ULTIMA ACTUALIZACI�N 30 DE AGOSTO 2007
AV. FRANCISCO. I. MADERO 170
LA COLMENA,
CIUDAD NICOL�S ROMERO,
ESTADO DE M�XICO
�NDICE
HISTORIA DEL MUNICIPIO
Epoca Prehisp�nica | Epoca Colonial | Vida Municipal | M�xico Independiente | El Porfiriato |
Epoca Revolucionaria | Epoca Postrevolucionaria | Epoca Moderna | Personajes Ilustres | Cronolog�a de Hechos Hist�ricos |
PERSONAJES DEL MUNICIPIO DE NICOL�S ROMERO |
19�37'N 99�18'W.
Nicol�s Romero es un municipio conurbado e integrado en la cuenca del Valle de M�xico, presenta una problem�tica ambiental t�pica de la zona metropolitana; y, contribuye a la calidad del aire con las emisiones contaminantes generadas en su territorio municipal.
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El municipio que hoy es conocido como Nicol�s Romero, anteriormente se llamaba Atzcapotzaltongo Se localiza en la secci�n occidental de la cuenca del Valle de M�xico y pertenece a la regi�n II, de Zumpango y XIII distrito judicial de Tlalnepantla. La superficie del territorio de Nicol�s Romero es de 233.508 Km2 (Nomenclator de localidades del Estado de M�xico, 1995), lo que representa el 1.05% del total de la superficie del Estado de M�xico.
El nombre m�s antiguo que se conoce al municipio es Azcapotzaltongo, palabra de origen n�huatl y t�rmino conocido como aztequismo, formado por los siguientes vocablos:
Actualmente al municipio se conoce con el nombre de Nicol�s Romero. Este nombre lo lleva para honrar la memoria del coronel Nicol�s Romero, quien particip� en la llamada Guerra de Reforma al lado de las fuerzas juaristas.
Posteriormente, Nicol�s Romero, combati� a los invasores franceses, a los que propin� numerosas derrotas; finalmente, �stos terminaron fusil�ndolo el 18 de marzo de 1865 en la Plazuela de Mixcalco: lo anterior ocurri� en el periodo hist�rico registrado como segundo imperio.
Al municipio se le ha conocido, con los siguientes nombres:
AZCAPOTZALTONGO, en la �poca prehisp�nica; SAN PEDRO AZCAPOTZALTONGO, durante casi todo el periodo colonial; MONTE BAJO, de 1821 al 18 de Abril de 1898, en que por decreto No. 38 de la Legislatura Local, la cabecera municipal de Monte Bajo, conocida como pueblo del mismo nombre, es elevado a la categor�a de villa y se le denomina Villa Nicol�s Romero.
Es a partir de 1900, en que al municipio se le principia a llamar Nicol�s Romero, nombre que hasta la fecha conserva. Aunque se debe aclarar que no existe un decreto que cambie el anterior nombre de municipio de Monte Bajo.
El 11 de septiembre de 1998, por decreto No. 63 de la Legislatura Local, y por gestiones del Ayuntamiento 1997/2000, la cabecera municipal fue elevada a la categor�a de ciudad y actualmente se conoce como Ciudad Nicol�s Romero.
AZCA-PUTZAL-TON-CO
Azcatl: hormiga.
Putzalli: tierra levantada, terreno.
Tontli: (radial) diminutivo.
Co: lugar, en
Por lo que Azcapotzaltongo, seg�n el Dr. Cecilio A. Robelo, se debe traducir como �en los peque�os hormigueros�.
En 1995, Nicol�s Romero ten�a una poblaci�n 237,064 habitantes (Conteo de Poblaci�n y Vivienda del Estado de M�xico), con una densidad poblacional de 1,015 hab./km2. a alta densidad urbana ha sido producto de un constante proceso de ocupaci�n del suelo por asentamientos irregulares, los cuales tienen como promotor la demanda de suelo barato. En la d�cada de los 70�s, la tasa de crecimiento fue del 9.0%, y en los a�os 80�s bajo al 5.0%.
El Instituto Nacional de Estad�stica, Geograf�a e Inform�tica (INEGI) establece en 1995 una poblaci�n en Nicol�s Romero de 125,378 hombres y 126,065 mujeres, es decir un 0.54% m�s de mujeres, contra la estad�stica de inscripci�n educativa municipal del periodo escolar 1996-1997, que registra una poblaci�n de 29,698 hombres y 27,922 mujeres lo que significa un 5.9% mayor de hombres. Si tomamos como modelo la generaci�n registrada por INEGI en 1990, de 2,842 hombres y 3,100 mujeres, la inscripci�n de esa generaci�n a primer a�o de primaria en 1996 registra 3,800 hombres y 3,584 mujeres, es decir, un 10.8% mayor al conteo de INEGI.
Si consideramos que la poblaci�n de Nicol�s Romero era de 70,000 habitantes hasta 1968, con la inmigraci�n, las invasiones de tierra y la actual tasa de natalidad, la poblaci�n creci� en un 200% en menos de treinta a�os. Lo que equivale a decir que de 1900 a 1968 la poblaci�n aument� en un 20.8% y de 1969 a 1997 en un 200%.
Otro factor lo se�ala el hecho de que INEGI registra en 1959, a 3,321 nacimientos, y en 1960 a 11,032, indicando que el n�mero de nacimientos creci�, tan solo en un a�o, en un 332%. Sin embargo; esta cifra no concuerda con la primera ola de inmigraci�n, que sucedi� despu�s de 1965, y que provino de las colonias Bondojito y Candelaria de los Patos, del Distrito Federal, conformando la actual colonia de Francisco Sarabia, denominada como el Puerto de Chivos.
Nicol�s Romero, a febrero de 1998 es un municipio con una poblaci�n contable de 336,174 habitantes y tal vez mayor a los 350,000, diseminados en un territorio de 233.51 kil�metros cuadrados, dos veces mayor que el territorio de Tlalnepantla; con una tasa de crecimiento del 5.2%, muy superior a la nacional del 2.7%, lo que significa que el aumento de �sta es contraproducente a la extensi�n territorial, porque carece de una infraestructura econ�mica viable para absorber dicho crecimiento poblacional, am�n de la orograf�a que dificulta la creaci�n de esa infraestructura.
Del total de la poblaci�n una tercera parte est� constituida por j�venes menores de 20 a�os de edad. Hasta noviembre de 1997 se contaba con 116,414 menores de dieciocho a�os, de los cuales, en junio del mismo a�o, 57,620 se encontraban capturados en el sistema educativo municipal y, para septiembre, eran 59,907.
En t�rminos globales, aproximadamente 189,000 personas se trasladan diariamente a los municipios aleda�os y al Distrito Federal para asistir a sus fuentes de trabajo, pues la escasa industria existente no absorbe ni siquiera el 5% de la poblaci�n no ocupada; de acuerdo a los padrones de las Direcciones de Recaudaci�n Fiscal y Servicios P�blicos, la poblaci�n econ�micamente activa ocupada en el municipio, est� constituida por 24,149 habitantes porque cuenta con s�lo 13 microempresas, 4,846 comercios establecidos registrados y 5,650 dedicados al comercio semifijo y ambulante. De tal suerte, la econom�a municipal s�lo cuenta con dos ramos de importancia: el servicio de transporte p�blico, el cual pertenece a la jurisdicci�n de la Secretar�a de Comunicaciones y Transportes y constituye uno de los problemas sociales m�s graves del municipio; y el comercio establecido y ambulante, que mantienen un flujo constante de poblaci�n hacia el Distrito Federal y otros municipios para el abastecimiento de mercanc�as, y es la �nica actividad econ�mica rentable para los habitantes por ser un municipio dormitorio.
Sin considerar a los pocos j�venes que estudian fuera del municipio y a los profesionistas que laboran por igual, podemos afirmar que el �ndice de migraci�n diaria es mayor del 68%. En tanto que la fuerza de trabajo emigrante representa el 56%, la poblaci�n econ�micamente activa ocupada en el municipio, tan s�lo representa el 7.1%.
La cabecera municipal es llamada Ciudad Nicol�s Romero.
Cuatro Pueblos Fabriles: El Progreso Industrial, ubicado a 6 kms. de la cabecera municipal; aqu� funcion� la f�brica de papel m�s grande de M�xico, la actividad econ�mica es el comercio.
Barr�n: Que nace alrededor del auge textil iniciando en 1847 ubicado a 4 kms. de la cabecera. El comercio es su principal actividad.
La Colmena: El origen de este poblado es id�ntico al anterior. Funciona una f�brica de cart�n corrugado. San Ildefonso: Nace en 1847, es la �nica industria del siglo pasado que sigue funcionando.
Tres Pueblos Coloniales, que son transfiguraci�n: Poblado rural dedicado a actividades agropecuarias con poca actividad comercial.
San Jos� el Vidrio: Tambi�n se puede considerar poblado rural, con actividad agropecuaria y alto �ndice de comercios.
San Juan de las Tablas: Eminentemente agr�cola y con riqueza forestal.
Tres Pueblos Prehisp�nicos Que Son: Cahuac�n, Tlillan San Miguel Hila y San Francisco Mag�
Direcci�n General de Educaci�n del Estado de M�xico tiene registradas en el municipio 61 escuelas de preescolar, la Direcci�n de Educaci�n Cultura y Bienestar Social del Ayuntamiento ignora la existencia de ese registro, la Subdirecci�n de Educaci�n de la misma confirma s�lo 50 escuelas y, por su parte, los Consejos de Participaci�n Ciudadana especulan sobre la existencia de m�s de 70 escuelas de preescolar de tipo clandestino. A�n cuando no existe ning�n censo con relaci�n a �stas, resulta m�s confiable la informaci�n �ltima por el hecho de que en septiembre de 1996 se inscribieron 3,382 ni�os a preescolar y 7,384 a primer a�o de primaria; es decir un 46% m�s de lo registrado por la Direcci�n General de Educaci�n. Y hasta noviembre de 1998 no existe un solo dato oficial en la Direcci�n de Educaci�n Cultura y Bienestar Social del Ayuntamiento.
El segundo problema m�s grave que enfrenta el municipio de Nicol�s Romero a fines del siglo XX es el educativo.
Para junio de 1997 el sistema educativo del municipio contaba con 61 escuelas registradas para el nivel preescolar: 33 estatales y 28 federalizadas, lo que representaba el 32.10% de la infraestructura educativa; 112 escuelas primarias: 53 estatales y 59 federalizadas, que correspond�an al 47.30% de la misma; 31 escuelas secundarias: 18 estatales y 20 federalizadas que eran el 16.30%; y 5 escuelas del nivel medio superior del sistema estatal, siendo tan s�lo el 4.20% de todo el sistema educativo en el municipio.
De la poblaci�n contable de 116,414 menores de 18 a�os se encontraban en la misma fecha 3,382 en preescolar, 36,186 en primaria, 13,223 en secundaria y solamente 2,299 en el nivel medio superior, sumando un total de 57,620.
De acuerdo a estos datos, la capacidad de absorci�n del sistema educativo del municipio, para esta poblaci�n estudiantil es la siguiente: el nivel preescolar absorbe al 2.90% de los alumnos, el nivel de primaria al 31.08%, el nivel secundario al 11.35% y el nivel medio superior tan s�lo al 1.97%. Confrontando estos datos, encontramos los resultados expuestos en la tabla 3.
Tabla 3. Sistema Educativo Municipal (junio de 1997)
Fuentes: Secretar�a de Educaci�n, Cultura y Bienestar Social,
Gobierno del Estado de M�xico; Encuesta realizada por el autor.
Nivel |
Infraestructura |
Total de los menores |
Preescolar |
32.10% |
2.90% |
Primaria |
47.30% |
31.08% |
Secundaria |
16.30% |
11.35% |
Media Superior |
4.20% |
1.97% |
Sin escuela |
52.70% |
Si suponemos que los alumnos capturados en los niveles preescolar, b�sico y medio b�sico son todos los menores de 16 a�os y suman 52,721, siendo el 46%, podemos determinar que los restantes 63,623, incluyendo a los menores de seis a�os, es decir el 54%, son los mayores de 16 a�os, y de ellos solamente 2,299 se encontraban estudiando en el sistema educativo municipal; lo cual nos indica que en junio de 1997, mientras que el 100% de los menores de 16 a�os se encontraban estudiando, solamente el 3.6% de los mayores de esa edad continuaban sus estudios, quedando 61,324 j�venes al margen de la educaci�n. De los j�venes que egresaron de la secundaria desde junio de 1994 hasta junio de 1997, el 96.40% qued� marginado del Sistema Educativo Nacional y, por ser menores de 18 a�os, tambi�n se marginan del sistema de producci�n y de consumo. Sin considerar a los pocos que aprobaron el examen �nico de admisi�n a preparatoria, y a los que estudian fuera del municipio, la contribuci�n que realiza el sector educativo municipal a la sociedad de Nicol�s Romero, es �nicamente la producci�n de marginaci�n social del 18.17% anual.
Tomando como base el n�mero de alumnos inscritos en el tercer grado de secundaria en el periodo lectivo 1996-1997, podemos determinar el porcentaje de crecimiento de la poblaci�n mayor de 16 a�os y menor de 18, conforme egresan del tercer a�o de secundaria por medio de las generaciones inscritas en los diversos grados durante el mismo periodo escolar. Los datos se muestran en la tabla 4.
Tabla 4. Aumento del porcentaje de alumnos egresados de Educaci�n Secundaria.
Fuente: Extrapolaci�n realizada por el autor.
Periodo Escolar |
% |
1998 � 1999 |
49.97% |
1999 � 2000 |
57.88% |
2000 � 2001 |
65.27% |
2001 � 2002 |
63.80% |
2002 � 2003 |
57.88% |
2003 � 2004 |
87.31% |
En junio de 1998 egresaron del tercer grado de secundaria 4,395 alumnos, en junio de 1999 egresar�n 4,886, en junio del 2000 ser�n 5,912, en junio del 2001 egresar�n 6,224, para junio del 2002 ser�n 6,515, para junio del 2003 ser�n 6,457, para junio del 2004 egresar�n 6,224, y para junio del a�o 2005 egresar�n 7,384 alumnos.
De no existir una infraestructura educativa de nivel medio superior que sea capaz de absorber el 80% de esta poblaci�n, Nicol�s Romero corre el riesgo de tener los �ndices m�s altos de vandalismo, drogadicci�n, prostituci�n y maternidad infantil en el estado de M�xico; en tanto que para marzo de 1998 los �ndices de criminalidad a�n resultaban envidiables para otros municipios como Nezahualc�yotl, Tlalnepantla y Naucalpan, porque el �ndice de criminalidad s�lo representaba el 0.50% de los problemas que aquejan al municipio. (Tabla 4)
Los �ndices de drogadicci�n y vandalismo son a�n bastante bajos en este municipio. Del 1 de enero al 31 de diciembre de 1997 fueron cometidas 1,755 faltas administrativas y aproximadamente 7 delitos graves. El problema de la maternidad infantil, en cambio, es mayor. De las adolescentes que egresaron de la secundaria "Sor Juana In�s de la Cruz" en el pueblo de San Francisco Mag� durante los a�os de 1988, 89, 90 y 91, m�s del 80% fueron madres antes de cumplir los 17 a�os de edad. Para diciembre de 1997 s�lo exist�an aproximadamente 10 grupos de j�venes marginales, con una estructura que no re�ne las caracter�sticas t�picas de la delincuencia vand�lica como se presenta en otros municipios; esto se debe a que la misma infraestructura urbana que ha impedido, por un lado, el desarrollo industrial, tambi�n ha evitado, por otro lado, el desarrollo de los movimientos contestatarios que ello acarrea. Grupos que coinciden con las colonias irregulares de tenencia de la tierra y zonas de extrema pobreza, como son: Jim�nez Cant�, Ju�rez Barr�n, Francisco I. Madero, Francisco Sarabia, Granjas Guadalupe, San Juan Tlihuaca, Ejido Azotl�n, San Isidro la Paz y Loma de la Cruz.
Un problema m�s radica en la presi�n ejercida por parte de la administraci�n educativa sobre los maestros, la injerencia de un partido pol�tico en la instituci�n educativa, el abuso irracional de la administraci�n escolar y la falta de coordinaci�n del sistema educativo municipal por parte de los ayuntamientos, han logrado que la educaci�n p�blica en el municipio dedique m�s tiempo al quehacer administrativo y c�vico, descuidando el aspecto cient�fico de la ense�anza, a tal grado que el porcentaje de conocimientos impartidos durante el per�odo escolar l996-l997 fue s�lo el 37.60% de los programas escolares, como lo muestra la tabla 5.
Tabla 5. Resultados del examen �nico de admisi�n al bachillerato aplicado por el CENEVAL
Fuente: CENEVAL
Asignatura |
Indice de Aprobaci�n |
Espa�ol |
3.8 |
Civismo |
3.4 |
Historia |
3.2 |
Geograf�a |
2.3 |
Matem�ticas |
3.2 |
F�sica |
2.2 |
Qu�mica |
1.8 |
Biolog�a |
2.7 |
Promedio General |
37.60% |
De acuerdo al Centro Nacional de Evaluaci�n (CENEVAL), el municipio de Nicol�s Romero obtuvo durante los per�odos escolares 1995-1996 y 1996-1997, el �ltimo lugar en el examen �nico de admisi�n a preparatoria. Ante la falta de una legislaci�n promovida por la diputaci�n federal para la creaci�n de un sistema de evaluaci�n escolar m�s objetiva y menos burocr�tica para los maestros, y ante las medidas ordenadas por la Secretar�a de Educaci�n P�blica (SEP), estos se ven obligados a utilizar un sistema de evaluaci�n que est� prohibido jur�dicamente en pa�ses como Jap�n, Alemania, Canad�, Estados Unidos de Norteam�rica, Francia e Inglaterra. Y es la evaluaci�n por medio de la m�xima de aciertos a cuestiones respondidas, es decir, obligados a no tener demasiados alumnos reprobados, los maestros califican a partir de quien obtuvo mayor n�mero de aciertos; si en un examen de 100 preguntas los alumnos responden solamente 30 y de �stas el n�mero mayor de aciertos es de 26, a partir de este n�mero se da la calificaci�n de 10 hacia abajo, lo que significa que a�n el alumno que obtiene un 10 de calificaci�n, en t�rminos reales se encuentra en un porcentaje muy inferior a la escala de conocimientos b�sicos.
Tabla 6: Egreso y capturaci�n de alumnos.
Fuente: Direcci�n General de Educaci�n del Estado de M�xico;
CENEVAL
No. de alumnos |
% |
|
Egresados |
3,942 |
100% |
Aprobados |
872 |
22% |
Inscritos |
1,342 |
34% |
La consecuencia inmediata del bajo porcentaje de conocimientos impartidos durante la secundaria es la creaci�n de un total estado de indefensi�n de los estudiantes para enfrentar el examen �nico de admisi�n a preparatoria, el cual no consiste en un examen, sino en un juego de azar, donde la nula preparaci�n acad�mica del alumno se convierte en un golpe de suerte para ingresar al nivel medio superior. De 3,942 j�venes que egresaron de la secundaria en 1997, solamente 872 aprobaron el examen �nico de admisi�n; 1,342 reprobados en total fueron capturados por el Sistema Educativo Municipal.
De los 1,033 alumnos que se inscribieron en el periodo escolar 1996-1997, solamente 655 aprobaron el primer semestre, 378 desertaron, y de los 696 alumnos que estudiaban el segundo semestre, solamente 533 cursaron el tercero, dando un margen de 541 desertores de la educaci�n media superior.
Si consideramos que de los 3,942 j�venes que egresaron de secundaria en el mismo periodo escolar, 2,409 no ingresaron a preparatoria, as� como 651 egresados de primaria no lo hicieron a primero de secundaria, nos da un total de 2,184 j�venes menores de l8 a�os que quedaron marginados de la educaci�n en tan s�lo un periodo escolar, y que sum�ndolos a los marginados del periodo escolar 1995-1996, podemos calcular que para julio del a�o 2000, de mantenerse el descuido de esta poblaci�n, tanto por los gobiernos federal, estatal y municipal, habr� en el municipio de Nicol�s Romero m�s de 15,000 j�venes mayores de 15 a�os y menores de 18 a�os en la completa ociosidad.
Para entender la problem�tica actual de Nicol�s Romero, se debe considerar en primer t�rmino, que su crecimiento ca�tico y an�rquico es el resultado de varios factores que se conjugaron al mismo tiempo con la problem�tica nacional, en cuanto a la relaci�n que se da entre pobreza y aumento de la poblaci�n, las cuales se conjugan al mismo tiempo, con el bajo nivel educacional. Esta simbiosis ha sido caracter�stica de aquellos pa�ses donde el desarrollo industrial es deficiente o sumamente escaso, generando comunidades en extremo pobres y con altos �ndices de poblaci�n infantil en una competencia que no tiene fin, porque con el crecimiento anomial de la poblaci�n crecen las necesidades y, por ende, las demandas familiares de satisfactores de vida, como son trabajo, educaci�n, vivienda, vestido, etc�tera; con ello, y est� comprobado por la experiencia de muchos pa�ses, principalmente aquellos en los cuales la investigaci�n cient�fica a�n permanece al margen del quehacer gubernamental en calidad marginal, que s�lo disminuyen las probabilidades para obtener esos satisfactores, generando una gran cantidad de conflictos sociales como prostituci�n, alcoholismo y marginaci�n social, principalmente.
En nuestro municipio basta notar el aumento de la poblaci�n en aquellas comunidades en donde la tenencia de la tierra es irregular y, como consecuencia, existe una gran carencia de desarrollo econ�mico. Por ejemplo, la escuela primaria de la Colonia Granjas de Guadalupe ocupa el primer lugar en el �mbito municipal, con una poblaci�n de 2,312 alumnos, pues por su situaci�n geogr�fica absorbe la mayor parte de los ni�os que provienen de las zonas de extrema pobreza, como lo son las colonias Flores Mag�n, Clara C�rdoba Mor�n y San Isidro la Paz, marcando la gran diferencia del 68% superior, respecto a la poblaci�n escolar de 720 alumnos en la escuela de la colonia Vicente Guerrero, cuya tenencia de la tierra est� regularizada.
El municipio de Nicol�s Romero se encuentra en la regi�n socioecon�mica "C" en donde los salarios m�nimos son los m�s bajos a nivel nacional. Esta situaci�n se presenta por la gran cantidad de actividades extensivas y de autoconsumo.
La poblaci�n econ�micamente activa corresponde a 65,096 habitantes, de los cuales el 96.7% estaba ocupada y el 3.3% estaban desempleados. La actividad econ�mica en el sector terciario es la de mayor importancia, la cual absorbe el 51.02% de la PEA
La actividad industrial en Nicol�s Romero es reducida y se destaca por la industria de la transformaci�n y manufactura, principalmente de art�culos textiles, productos de papel, cart�n y madera, y la presencia de dos Plantas Hidroel�ctricas.
Es conveniente se�alar que el 61% de los habitantes de Nicol�s Romero se traslada al Distrito Federal y municipios conurbados, para satisfacer sus demandas de empleo, salud, educaci�n y comercio.
Cuando el municipio se convirti� en un dormitorio, la principal actividad econ�mica, como consecuencia de ello, fue asumida por el comercio, tanto el establecido como el ambulante. Para enero de 1998 se encontraban registrados un total de 4,846 comercios establecidos y un total de 5,650 semifijos y ambulantes. Siendo mayor el n�mero de �stos �ltimos a partir de la crisis econ�mica de 1982, que orill� a gran parte de la poblaci�n desempleada a buscar nuevas formas de subsistencia familiar, la cual encontraron en la econom�a subterr�nea. Este tipo de actividad tom� mayor fuerza en los municipios conurbados a la ciudad de M�xico, por la fuerte migraci�n que realizaron los citadinos hacia estos despu�s del desastre tel�rico de 1985. Tal situaci�n, aunada a las constantes invasiones de tierra del territorio municipal y a la falta de preparaci�n educativa de las administraciones p�blicas, crear�an el marco hist�rico ideal para conformarse como una fuerza pol�tica con los intereses comunes suficientes para crear organizaciones de comerciantes capaces de implantar sus propios intereses por encima y en perjuicio de toda la poblaci�n (recu�rdese que los conflictos internos del Partido Revolucionario Institucional, cuyo descontento llev� al cierre, por dos ocasiones, de la �nica v�a de comunicaci�n y que afect� a toda la poblaci�n en da�os y p�rdidas, fue llevada a cabo por estas organizaciones de comerciantes, provocando que los �nicos beneficiados de este conflicto fueran, mediante el fraude, los conductores del servicio de transporte p�blico).
Sin embargo, el factor m�s importante para la consolidaci�n de estas organizaciones de comerciantes, fue la escasa educaci�n de los gobernantes en turno que propiciaron no s�lo su crecimiento, sino tambi�n su consolidaci�n como fuerza pol�tica organizada. La necesidad de subsistir ante el desempleo por parte de los nuevos habitantes del municipio, el bajo nivel acad�mico del Sistema Escolar y los intereses personales de las administraciones en turno, conllevaron a que el desarrollo del comercio en Nicol�s Romero fuese un proceso cultural de compraventa de derechos por debajo de la ley, que culmin� en que del total de comerciantes, a finales de 1998, el 53% se dedique a este tipo de comercio, y dada su capacidad organizativa se haya institucionalizado de tal forma que su crecimiento ca�tico ha impedido en mucho el desarrollo del comercio establecido en mayor escala; de ah� que su n�mero sea mayor. Pero la fuerza pol�tica de �ste no es en s� el n�mero de habitantes que se dedican a esta actividad, sino el n�mero de familias que dependen de ella, lo que recrudece a�n m�s su complejidad. El comercio establecido que representa el 47% de esta actividad, refleja y comprueba la condici�n de municipio dormitorio, ya que del total de comercios 2,248 est�n dedicados a la venta de productos para la alimentaci�n y, de estos, 1,563 se dedican a la abarroter�a, 249 son tortiller�as, 151 carnicer�as y 116 panader�as. Cabe recordar que a ra�z de la crisis econ�mica de 1982, que se convirti� en inflaci�n galopante en 1984, el Gobierno Federal adopt� como medidas econ�micas: paliativos de empleo, siendo uno de estos el concesionamiento, mediante amparos constitucionales, del servicio de transporte p�blico a particulares. Esta medida ten�a como �nico objetivo frenar el desempleo, y no crear una rama normada de la econom�a, por consiguiente, trajo como consecuencia el crecimiento ca�tico e irracional de este servicio y, por ende, permiti� la organizaci�n institucional de este gremio, con la capacidad suficiente para imponer sus intereses propios en detrimento de toda la sociedad. Estas pol�ticas econ�micas improvisadas afectaron a�n m�s a los municipios dormitorio. Esta condici�n municipal ha permitido el crecimiento del comercio establecido dedicado a la rama automotriz, de ah� que este giro comercial ocupe el tercer lugar en el municipio y de �l dependan 306 familias, siendo mayor el n�mero (111) de talleres mec�nicos.
Tabla 11. Principales actividades comerciales y de servicios.
Fuente: Direcci�n de Recaudaci�n y Ejecuci�n Fiscal,
H. Ayuntamiento de Nicol�s Romero.
Giro |
% |
Alimentaci�n |
46.00% |
Vivienda |
8.00% |
Automotriz |
7.00% |
Salud |
6.00% |
Educaci�n |
0.07% |
El segundo lugar lo ocupa el comercio destinado a la construcci�n y mantenimiento de la habitaci�n, dependiendo de �ste 350 familias. Destacan los giros destinados a la venta de materiales para la construcci�n (93) y Tlapaler�as (88). El cuarto lugar, con 265 establecimientos, lo ocupan los giros destinados a la salud, y entre ellos, el m�s numeroso es el dedicado a la rama farmac�utica, con 153 farmacias.
Al mismo tiempo, el comercio municipal revela el bajo nivel educativo de la poblaci�n ante el consumo del mismo, ya que el municipio de Nicol�s Romero s�lo cuenta con tres librer�as. Los giros de mayor importancia municipal los podemos se�alar como miscel�neas, talleres mec�nicos y farmacias, como se muestra a continuaci�n:
Sin embargo, para fines del siglo XX, el comercio establecido enfrenta dos graves problemas: la competencia desleal tanto del comercio ambulante como de �l mismo; y los cobros irracionales por la renta de locales.
Tabla 12. Giros de importancia municipal.
Fuente: Direcci�n de Recaudaci�n y Ejecuci�n Fiscal,
H. Ayuntamiento Nicol�s Romero.
Giro |
Cantidad |
% |
Miscel�neas |
773 |
15.00% |
Talleres Mec�nicos |
111 |
2.00% |
Farmacias |
153 |
2.00% |
Librer�as |
3 |
0.07% |
El primer problema es la consecuencia hist�rica de la conjugaci�n de los factores que dieron origen al crecimiento ca�tico del municipio, pues si ya desde 1970 se hab�a configurado como "frontera" metropolitana inmersa en una coyuntura favorable para su desarrollo, tales factores actuar�an en sentido contrario a �sta. Pero principalmente fue por el bajo nivel educativo de las administraciones y, por l�gica propia, su nula capacidad organizativa. Siendo el caso de que la primera administraci�n p�blica con el mayor n�mero de profesionistas oper� a partir de enero de 1997. No es casualidad, entonces, que todas las pol�ticas hasta diciembre de 1996 hayan sido de corte "empirista" y no de tipo econ�mico.
Las primeras riadas de invasiones de tierra y la falta de una estructura industrial que pudiera absorber la mano de obra existente, le permitieron a las administraciones en turno descubrir la mina de oro que representaban, no s�lo en votos electorales, sino en la necesidad de los nuevos habitantes de una fuente de ingresos familiares. Y en tanto que hubiese capital disponible y disposici�n de ellos para aceptar "las reglas del gobierno municipal", pudieron integrarse al tipo de comercio que quisieran, sin importar la competencia desleal comercial que pudiera existir. Un ejemplo claro fueron los inmigrantes que establecieron sus comercios durante el periodo lectivo gubernamental 1991-1993, en perjuicio de los comerciantes oriundos del municipio. Si bien los reglamentos sobre el comercio establecido que normaban a los municipios, establec�an una distancia m�nima de 200 metros entre producci�n y venta del mismo producto, la administraci�n en turno, tal vez porque por su deficiente educaci�n desconoc�a la funci�n social de las leyes (y las leyes mismas), permiti� el establecimiento de estos nuevos comercios con una distancia de 25 cent�metros; es decir, s�lo con la separaci�n de una pared.
El segundo problema que enfrenta el comercio establecido radica en los cobros no racionales de la renta de los locales. Los constantes aumentos de �sta, en el caso municipal, no se realizan acorde a una situaci�n econ�mica nacional que pueda afectar el poder adquisitivo de los propietarios de los locales para aumentar los costos de la renta, sino que estos aumentos son considerados con relaci�n a las ventas obtenidas en esos negocios. Partiendo de un ejemplo hipot�tico se puede comprender este problema: si una persona construye un local con un costo de $10,000.00 y obtiene una renta mensual de $1,200.00, en un plazo de 9 meses habr� recuperado la inversi�n realizada en la construcci�n, lo que significa que a partir del onceavo mes empezar� a obtener un beneficio mensual de $1,200.00 sin erogaci�n alguna, ya que los servicios requeridos son costeados por el comerciante. Otra posibilidad consiste en una renta mensual de $2,000.00, lo que significa que en un periodo de 5 meses habr� recuperado el costo de la inversi�n y que a partir del s�ptimo mes obtendr� un beneficio de $2,000.00 mensuales sin inversi�n alguna. En tal caso, el aumento de las rentas ser�a obligado por los ciclos inflacionarios, en cuanto a la p�rdida del poder adquisitivo de la moneda a nivel nacional, y no al capricho usurero de las necesidades del due�o del local.
Sin embargo en el municipio sucede todo lo contrario; la renta no se establece acorde a la inversi�n realizada, sino en relaci�n al giro comercial y a las ventas obtenidas en dicho comercio, sin considerar las inversiones constantes en la compra de los productos vendidos. Si una persona renta el mismo local y realiza una venta total de $10,000.00 mensuales, con una inversi�n constante de $7,000.00 mensuales, los due�os de los locales no se conforman con recibir una ganancia racional, sino que se quedan con una parte, a veces exagerada, de la ganancia de las ventas de las mercanc�as. Lo que significa apropiarse de los beneficios de los dem�s sin inversi�n monetaria alguna; es decir, obtienen un beneficio econ�mico mayor sobre el trabajo y las ganancias, en detrimento de la persona que realiza la inversi�n constante, que realiza el trabajo, que paga los servicios de agua y luz, y que adem�s le paga una renta.
Los resultados de esta problem�tica que se inici� a partir de 1970, y que tuvo como base la carencia de una infraestructura industrial, han sido una fluctuaci�n constante de giros comerciales y de aperturas y cierres de comercios, y es tambi�n el resultado de la educaci�n que se imparte en el municipio, porque la instituci�n educativa utiliza conceptos te�ricos a partir de una posibilidad matem�tica y no de una realidad econ�mica municipal.
De tal suerte, los habitantes del municipio tienen que enfrentar la falta de posibilidades de inversi�n para desarrollar el comercio establecido, encontrando que la inversi�n m�s factible a su necesidad es la de ingresar a alguna asociaci�n o, mejor dicho, "sindicato" de comerciantes y convertirse en ambulantes.
Toda esta problem�tica tiene sus ra�ces hist�ricas a partir del crack industrial que se suscit� con la desaparici�n del ferrocarril de Monte Alto y que disloc� toda la estructura econ�mica del municipio.
En 1940 las principales actividades econ�micas eran la agricultura y la industria. Esta �ltima se conformaba con las f�bricas textileras de la Colmena, Barr�n y San Ildefonso y la papelera de Progreso Industrial. El ferrocarril le daba a este sector la estructura de un corredor industrial dentro del territorio municipal. Los productos elaborados en las f�bricas textileras eran transportados a la estaci�n de Lerdo para ser trasladados al sistema principal ubicado en Buenavista y llevados al puerto de Veracruz, en donde se embarcaban al continente Europeo. La integraci�n de la econom�a municipal a los mercados nacional y extranjero, por medio del ferrocarril, formaba parte del desarrollo econ�mico nacional que se suscit� durante el porfiriato, con la construcci�n de miles de kil�metros de v�as ferroviarias para comunicar a todo el pa�s. En otras palabras, el municipio de Nicol�s Romero contribuy� al auge, desarrollo y consolidaci�n del mercado interno nacional. Cabe recordar que uno de los ramales secundarios part�a de la colonia Hidalgo a la hacienda de la Encarnaci�n, para transportar al mercado los productos agropecuarios producidos en ella.
Una caracter�stica muy particular, que diferenciaba al municipio del resto de los dem�s, era que a la par de esta industria coexist�a la agricultura de temporal de tipo ejidal. En 1917 el tipo de propiedad agr�cola que predominaba en el territorio era el ejido, al cual se destinaba el 80% de la actividad econ�mica. Si por una parte, la rama industrial se encontraba ligada a los mercados nacional y extranjero, por otra parte la agricultura se integraba a una econom�a de autoconsumo en la producci�n de ma�z, haba, frijol, calabaza, legumbres, l�cteos, huevos y se reforzaba, para el consumo alimenticio, con el chinicuil, el chapul�n, caracoles y el huitlacoche. En la cr�a de aves de corral, ganado ovino y lanar, reforzada con animales silvestres como el ciervo y la liebre de campo, de tal suerte que mientras la industria manten�a bajos los salarios, la agricultura de autoconsumo abastec�a de alimentos a la poblaci�n y, por otra parte, el ferrocarril abarataba los costos de transportaci�n que le permit�a al municipio integrarse a los mercados nacional y extranjero. Si bien la agricultura no generaba un excedente para sus propietarios, permit�a mantener estable el poder adquisitivo de los salarios. De tal forma que si por un lado imped�a el enriquecimiento de los habitantes, por otro lado era una muralla que imped�a tambi�n su empobrecimiento.
Pero el ferrocarril no s�lo funcionaba como un medio de transporte, sino que manten�a un doble papel en la econom�a municipal. Si se considera que el auge de la industria en Nicol�s Romero estuvo conformada dentro del periodo hist�rico de la extracci�n de la plusval�a absoluta, en la cual la industria requer�a de grandes cantidades de mano de obra, y que por ello era necesario que las familias fueran numerosas, el ferrocarril represent� una fuente de trabajo que pod�a absorber una parte del ej�rcito de reserva de la fuerza de trabajo que no pod�a ser captada por el sector industrial. Cabe recordar tambi�n que al finalizar la Revoluci�n Mexicana muchos habitantes del municipio se encontraron ante el dilema de poseer grandes cantidades de tierra pero sin capital liquido para invertir y capitalizar la agricultura, al igual que muchos peones que no pudieron adquirir tierras; para ellos el ferrocarril represent�, tambi�n, una fuente de trabajo. Por otra parte, era el agente principal, entre la compra de insumos para la industria y la venta de los productos elaborados en el municipio. De tal suerte que toda la econom�a municipal giraba en torno al ferrocarril de Monte Alto.
La ca�da econ�mica tuvo su primer antecedente en el campo de la divisi�n internacional del trabajo. Es a partir de 1930 que se da en M�xico el cambio del patr�n econ�mico: de la agricultura a la industria y la sustituci�n de importaciones. Antes de ese a�o, el pa�s se ubicaba en esa divisi�n como exportador de materia prima e importador de productos manufacturados. El segundo antecedente, y el m�s importante, es la presi�n que ejercieron las econom�as agresivas, principalmente la norteamericana, sobre el Estado mexicano para realizar mayores inversiones en la industria automotriz. Esto conllev� a las pol�ticas econ�micas del pa�s a desatender a la industria ferroviaria, lo cual implic� la desaparici�n de muchos ramales ferroviarios que estuvieran fuera de las rutas principales. No sucedi� como en muchos pa�ses europeos, que una parte de las inversiones hacia los medios de transporte fue destinada a la modernizaci�n de los ya existentes, al grado de que en el continente Europeo el ferrocarril contin�a siendo un medio de comunicaci�n de la misma importancia que los sat�lites, ya que une las capitales de toda Europa, desde Londres, Inglaterra, hasta la ciudad de Mosc� en la ex Uni�n Sovi�tica.
Con la desaparici�n del ferrocarril de Monte Alto, entra en franca decadencia el sector industrial, hasta el cierre de las f�bricas de Barr�n y La Colmena, afectando a toda la econom�a municipal. A partir de ah�, se inicia la venta lenta y paulatina de grandes extensiones de tierra, para subsanar la p�rdida del poder adquisitivo; se pierde gran n�mero de plazas de trabajo y se inicia el �xodo diario de la poblaci�n a las f�bricas de Tlalnepantla, Naucalpan y el Distrito Federal.
La agricultura se convirti� entonces en la principal actividad econ�mica, sin embargo, estuvo destinada al fracaso por varios factores: la propiedad privada se encontraba descapitalizada, ya que enfrentaba la falta de capital l�quido para invertir en ella y, por ende, la falta de inversi�n en tecnolog�a, as� como un transporte viable para traerla al municipio. El ejido por su parte, se encontr� ante un rezago total que no le permiti� ninguna posibilidad ni de recuperaci�n ni de producci�n y, a pesar de encontrarse sobre un subsuelo rico en mantos fri�ticos, dependi� como unidad econ�mica hasta sus �ltimos d�as de la temporada de lluvias.
Sin embargo; no fueron estas condiciones econ�micas las que transformaron el municipio de Nicol�s Romero de un corredor industrial a un municipio dormitorio. Al desaparecer el ferrocarril de Monte Alto, el municipio se encontr� en una coyuntura hist�ricamente ideal para convertirse en un pr�spero municipio agropecuario, la que dur� hasta 1970, en que se descubre la punta del iceberg de la crisis agraria en M�xico. Esta coyuntura consist�a en el dilema municipal de convertirse en un municipio agropecuario, ya que contaba con las tierras ideales para la agricultura y una gran riqueza de mantos fri�ticos y al mismo tiempo no ofrec�a ning�n atractivo, por su situaci�n geogr�fica tan alejada de la zona urbana y su carencia de v�as de comunicaci�n, para atraer m�s pobladores a residir en �l. O bien, convertirse en un municipio dormitorio, al cual la orograf�a no le permit�a la creaci�n de f�bricas para absorber mayor fuerza de trabajo.
El convertirse en un municipio dormitorio fue la obcecaci�n y capricho de un solo hombre, quien desde la c�pula de la Confederaci�n de Trabajadores de M�xico (CTM), por medio del sindicato de obreros de la f�brica papelera de Progreso Industrial, impuso a los habitantes del municipio a sus predilectos como gobernantes, hasta 1994. Al colocarse como due�os absolutos del partido oficial, pudieron consolidarse dentro de �l y, con esto, lo convirtieron en el "sindicato del pueblo" para beneficio de ellos mismos, quienes permitieron mediante la tolerancia del Gobierno Municipal o, mejor dicho, mediante la venta clandestina, las invasiones de tierras. Contrariamente al desarrollo del progreso del municipio, que exig�a que estas tierras se vendieran a pocos empresarios para la fundaci�n de nuevas f�bricas, se decidieron por el reverso del progreso al anteponer su beneficio personal, con la venta de un solo predio a miles de familias, exclusivamente para casa habitaci�n y no para crear fuentes de trabajo. Es por ello que mantuvieron dos caracter�sticas t�picas de gobierno: su bajo nivel educativo, que propici� el crecimiento ca�tico tanto de la econom�a como de la poblaci�n, y sus afanes de enriquecimiento personal. Y no obstante haber sido el causante de que el municipio haya tomado el rumbo contrario a la l�gica de su desarrollo en esa coyuntura y con ello la ruina de todo el municipio, en el a�o de 1995 el pueblo de Nicol�s Romero le erigi�, como un magno monumento, la Universidad Tecnol�gica "Fidel Vel�zquez".
Para iniciar el siglo XXI la �nica f�brica que logr� subsistir de ese corredor industrial es la f�brica textil San Ildefonso. Pocos a�os atr�s fue definitivamente cerrada la papelera de Progreso Industrial.
Para 1998 el municipio s�lo cuenta con trece microempresas y una importante distribuidora cervecera; dos f�bricas textiles en San Ildefonso y Barr�n; tres dedicadas a la elaboraci�n de productos pl�sticos: Pagani S.A. en la colonia El Tr�fico, Oro Plast y Morales Hinojosa Hnos. en la colonia Himno Nacional; una maquiladora: AIM S.A. en la colonia Vista Hermosa; dos F�bricas manufactureras: Tiroles S.A. en San Francisco Mag� y Gadi S.A. en la Francisco Sarabia; una empresa editora de enciclopedias: Grupo Cultural Barr�n en el fraccionamiento Arcoiris; una f�brica de corrugados en la Colmena; una impresora de cierta importancia en la colonia Vicente Guerrero y una elaboradora de Botanas en la colonia Zaragoza.
Sin embargo, y como resultado del crecimiento ca�tico del municipio, este sector mantiene una complejidad que impide su crecimiento como sector econ�mico: la distribuidora cervecera ocupa muy poca mano de obra y obtiene ganancias millonarias sin producir absolutamente nada; la f�brica manufacturera, Tiroles S.A. exporta sus productos al mercado internacional y carece de capital para aumentar su fuerza de trabajo y su producci�n; la maquiladora AIM S.A. es la que posee el mayor n�mero de trabajadores, aproximadamente 400, tiene posibilidades de ampliar sus plazas a 1,200 costureras, sus productos se destinan directamente a los Estados Unidos, no tiene mercado en el territorio nacional y sin embargo los trabajadores carecen de salario formal; la mina de arena Santa Fe tiene importancia en este sector por el monto de inversi�n empleada en tecnolog�a.
El principal problema que le afecta a este microsector empresarial es la falta de una infraestructura de v�as de comunicaci�n para fortalecerse en el mercado nacional. De ah� que la V�a Corta a Morelia, como una nueva v�a de comunicaci�n, para fines del siglo XX, ya no sea una alternativa econ�mica sino una necesidad poblacional, am�n de la falta de servicios en la pavimentaci�n de las �reas perif�ricas de este sector, como es el caso de Botanas Quer�taro y Tiroles S.A.
Otro problema que ha impedido el desarrollo de este sector, ha sido la falta de apoyos pol�ticos por parte de las administraciones p�blicas para el aumento de su fuerza de trabajo, ya que si bien el municipio tiene una gran riqueza en la producci�n del ej�rcito de reserva de la fuerza de trabajo mediante su sector educativo, esta fuerza de trabajo no tiene coordinaci�n alguna por parte del Ayuntamiento para ser integrada al proceso de producci�n.
Y con la creaci�n de las universidades, el principal problema al que se enfrenta a fines del siglo XX, es la falta de coordinaci�n entre este sector y el gobierno municipal y la falta de apoyos tecnol�gicos por parte de las universidades.
Sistema de Transporte P�blico Municipal
La migraci�n de la fuerza de trabajo presenta dos problemas. El primero, en t�rminos econ�micos, se presenta porque los gastos de insumos de las empresas, as� como los gastos de los trabajadores, quedan detenidos en los municipios donde existen las fuentes de trabajo. De los ingresos que percibe el trabajador por su salario, el municipio solo recib�a el 47% hasta noviembre de 1998, por medio del gasto familiar, ya que este salario se deteriora en un 53% por el pago del servicio de transporte p�blico y esto considerando que el trabajador perciba dos salarios m�nimos; es aqu� donde se genera el segundo problema, y el m�s grave de todo el municipio, debido a que no existe ninguna legislaci�n para este servicio pues se concesiona mediante un amparo constitucional. Este servicio produc�a en 1998 un monto aproximado de $1,349,460.00 de ingresos diarios, sin pagar impuestos reales de sus ganancias netas, y con un monto de ganancias por encima de la tarifa oficial de $21,546.00 por d�a. Para terminar el a�o de 1998 este servicio habr�a percibido, solamente de esa ganancia, la cantidad de $7,864,290.00 para los due�os de las unidades de transporte. Por otro lado, s�lo por el pasaje m�nimo de estudiantes al interior del municipio, percib�an la cantidad de $184,384.00 diarios hasta diciembre de 1997, y en enero de 1998 de $230,480.00 diarios, con una ganancia ilegal de $12,906.88 por d�a. N�tese que esta cantidad no es liquidada por los salarios devengados por los trabajadores, es extra�da del gasto familiar, minando a�n m�s el poder adquisitivo de las amas de casa. Esta ganancia es ilegal por haberse elaborado una tarifa simulada en relaci�n a la p�rdida real del poder adquisitivo de los salarios de los consumidores, y porque se realiza un cobro mayor al establecido por la ley; adem�s porque el ingreso neto percibido por los due�os de las unidades de transporte, los cuales no pagan el impuesto sobre la renta diaria de las unidades de transporte correspondiente, no se declara ante Hacienda y Cr�dito P�blico, a diferencia de las cuatro empresas de autobuses de transporte p�blico cuyos ingresos netos son declarados al gobierno y ofrecen un mejor servicio; es decir, al no presentar una declaraci�n de sus ingresos netos como personas f�sicas, est�n evadiendo al fisco y, por ende, defraudando al pa�s.
Tabla 1. Estado de las unidades del Servicio de Transporte P�blico.
Fuente: Encuesta realizada por el autor.
Caracter�stica |
% |
Mal estado |
83.0% |
P�simo estado |
0.4% |
Sucias |
88.0% |
Limpias |
12.0% |
No aptas |
100.0% |
Estos transportistas en nada contribuyen al desarrollo del municipio y s�, por el contrario, son los primeros beneficiados por las obras de infraestructura municipal en v�as de comunicaci�n. Si consideramos que la renta que cada unidad de transporte produce diariamente es entre $400.00 y $600.00, la ganancia de cada due�o de unidad es mayor a los $300,000.00 anuales, totalmente exentos de cualquier carga tributaria.
En t�rminos de este ingreso, que es comparable a la renta producida por el servicio de transporte p�blico de Toronto, Canad�, y que actualmente ocupa el primer lugar en el �mbito mundial en la prestaci�n de este servicio, nuestro transporte contribuye a que el estado de M�xico sea el n�mero uno en prestar el peor servicio de Am�rica Latina, ante el desconocimiento, o tal vez la apat�a, de los diputados tanto local como federal y los Consejos de Participaci�n Ciudadana.
Para comprobar el bajo nivel, por no decir degradante, en que se realiza este servicio, se encuest� a 730 unidades de servicio p�blico, las cuales representan el 25% del total de las unidades, desde el d�a 1 de enero al 31 de diciembre de 1997, con un recorrido de la colonia Hidalgo a Santa M�nica, de ida y de regreso, la cual arroj� los siguientes resultados: de 730 unidades encuestadas del tipo Combi, el 83% (605) se encontraron en mal estado, el 0.4% (3) en p�simas condiciones, el 100% (730) no est�n adaptadas para el transporte de once pasajeros y el 100% (730) transportaron once pasajeros, el 88% (624) realizaron el servicio completamente sucias.
En cuanto a la prestaci�n del servicio, de acuerdo a la Ley Federal del Consumidor y a la Ley de Protecci�n del mismo, los resultados demostraron una total violaci�n a ambas leyes. De la misma encuesta se obtuvieron los siguientes resultados:
De 730 conductores, el 79% (576) ten�an mal aspecto, el 83% (605) completamente sucios y mal vestidos; solamente el 1.6% (11) estaban limpios, el 100% (730) ignoraban la existencia de un reglamento de tr�nsito, el 87% (635) carec�an de licencia vigente para conducir, el 99.95% (727) dio un p�simo servicio durante todo el a�o, y s�lo el 0.5% (3) respet� su trabajo; el 100% (730) maltrat� al pasaje, el 48% (351) no respetaron la tarifa, el 100% (730) excedieron el cupo legal de pasajeros, 8 conductores golpearon al pasaje por exigir un buen servicio, el 39% (286) insult� al pasaje por la misma raz�n, el 61% (439) amenaz� con bajar al pasajero que exigi� mejor trato, el 57% (432) descendieron a m�s de 110 kil�metros por hora, los tramos de Arcoiris y San Ildefonso. Y una sola infracci�n fue cometida 1,149,750 veces en todo el a�o de 1997. (Tabla 2)
Tabla 2. Los Conductores del Servicio de Transporte P�blico.
Fuente: Encuesta realizada por el autor.
Caracter�stica |
% |
Mal aspecto |
79% |
Sucios y mal vestidos |
83% |
Limpios |
1.6% |
Sin reglamento |
100% |
Sin Licencia Vigente |
87% |
P�simos conductores |
99.95% |
Buenos Conductores |
0.05% |
Maltrataron al pasaje |
100% |
No respetaron la tarifa |
48% |
Sin embargo, a pesar del ingreso global diario que percibe este servicio, pocos son los que obtienen una ganancia racional del mismo. Como resultado de este p�simo servicio, las ganancias son destinadas a los talleres mec�nicos y refaccionarias, puesto que el desgaste innecesario de las unidades de transporte conduce a un gasto excesivo e injustificable de mantenimiento y composturas. De los $180,384.00 que se percibe por el transporte escolar, se pagan �nicamente de impuestos a la federaci�n, por refacciones automotrices $136,080.00 diarios; impuestos que no son recuperados ni por el mismo servicio de transporte p�blico ni por el municipio. Pero lo il�gico, es que este p�simo servicio recupera sus p�rdidas absurdas con los aumentos de pasaje, sangrando a�n m�s el gasto familiar, y al mismo tiempo ha cerrado un c�rculo vicioso que no permite el desarrollo de una econom�a municipal propia; porque anula, con los gastos innecesarios y excesivos, la posible inversi�n familiar en proyectos productivos, lo cual lograr�a el crecimiento de la poblaci�n econ�micamente activa. Si partimos de un ejemplo hipot�tico de una familia compuesta por cinco integrantes, todos ellos ocupados, y percibiendo cada uno en promedio dos salarios m�nimos de $28.40 pesos diarios, entre todos ellos generar�an un monto de $1,988.00 pesos semanales; sin embargo, de ese monto generado, esta familia s�lo dispone de $934.36 pesos a la semana, porque el gasto de transporte a sus fuentes de trabajo es de $1,053.64 pesos semanales. Si esta cantidad fuera ahorrada generar�a un monto de $54,789.28 pesos anuales, suficiente para que esta familia pudiera invertir, a mediano plazo, en una peque�a empresa familiar.
Por el contrario; esta migraci�n de la Fuerza de Trabajo hacia otros lugares contribuye a aumentar y fortalecer la poblaci�n econ�micamente activa de esos lugares, en detrimento de la nuestra.
Nicol�s Romero cuenta con espacios tur�sticos como el Parque Ecotur�stico Tres Piedras, la Presa de la Colmena, Lomas del R�o, El Sif�n, San Juan de las Tablas, Miranda y el Casco de la ex-hacienda de la Encarnaci�n,
Para la recreaci�n es importante mencionar la unidadd deportiva "Sor Juana In�s de la Cruz" y el gimnasio municipal. Existen tambi�n canchas dispersas de f�tbol, b�squetbol, f�tbol r�pido, front�ny otros sitios de esparcimiento.
Las �reas verdes en la zona urbana que se pueden observar en Nicol�s Romero est�n en: Plaza C�vica, la Colmena, la colonia Hidalgo, Progreso Industrial, Cahuac�n, San Ildefonso y Benito Ju�rez, los cu�les resultan apropiados para la realizaci�n de actividades de recreaci�n y esparcimiento.
Caracterizacion del Ayuntamiento
Presidente
municipal
Un s�ndico
Siete regidores de mayor�a relativa
Seis regidores de representaci�n proporcional
Organizaci�n y Estructura de la Administracion Publica Municipal
Para su funcionamiento el ayuntamiento cuenta con las dependencias que enumera La Ley Org�nica Municipal, como es Secretario del Ayuntamiento, Tesorer�a y las siguientes direcciones: Administraci�n; Adquisiciones; Gobierno Municipal; V�a p�blica; Desarrollo urbano; Obras p�blicas; Tenencia de la tierra; Educaci�n, cultura y bienestar social.
Autoridades Auxiliares
Son autoridades auxiliares municipales, los delegados y subdelegados que se eligen en cada poblaci�n, as� como los Consejos de Participaci�n Ciudadana de cada colonia y delegaci�n.
Tanto las autoridades municipales como las auxiliares se eligen cada tres a�os, o cuando lo determine la Legislatura Local.
Regionalizaci�n Pol�tica