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Y DEMÁS/Historia

Separados al nacer por un cuestionable experimento

Se acaba de estrenar un documental acerca de las vidas de estos trillizos quienes felizmente se reencontraron aunque luego se supo que su separación había sido producto de un proyecto descabellado y cruel. Antes del estreno asomémonos a este extraño, y trágico caso

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JULIO, 2018. Hace varios años, quizá a inicios de los 80, recuerdo haber leído en un ejemplar del Selecciones del Reader's Digest la historia de tres adolescentes quienes descubrieron inesperadamente que eran trillizos y cuyo parecido físico entre ellos era impresionante. Después perdí la pista a lo que había sucedido con aquellos jóvenes aunque recientemente se acaba de estrenar un documental con su historia, muy diferente a lo que uno pudiera esperar cuando se trata de un final feliz.

Primero quisiera referir la historia que leí, pero como no recordaba el nombre de sus protagonistas tuve que acudir al Internet en busca de información. Se trata de Edward Galland, David Kellman y Robert Sharfran, una historia que empezó la vez que Robert fue admitido en el Sullivan Community College de Nueva York en 1980. Cuando llegó ahí los otros alumnos comenzaron a saludarlo efusivamente, como si lo conocieran de años y le llamaban "Eddie" mientras le daban palmaditas al hombro. "¡Pero yo no me llamo Eddie, mi nombre es Robert!", respondía, hasta que una chica le dijo que tenía una marca de nacimiento en una parte íntima de su cuerpo. "Quedé pasmado", recordó Robert.

Finalmente un alumno llamado Michael Domnitz le dijo a Robert que posiblemente tuviera un hermano gemelo. Domnitz era amigo de Edward Galland, un ex alumno del plantel el año anterior. Desde niño los padres de Robert le dijeron que era adoptado, pero cuando éste preguntó a sus padres sobre la posibilidad de haber tenido otros hermanos, le confesaron que no. Con todo, Domnitz llevó a Robert a la casa donde Edward vivía con sus padres, que también eran adoptivos. Cuando los dos se vieron por primera vez parecía que se estaban reflejando en un espejo. Sin embargo los dos áun tenían dudas sobre sus posibles lazos consanguíneos pues los padres de ambos insistían en que cuando los adoptaron jamás les dijeron que eran producto de un parto triple.

La historia fue publicada en la prensa de Nueva York y los muchachos también salieron en televisión. El asunto llamó la atención de David Kellman, quien estudiaba en el Queens College. Al ver la fotografía de los gemelos idénticos en el periódico quedó profundamente impresionado; "era una imagen clonada al doble de mí", refirió posteriormente. Kellman se puso en contacto telefónico con los padres de Robert: "Sé que esto les resultará difícil de creer, pero creo que soy el tercero", dijo. David también sabía que era un hijo adoptado.

Al reunirse los tres muchachos y al ver que tenían increíbles coincidencias entre sí --por ejemplo, fumaban la misma marca de cigarrillos, habían sufrido las mismas enfermedades en su infancia, sus gustos de lectura, cine y música eran muy similares-- la prensa los convirtió en celebridades. Al principio los tres se sintieron halagados de tanta atención pero cuando los reporteros y las cámaras de televisión ya los esperaban afuera de sus casas para entrevistarlos antes de ir a la escuela, el asunto comenzó a desesperarlos.

El siguiente paso era averiguar quiénes eran sus verdaderos padres. Esta información suele ser confidencial para evitar reclamos y pleitos legales como herencias, testamentos, etc. Sin embargo las familias de los trillizos investigaron y se enteraron que una adolescente los dio a luz el 12 de julio de 1961 en el Hospital Hillside en Glen Oak, Nueva York. A los 6 meses de edad los bebés fueron separados y entregados a sus padres adoptivos por una agencia que desapareció hace muchos años. Los tres vivían en un área a 100 kilómetros a la redonda.

La agencia dijo a los padres adoptivos que los niños eran parte de un "experimento de rutina sobre comportamiento infantil", y colaborar en el proyecto era una condición para adoptarlos. Asimismo, los padres de los tres bebés refirieron que éstos recibieron la visita del doctor Peter Neubauer, un especialista en psicología infantil que había trabajado con Anna Freud, la hija del célebre psiquiatra Sigmund Freud. Aparentemente el estudio continuó los los siguientes 10 años; los padres alegaron que en ningún momento se les indicó que sus hijos tenían dos hermanos gemelos.

El periodista Lawrence Wright, el autor del texto del Selecciones sobre el caso que apareció originalmente The New York Post, señaló que la separación de los trillizos era parte de un experimento que consistía en colocar a los bebés en ambientes diferentes dentro de una investigación relacionada con los efectos de la crianza y el entorno natural, (ver más abajo entrevista con la psicóloga Verónica Celis). Fue así como a Kellman se le colocó en una familia de clase trabajadora, a Galland en una familia de clase media alta mientras que Sharfran dijo haber resentido las constantes ausencias de su padre adoptivo, un médico.

Los tres bebés fueron sometidos a varios estudios de comportamiento. siempre con alguien que registraba todo con una cámara de cine; también se obligaba a los pequeños a dibujar y a formar rompecabezas, algo que, dijo uno de los padres, "estresaba al niño al punto que golpeaba con furia las barras de la cuna".

El "experimento" no estaba dando buenos resultados, provocando incluso que Kellman y Galland hubieran sido internados en hospitales psiquiátricos durante sus años de preparatoria mientras que a Shafran se le acusó de ser cómplice en el asesinato de una mujer durante un robo.

Kellman, uno de los trillizos, se preguntó: "Quienes estaban a cargo de este experimento veían que nos estaba ocurriendo algo grave pero no hicieron nada para ayudarnos. Eso es lo que más me enfurece..."

Sin embargo en los días posteriores al reencuentro las cosas parecían marchar perfectamente al punto que los tres se mudaron al mismo departamento. Pero con el tiempo la magia del momento se fue esfumando y (como suele suceder cuando se es trillizo) una parte de la tercia comenzó a sentirse desplazada de los otros dos.

Finalmente los tres conocieron a su madre biológica poco después del reencuentro ("sin jamás dejar de reconocer que nuestros padres adoptivos son nuestros verdaderos padres", acotó Robert). Los cuatro fueron a un bar a celebrar la reunión pero, según Kellman, "ella se despidió cordialmente pero no nos dejó un número telefónico para contactarla, nada... por muchos años ya no la volvimos a ver..."

Los trillizos abrieron un restaurante en Soho que cerró años después, e incluso aparecieron brevemente en la película de 1987 Desperately Seeking Susan, estelarizada por Madonna. Años después contrajeron matrimonio, David tuvo dos hijas, Robert una hija y un hijo mientras Eddie tuvo una hija. Cada matrimonio significaba una separación para formar un nuevo hogar. Galland fue el más afectado por ello: la relación con su padre adoptivo jamás fue buena por lo que al encontrar a sus hermanos quiso dejar atrás su vida anterior. Su carácter se había vuelto irascible e incluso, señala Robert, mostraba claros signos de comportamiento bipolar. "David apostaba todo para mantenernos juntos, Cuando comenzamos a separarnos para vivir con nuestras parejas, sintió que también se estaba perdiendo una parte de sí mismo", agregó.

La situación se hizo insostenible para David Galland, quien optó por terminar con su vida dándose un tiro, lo cual provocó que los otros dos comenzaron a distanciarse. Actualmente Sharfran es un abogado y Kellman es un agente que vende seguros de vida. Los dos han vuelto a frecuentarse pero ya cada quien lleva su propia vida, si bien los dos siguen en contacto con la viuda de Galland.

Por lo qur toca al "experimento", el doctor Neubauer, quien falleció en el 2008, jamás reveló los resultados; en vez de ello los entregó a la Universidad de Yale con órdenes estrictas de que no fueran accesibles sino hasta el 2065. Sin embargo y gracias a las gestiones de un abogado, los hermanos sobrevivientes pudieron consultar los documentos, los cuales no contenían nada nuevo. "Había muchísimo lenguaje enredado y ni una sola conclusión", dijo Robert.

Como se dijo, el tema fue recientemente llevado al cine como un documental. Queda claro que el "experimento" tuvo como objetivo alterar el comportamiento mediante teorías carentes de mayor fundamento científico. Lo peor es que los autores de esa monstruosidad quedaron impunes. Como Joseph Mengele, solo que sin las torturas físicas.

Extra

"Un punto negro en contra de las teorías freudianas"

JULIO, 2018. Contrario a la creencia popular, las teorías de Sigmund Freud fueron rebatidas hace tiempo en la comunidad al punto que la psiquiatría actual "ya tiene muy poco que ver con ese universo donde si un niño se chupa el dedo es que estaría infatuado con su madre o la niña que se toca sus áreas genitales es porque teme que será anorgásmica en su vida adulta", nos dice la psicóloga Verónica Celis. "Asimismo, el psicoanálisis, que parecía ser la respuesta al origen de todo desorden o alteración mental, hace tiempo dejó de ser tomado seriamente". Sin embargo Celis reconoce que el freudanismo ha dejado un legado de términos imposibles ya de extirpar de nuestro vocabulario: "Palabras como praxis médica, complejo de Edipo, psiqué, amoralidad, superyo, desdoblamiento, subconsciente, mecanismo de defensa, teoría cloacal, líbido, idus, erotogenia, tanatología... todos esos términos se popularizan gracias a Sigmund Freud. El señor aportó cosas importantes al mundo de la sicología y la psiquiatría, pero sus teorías están muy lejos de constituir una verdad absoluta, ya no digamos científica".

Sin embargo, añade Celis, "durante los años 50 y 60, Freud era considerado un semidiós de la psiquiatría, de ahí que en su nombre se hayan desarrollado infinidad de teorías de comportamiento, muchas de ellas irresponsables y peligrosas, como la aplicada a los trillizos, un experimento que, en el fondo, es idéntico a las monstruosidades cometidas por los 'doctores' nazis ya que destruyeron la vida y la autoestima de tres seres humanos".

¿Cuál era el objetivo del experimento que arruinó la vida de los trillizos? Responde la psicóloga Celius:

"Aparentemente estudiar qué ocurriría si tres personas genéticamente y físicamente idénticas se desarrollarían y crecerían en tres entornos distintos, lo que nos lleva directamente a las teorías freudianas de que nuestro comportamiento es consecuencia de lo que nos rodea, de que no existe la predestinación, es decir, la especie humana es buena o mala dependiendo del ambiente que le rodea", dice la psicóloga Celis. "Pero sucede que mientras crecen dentro del vientre materno, los tres bebés atraviesan, aunque no lo sepan conscientemente, un mismo proceso de solidaridad similar al de quienes logran sobrevivir a un accidente, por ejemplo. Ello forma un lazo espiritual entre los tres bebés que, al darse la separación temprana, provocará anomalías en el comportamiento de cada uno de ellos cuando crezcan. Los gemelos y los trillizos no son cachorros como para separarlos a los pocos días de nacidos... el daño psicológico es profundo e irreparable".

Concluye: "Todos nosotros nacemos con un código genético que incluye la predisposición a ciertas actividades, a sufrir determinadas enfermedades, y éste es irrepetible aunque se trate de mellizos o trillizos, empezando por nuestro coeficiente intelectual. Querer alterarlo o modificarlo, algo que el freudanismo buscó afanosamente mediante teoría sy tratamientos hoy considerados absurdos, trae como resultado lo que ocurrió con estos muchachos. Son experimentos monstruosos, repito, que en nada difieren a los hechos por los nazis durante la segunda guerra mundial". (OFM)

 

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