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Y DEMÁS/Música

Enya, Orinoco e Irlanda

Su música  resalta por el sentido épico, procedente de tierras legendarias. Todo es producto de un trabajo laborioso, a veces desgastante . Como sea, Enya se mantiene ajena a las modas mientras deleita a sus millones de fans

SEPTIEMBRE, 2007. Una década antes que Peter Jackson echara a andar la trilogía fílmica de The Lord of the Rings, ya existía el soundtrack, aunque la canción que se incluyó en la cinta sería una grabación exprofeso. Las tierras de una legendaria Inglaterra con sus castillos, reyes cuyo límite de poder era el cielo, así como una Irlanda de bestias que nadie ha visto, excepto los caballeros que lucharon contra ellas, y una bruma que envuelve a las islas de la Albión, son parte de la evocación que nos trae cada tema, o al menos la mayoría de ellos, compuestos una cantante mundialmente conocida como Enya, quien ha vendido más de 50 millones de discos desde 1987, cantidad que ni una Britney ni una Beyoncé han alcanzado hasta hoy.

La música celta ha estado ahí por décadas, sólo que Enya y Roma Ryan, su cocompositora de cabecera le dieron un adaptación especial, única, que incluye sintetizadores y superposición de voces, todo siempre dentro de un ambiente etéreo, que también invita a repasar pasajes históricos. Y si bien se le ha denominado a su estilo como "New Age con voces", la verdad es menos obvia: muchas otras han tratado de explotar la misma veta, con resultados bastante alejados del éxito comercial. Además, a diferencia de esos exponentes de New Age que resulta imposible de distinguir cuál es cuál, un par de acordes identifican cualquier composición de la irlandesa.

Sabemos de dónde salió esta cantante que lo mismo parece provenir de un cuento de hadas, que de Harry Potter o de la Corte de Enrique VIII: de Irlanda, cuna también de The Cranberries, Van Morrison, U2, The Corrs y The Chieftains, entre otros talentos. Lo que quizá nos sorprenda un poco es su nombre real, que tuvo ocho hermanos, tres de los cuales fueron parte de su primer grupo, que proviene de una familia de músicos y que el inglés fue el segundo idioma que aprendió en su vida, a lo cual quizá añadiriamos que ella toca todos los instrumentos y que los lapsos largos entre un disco y otro se deben a un proceso casi obsesivo de perfección que estuvo a punto, en el 2002, de que Enya abandonara su carrera.

Luego sigue lo que los fans ya conocen: su renuencia a presentarse en vivo luego de una experiencia bastante mala, obstinación que comparte con la inglesa (e igualmente talentosa) Kate Bush. Y, claro, el que fue uno de los primeros rumores de Internet, de que Enya se había suicidado por razones que variaban, ya fuera por depresión ante una inminente hecatombe ecológica o, simplemente, porque ya se le habían acabado las ideas.

"Recuerdo que alguien me llamó por teléfono para preguntar su era cierto. Bueno, si lo fuera no estaría en condiciones de levantar un auricular", refirió la cantante, cuyo nombre verdadero es Eithne Ní Bhraonáin. Lo irónico es que el rumor se dio poco antes de salir The Memory of Trees (la memoria de los árboles), un álbum "póstumo" que al final vendió más de 4 millones de copias.

Otro rumor la ubica como una ecologista radical que no dudaría en irse a vivir a un árbol, o bien como una ludista, o lo que es lo mismo, esas personas enemigas de la tecnología que atenta contra la Madre Tierra. "Muchas de mis canciones son dedicadas a la naturaleza", dice, "pero no soy de quienes protestan cuando alguien corta un árbol para hacer leña o construir un mueble. Proteger a ecología es importante pero no es algo que obsesione mi tiempo".

De la Familia a la Corriente Orinoco

Nacida en 1961 en Donegal, un pequeño condado no muy lejos de Dublín, el ambiente musical en el que creció hizo inevitable que, a fines de los setenta, decidiera formar un grupo con sus hermanos Pól, Ciarán, y dos tíos que eran gemelos. El nombre de la organización era Clannad (Familia, en gaélico) el cual grabó un disco. El mánager de Clannad era Nicky Ryan, quien le vio talento solista a Enya, de modo que sugirió convertirse en su mánager. En 1982 la cantante dejó al grupo y grabó un material independiente. Ya desde entonces la música de Enya se antojaba ad hoc para musicalizar programas y películas de modo que éste se usó en las emisiones televisivas The Frog Prince y The Celts, nombre que, no casualmente, es el de uno de los discos más exitosos de Enya (grabado, por cierto, con motivo da una cinta que nunca llegó a rodarse).

Poco después la cantante consideró regresar a Clannad, algo que al mánager Ryan parecía un retroceso de modo que la convenció de seguir por su cuenta, y para ello logró que su esposa Roma, también compositora, empezara a trabajar con Enya en un nuevo disco. La decisión, como puede preverse, no alegró mucho a la familia Bhraonáin, quienes veían a Ryan como un Coronel Parker que manejaba a un Elvis a su antojo. Pero lo innegable es que la posición donde hoy se halla la cantante habría sido imposible de conseguir sin los Ryan. Clannad, por su parte, ha grabado varios discos, en uno de ellos participó Bono, gran aficionado a la música gaélica. Sin embargo Clannad no se ha acercado al éxito mundial que ha tenido su ex integrante.

Al salir al primer disco en Gran Bretaña, en 1986, el sencillo "Sail Away (Orinoco Flow)" se fue como cohete a las listas británicas, donde permaneció tres semanas, lo cual reflejaba el hambre de los consumidores por escuchar cosas nuevas. Dos años después el tema fue relanzado en Estados Unidos y de ahí al resto del mundo con una trascendencia menor, aunque también importante. A partir de entonces todo álbum de Enya se convertiría en platino.

En un principio las composiciones de Enya se encontraban llenas de referencias de latín pero luego éstas fueron cediendo paso a las letras en gaélico. Como sea, el público no la abandonó, e incluso se interesó más cuando lanzó un par de Extended Plays donde interpretaba "Mack the Knife" a ritmo de jazz (?!) y versiones cantadas en francés de Edith Piaff.

En 1995 salió a la venta The Memory of Trees tras lo cual Enya manifestó, en una de esas raras entrevistas, que la había dejado "físicamente exhausta" dado el esfuerzo que le había costado. Como sea, el CD consiguió disco de oro aunque la cantante tomó en serio su comentario y se dio un receso que duró casi cuatro años, aunque en ese periodo aparecieron en el mercado europeo varias recopilaciones y temas inéditos.

Música reconfortante tras el 11-S

A finales del 2000 salió a la venta a day without rain acompañado de un comunicado donde se insinuaba que éste sería "el último álbum" de Enya, algo irónico si recordamos que algunos críticos apuntaron que la música de Enya "era repetitiva, como ese tío que viene en vacaciones a contarnos las mismas historias", según escribió uno de ellos en Rolling Stone. Y en efecto, las ventas del disco habían sido lentas. Hasta que ocurrió la tragedia del 11 de septiembre del 2001.

Un DJ de Nueva York tuvo la idea de incluir comentarios de los bomberos y de sobrevivientes en el tema "Only If", que venía en a day without rain, y las ventas se dispararon, más aun cuando varios noticieros la utilizaron como cortinillas cuando se abordaba el 11-S. El optimismo de Enya, así como sus letras habían adquirido un cariz reconfortante ante los atentados. Esa fue razón para que la irlandesa se olvidara de un posible retiro y comenzara a trabajar en su siguiente producción que saldría a la venta hasta el 2006 con el nombre de Amarantine.

Cuando apareció su primera producción, Enya se enfrentaba a un mercado dominado por Paula Abdul, Jody Watley y Martika, de los cuales lo único que persiste es el olvido --ni hablar de su paisana Sinead O'Connor-- en estos días donde Hillary Duff y una criogenizada Madonna marcan los estilos, Enya parece perfilarse para un rato todavía más largo. Tiene tras de si el legado de un pueblo enormemente talentoso como el irlandés.

© copyright, Derechos Reservados, 2007 

 

 

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3  comentarios

mayra_ortiz escribe 17.09.07

el mismo disco??? JAJAJAJAJA, este cuate la verdad ni idea tiene de lo que dicde, enya es una gran artista digna de admirarse porque ha hecho valer su talento sin tener que quitarse la ropa en un escenario, enseñando los senos en un superbowl o cortándose el pelo a rapa, ella se dedica a lo suyo con cada disco que suena como una experiencia distinta. soy una fan total de enya y le deseo muchos discos aunque suenen igual, la verdad eso no me importa ni tantito...

laura_lopmed escribe 17.09.07

Las canciones de Enya son una maravilla cuando queremos relajarnos luego de un duro día en el trabajo; siempre he admirado el trabajo de esta irlandesa y recuerdo cuanto me entristeció la noticia sobre su supuesto suicidio afortunadamente era solo un rumor... la informacion que lei realmente no es nueva pero me da gusto que hablen de una compositora exitosa que no se deja llevar por las modas del momento... le deseo muchos años de vida a Enya y que sus canciones se escuchen por mucho tiempo.

carlos_rodarte escribe 17.09.07

Ahora sí que estoy en desacuerdo con ustedes pues lo único que ha hecho Enya es reciclar el mismo disco quién sabe cuántas veces. Su fórmula es bien sencilla; una canción instrumental seguida de otra con letras en latín o ese lenguaje que inventó para luego seguir con una canción más o menos movida que después es promovida como hit y luego cierra con otro instrumental, tanto así que resulta imposible distinguir cuál canción corresponde a cuál disco. Ya debería ser hora que intentara algo nuevo, pero como sus discos se siguen vendiendo igual no creo que lo vaya a hacer pronto.

Saludos desde Ciudad Mante, Tamaulipas

 

 

 

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