Modo de rezar
el Vía Crucis
Modo de rezar el
Santo Rosario
Oraciones para
la comunión
Son breves oraciones, frases, que avivan nuestra
fe y nos recuerdan y acercan a Dios.
¡Bendita sea la Santísima Trinidad! |
¡Todo a la mayor gloria de Dios! |
¡Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo! |
¡Sagardo corazón de Jesús: en Vos confío! |
¡Señor Jesús, ten misericordia de mi que soy un pecador! |
¡Señor, ¿a quién iremos? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna! |
¡Señor, enseñanos a orar! |
¡Jesús, María, os amo; salvad mi alma! |
¡Señor, hazme, conocer tu Santa Voluntad! |
¡Ave María purísima. Sin pecado concebida! |
¡Dulce corazón de María, sé la salvación del alma mía! |
¡Glorioso patriarca SAn José: a ti acudo, que no sea en vano! |
¡Esposo de la Virgen, custodio del Señor, llévame a María y por María a Dios! |
¡San José, Protector de la Santa Iglesia, intercede por ella! |
Acto de Contrición
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido; y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado.
Nada mejor para empezar y terminar el día que hablar
con Dios.
Oración de la mañana
Señor
y Dios mío, en quien creo, en quien espero, y a quien adoro y amo
con todo mi corazón, te doy gracias por haberme creado, redimido,
hecho cristiano, y por haberme conservado en esta noche.
Te ofrezco todos mis pensamientos,
palabras, obras y trabajos de este día, a mayor gloria tuya, en
penitencia por mis pecados y en sufragio de las almas del purgatorio.
Dame, Señor, tu gracia
para que pueda servirte fielmente en este día, y me vea siempre
libre de todo pecado y de todo mal. Amén.
Conviene agregar otras como:
"Bendita sea tu pureza", "Oración al ángel de la
guarda" y el "Angelus".
Oración de la noche
Antes de la oración conviene hacer un examen de conciencia,
y luego con verdadero arrepentimiento rezar el Acto de contrición.
Te suplicamos, Señor,
que visites esta habitación: aleja de ella las asechanzas del Enemigo;
que tus Santos Ángeles habiten en ella, que nos guarden en paz y
que tu bendición permanezca siempre con nosotros. Por Cristo Nuestro
Señor. Amén.
Conviene
agregar otras como: "Salve", "Bajo tu amparo".
Ángel
de Dios, que eres mi custodio, ya que la soberana piedad me ha encomendado
a ti, ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname.
Amén.
Bendita sea tu pureza y eternamente
lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza, a ti celestial
princesa, Virgen Sagrada María, Yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón, mirame con compasión no me dejes Madre
mía.
Esta oración fue "creada"
en la época de las cruzadas e iba acompañado tradicionalmente
de las campanadas del ángelus y se reza tres veces al día,
a las 6 de la mañana, a las 12 del mediodía y a las 6 de
la tarde. La idea era que "toda la Iglesia" rezara junta por lo que se
estableció una hora en común. Su nombre proviene de la primera
palabra de la versión latina.
La letra U significa uno y
la T todos ya que era una oración comunitaria.
U: El
Ángel del Señor anunció a María.
T: Y concibió por obra y gracia
del Espíritu Santo.
U: Dios te salve, María; llena
eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
T: Santa María, Madre
de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
U: He aquí la esclava
del Señor.
T: Hágase en mi según
tu palabra.
U: Dios te salve, María...
T: Santa María...
U: Y el verbo se hizo carne.
T: Y habitó entre nosotros.
U: Dios te salve, María...
T: Santa María...
U: Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios.
T: Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
U: Oremos:
Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas, para que, habiendo
conocido por el anuncio del Ángel la Encarnación de tu Hijo
Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de
la resurrección. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
T: Amén.
Dios te salve, Reina y Madre
de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti
llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este
destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios.
Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oh Sagrada Familia de Nazaret, a vosotros acudo para implorar por las familias. Vosotros, que sois el modelo y ejemplo de lo que debe ser una familia; iluminad a todos vuestros hijos para que siempre se vean reflejados en vosotros y sigan vuestros pasos. Que oren en todo tiempo y lugar para recibir la luz que viene de lo alto y la fortaleza que nos da Dios nuestro Padre. Que seáis el centro de sus vidas. Que las familias consagren sus corazones, todo su ser al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, que consagren a sus hijos y que no falte en ellas el respeto, el amor, y la mutua comprensión. Os pido que cada miembro se ame el uno al otro como vosotros lo amáis. Que den el testimonio de una verdadera familia cristiana. Sagrada Familia de Nazaret, llegue a vosotros esta súplica en este tiempo tan importante y decisivo para la humanidad, que todas las familias puedan llegar a ser esa imagen y semejanza de la Sagrada Familia de Nazaret. Que no les falte el Pan de la Palabra ni el Pan de la Eucaristía. Que invoquen al cielo sabiendo que serán escuchados. Por ultimo, derramad una copiosa bendición para que no busquen ni atraviesen caminos que no sean los vuestros y que llevan a la perdición, y que al final después de haber cumplido la misión en la tierra, como familia cristiana puedan reunirse todos juntos en la eternidad. Amén.
¡Señor Jesucristo!,
divino Pastor de las almas, que llamaste a los Apóstoles para hacerlos
pescadores de hombres; atrae hacia Ti las almas ardientes y generosas de
los jóvenes, para hacerlos tus seguidores y ministros.
Hazlos partícipes de
tu sed de redención universal, por la cual renuevas tu Sacrificio
sobre tus altares.
Descúbreles el horizonte
del mundo entero, donde la silenciosa súplica de tantos hermanos
pide la luz de la verdad y el calor del amor, para que, respondiendo a
tu llamado, prolonguen aquí en la tierra tu misión, edifiquen
tu Cuerpo Místico, la Iglesia, y sean sal de la tierra y luz del
mundo.
Extiende, Señor, tu
llamado a muchas almas generosas, e infúndeles el ansia de la perfección
evangélica, y de la entrega al servicio de la Iglesia y de los hermanos
necesitados de asistencia y caridad. Amén.
Señor Jesucristo, que
para redimir a los hombres y sanar a los enfermos quisiste asumir nuestra
condición humana; mira con piedad a N., que está enfermo
y necesita ser curado en el cuerpo y en el espíritu.
Reconfórtalo con tu
poder para que levante su ánimo y pueda superar todos sus males;
y, ya que has querido asociarlo a tu Pasión redentora, haz que confíe
en la eficacia del dolor para la salvación del mundo.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amén.
Para Comenzar la Meditación
Señor y Dios mío: creo que estás presente en todo
lugar; que estás aquí, dentro mío; que me ves; que
me oyes.
Te adoro con profunda humildad y reverencia. Te pido perdón
por mis pecados.
Y, aunque soy indigno de presentarme delante tuyo, confiado en tu infinita
misericordia, te pido ayuda para hacer con provecho este rato de oración,
que ofrezco a tu mayor gloria.
Amén
Para Terminar la Meditación
Señor y Dios mío: te doy gracias por los buenos pensamientos,
afectos y propósitos que me has inspirado en este rato de oración.
Te los ofrezco a tu mayor gloria, y te pido gracia eficaz para ponerlos
en práctica.
Que pueda cumplir en todas las cosas tu Santa Voluntad.
Amén.
ROSARIO DE ALABANZAS A LA SANTISIMA VIRGEN EN DESAGRAVIO DE LAS BLASFEMIAS
OFRECIMIENTO
Oh María, Madre mía Inmaculada! deseando desagraviaros de las ofensas que recibe vuestro Purísimo Corazón especialmente de las blasfemias que se dirigen contra Vos, os ofrezco estas alabanzas con el fin de consolaros por tantos hijos ingratos que no os aman y consolar el Corazón de Vuestro Divino Hijo a quien tanto ofenden las injurias dirigidas contra Vos. Dignaos Dulcísima Madre Mía, recibir este pobre obsequio, haced que os ame cada día más y mirad con ojos de misericordia a esos desgraciados para que no tarden en arrojarse en vuestros maternales brazos. Amén
-Dígnate que te alabe Virgen Sagrada.
-Dame virtud contra tus enemigos.
ALABANZAS
Bendita sea la excelsa Madre de Dios María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción a los Cielos.
Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea su Inmaculado Corazón.
Bendita sea su Pureza Virginal.
Bendita sea su Divina Maternidad.
Bendita sea su mediación Universal.
Benditos sean sus Dolores y Lágrimas.
Benditas sean las gracias con que El Señor la coronó
como Reina de los Cielos y Tierra.
Gloria a María Hija del Padre.
Gloria a María Madre del Hijo.
Gloria a María Esposa del Espíritu Santo.
Madre Mía, te amo por los que no te aman, te alabo por los que te blasfeman, me entrego a Ti por los que no te quieren reconocer por Madre.
Recitar un Salve
Señor, ten Piedad |
|
Cristo, ten piedad |
|
Señor, ten piedad |
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Cristo, óyenos |
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Cristo, escuchanos |
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Dios, Padre celestial |
|
Dios, Hijo Redentor del mundo |
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Dios, Espíritu Santo |
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Trinidad Santa, que eres un solo Dios |
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Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre |
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Corazón de Jesús, Formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, de majestad infinita | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, templo Santo de Dios | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, saciado de oprobios | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros pecados | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan | Ten misericordia de nosotros |
Corazón de Jesús, delicias de todos los santos | Ten misericordia de nosotros |
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Ten piedad de nosotros
Jesús manso y humilde de corazón
Haz nuestro corazón semejante al tuyo
Oremos:
Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo, herido por nuestros
pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad, te pedimos que el
rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Señor, ten piedad | Señor, ten piedad |
Cristo, ten piedad | Cristo, ten piedad |
Cristo, óyenos | Señor, ten piedad |
Cristo, escúchanos | Ten piedad de nosotros |
Dios, Padre celestial | Ten piedad de nosotros |
Dios, Hijo, Redentor del mundo | Ten piedad de nosotros |
Dios, Espíritu Santo | Ten piedad de nosotros |
Trinidad Santa, que eres un solo Dios | Ten piedad de nosotros |
Santa María | Ruega por nosotros |
San José | Ruega por nosotros |
Ilustre descendiente de David | Ruega por nosotros |
Luz de los Patriarcas | Ruega por nosotros |
Esposo de la Madre de Dios | Ruega por nosotros |
Casto custodio de la Virgen | Ruega por nosotros |
Padre adoptivo del Hijo de Dios | Ruega por nosotros |
Celoso defensor de Cristo | Ruega por nosotros |
Cabeza de la Sagrada Familia | Ruega por nosotros |
José justísimo | Ruega por nosotros |
José castísimo | Ruega por nosotros |
José prudentísimo | Ruega por nosotros |
José fortísimo | Ruega por nosotros |
José obedientísimo | Ruega por nosotros |
José fidelísimo | Ruega por nosotros |
Espejo de paciencia | Ruega por nosotros |
Amante de la pobreza | Ruega por nosotros |
Modelo de los trabajadores | Ruega por nosotros |
Gloria de la vida doméstica | Ruega por nosotros |
Custodio de las vírgenes | Ruega por nosotros |
Sostén de las familias | Ruega por nosotros |
Consuelo de los desdichados | Ruega por nosotros |
Esperanza de los enfermos | Ruega por nosotros |
Patrono de los moribundos | Ruega por nosotros |
Terror de los demonios | Ruega por nosotros |
Protector de la Santa Iglesia | Ruega por nosotros |
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Ten piedad de nosotros
Lo nombró administrador de su casa.
Y señor de todas sus posesiones.
Oremos:
Dios, que en tu admirable providencia elegiste a San José para
ser esposo de la Santísima Madre de tu Hijo, concédenos como
intercesor en el cielo, a quien veneramos como protector en la tierra.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
"El hombre es criado para alabar,
hacer reverencia y servir a Dios Nuestro señor, y mediante esto
salvar su ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son
criadas para el hombre y para que le ayuden en la prosecución del
fin para que es criado. De donde se sigue que el hombre tanto ha de usar
de ellas, cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe quitarse de ellas,
cuanto para ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferentes
a todas las cosas criadas, en todo lo que concedido a la libertad de nuestro
libre albedrío y no le está prohibido; en tal manera que
no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que
pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en
todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más
nos conduce para el fin que somos criados” (23, EE. EE.).
Señor y Dios mío,
sé que un día próximo o lejano mi vida llegará
a su término
y tendré que darte estricta cuenta de toda mi vida ...
de mi tiempo, de mis pensamientos,
de mis afectos, de mis palabras, de mis acciones,
de los dones y gracias particulares,
de mis trabajos y obligaciones,
de mis relaciones con el prójimo,
y de mi obligación de amarte sobre todas las cosas.
Tiemblo, Señor, pensando sobre todo lo malo que hallarás
en mí;
mi tiempo perdido en vanidades,
mis pensamientos pecaminosos,
mis afectos desordenados,
mis acciones deshonestas,
mis palabras vanas y hasta escandalosas,
los dones desperdiciados o empleados para el mal,
las gracias espirituales perdidas,
el bien que debía hacer y no hice,
los malos ejemplos y ofensas a mi prójimo,
y lo peor de todo, el no haberte amado como era mi obligación.
Todo esto, Señor, en este momento me hace temblar
y temer de tu parte un severo juicio de condenación;
pero... Tú mismo, Señor, me has dado una gran esperanza;
porque aún no me has llamado a juicio,
y me das tiempo para reflexionar,
corregir mis yerros y volver a Tí;
me das tiempo para reparar mis pecados
con la penitencia y la oración;
pero sobre todo me das tiempo para unirme más a Tí,
para amarte con más intensidad,
de tal manera que recupere el tiempo perdido
y pueda llegar al término de mi vida
habiendo alcanzado la plenitud de tu amor.
Pero si esto es un consuelo para mí,
no será mi aval ante tu riguroso juicio;
porque en é1 no te presentaré mis buenas obras, ni mis
virtudes, ni mi pobre amor;
yo mismo te confesaré mis pecados, mis miserias y todas mis
debilidades,
para que me juzgues con piedad y misericordia;
y me salves, no porque yo te ame, sino porque Tú me amas,
porque miras en mí un alma redimida con la sangre y el dolor
de tu Divino Hijo, mi amado Jesús.
Así estaré seguro, Señor, de que tu sentencia me
será plenamente favorable,
y que oiré de los labios del mismo Jesús el amoroso llamado:
"ven bendito de mi Padre, a poseer el Reino que te tengo preparado
desde toda la eternidad".
Amén.
Oración compuesta por una joven, conversa del protestantismo, que murió con fama de santidad a los dieciocho años.
U: Señor mío Jesucristo, Dios de bondad, Padre de
misericordia, me presento ante ti con el corazón humillado y contrito,
encomendándote mi última hora y lo que después de
ella me espera.
Cuando mis pies, perdiendo su movimiento, me adviertan que mi carrera
en este mundo está próxima a su fin,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mis manos entorpecidas no puedan ya estrechar el crucifijo,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mis ojos, vidriosos por la cercanía de la muerte,
fijen en ti sus miradas débiles y moribundas,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí
U: Cuando mis labios balbucientes pronuncien por última vez
tu santísimo nombre,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mis mejillas, pálidas y amoratadas, causen lástima
y temor a los circunstantes, y mis cabellos bañados por el sudor
de la muerte anuncien que está cercano el fin,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mis oídos, próximos a cerrarse para siempre
a las conversaciones terrenas, se abran para oír tu sentencia irrevocable
que fije mi suerte para toda la eternidad,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mi imaginación, agitada por terribles fantasmas, me
cause mortales congojas, y mi espíritu, perturbado por el temor
de tu justicia al recuerdo de mis iniquidades, luche con el enemigo que
quisiera quitarme la esperanza en tu misericordia y precipitarme en la
desesperación,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí
U: Cuando mí corazón, débil y oprimido por el
dolor de la enfermedad, se vea sobrecogido por el temor de la muerte y
fatigado por los esfuerzos desplegados contra los enemigos de mi salvación,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí
U: Cuando mis parientes y amigos, juntos alrededor de mí, enternecidos
por mi penoso estado, imploren tu auxilio en mi favor,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando, perdido el uso de los sentidos, el mundo desaparezca de
mi vista y gima yo entre las angustias de la agonía y de los afanes
de la muerte,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí
U: Cuando los últimos latidos de mi corazón apresuren
la partida de mí alma, acéptalos, Señor, como expresión
de una santa impaciencia de volar a ti, y entonces,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Cuando mí alma salga para siempre de este mundo, dejando
el cuerpo pálido y sin vida, acepta la destrucción de éste
como un homenaje que rindo a tu Divina Majestad, y en aquella hora,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: En fin, cuando mi alma comparezca ante ti y vea por primera vez
el esplendor de tu Majestad, no la arrojes de tu presencia, sino dígnate
recibirla en el seno de tu misericordia para que cante eternamente sus
alabanzas, y entonces, ahora y siempre,
T: Jesús misericordioso, ten compasión de mí.
U: Oración: Dios mío, que condenándonos a la muerte
nos has ocultado su momento y su hora, haz que viviendo santamente todos
los días de nuestra vida, merezcamos una muerte dichosa, abrasados
en tu Divino Amor. Te lo pedimos por los méritos de nuestro Señor
Jesucristo que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amen.
A.M.G.D.
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