tener estructuras a ambos extremos (norte/sur), que le dan al juego su conocida forma de T o de I, como se representa en diversas ocaciones, no sólo en los códices, sino también, en estelas, dinteles, etc.
Ejemplos claros de esto, son las Canchas de juego de pelota, tanto en Uxmal, como en Chichén Itzá, (ambos en Yucatán); los juegos de Pelota de El Tajín; entre otros. En las que vemos, dos estructuras laterales, compuesta por un talud, de inclinación variada, que culmina en su parte superior en una cornisa de varios metros de alto. En su parte inferior, el talud, termina directamente al suelo de la cancha, o puede desembocar en una banqueta con reborde vertical. En el caso en particular de chichén, la parte inferior del talud, está revestido de un friso.
Esta homogeneidad en la construcción de las canchas de juego de pelota, no incluye el tamaño, pues de las descubiertas hasta la actualidad, se han encontrado, de gran tamaño, como el de Chichén Itzá, (el más grande con 168 metros de largo, mientras que a lo ancho mide 70 metros); así como canchas "infantiles" en Cantona (Puebla).
Juego de Pelota No.11, El Tajín
No es sino hasta finales, del periodo Clásico, que se adopta la forma de Juego de Pelota, que se realizaba en un patio delimitado, pero ya formando parte del conjunto arquitectónico, no sólo templos, sino también los anillos marcadores,(Tlachtemalactl), los que se colocaban de manera vertical, en las paredes adyacentes o en los taludes. Siendo Xochicalco, el primer lugar del altiplano mexicano, donde se observa este tipo de construcción.