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Durante tres lustros vivió enclaustrada con un músico abusivo hasta que se separó e inició de nuevo con más fama que la primera vez. La historia de Tina Turner, trasladada a libro y luego a película, sigue siendo aleccionadora e interesante

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ABRIL, 2010. El renacimiento ocurrió una noche de 1978. Tras recibir la enésima paliza, con el rostro desfigurado, la ropa desarreglada y la nariz sangrante, huyó de la casa, caminó varias cuadras hasta que finalmente se refugió en un motel donde el encargado aceptó "fiarle" un cuarto. A la mañana siguiente la mujer interpuso una demanda de divorcio, algo que no se había atrevido a hacer en más de 15 años de relación. Su marido "había sido mi maestro, mi guía, alguien que me enseñó a vocalizar correctamente. Pero también era un monstruo que veía a la mujer como un objeto, un hombre sumamente abusivo..."

El nombre que la mujer dio en la Corte no era el que el mundo la conocía sino el de Anna Mae Bullock. Se trataba de Tina Turner, quien finalmente había decidido separarse de su esposo Ike Turner. Juntos habían hecho una importante mancuerna con varios hits desde finales de los sesenta hasta mediados de la década siguiente. Pero detrás de ese mundo había existido un verdadero infierno: "Un mal paso, una desincronización, un supuesto coqueteo con alguien del público o con otro músico, o con un reportero, todo ello era excusa para una paliza al llegar a casa", escribe en su biografía, titulada I, Tina (y que luego sería llevada al cine), y agrega: "Muchas veces subí al escenario con lentes oscuros y la gente pensaba que trataba de imponer una moda. Lo que en realidad hacía era cubrir mi rostro pues ambos ojos los tenía amoratados".

Cuando su carrera resucitó en los ochenta muchos jóvenes se maravillaron de ver a una mujer madura poseedora de unas piernas esplendorosas, las cuales Tina atribuye a su genética: "Tengo sangre cherokee, irlandesa, negra y latina, y a ello debo agradecer tener este par", dijo al periodista Kurt Loder. Incluso en su interpretación de "Dancing in the Street" durante el concierto Live Aid de 1985, un lujurioso Mick Jagger aprovechaba cualquier momento para levantarle la falda y acariciarle los muslos. "Mick es muy juguetón; todo eso ya lo habíamos planeado durante los ensayos, pero en momentos sí se pasó del guión", bromeó la cantante.

Anna Mae nació en una familia numerosa donde el piso de la casa era de tierra. Aún se vivían los estertores por la Gran Depresión pero en su familia imperaba el buen ánimo. Su infancia fue un tanto difícil pues las niñas de su edad no la aceptaban en su comunidad ya que sus rasgos no eran totalmente los de una mujer afroamericana. "No pertenecía a un lado ni a otro y ello me hizo sentir un tanto rechazada. Por fortuna en casa me decían 'eso te hace más especial, no tienes porqué avergonzarte por lo que eres". Era la recomendación de su abuela, una indígena cherokee. Desde entonces comprendió que el racismo no era un comportamiento exclusivo de los blancos.

Desde que era niña cada domingo atendía los servicios religiosos donde destacaba por su buena voz. Cuando era apenas una adolescente conoció en uno de esos servicios a Dwight "Ike" Turner, el hijo de un predicador que tenía "pegue" entre las chicas. La futura cantante lo describió así: "Era alto, bien parecido y carismático, además sabía cómo acercarse a las mujeres y conquistarlas". Sin embargo ella se opuso a sus insinuaciones y perdió contacto con él durante unos años hasta que dejó el hogar para seguir una carrera y se lo encontró nuevamente como líder de un grupo que interpretaba rock and roll. Era 1958. "Yo aún no quería nada con él pero me uní al grupo porque ansiaba destacar", refirió. Fue así como el grupo inició giras por varias poblaciones de Tennessee, Alabama y Louisiana.

Cierta noche uno de los músicos se acercó y le dijo al oído que la poseería después del concierto. Al terminar y asustada por la amenaza, Anna Mae corrió a refugiarse en la habitación de Turner "creyendo que él podría protegerme. ¡Demonios!", recordó entre risas durante su entrevista con Loder. "Pero al final me convertí en su novia y con ello garantizaba que ninguno de los músicos quisiera acercárseme". Con ello pasó a convertirse en la consentida y en la favorita del grupo. Ello presentaba prerrogativas pero también dificultades, no sólo por la envidia de las otras cantantes sino porque Turner comenzó a ser más abusivo con ella. "Pensaba que una vez que llegara la fama todo cambiaría y que podría ser independiente. Pero también sentía que lo amaba y que estaba en deuda con él".

                                                                Despega el show de Ike y Tina

Al mediar lo sesenta y tras el éxito de gente como James Brown, los músicos de color pasaron por una época de esplendor. El movimiento tomó preparado al matrimonio Turner, que al conseguir un contrato discográfico destacó por su entrega y talento sobre el escenario. Fue una década de constante trabajo, giras y extenuantes presentaciones. Pero Ike no permitía descansos, ya no se digan vacaciones. La ya para entonces llamada Tina Turner en ocasiones subía enferma al escenario, como la ocasión en que tenía 41 grados de temperatura y donde el concierto fue un desastre (al final, previsiblemente, recibió una golpiza disfrazada de regaño por parte de Ike) o cuando tenía cinco meses de embarazo y esperaba a su tercer hijo. Tina asegura haber recibido palizas mientras se encontraba en estado de gravidez aunque Ike y sus abogados repetidamente han desmentido ese hecho.

Y aunque Tina comenzaba a participar en las decisiones respecto a las coreografías, pasos de baile y repertorio, la prensa presentaba a Ike como el "genio" musical, el estratega del éxito. Tina después se enteró que en ello tenía mucho que ver que Ike presentaba mujeres a los reporteros a cambio de ensalzar su figura en los periódicos; sobra decir que muchas de esas mujeres habían sido sus amantes. En ocasiones les pagaba su estancia con prostitutas con las que él también tenía trato frecuente. Pero cuando supo de todo ello optó por el silencio: no tenía otro sitio a dónde ir.

Su versión de "Proud Mary", original de Creedence Clearwater Revival, llegó a competir en popularidad con la original. Para entonces el matrimonio ya poseía una mansión, autos de lujo, sirvientes y un ejército de vividores que rodeaban a Ike. Sin embargo los malos manejos financieros de Ike hicieron que aquello durara apenas unos años; el fisco norteamericano detuvo al músico y le quitó buena parte de su fortuna en impuestos atrasados. Al llegar la decadencia el carácter de Ike empeoró y obligó a su esposa a un retiro cuando cesaron las giras y el dinero ya no corría como antes. Cuando ella sugirió lanzar su carrera solista él estalló en furia: "si osas dejarme pagarás con tu vida", fue la amenaza de Ike, según afirma la cantante en su biografía.

Tina y el juguetón Mick Jagger, Live Aid 1985

En 1975 el productor Robert Stigwood, a quien Turner conoció años atrás, la invitó a participar en la cinta Tommy, estelarizada por Roger Daltrey, quien se emocionó al saber que compartirían el set. Mediante una larga serie de explicaciones convenció a Ike salir de casa sin decirle exactamente a dónde. Al estrenarse la película él enfureció pero Tina hizo algo novedoso en su relación: se le enfrentó. Durante el siguiente par de años todo pareció tomar un rumbo más normal pese a que Ike había empezado a beber en exceso. Las golpizas se tornaron esporádicas, e incluso salían a cenar y a hablar de futuros planes, "por momentos volvió a ser el hombre del que me había enamorado", refirió Tina en una entrevista.

Las cosas volvieron a lo mismo cuando ella se enteró que él salía con una mujer que había sido amiga de ambos. Con la recriminación llegó una golpiza brutal donde Tina milagrosamente no sufrió heridas fatales. Como pudo escapó sólo con lo que llevaba puesto y se dirigió a ese motel. "Sus heridas están frescas, no deje que pase más tiempo para interponer denuncia en su contra", le advirtió el encargado.

Los siguientes dos años transcurrieron entre juicios, el ingreso de Ike a prisión, demandas y fuertes depresiones, Tina había pensado en resucitar su carrera pero con material nuevo pues al interpretar los viejos éxitos sentía revivir los años que vivió con Ike. Finalmente en 1982 su agente consiguió un contrato con Capitol Records. Al principio Tina rehusó los planes que se tenían con ella ¿quiénes estarían dispuestos a escuchar a una cantante con la misma edad de sus madres?, preguntó. Pero era la única alternativa; con una exigua cuenta bancaria --el contrato de Ike hizo que él estuviera recibiendo más regalías pese a estar en ese momento en prisión-- quedaba vivir de los recuerdos o empezar de nuevo. "Te vamos a promover como una estrella nueva... ya verás cómo todo funciona bien", le dijeron en Capitol. Obviamente la promocionaron como una "leyenda del rock" o "reina del rock", lo cual atrajo la atención del público. Mark Knopfler. admirador suyo, le entregó una canción titulada "Private Dancer" para que la interpretara. Ese fue también el título de su disco retorno.

La primera generación MTV, que había visto a Tina Turner en los segmentos "Closet Classics" que por entonces transmitía el canal, fue la primera en quedar seducida cuando el video promocional de "What's Love (Got to Do With It)" (Y el amor qué tiene qué ver en todo esto) comenzó a ser transmitido a mediados de 1983. Con una leona melena y un vestido corto que dejaba ver unas piernas que envidiarían muchas veinteañeras, Tina Turner entró al primer lugar del Top Ten con esa canción. De repente todos querían estar cerca de ella, entre ellos el líder del grupo inglés The Fixx, cuyo neo soul era una inspiración directa de Turner. Ambos aparecieron juntos en el video "Be Good To Me" del segundo sencillo. A éste le siguió "Private Dancer", otro número uno, con lo cual el disco ya había vendido tres millones de copias. Nada mal para una mujer que a principios de esa década estaba viviendo de prestado. Por su parte un Ike recién salido de prisión reclamaba a quien quisiera escucharlo que Tina era "hechura suya" y la tachaba de "desagradecida" por no reconocerlo públicamente. Los siguientes años pasó otras temporadas tras las barras por abuso contra su segunda esposa, asalto a mano armada y evasión de impuestos. Semiolvidado y gravemente enfermo, Ike Turner falleció en el 2007.

Tras el concierto Live Aid de 1985, que catapultó aun más su fama, Turner inició una gira mundial de conciertos. Al año siguiente concedió una entrevista a Rolling Stone que le sirvió de desahogo (en varios segmentos lloró ante los duros recuerdos). Al año siguiente acordó extender toda la historia a una biografía donde cuenta con más detalle su vida con Ike. Los abogados de éste intentaron tomar medidas legales si se publicaba en libro pero no tuvieron éxito. Años después Ike cínicamente sostenía que "de vez en cuando se merecía algunos 'correctivos'. Algún día se sabrá toda la historia y no sólo lo que a ella le conviene decir".

                                                                     Exilio en Suiza

Tras varios discos exitosos más, su participación en una cinta de Mad Max (donde además interpretó "We Don't Need Another Hero", que también entró al Top Ten) y la grabación de un tema para la saga de James Bond, Tina Turner contrajo matrimonio con un millonario suizo y se fue a vivir al país de los cucús, donde buscaba tranquilidad. Aún se le consideraba una "abuela sexy" cuando una cinta sobre su vida y basa en su biografía, que estelarizó Angela Basset, como ella, una mujer de ascendencia negra y nativoamericana. La cinta tuvo regular éxito pero ello no molestó a Turner; "con haberme liberado fue suficiente", refirió a The London Times en el 2004.

Actualmente en retiro, Tina Turner ya tiene media docena de nietos, una fortuna considerable y un legado artístico que difícilmente imaginó cuando compartía unos cuartuchos con Ike Turner cuando estaban de gira. Como su abuela cherokee, ella espera vivir muchos años y con el mismo cutis donde apenas se notan las arrugas gracias a, dijo, "una fórmula natural que ella me reveló y que no pienso compartir pese al potencial económico". Pese a los años de infierno no le guarda rencor a Ike: "Hace muchos años lo perdoné y sé que Dios ha hecho lo mismo", refirió.

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