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NACIONAL
México 2014:
Ayotzinapa y algunas inquietudes
Es bien sabido que el
Estado mexicano no moverá un solo dedo si sus gobernados siguen pasivos
ante los atropellos y la impunidad, por ello las marchas pacíficas por
Ayotzinapa son dignas de apoyo. ¿Pero por qué la búsqueda de
culpables se está desviando sospechosamente? Unas inquietudes al
respecto
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Por Roberto Rojas M.
DICIEMBRE, 2014. Como millones de personas en este país, me sentí furioso
cuando los 43 normalistas de Ayotzinapa de esfumaron del territorio mexicano hace casi mes y medio. Era el colmo: un alcalde prepotente y su esposa malhumorada aparentemente entregaron a esos muchachos a un grupo delincuencial que estaba ligado con la policía del municipio de
Iguala. Fue lo que colmó a muchos: tras varios años de ver cómo subían los niveles delincuenciales
en todo el país y el ver a unos cuerpos policíacos que chupaban presupuesto público sin capturar
ni a un mosquito, ya no digamos proporcionar la seguridad por la cual reciben un sueldo, lo de Ayotzinapa vino a ser el último
tinazo de agua que tronó al dique.
Con ese hecho se acabó la buena suerte que parecía acompañar al gobierno mexicano. Se acabó el
Saving Mexico --lo que, de paso, debiera ya tener al TIME a nivel de pasquín-- las autoporras por las reformas, sobre todo la energética. Incluso unos días antes de Ayotizinapa, el secretario de Gobernación
Osorio Chong había tenido una charla "de cuates" con los estudiantes del Politécnico quienes al ver súbitamente que el funcionario aceptaba sin
chistar a sus demandas, se pusieron a pedir más, tanto que el segundo hombre más importante en el gabinete después de Peña Nieto "se cansó", Incluso en la marcha de conmemoración del 2 de octubre se había logrado controlar y apaciguar a los anarquistas por parte de los mismos manifestantes.
Y Osorio Chong ya comenzaba a emitir aroma de presidenciable.
Con esto, Ayotzinapa se sumará a Aguas Blancas, y naturalmente a Tlatelolco, como otra fecha del victimario nacional, como si en realidad necesitáramos otra más.
Sin embargo y ya que he manifestado mi indignación, a lo que añado mi apoyo hacia aquellos que protestan en las calles --el Estado mexicano no moverá un solo músculo mientras sienta que gobierna a una sociedad pasiva, lo dice claramente la historia-- también es menester señalar ciertas inquietudes en torno al rumbo que ha tomado el asunto, y creo que es momento de abordarlas. Revisemos el conteo:
1. Las protestas contra Peña Nieto que incluso le piden la renuncia, no suenan muy congruentes. Aclaro que lo último que quisiera hacer es defender al
presidente Peña, cuya ineptitud financiera, manifiesta en el gasto
público que sigue creciendo, nos está acercando peligrosamente a la inflación y a la inestabilidad económica, y de este autor se acuerdan. Pero hasta donde sé, el alcalde de Iguala y su señora era perredistas lo mismo que el gobernador obligado a renunciar y el que está hoy en calidad de interino. ¿Por qué no hemos visto manifestaciones y protestas afuera del Cereso
en Guerrero donde la llamada Pareja Imperial se encuentra encerrada?
2. Había un hilo finísimo que llevó a ubicar a la pareja escondiéndose en Iztapalapa, el bastión perredista que más votos la ha dado a López Obrador en sus candidaturas por la presidencia. Más tarde el tabasqueño dice en una
entrevista que "no conocía" a la pareja imperial pero a las pocas horas se dufunden unos videos
que lo balconean pues aparece muy riondo y abrazando a Abarca y señora con gestos y sonrisas que, en el mejor de los casos,
serían preocupantes al ver cómo alguien que aspira a ser presidente de México pudiera
padecer semejante amnesia. Pero ahí se detuvo todo; más tarde el padre Solalinde dijo que en realidad los Abarca habían sido encontrados en Veracruz sin que ningún medio le pidiera pruebas de su aseveración. A partir de entonces
el hilo se perdió y la atención fue desviada hacia el habitante de Los Pinos. ¿Ha sabido usted que alguien haya abundado
sobre la relación de López Obrador con la pareja imperial? Yo tampoco.
3. Igualmente nadie parece preocuparse por el gigantesco daño que el asunto ha provocado al turismo de Guerrero, con pérdidas multimillonarias peores que las de un huracán. Por lo visto los empresarios son
ciudadanos de segunda pese a que la actividad turística aporta casi todo el dinero que entra al estado.
A la ferocidad fiscal y al acoso del crimen organizado, para colmo el
comercio guerrerense ahora tiene que sufrir las consecuencias de un
asunto del que no tiene nada qué ver. Se está estrangulando a la
gallina de los huevos de oro de Guerrero y a cambio solo escuchamos
bostezos o indiferencia.
4. Un "lo sentimos" ha bastado al PRD para que nadie recuerde que Abarca y el gobernador fueron postulados por ese partido; con la promesa de "seremos más cuidadosos", no se repara en el hecho que la colusión policías-delincuentes en Guerrero se dio bajo gobiernos amparados por el sol azteca. Se sabía en la entidad de las ligas de la malgenuida esposa de Abarca con grupos que
comercializan drogas (incluso perdió a uno de sus hermanos) pero aun así el PRD dio su aval para su postulación a la alcaldía. Imaginemos si esto hubiera ocurrido en una entidad gobernada por el PAN. ¿Igualmente se estaría exigiendo la renuncia de Peña Nieto?
Hay más interrogantes: ¿Fue la salida de Cuauthémoc Cárdenas del PRD una manera de llamar la atención sobre lo que realmente ocurre al interior de ese partido? Cierto, Abarca y
el ex gobernador Aguirre en otros tiempos habían sido distinguidos priístas ¿pero que acaso se olvida que lo mismo ocurre con López Obrador y buena parte de la dirigencia tanto del PRD como de Morena? Una improbable renuncia de Peña Nieto, lejos de aplacar los ánimos, podría llevar al país a un estallido social y a una
brutal lucha por el poder. ¿A quién conviene este escenario'
Esperemos que los próximos meses la indignación por Ayotzinapa logre
encauzarse totalmente dentro de la mesura y la ilegalidad. De lo contrario, el
Saving Mexico se convertirá en una de las frases más sarcásticas de la historia.
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