La religión no tiene sentido sin la oración. Lo mejor son las oraciones mentales pero las vocales también son necesarias. En esta sección se trata de dar las oraciones vocales "más necesarias" y otras que pueden ser muy útiles; por ejemplo, si rezamos el Acto de contrición (de corazón, ya que sino no sirve ninguna oración) se nos perdonan todos los pecados veniales, no así los mortales que deben confesarce sí o sí. También son muy útiles las Jaculatorias.

    Modo de rezar el Vía Crucis
   Modo de rezar el Santo Rosario
   Oraciones para la comunión
 

Padre Nuestro
Acto de contrición
Al ángel de la guarda
Avemaría
Oración de la mañana y de la noche
Rosario de Alabanzas
Gloria
Bendita sea tu Pureza
Para la meditación
Credo
PRINCIPIO y FUNDAMENTO
Por la Familia
Ángelus
Para el Juicio de Dios
Por las vocaciones
Salve
Para alcanzar una buena muerte
Por los enfermos
 
Letanías al Sagrado Corazón de Jesús
Letanías de San José

Jaculatorias

    Son breves oraciones, frases, que avivan nuestra fe y nos recuerdan y acercan a Dios.
 
¡Bendita sea la Santísima Trinidad!
¡Todo a la mayor gloria de Dios!
¡Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo!
¡Sagardo corazón de Jesús: en Vos confío!
¡Señor Jesús, ten misericordia de mi que soy un pecador!
¡Señor, ¿a quién iremos? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna!
¡Señor, enseñanos a orar!
¡Jesús, María, os amo; salvad mi alma!
¡Señor, hazme, conocer tu Santa Voluntad!
¡Ave María purísima. Sin pecado concebida!
¡Dulce corazón de María, sé la salvación del alma mía!
¡Glorioso patriarca SAn José: a ti acudo, que no sea en vano!
¡Esposo de la Virgen, custodio del Señor, llévame a María y por María a Dios!
¡San José, Protector de la Santa Iglesia, intercede por ella!


Acto de Contrición

    Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno  que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido; y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado.

    Amén.

Nada mejor para empezar y terminar el día que hablar con Dios.

Oración de la mañana
    Señor y Dios mío, en quien creo, en quien espero, y a quien adoro y amo con todo mi corazón, te doy gracias por haberme creado, redimido, hecho cristiano, y por haberme conservado en esta noche.
    Te ofrezco todos mis pensamientos, palabras, obras y trabajos de este día, a mayor gloria tuya, en penitencia por mis pecados y en sufragio de las almas del purgatorio.
    Dame, Señor, tu gracia para que pueda servirte fielmente en este día, y me vea siempre libre de todo pecado y de todo mal. Amén.
    Conviene agregar otras como: "Bendita sea tu pureza", "Oración al ángel de la guarda" y el "Angelus".

Oración de la noche
 Antes de la oración conviene hacer un examen de conciencia, y luego con verdadero arrepentimiento rezar el Acto de contrición.
    Te suplicamos, Señor, que visites esta habitación: aleja de ella las asechanzas del Enemigo; que tus Santos Ángeles habiten en ella, que nos guarden en paz y que tu bendición permanezca siempre con nosotros. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
    Conviene agregar otras como: "Salve", "Bajo tu amparo".


Al ángel de la guarda

    Ángel de Dios, que eres mi custodio, ya que la soberana piedad me ha encomendado a ti, ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname. Amén.


Bendita sea tu Pureza

    Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza, a ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, Yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón, mirame con compasión no me dejes Madre mía.


Ángelus

    Esta oración fue "creada" en la época de las cruzadas e iba acompañado tradicionalmente de las campanadas del ángelus y se reza tres veces al día, a las 6 de la mañana, a las 12 del mediodía y a las 6 de la tarde. La idea era que "toda la Iglesia" rezara junta por lo que se estableció una hora en común. Su nombre proviene de la primera palabra de la versión latina.
    La letra U significa uno y la T todos ya que era una oración comunitaria.

U:   El Ángel del Señor anunció a María.
T:   Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
U:   Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
T:    Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
U:    He aquí la esclava del Señor.
T:    Hágase en mi según tu palabra.
U:    Dios te salve, María...
T:    Santa María...
U:    Y el verbo se hizo carne.
T:    Y habitó entre nosotros.
U:    Dios te salve, María...
T:    Santa María...
U:    Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
T:    Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
U:   Oremos:
            Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas, para que, habiendo conocido por el anuncio del Ángel la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de la resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
T:    Amén.


Salve

    Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
    Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
    Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.


Oración por las FAMILIAS

    Oh Sagrada Familia de Nazaret, a vosotros acudo para implorar por las familias. Vosotros, que sois el modelo y ejemplo de lo que debe ser una familia; iluminad a todos vuestros hijos para que siempre se vean reflejados en vosotros y sigan vuestros pasos. Que oren en todo tiempo y lugar para recibir la luz que viene de lo alto y la fortaleza que nos da Dios nuestro Padre. Que seáis el centro de sus vidas. Que las familias consagren sus corazones, todo su ser al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, que consagren a sus hijos y que no falte en ellas el respeto, el amor, y la mutua comprensión. Os pido que cada miembro se ame el uno al otro como vosotros lo amáis. Que den el testimonio de una verdadera familia cristiana. Sagrada Familia de Nazaret, llegue a vosotros esta súplica en este tiempo tan importante y decisivo para la humanidad, que todas las familias puedan llegar a ser esa imagen y semejanza de la Sagrada Familia de Nazaret. Que no les falte el Pan de la Palabra ni el Pan de la Eucaristía. Que invoquen al cielo sabiendo que serán escuchados. Por ultimo, derramad una copiosa bendición para que no busquen ni atraviesen caminos que no sean los vuestros y que llevan a la perdición, y que al final después de haber cumplido la misión en la tierra, como familia cristiana puedan reunirse todos juntos en la eternidad. Amén.


Oración por las vocaciones

    ¡Señor Jesucristo!, divino Pastor de las almas, que llamaste a los Apóstoles para hacerlos pescadores de hombres; atrae hacia Ti las almas ardientes y generosas de los jóvenes, para hacerlos tus seguidores y ministros.
    Hazlos partícipes de tu sed de redención universal, por la cual renuevas tu Sacrificio sobre tus altares.
    Descúbreles el horizonte del mundo entero, donde la silenciosa súplica de tantos hermanos pide la luz de la verdad y el calor del amor, para que, respondiendo a tu llamado, prolonguen aquí en la tierra tu misión, edifiquen tu Cuerpo Místico, la Iglesia, y sean sal de la tierra y luz del mundo.
    Extiende, Señor, tu llamado a muchas almas generosas, e infúndeles el ansia de la perfección evangélica, y de la entrega al servicio de la Iglesia y de los hermanos necesitados de asistencia y caridad. Amén.


Oración por los enfermos

    Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los enfermos quisiste asumir nuestra condición humana; mira con piedad a N., que está enfermo y necesita ser curado en el cuerpo y en el espíritu.
    Reconfórtalo con tu poder para que levante su ánimo y pueda superar todos sus males; y, ya que has querido asociarlo a tu Pasión redentora, haz que confíe en la eficacia del dolor para la salvación del mundo.
    Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.


Oraciones para la meditación

Para Comenzar la Meditación
Señor y Dios mío: creo que estás presente en todo lugar; que estás aquí, dentro mío; que me ves; que me oyes.
Te adoro con profunda humildad y reverencia. Te pido perdón por mis pecados.
Y, aunque soy indigno de presentarme delante tuyo, confiado en tu infinita misericordia, te pido ayuda para hacer con provecho este rato de oración, que ofrezco a tu mayor gloria.
Amén

Para Terminar la Meditación
Señor y Dios mío: te doy gracias por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me has inspirado en este rato de oración.
Te los ofrezco a tu mayor gloria, y te pido gracia eficaz para ponerlos en práctica.
Que pueda cumplir en todas las cosas tu Santa Voluntad.
Amén.


ROSARIO DE ALABANZAS A LA SANTISIMA VIRGEN EN DESAGRAVIO DE LAS BLASFEMIAS

OFRECIMIENTO

Oh María, Madre mía Inmaculada! deseando desagraviaros de las ofensas que recibe vuestro Purísimo Corazón especialmente de las blasfemias que se dirigen contra Vos, os ofrezco estas alabanzas con el fin de consolaros por tantos hijos ingratos que no os aman y consolar el Corazón de Vuestro Divino Hijo a quien tanto ofenden las injurias dirigidas contra Vos. Dignaos Dulcísima Madre Mía, recibir este pobre obsequio, haced que os ame cada día más y mirad con ojos de misericordia a esos desgraciados para que no tarden en arrojarse en vuestros maternales brazos. Amén

-Dígnate que te alabe Virgen Sagrada.
-Dame virtud contra tus enemigos.

ALABANZAS

Bendita sea la excelsa Madre de Dios María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción a los Cielos.
Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea su Inmaculado Corazón.
Bendita sea su Pureza Virginal.
Bendita sea su Divina Maternidad.
Bendita sea su mediación Universal.
Benditos sean sus Dolores y Lágrimas.
Benditas sean las gracias con que El Señor la coronó como Reina de los Cielos y Tierra.
Gloria a María Hija del Padre.
Gloria a María Madre del Hijo.
Gloria a María Esposa del Espíritu Santo.

Madre Mía, te amo por los que no te aman, te alabo por los que te blasfeman, me entrego a Ti por los que no te quieren reconocer por Madre.

Recitar un Salve


Letanías al Sagrado Corazón de Jesús


Señor, ten Piedad
Señor, ten Piedad
Cristo, ten piedad
Cristo, ten Piedad
Señor, ten piedad
Señor, ten Piedad
Cristo, óyenos
Cristo, óyenos
Cristo, escuchanos
Cristo, escuchanos
Dios, Padre celestial
Ten piedad de nosotros
Dios, Hijo Redentor del mundo
Ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo
Ten piedad de nosotros
Trinidad Santa, que eres un solo Dios
Ten piedad de nosotros
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre
Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, Formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, de majestad infinita Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, templo Santo de Dios Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados Ten misericordia de nosotros 
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, saciado de oprobios Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros pecados Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan Ten misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, delicias de todos los santos Ten misericordia de nosotros

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,    Perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,    Escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,    Ten piedad de nosotros

Jesús manso y humilde de corazón
Haz nuestro corazón semejante al tuyo

Oremos:
 Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad, te pedimos que el rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén


Letanías de San José


Señor, ten piedad Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad Cristo, ten piedad
Cristo, óyenos Señor, ten piedad
Cristo, escúchanos Ten piedad de nosotros 
Dios, Padre celestial  Ten piedad de nosotros 
Dios, Hijo, Redentor del mundo  Ten piedad de nosotros 
Dios, Espíritu Santo  Ten piedad de nosotros 
Trinidad Santa, que eres un solo Dios Ten piedad de nosotros 
Santa María Ruega por nosotros 
San José  Ruega por nosotros 
Ilustre descendiente de David Ruega por nosotros 
Luz de los Patriarcas  Ruega por nosotros 
Esposo de la Madre de Dios Ruega por nosotros 
Casto custodio de la Virgen  Ruega por nosotros 
Padre adoptivo del Hijo de Dios Ruega por nosotros 
Celoso defensor de Cristo  Ruega por nosotros 
Cabeza de la Sagrada Familia Ruega por nosotros 
José justísimo Ruega por nosotros 
José castísimo Ruega por nosotros 
José prudentísimo  Ruega por nosotros 
José fortísimo Ruega por nosotros 
José obedientísimo Ruega por nosotros 
José fidelísimo  Ruega por nosotros 
Espejo de paciencia  Ruega por nosotros 
Amante de la pobreza  Ruega por nosotros 
Modelo de los trabajadores  Ruega por nosotros 
Gloria de la vida doméstica Ruega por nosotros 
Custodio de las vírgenes Ruega por nosotros 
Sostén de las familias  Ruega por nosotros 
Consuelo de los desdichados Ruega por nosotros 
Esperanza de los enfermos Ruega por nosotros 
Patrono de los moribundos Ruega por nosotros 
Terror de los demonios Ruega por nosotros 
Protector de la Santa Iglesia  Ruega por nosotros 

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,    Perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,    Escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,    Ten piedad de nosotros

Lo nombró administrador de su casa.
Y señor de todas sus posesiones.

Oremos:
Dios, que en tu admirable providencia elegiste a San José para ser esposo de la Santísima Madre de tu Hijo, concédenos como intercesor en el cielo, a quien veneramos como protector en la tierra. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.


PRINCIPIO Y FUNDAMENTO

    "El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios Nuestro señor, y mediante esto salvar su ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre y para que le ayuden en la prosecución del fin para que es criado. De donde se sigue que el hombre tanto ha de usar  de ellas, cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe quitarse de ellas, cuanto para ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que concedido a la libertad de nuestro libre albedrío y no le está prohibido; en tal manera que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos criados” (23, EE. EE.).


Oración para disponerme para el Jucio de Dios.

Señor y Dios mío,
sé que un día próximo o lejano mi vida llegará a su término
y tendré que darte estricta cuenta de toda mi vida ...
de mi tiempo, de mis pensamientos,
de mis afectos, de mis palabras, de mis acciones,
de los dones y gracias particulares,
de mis trabajos y obligaciones,
de mis relaciones con el prójimo,
y de mi obligación de amarte sobre todas las cosas.

Tiemblo, Señor, pensando sobre todo lo malo que hallarás en mí;
mi tiempo perdido en vanidades,
mis pensamientos pecaminosos,
mis afectos desordenados,
mis acciones deshonestas,
 mis palabras vanas y hasta escandalosas,
los dones desperdiciados o empleados para el mal,
las gracias espirituales perdidas,
el bien que debía hacer y no hice,
los malos ejemplos y ofensas a mi prójimo,
y lo peor de todo, el no haberte amado como era mi obligación.

Todo esto, Señor, en este momento me hace temblar
y temer de tu parte un severo juicio de condenación;
pero... Tú mismo, Señor, me has dado una gran esperanza;
porque aún no me has llamado a juicio,
y me das tiempo para reflexionar,
corregir mis yerros y volver a Tí;
me das tiempo para reparar mis pecados
con la penitencia y la oración;
pero sobre todo me das tiempo para unirme más a Tí,
para amarte con más intensidad,
de tal manera que recupere el tiempo perdido
y pueda llegar al término de mi vida
habiendo alcanzado la plenitud de tu amor.

Pero si esto es un consuelo para mí,
no será mi aval ante tu riguroso juicio;
porque en é1 no te presentaré mis buenas obras, ni mis virtudes, ni mi pobre amor;
yo mismo te confesaré mis pecados, mis miserias y todas mis debilidades,
para que me juzgues con piedad y misericordia;
y me salves, no porque yo te ame, sino porque Tú me amas,
porque miras en mí un alma redimida con la sangre y el dolor de tu Divino Hijo, mi amado Jesús.

Así estaré seguro, Señor, de que tu sentencia me será plenamente favorable,
y que oiré de los labios del mismo Jesús el amoroso llamado:
"ven bendito de mi Padre, a poseer el Reino que te tengo preparado desde toda la eternidad".
 Amén.


Para  Alcanzar una Buena Muerte

Oración compuesta por una joven, conversa del protestantismo, que murió con fama de santidad a los dieciocho años.

U:  Señor mío Jesucristo, Dios de bondad, Padre de misericordia, me presento ante ti con el corazón humillado y contrito, encomendándote mi última hora y lo que después de ella me espera.
Cuando mis pies, perdiendo su movimiento, me adviertan que mi carrera en este mundo está próxima a su fin,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mis manos entorpecidas no puedan ya estrechar el crucifijo,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mis ojos, vidriosos por la cercanía de la muerte, fijen en ti sus miradas débiles y moribundas,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí
U: Cuando mis labios balbucientes pronuncien por última vez tu santísimo nombre,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mis mejillas, pálidas y amoratadas, causen lástima y temor a los circunstantes, y mis cabellos bañados por el sudor de la muerte anuncien que está cercano el fin,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mis oídos, próximos a cerrarse para siempre a las conversaciones terrenas, se abran para oír tu sentencia irrevocable que fije mi suerte para toda la eternidad,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mi imaginación, agitada por terribles fantasmas, me cause mortales congojas, y mi espíritu, perturbado por el temor de tu justicia al recuerdo de mis iniquidades, luche con el enemigo que quisiera quitarme la esperanza en tu misericordia y precipitarme en la desesperación,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí
U: Cuando mí corazón, débil y oprimido por el dolor de la enfermedad, se vea sobrecogido por el temor de la muerte y fatigado por los esfuerzos desplegados contra los enemigos de mi salvación,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí
U: Cuando mis parientes y amigos, juntos alrededor de mí, enternecidos por mi penoso estado, imploren tu auxilio en mi favor,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando, perdido el uso de los sentidos, el mundo desaparezca de mi vista y gima yo entre las angustias de la agonía y de los afanes de la muerte,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí
U: Cuando los últimos latidos de mi corazón apresuren la partida de mí alma, acéptalos, Señor, como expresión de una santa impaciencia de volar a ti, y entonces,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mí alma salga para siempre de este mundo, dejando el cuerpo pálido y sin vida, acepta la destrucción de éste como un homenaje que rindo a tu Divina Majestad, y en aquella hora,
T:  Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: En fin, cuando mi alma comparezca ante ti y vea por primera vez el esplendor de tu Majestad, no la arrojes de tu presencia, sino dígnate recibirla en el seno de tu misericordia para que cante eternamente sus alabanzas, y entonces, ahora y siempre,

T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Oración: Dios mío, que condenándonos a la muerte nos has ocultado su momento y su hora, haz que viviendo santamente todos los días de nuestra vida, merezcamos una muerte dichosa, abrasados en tu Divino Amor. Te lo pedimos por los méritos de nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amen.

A.M.G.D.


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