NACIONAL: El PVEM y su chocante complejo de nana

No conformes con atiborrar a los ciudadanos con propaganda tan inútil como costosa, los partidos políticos quieren ahora decidir lo que debemos comer, prohibirnos ver espectáculos con animales y creen que nos hacen felices enviándonos tarjetitas de descuento. Ponga al Partido Verde a la cabeza de estas organizaciones niñeras decididas a fastidiarnos la existencia

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Por Roberto Rojas P.

MAYO, 2015. Tengo en mis manos una tarjetita, supongo que de débito, que con el falsísimo título de "apreciable afiliado Roberto Rojas", el Partido Verde hizo llegar a mi domicilio. La tarjeta, idéntica a las que manejan los bancos, lleva el pomposo nombre de Premia Platinum y ofrece, cortesía del partido del tucán, descuentos de monedero electrónico en los establecimientos comerciales "de prestigio".

Pero aquí detecto un problemita, más bien dos: ¿quién autorizó al PVEM a ingresar a la base de datos donde está mi nombre? No soy miembro de ese partido ni jamás he proporcionado información alguna a sus encuestadores pero la tarjeta lleva mi nombre rotulado, información que únicamente ha proporcionado a dependencias como Hacienda o el mismo INE donde se encuentra registrado mi nombre y el número de credencial para votar. ¿Quién autorizó a ese partido el enviarme ese pedacito de plástico que yo jamás les solicité, de paso afiliándome a una organización política que lo único que me produce son retortijones?

Segundo: esta es otra de las libertades que el PVEM se toma al creer que piensa y decide por todos los mexicanos. Más que el PRI, que el PRD y aun el PAN, los del tucán son el partido nana más molesto de México. ¿Dónde están las millones de firmas ciudadanas que los llevaron a proponer la prohibición para utilizar animales en los circos?

Para colmo, el sobre donde viene la tarjeta en cuestión dice "sin costo". Falso: tanto los descuentos como la hechura de ese plastiquito corren por cuenta de nuestros impuestos, los mismos que permiten al Niño Verde darse la gran vida sin necesidad de ponerse a trabajar como el resto de nosotros; los votantes nos vemos obligados a mantener zánganos que creen que tienen mejor criterio que todos nosotros, que nos consideran niños chiquitos o, en el mejor de los casos, que somos unos seres sin sentimientos por ir a ver un espectáculo circense con tigres y con elefantes.

El daño que esta última prohibición promovida por el PVEM traerá son incalculables. En vez de realizar un censo de los animales de circo que supervise y monitoree que se les dé un trato digno --el cual, por cierto, se les suele proporcionar-- el eliminarlos de los circos no solo deja sin empleo a domadores y a veterinarios sino que condena a los animales a una muerte temprana. ¿Cómo infiernos creen los sabiondos del PVEM que se puede mantener a un elefante a un tigre de bengala si no es con el dinero que sale del boletaje? Al igual que el estúpido impuesto que se aprobó en la comida para perros y gatos (lo cual obligó a muchos dueños a alimentarlos con desechos), esta prohibición resulta más perjudicial que el supuesto beneficio que acarreará; cientos de estos animales terminarán siendo sacrificados ante el alto precio que resulta mantenerlos.

¿Qué en muchos circos se ha da dado trato inhumano a estas bestias? Sin duda. Pero también hay que ver cuánto ha avanzado su cuidado las últimas décadas; si el maltrato se dio se debió una absoluta falta de control sanitario de estos animales. Los señores del PVEM quieren que los circos de México sean una reproducción del Cirque de Soleil, donde no se utilizan animales. Desafortunadamente, en una economía apachurrada como la nuestra, el contratar malabaristas, payasos y trapecistas de alta calidad cuesta muchísimo dinero. Y es que esa es otra: al tener únicamente seres humanos en el circo, los costos en trámites, sueldos y prestaciones se disparan hasta la pesadilla y hacen el negocio incosteable. Por eso tiene razón uno de los miembros de la familia Atayde al afirmar que el PVEM no quiere regularlos, quiere aniquilarlos, máxime al penalizar un trabajo que, de acuerdo a la Constitución, es honrado y por tanto válido.

¿Qué sigue? Hace años que no voy a un circo pero recuerdo que una de sus principales atracciones era el hombre bala. Sí aún existe ¿también lo prohibirá el PVEM alegando que cada cañonazo produce contaminación auditiva? ¿Se exigirá que en vez de los algodones de azúcar, las semillitas, los cacahuates y las nogadas que se venden a la entrada de los circos únicamente se vendan frutas y verduras?

La cereza final del despotismo del PVEM: Es un partido que no solo es aliado incondicional del PRI sino que se encuentra corrompido hasta el tuétano. ¿Cómo olvidar ese video del Niño Verde extorsionando a unos inversionistas en Cancún aunque dispuesto a cambiar de opinión si le tocaba su moche en la transacción? Al tenerlo entre sus filas y aludir que busca el bien público equivale a confiarle a Al Capone las llaves de la caja fuerte.

Hasta el último vistazo, el PVEM seguía siendo un partido minoritario en México pero, increíblemente, ha avanzado su agenda mejor que otros partidos supuestamente más fuertes. Si las causas fueran racionales y realmente representaran la inquietud ciudadana se les consideraría loables. Pero ni a usted, querido lector, ni a mí, en el entendido que no tengamos relación alguna con el mundo circense, la prohibición de los animales en los circos no nos traerá beneficio alguno en nuestro bienestar. Cuando una ley no beneficia a la mayoría pero sí perjudica a un determinado sector productivo está marcando un acto populista. Y eso es lo que ocurre con esta absurda legislación del PVEM.

Y ahora paso a cerrar el artículo, no sin antes anunciar que en unos minutos pasaré a incinerar la tarjeta Premia Platinum. Señores del PVEM: muchas gracias, pero no. Ya estoy bastante grandecito como para andarle haciendo al clientelismo chafa.

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_{3 C}_omentarios

luisfabian75 escribe 13.05.15

El Tribunal Federal Electoral ya declaró ilegales las tarjetas del PVEM

juan_carvajal_moreno escribe 06.05.15

Les escribo para comentar sobre el texto escrito por Roberto Rojas P. respecto al partido verde. Si bien estoy de acuerdo con que el PVEM es un perrito fardero del PRI, una propuesta suya establece facilidades fiscales a las empresas que contraten a recién egresados y esto es plausible.

belton_situs escribe 05.05.15

Vivimos en una partidocracia que nos atosiga con propaganda donde nos creen idiotas porque culpan a unos sin verse la colota que ellos mismos cargan, cuando el PAN acusa al partido verde se olvida que por su culpa entramos a una espiral de violencia debido a una estrategia hecha con las patas para combatir al crimen organizado, y si lo hace el PRD se les olvida la enorme corrupción e impunidad que se da en las entidades que gobierna y ha gobernado (¿ya se nos olvidó que el ex gobernador de Guerrero y el alcalde Abarca eran perredistas?) y cuando el PVEM acusa se les olvida que sus medidas solo han servido para cerrar fuentes de empleo y cuando Morena acusa se pasa por alto que cuando López Obrador era jefe de gobierno del DF vimos a un funcionario de ese gobierno embolsarse billetes producto de un soborno.