ULTIMA ACTUALIZACI�N 30 DE AGOSTO 2007

AV. FRANCISCO. I. MADERO 170

LA COLMENA,

CIUDAD NICOL�S ROMERO,

ESTADO DE M�XICO

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bando municipal Nicolas Romero

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LOS MEJORES PENSAMIENTOS, POEMAS Y DEM�S TILICHES

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BIOGRAFIAS

Contador

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MUNICIPIO  DE  NICOL�S ROMERO

�NDICE

LOCALIZACI�N TOPONIMIA POBLACI�N EDUCACI�N ECONOM�A
SUELO RECREACI�N  ESTRUCTURA URBANA GEOLOG�A TOPOGRAF�A
EDAFOLOG�A HIDROLOG�A CLIMA FLORA Y FAUNA  Uso del suelo
GENTILICIO ENSAYO RESIDUOS S�LIDOS AGUA AIRE
Sistema de Transporte P�blico Municipal NICOL�S ROMERO (biograf�a) Sistema Social Municipal nota del Webmaster. CIFRAS
Principales Localidades Caracterizaci�n del Ayuntamiento cronolog�a de Presidentes Municipales    
         

 HISTORIA DEL MUNICIPIO

Epoca Prehisp�nica Epoca Colonial Vida Municipal M�xico Independiente El Porfiriato
Epoca Revolucionaria Epoca Postrevolucionaria Epoca Moderna Personajes Ilustres Cronolog�a de Hechos Hist�ricos
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BIOGRAF�AS

PERSONAJES DEL MUNICIPIO DE NICOL�S ROMERO

   

LOCALIZACI�N

 

19�37'N 99�18'W.

Nicol�s Romero es un municipio conurbado e integrado en la cuenca del Valle de M�xico, presenta una problem�tica ambiental t�pica de la zona metropolitana; y, contribuye a la calidad del aire con las emisiones contaminantes generadas en su territorio municipal.

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El municipio que hoy es conocido como Nicol�s Romero, anteriormente se llamaba Atzcapotzaltongo Se localiza en la secci�n occidental de la cuenca del Valle de M�xico y pertenece a la regi�n II, de Zumpango y XIII distrito judicial de Tlalnepantla. La superficie del territorio de Nicol�s Romero es de 233.508 Km2 (Nomenclator de localidades del Estado de M�xico, 1995), lo que representa el 1.05% del total de la superficie del Estado de M�xico.

Toponimia

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El nombre m�s antiguo que se conoce al municipio es Azcapotzaltongo, palabra de origen n�huatl y t�rmino conocido como aztequismo, formado por los siguientes vocablos:

Actualmente al municipio se conoce con el nombre de Nicol�s Romero. Este nombre lo lleva para honrar la memoria del coronel Nicol�s Romero, quien particip� en la llamada Guerra de Reforma al lado de las fuerzas juaristas.

Posteriormente, Nicol�s Romero, combati� a los invasores franceses, a los que propin� numerosas derrotas; finalmente, �stos terminaron fusil�ndolo el 18 de marzo de 1865 en la Plazuela de Mixcalco: lo anterior ocurri� en el periodo hist�rico registrado como segundo imperio.

Al municipio se le ha conocido, con los siguientes nombres:

AZCAPOTZALTONGO, en la �poca prehisp�nica; SAN PEDRO AZCAPOTZALTONGO, durante casi todo el periodo colonial; MONTE BAJO, de 1821 al 18 de Abril de 1898, en que por decreto No. 38 de la Legislatura Local, la cabecera municipal de Monte Bajo, conocida como pueblo del mismo nombre, es elevado a la categor�a de villa y se le denomina Villa Nicol�s Romero.

Es a partir de 1900, en que al municipio se le principia a llamar Nicol�s Romero, nombre que hasta la fecha conserva. Aunque se debe aclarar que no existe un decreto que cambie el anterior nombre de municipio de Monte Bajo.

El 11 de septiembre de 1998, por decreto No. 63 de la Legislatura Local, y por gestiones del Ayuntamiento 1997/2000, la cabecera municipal fue elevada a la categor�a de ciudad y actualmente se conoce como Ciudad Nicol�s Romero.

AZCA-PUTZAL-TON-CO

Azcatl:  hormiga.
Putzalli: tierra levantada, terreno.
Tontli: (radial) diminutivo.
Co:  lugar, en

Por lo que Azcapotzaltongo, seg�n el Dr. Cecilio A. Robelo, se debe traducir como �en los peque�os hormigueros�.

 

POBLACI�N

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En 1995, Nicol�s Romero ten�a una poblaci�n 237,064 habitantes (Conteo de Poblaci�n y Vivienda del Estado de M�xico), con una densidad poblacional de 1,015 hab./km2. a alta densidad urbana ha sido producto de un constante proceso de ocupaci�n del suelo por asentamientos irregulares, los cuales tienen como promotor la demanda de suelo barato. En la d�cada de los 70�s, la tasa de crecimiento fue del 9.0%, y en los a�os 80�s bajo al 5.0%.

El Instituto Nacional de Estad�stica, Geograf�a e Inform�tica (INEGI) establece en 1995 una poblaci�n en Nicol�s Romero de 125,378 hombres y 126,065 mujeres, es decir un 0.54% m�s de mujeres, contra la estad�stica de inscripci�n educativa municipal del periodo escolar 1996-1997, que registra una poblaci�n de 29,698 hombres y 27,922 mujeres lo que significa un 5.9% mayor de hombres. Si tomamos como modelo la generaci�n registrada por INEGI en 1990, de 2,842 hombres y 3,100 mujeres, la inscripci�n de esa generaci�n a primer a�o de primaria en 1996 registra 3,800 hombres y 3,584 mujeres, es decir, un 10.8% mayor al conteo de INEGI.

Si consideramos que la poblaci�n de Nicol�s Romero era de 70,000 habitantes hasta 1968, con la inmigraci�n, las invasiones de tierra y la actual tasa de natalidad, la poblaci�n creci� en un 200% en menos de treinta a�os. Lo que equivale a decir que de 1900 a 1968 la poblaci�n aument� en un 20.8% y de 1969 a 1997 en un 200%.

Otro factor lo se�ala el hecho de que INEGI registra en 1959, a 3,321 nacimientos, y en 1960 a 11,032, indicando que el n�mero de nacimientos creci�, tan solo en un a�o, en un 332%. Sin embargo; esta cifra no concuerda con la primera ola de inmigraci�n, que sucedi� despu�s de 1965, y que provino de las colonias Bondojito y Candelaria de los Patos, del Distrito Federal, conformando la actual colonia de Francisco Sarabia, denominada como el Puerto de Chivos.

Nicol�s Romero, a febrero de 1998 es un municipio con una poblaci�n contable de 336,174 habitantes y tal vez mayor a los 350,000, diseminados en un territorio de 233.51 kil�metros cuadrados, dos veces mayor que el territorio de Tlalnepantla; con una tasa de crecimiento del 5.2%, muy superior a la nacional del 2.7%, lo que significa que el aumento de �sta es contraproducente a la extensi�n territorial, porque carece de una infraestructura econ�mica viable para absorber dicho crecimiento poblacional, am�n de la orograf�a que dificulta la creaci�n de esa infraestructura.

Del total de la poblaci�n una tercera parte est� constituida por j�venes menores de 20 a�os de edad. Hasta noviembre de 1997 se contaba con 116,414 menores de dieciocho a�os, de los cuales, en junio del mismo a�o, 57,620 se encontraban capturados en el sistema educativo municipal y, para septiembre, eran 59,907.

En t�rminos globales, aproximadamente 189,000 personas se trasladan diariamente a los municipios aleda�os y al Distrito Federal para asistir a sus fuentes de trabajo, pues la escasa industria existente no absorbe ni siquiera el 5% de la poblaci�n no ocupada; de acuerdo a los padrones de las Direcciones de Recaudaci�n Fiscal y Servicios P�blicos, la poblaci�n econ�micamente activa ocupada en el municipio, est� constituida por 24,149 habitantes porque cuenta con s�lo 13 microempresas, 4,846 comercios establecidos registrados y 5,650 dedicados al comercio semifijo y ambulante. De tal suerte, la econom�a municipal s�lo cuenta con dos ramos de importancia: el servicio de transporte p�blico, el cual pertenece a la jurisdicci�n de la Secretar�a de Comunicaciones y Transportes y constituye uno de los problemas sociales m�s graves del municipio; y el comercio establecido y ambulante, que mantienen un flujo constante de poblaci�n hacia el Distrito Federal y otros municipios para el abastecimiento de mercanc�as, y es la �nica actividad econ�mica rentable para los habitantes por ser un municipio dormitorio.

Sin considerar a los pocos j�venes que estudian fuera del municipio y a los profesionistas que laboran por igual, podemos afirmar que el �ndice de migraci�n diaria es mayor del 68%. En tanto que la fuerza de trabajo emigrante representa el 56%, la poblaci�n econ�micamente activa ocupada en el municipio, tan s�lo representa el 7.1%.

Principales Localidades

La cabecera municipal es llamada Ciudad Nicol�s Romero.

Cuatro Pueblos Fabriles: El Progreso Industrial, ubicado a 6 kms. de la cabecera municipal; aqu� funcion� la f�brica de papel m�s grande de M�xico, la actividad econ�mica es el comercio.

Barr�n: Que nace alrededor del auge textil iniciando en 1847 ubicado a 4 kms. de la cabecera. El comercio es su principal actividad.

La Colmena: El origen de este poblado es id�ntico al anterior. Funciona una f�brica de cart�n corrugado. San Ildefonso: Nace en 1847, es la �nica industria del siglo pasado que sigue funcionando.

Tres Pueblos Coloniales, que son transfiguraci�n: Poblado rural dedicado a actividades agropecuarias con poca actividad comercial.

San Jos� el Vidrio: Tambi�n se puede considerar poblado rural, con actividad agropecuaria y alto �ndice de comercios.

San Juan de las Tablas: Eminentemente agr�cola y con riqueza forestal.

Tres Pueblos Prehisp�nicos Que Son: Cahuac�n, Tlillan San Miguel Hila y San Francisco Mag�

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EDUCACI�N

Direcci�n General de Educaci�n del Estado de M�xico tiene registradas en el municipio 61 escuelas de preescolar, la Direcci�n de Educaci�n Cultura y Bienestar Social del Ayuntamiento ignora la existencia de ese registro, la Subdirecci�n de Educaci�n de la misma confirma s�lo 50 escuelas y, por su parte, los Consejos de Participaci�n Ciudadana especulan sobre la existencia de m�s de 70 escuelas de preescolar de tipo clandestino. A�n cuando no existe ning�n censo con relaci�n a �stas, resulta m�s confiable la informaci�n �ltima por el hecho de que en septiembre de 1996 se inscribieron 3,382 ni�os a preescolar y 7,384 a primer a�o de primaria; es decir un 46% m�s de lo registrado por la Direcci�n General de Educaci�n. Y hasta noviembre de 1998 no existe un solo dato oficial en la Direcci�n de Educaci�n Cultura y Bienestar Social del Ayuntamiento.

El segundo problema m�s grave que enfrenta el municipio de Nicol�s Romero a fines del siglo XX es el educativo.

Para junio de 1997 el sistema educativo del municipio contaba con 61 escuelas registradas para el nivel preescolar: 33 estatales y 28 federalizadas, lo que representaba el 32.10% de la infraestructura educativa; 112 escuelas primarias: 53 estatales y 59 federalizadas, que correspond�an al 47.30% de la misma; 31 escuelas secundarias: 18 estatales y 20 federalizadas que eran el 16.30%; y 5 escuelas del nivel medio superior del sistema estatal, siendo tan s�lo el 4.20% de todo el sistema educativo en el municipio.

De la poblaci�n contable de 116,414 menores de 18 a�os se encontraban en la misma fecha 3,382 en preescolar, 36,186 en primaria, 13,223 en secundaria y solamente 2,299 en el nivel medio superior, sumando un total de 57,620.

De acuerdo a estos datos, la capacidad de absorci�n del sistema educativo del municipio, para esta poblaci�n estudiantil es la siguiente: el nivel preescolar absorbe al 2.90% de los alumnos, el nivel de primaria al 31.08%, el nivel secundario al 11.35% y el nivel medio superior tan s�lo al 1.97%. Confrontando estos datos, encontramos los resultados expuestos en la tabla 3.

Tabla 3. Sistema Educativo Municipal (junio de 1997)

Fuentes: Secretar�a de Educaci�n, Cultura y Bienestar Social,

Gobierno del Estado de M�xico; Encuesta realizada por el autor.

Nivel

Infraestructura

Total de los menores

Preescolar

32.10%

2.90%

Primaria

47.30%

31.08%

Secundaria

16.30%

11.35%

Media Superior

4.20%

1.97%

Sin escuela

52.70%

Si suponemos que los alumnos capturados en los niveles preescolar, b�sico y medio b�sico son todos los menores de 16 a�os y suman 52,721, siendo el 46%, podemos determinar que los restantes 63,623, incluyendo a los menores de seis a�os, es decir el 54%, son los mayores de 16 a�os, y de ellos solamente 2,299 se encontraban estudiando en el sistema educativo municipal; lo cual nos indica que en junio de 1997, mientras que el 100% de los menores de 16 a�os se encontraban estudiando, solamente el 3.6% de los mayores de esa edad continuaban sus estudios, quedando 61,324 j�venes al margen de la educaci�n. De los j�venes que egresaron de la secundaria desde junio de 1994 hasta junio de 1997, el 96.40% qued� marginado del Sistema Educativo Nacional y, por ser menores de 18 a�os, tambi�n se marginan del sistema de producci�n y de consumo. Sin considerar a los pocos que aprobaron el examen �nico de admisi�n a preparatoria, y a los que estudian fuera del municipio, la contribuci�n que realiza el sector educativo municipal a la sociedad de Nicol�s Romero, es �nicamente la producci�n de marginaci�n social del 18.17% anual.

Tomando como base el n�mero de alumnos inscritos en el tercer grado de secundaria en el periodo lectivo 1996-1997, podemos determinar el porcentaje de crecimiento de la poblaci�n mayor de 16 a�os y menor de 18, conforme egresan del tercer a�o de secundaria por medio de las generaciones inscritas en los diversos grados durante el mismo periodo escolar. Los datos se muestran en la tabla 4.

Tabla 4. Aumento del porcentaje de alumnos egresados de Educaci�n Secundaria.

Fuente: Extrapolaci�n realizada por el autor.

Periodo Escolar

%

1998 � 1999

49.97%

1999 � 2000

57.88%

2000 � 2001

65.27%

2001 � 2002

63.80%

2002 � 2003

57.88%

2003 � 2004

87.31%

En junio de 1998 egresaron del tercer grado de secundaria 4,395 alumnos, en junio de 1999 egresar�n 4,886, en junio del 2000 ser�n 5,912, en junio del 2001 egresar�n 6,224, para junio del 2002 ser�n 6,515, para junio del 2003 ser�n 6,457, para junio del 2004 egresar�n 6,224, y para junio del a�o 2005 egresar�n 7,384 alumnos.

De no existir una infraestructura educativa de nivel medio superior que sea capaz de absorber el 80% de esta poblaci�n, Nicol�s Romero corre el riesgo de tener los �ndices m�s altos de vandalismo, drogadicci�n, prostituci�n y maternidad infantil en el estado de M�xico; en tanto que para marzo de 1998 los �ndices de criminalidad a�n resultaban envidiables para otros municipios como Nezahualc�yotl, Tlalnepantla y Naucalpan, porque el �ndice de criminalidad s�lo representaba el 0.50% de los problemas que aquejan al municipio. (Tabla 4)

Los �ndices de drogadicci�n y vandalismo son a�n bastante bajos en este municipio. Del 1 de enero al 31 de diciembre de 1997 fueron cometidas 1,755 faltas administrativas y aproximadamente 7 delitos graves. El problema de la maternidad infantil, en cambio, es mayor. De las adolescentes que egresaron de la secundaria "Sor Juana In�s de la Cruz" en el pueblo de San Francisco Mag� durante los a�os de 1988, 89, 90 y 91, m�s del 80% fueron madres antes de cumplir los 17 a�os de edad. Para diciembre de 1997 s�lo exist�an aproximadamente 10 grupos de j�venes marginales, con una estructura que no re�ne las caracter�sticas t�picas de la delincuencia vand�lica como se presenta en otros municipios; esto se debe a que la misma infraestructura urbana que ha impedido, por un lado, el desarrollo industrial, tambi�n ha evitado, por otro lado, el desarrollo de los movimientos contestatarios que ello acarrea. Grupos que coinciden con las colonias irregulares de tenencia de la tierra y zonas de extrema pobreza, como son: Jim�nez Cant�, Ju�rez Barr�n, Francisco I. Madero, Francisco Sarabia, Granjas Guadalupe, San Juan Tlihuaca, Ejido Azotl�n, San Isidro la Paz y Loma de la Cruz.

Un problema m�s radica en la presi�n ejercida por parte de la administraci�n educativa sobre los maestros, la injerencia de un partido pol�tico en la instituci�n educativa, el abuso irracional de la administraci�n escolar y la falta de coordinaci�n del sistema educativo municipal por parte de los ayuntamientos, han logrado que la educaci�n p�blica en el municipio dedique m�s tiempo al quehacer administrativo y c�vico, descuidando el aspecto cient�fico de la ense�anza, a tal grado que el porcentaje de conocimientos impartidos durante el per�odo escolar l996-l997 fue s�lo el 37.60% de los programas escolares, como lo muestra la tabla 5.

Tabla 5. Resultados del examen �nico de admisi�n al bachillerato aplicado por el CENEVAL

Fuente: CENEVAL

Asignatura

Indice de Aprobaci�n

Espa�ol

3.8

Civismo

3.4

Historia

3.2

Geograf�a

2.3

Matem�ticas

3.2

F�sica

2.2

Qu�mica

1.8

Biolog�a

2.7

Promedio General

37.60%

De acuerdo al Centro Nacional de Evaluaci�n (CENEVAL), el municipio de Nicol�s Romero obtuvo durante los per�odos escolares 1995-1996 y 1996-1997, el �ltimo lugar en el examen �nico de admisi�n a preparatoria. Ante la falta de una legislaci�n promovida por la diputaci�n federal para la creaci�n de un sistema de evaluaci�n escolar m�s objetiva y menos burocr�tica para los maestros, y ante las medidas ordenadas por la Secretar�a de Educaci�n P�blica (SEP), estos se ven obligados a utilizar un sistema de evaluaci�n que est� prohibido jur�dicamente en pa�ses como Jap�n, Alemania, Canad�, Estados Unidos de Norteam�rica, Francia e Inglaterra. Y es la evaluaci�n por medio de la m�xima de aciertos a cuestiones respondidas, es decir, obligados a no tener demasiados alumnos reprobados, los maestros califican a partir de quien obtuvo mayor n�mero de aciertos; si en un examen de 100 preguntas los alumnos responden solamente 30 y de �stas el n�mero mayor de aciertos es de 26, a partir de este n�mero se da la calificaci�n de 10 hacia abajo, lo que significa que a�n el alumno que obtiene un 10 de calificaci�n, en t�rminos reales se encuentra en un porcentaje muy inferior a la escala de conocimientos b�sicos.

Tabla 6: Egreso y capturaci�n de alumnos.

Fuente: Direcci�n General de Educaci�n del Estado de M�xico;

CENEVAL

No. de alumnos

%

Egresados

3,942

100%

Aprobados

872

22%

Inscritos

1,342

34%

La consecuencia inmediata del bajo porcentaje de conocimientos impartidos durante la secundaria es la creaci�n de un total estado de indefensi�n de los estudiantes para enfrentar el examen �nico de admisi�n a preparatoria, el cual no consiste en un examen, sino en un juego de azar, donde la nula preparaci�n acad�mica del alumno se convierte en un golpe de suerte para ingresar al nivel medio superior. De 3,942 j�venes que egresaron de la secundaria en 1997, solamente 872 aprobaron el examen �nico de admisi�n; 1,342 reprobados en total fueron capturados por el Sistema Educativo Municipal.

De los 1,033 alumnos que se inscribieron en el periodo escolar 1996-1997, solamente 655 aprobaron el primer semestre, 378 desertaron, y de los 696 alumnos que estudiaban el segundo semestre, solamente 533 cursaron el tercero, dando un margen de 541 desertores de la educaci�n media superior.

Si consideramos que de los 3,942 j�venes que egresaron de secundaria en el mismo periodo escolar, 2,409 no ingresaron a preparatoria, as� como 651 egresados de primaria no lo hicieron a primero de secundaria, nos da un total de 2,184 j�venes menores de l8 a�os que quedaron marginados de la educaci�n en tan s�lo un periodo escolar, y que sum�ndolos a los marginados del periodo escolar 1995-1996, podemos calcular que para julio del a�o 2000, de mantenerse el descuido de esta poblaci�n, tanto por los gobiernos federal, estatal y municipal, habr� en el municipio de Nicol�s Romero m�s de 15,000 j�venes mayores de 15 a�os y menores de 18 a�os en la completa ociosidad.

Para entender la problem�tica actual de Nicol�s Romero, se debe considerar en primer t�rmino, que su crecimiento ca�tico y an�rquico es el resultado de varios factores que se conjugaron al mismo tiempo con la problem�tica nacional, en cuanto a la relaci�n que se da entre pobreza y aumento de la poblaci�n, las cuales se conjugan al mismo tiempo, con el bajo nivel educacional. Esta simbiosis ha sido caracter�stica de aquellos pa�ses donde el desarrollo industrial es deficiente o sumamente escaso, generando comunidades en extremo pobres y con altos �ndices de poblaci�n infantil en una competencia que no tiene fin, porque con el crecimiento anomial de la poblaci�n crecen las necesidades y, por ende, las demandas familiares de satisfactores de vida, como son trabajo, educaci�n, vivienda, vestido, etc�tera; con ello, y est� comprobado por la experiencia de muchos pa�ses, principalmente aquellos en los cuales la investigaci�n cient�fica a�n permanece al margen del quehacer gubernamental en calidad marginal, que s�lo disminuyen las probabilidades para obtener esos satisfactores, generando una gran cantidad de conflictos sociales como prostituci�n, alcoholismo y marginaci�n social, principalmente.

En nuestro municipio basta notar el aumento de la poblaci�n en aquellas comunidades en donde la tenencia de la tierra es irregular y, como consecuencia, existe una gran carencia de desarrollo econ�mico. Por ejemplo, la escuela primaria de la Colonia Granjas de Guadalupe ocupa el primer lugar en el �mbito municipal, con una poblaci�n de 2,312 alumnos, pues por su situaci�n geogr�fica absorbe la mayor parte de los ni�os que provienen de las zonas de extrema pobreza, como lo son las colonias Flores Mag�n, Clara C�rdoba Mor�n y San Isidro la Paz, marcando la gran diferencia del 68% superior, respecto a la poblaci�n escolar de 720 alumnos en la escuela de la colonia Vicente Guerrero, cuya tenencia de la tierra est� regularizada.

 

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ECONOM�A

 El municipio de Nicol�s Romero se encuentra en la regi�n socioecon�mica "C" en donde los salarios m�nimos son los m�s bajos a nivel nacional. Esta situaci�n se presenta por la gran cantidad de actividades extensivas y de autoconsumo.

La poblaci�n econ�micamente activa corresponde a 65,096 habitantes, de los cuales el 96.7% estaba ocupada y el 3.3% estaban desempleados. La actividad econ�mica en el sector terciario es la de mayor importancia, la cual absorbe el 51.02% de la PEA

La actividad industrial en Nicol�s Romero es reducida y se destaca por la industria de la transformaci�n y manufactura, principalmente de art�culos textiles, productos de papel, cart�n y madera, y la presencia de dos Plantas Hidroel�ctricas.

Es conveniente se�alar que el 61% de los habitantes de Nicol�s Romero se traslada al Distrito Federal y municipios conurbados, para satisfacer sus demandas de empleo, salud, educaci�n y comercio.

Cuando el municipio se convirti� en un dormitorio, la principal actividad econ�mica, como consecuencia de ello, fue asumida por el comercio, tanto el establecido como el ambulante. Para enero de 1998 se encontraban registrados un total de 4,846 comercios establecidos y un total de 5,650 semifijos y ambulantes. Siendo mayor el n�mero de �stos �ltimos a partir de la crisis econ�mica de 1982, que orill� a gran parte de la poblaci�n desempleada a buscar nuevas formas de subsistencia familiar, la cual encontraron en la econom�a subterr�nea. Este tipo de actividad tom� mayor fuerza en los municipios conurbados a la ciudad de M�xico, por la fuerte migraci�n que realizaron los citadinos hacia estos despu�s del desastre tel�rico de 1985. Tal situaci�n, aunada a las constantes invasiones de tierra del territorio municipal y a la falta de preparaci�n educativa de las administraciones p�blicas, crear�an el marco hist�rico ideal para conformarse como una fuerza pol�tica con los intereses comunes suficientes para crear organizaciones de comerciantes capaces de implantar sus propios intereses por encima y en perjuicio de toda la poblaci�n (recu�rdese que los conflictos internos del Partido Revolucionario Institucional, cuyo descontento llev� al cierre, por dos ocasiones, de la �nica v�a de comunicaci�n y que afect� a toda la poblaci�n en da�os y p�rdidas, fue llevada a cabo por estas organizaciones de comerciantes, provocando que los �nicos beneficiados de este conflicto fueran, mediante el fraude, los conductores del servicio de transporte p�blico).

Sin embargo, el factor m�s importante para la consolidaci�n de estas organizaciones de comerciantes, fue la escasa educaci�n de los gobernantes en turno que propiciaron no s�lo su crecimiento, sino tambi�n su consolidaci�n como fuerza pol�tica organizada. La necesidad de subsistir ante el desempleo por parte de los nuevos habitantes del municipio, el bajo nivel acad�mico del Sistema Escolar y los intereses personales de las administraciones en turno, conllevaron a que el desarrollo del comercio en Nicol�s Romero fuese un proceso cultural de compraventa de derechos por debajo de la ley, que culmin� en que del total de comerciantes, a finales de 1998, el 53% se dedique a este tipo de comercio, y dada su capacidad organizativa se haya institucionalizado de tal forma que su crecimiento ca�tico ha impedido en mucho el desarrollo del comercio establecido en mayor escala; de ah� que su n�mero sea mayor. Pero la fuerza pol�tica de �ste no es en s� el n�mero de habitantes que se dedican a esta actividad, sino el n�mero de familias que dependen de ella, lo que recrudece a�n m�s su complejidad. El comercio establecido que representa el 47% de esta actividad, refleja y comprueba la condici�n de municipio dormitorio, ya que del total de comercios 2,248 est�n dedicados a la venta de productos para la alimentaci�n y, de estos, 1,563 se dedican a la abarroter�a, 249 son tortiller�as, 151 carnicer�as y 116 panader�as. Cabe recordar que a ra�z de la crisis econ�mica de 1982, que se convirti� en inflaci�n galopante en 1984, el Gobierno Federal adopt� como medidas econ�micas: paliativos de empleo, siendo uno de estos el concesionamiento, mediante amparos constitucionales, del servicio de transporte p�blico a particulares. Esta medida ten�a como �nico objetivo frenar el desempleo, y no crear una rama normada de la econom�a, por consiguiente, trajo como consecuencia el crecimiento ca�tico e irracional de este servicio y, por ende, permiti� la organizaci�n institucional de este gremio, con la capacidad suficiente para imponer sus intereses propios en detrimento de toda la sociedad. Estas pol�ticas econ�micas improvisadas afectaron a�n m�s a los municipios dormitorio. Esta condici�n municipal ha permitido el crecimiento del comercio establecido dedicado a la rama automotriz, de ah� que este giro comercial ocupe el tercer lugar en el municipio y de �l dependan 306 familias, siendo mayor el n�mero (111) de talleres mec�nicos.

Tabla 11. Principales actividades comerciales y de servicios.

Fuente: Direcci�n de Recaudaci�n y Ejecuci�n Fiscal,

H. Ayuntamiento de Nicol�s Romero.

Giro

%

Alimentaci�n

46.00%

Vivienda

8.00%

Automotriz

7.00%

Salud

6.00%

Educaci�n

0.07%

El segundo lugar lo ocupa el comercio destinado a la construcci�n y mantenimiento de la habitaci�n, dependiendo de �ste 350 familias. Destacan los giros destinados a la venta de materiales para la construcci�n (93) y Tlapaler�as (88). El cuarto lugar, con 265 establecimientos, lo ocupan los giros destinados a la salud, y entre ellos, el m�s numeroso es el dedicado a la rama farmac�utica, con 153 farmacias.

Al mismo tiempo, el comercio municipal revela el bajo nivel educativo de la poblaci�n ante el consumo del mismo, ya que el municipio de Nicol�s Romero s�lo cuenta con tres librer�as. Los giros de mayor importancia municipal los podemos se�alar como miscel�neas, talleres mec�nicos y farmacias, como se muestra a continuaci�n:

Sin embargo, para fines del siglo XX, el comercio establecido enfrenta dos graves problemas: la competencia desleal tanto del comercio ambulante como de �l mismo; y los cobros irracionales por la renta de locales.

 

Tabla 12. Giros de importancia municipal.

Fuente: Direcci�n de Recaudaci�n y Ejecuci�n Fiscal,

H. Ayuntamiento Nicol�s Romero.

Giro

Cantidad

%

Miscel�neas

773

15.00%

Talleres Mec�nicos

111

2.00%

Farmacias

153

2.00%

Librer�as

3

0.07%

 

El primer problema es la consecuencia hist�rica de la conjugaci�n de los factores que dieron origen al crecimiento ca�tico del municipio, pues si ya desde 1970 se hab�a configurado como "frontera" metropolitana inmersa en una coyuntura favorable para su desarrollo, tales factores actuar�an en sentido contrario a �sta. Pero principalmente fue por el bajo nivel educativo de las administraciones y, por l�gica propia, su nula capacidad organizativa. Siendo el caso de que la primera administraci�n p�blica con el mayor n�mero de profesionistas oper� a partir de enero de 1997. No es casualidad, entonces, que todas las pol�ticas hasta diciembre de 1996 hayan sido de corte "empirista" y no de tipo econ�mico.

Las primeras riadas de invasiones de tierra y la falta de una estructura industrial que pudiera absorber la mano de obra existente, le permitieron a las administraciones en turno descubrir la mina de oro que representaban, no s�lo en votos electorales, sino en la necesidad de los nuevos habitantes de una fuente de ingresos familiares. Y en tanto que hubiese capital disponible y disposici�n de ellos para aceptar "las reglas del gobierno municipal", pudieron integrarse al tipo de comercio que quisieran, sin importar la competencia desleal comercial que pudiera existir. Un ejemplo claro fueron los inmigrantes que establecieron sus comercios durante el periodo lectivo gubernamental 1991-1993, en perjuicio de los comerciantes oriundos del municipio. Si bien los reglamentos sobre el comercio establecido que normaban a los municipios, establec�an una distancia m�nima de 200 metros entre producci�n y venta del mismo producto, la administraci�n en turno, tal vez porque por su deficiente educaci�n desconoc�a la funci�n social de las leyes (y las leyes mismas), permiti� el establecimiento de estos nuevos comercios con una distancia de 25 cent�metros; es decir, s�lo con la separaci�n de una pared.

El segundo problema que enfrenta el comercio establecido radica en los cobros no racionales de la renta de los locales. Los constantes aumentos de �sta, en el caso municipal, no se realizan acorde a una situaci�n econ�mica nacional que pueda afectar el poder adquisitivo de los propietarios de los locales para aumentar los costos de la renta, sino que estos aumentos son considerados con relaci�n a las ventas obtenidas en esos negocios. Partiendo de un ejemplo hipot�tico se puede comprender este problema: si una persona construye un local con un costo de $10,000.00 y obtiene una renta mensual de $1,200.00, en un plazo de 9 meses habr� recuperado la inversi�n realizada en la construcci�n, lo que significa que a partir del onceavo mes empezar� a obtener un beneficio mensual de $1,200.00 sin erogaci�n alguna, ya que los servicios requeridos son costeados por el comerciante. Otra posibilidad consiste en una renta mensual de $2,000.00, lo que significa que en un periodo de 5 meses habr� recuperado el costo de la inversi�n y que a partir del s�ptimo mes obtendr� un beneficio de $2,000.00 mensuales sin inversi�n alguna. En tal caso, el aumento de las rentas ser�a obligado por los ciclos inflacionarios, en cuanto a la p�rdida del poder adquisitivo de la moneda a nivel nacional, y no al capricho usurero de las necesidades del due�o del local.

Sin embargo en el municipio sucede todo lo contrario; la renta no se establece acorde a la inversi�n realizada, sino en relaci�n al giro comercial y a las ventas obtenidas en dicho comercio, sin considerar las inversiones constantes en la compra de los productos vendidos. Si una persona renta el mismo local y realiza una venta total de $10,000.00 mensuales, con una inversi�n constante de $7,000.00 mensuales, los due�os de los locales no se conforman con recibir una ganancia racional, sino que se quedan con una parte, a veces exagerada, de la ganancia de las ventas de las mercanc�as. Lo que significa apropiarse de los beneficios de los dem�s sin inversi�n monetaria alguna; es decir, obtienen un beneficio econ�mico mayor sobre el trabajo y las ganancias, en detrimento de la persona que realiza la inversi�n constante, que realiza el trabajo, que paga los servicios de agua y luz, y que adem�s le paga una renta.

Los resultados de esta problem�tica que se inici� a partir de 1970, y que tuvo como base la carencia de una infraestructura industrial, han sido una fluctuaci�n constante de giros comerciales y de aperturas y cierres de comercios, y es tambi�n el resultado de la educaci�n que se imparte en el municipio, porque la instituci�n educativa utiliza conceptos te�ricos a partir de una posibilidad matem�tica y no de una realidad econ�mica municipal.

De tal suerte, los habitantes del municipio tienen que enfrentar la falta de posibilidades de inversi�n para desarrollar el comercio establecido, encontrando que la inversi�n m�s factible a su necesidad es la de ingresar a alguna asociaci�n o, mejor dicho, "sindicato" de comerciantes y convertirse en ambulantes.

Toda esta problem�tica tiene sus ra�ces hist�ricas a partir del crack industrial que se suscit� con la desaparici�n del ferrocarril de Monte Alto y que disloc� toda la estructura econ�mica del municipio.

En 1940 las principales actividades econ�micas eran la agricultura y la industria. Esta �ltima se conformaba con las f�bricas textileras de la Colmena, Barr�n y San Ildefonso y la papelera de Progreso Industrial. El ferrocarril le daba a este sector la estructura de un corredor industrial dentro del territorio municipal. Los productos elaborados en las f�bricas textileras eran transportados a la estaci�n de Lerdo para ser trasladados al sistema principal ubicado en Buenavista y llevados al puerto de Veracruz, en donde se embarcaban al continente Europeo. La integraci�n de la econom�a municipal a los mercados nacional y extranjero, por medio del ferrocarril, formaba parte del desarrollo econ�mico nacional que se suscit� durante el porfiriato, con la construcci�n de miles de kil�metros de v�as ferroviarias para comunicar a todo el pa�s. En otras palabras, el municipio de Nicol�s Romero contribuy� al auge, desarrollo y consolidaci�n del mercado interno nacional. Cabe recordar que uno de los ramales secundarios part�a de la colonia Hidalgo a la hacienda de la Encarnaci�n, para transportar al mercado los productos agropecuarios producidos en ella.

Una caracter�stica muy particular, que diferenciaba al municipio del resto de los dem�s, era que a la par de esta industria coexist�a la agricultura de temporal de tipo ejidal. En 1917 el tipo de propiedad agr�cola que predominaba en el territorio era el ejido, al cual se destinaba el 80% de la actividad econ�mica. Si por una parte, la rama industrial se encontraba ligada a los mercados nacional y extranjero, por otra parte la agricultura se integraba a una econom�a de autoconsumo en la producci�n de ma�z, haba, frijol, calabaza, legumbres, l�cteos, huevos y se reforzaba, para el consumo alimenticio, con el chinicuil, el chapul�n, caracoles y el huitlacoche. En la cr�a de aves de corral, ganado ovino y lanar, reforzada con animales silvestres como el ciervo y la liebre de campo, de tal suerte que mientras la industria manten�a bajos los salarios, la agricultura de autoconsumo abastec�a de alimentos a la poblaci�n y, por otra parte, el ferrocarril abarataba los costos de transportaci�n que le permit�a al municipio integrarse a los mercados nacional y extranjero. Si bien la agricultura no generaba un excedente para sus propietarios, permit�a mantener estable el poder adquisitivo de los salarios. De tal forma que si por un lado imped�a el enriquecimiento de los habitantes, por otro lado era una muralla que imped�a tambi�n su empobrecimiento.

Pero el ferrocarril no s�lo funcionaba como un medio de transporte, sino que manten�a un doble papel en la econom�a municipal. Si se considera que el auge de la industria en Nicol�s Romero estuvo conformada dentro del periodo hist�rico de la extracci�n de la plusval�a absoluta, en la cual la industria requer�a de grandes cantidades de mano de obra, y que por ello era necesario que las familias fueran numerosas, el ferrocarril represent� una fuente de trabajo que pod�a absorber una parte del ej�rcito de reserva de la fuerza de trabajo que no pod�a ser captada por el sector industrial. Cabe recordar tambi�n que al finalizar la Revoluci�n Mexicana muchos habitantes del municipio se encontraron ante el dilema de poseer grandes cantidades de tierra pero sin capital liquido para invertir y capitalizar la agricultura, al igual que muchos peones que no pudieron adquirir tierras; para ellos el ferrocarril represent�, tambi�n, una fuente de trabajo. Por otra parte, era el agente principal, entre la compra de insumos para la industria y la venta de los productos elaborados en el municipio. De tal suerte que toda la econom�a municipal giraba en torno al ferrocarril de Monte Alto.

La ca�da econ�mica tuvo su primer antecedente en el campo de la divisi�n internacional del trabajo. Es a partir de 1930 que se da en M�xico el cambio del patr�n econ�mico: de la agricultura a la industria y la sustituci�n de importaciones. Antes de ese a�o, el pa�s se ubicaba en esa divisi�n como exportador de materia prima e importador de productos manufacturados. El segundo antecedente, y el m�s importante, es la presi�n que ejercieron las econom�as agresivas, principalmente la norteamericana, sobre el Estado mexicano para realizar mayores inversiones en la industria automotriz. Esto conllev� a las pol�ticas econ�micas del pa�s a desatender a la industria ferroviaria, lo cual implic� la desaparici�n de muchos ramales ferroviarios que estuvieran fuera de las rutas principales. No sucedi� como en muchos pa�ses europeos, que una parte de las inversiones hacia los medios de transporte fue destinada a la modernizaci�n de los ya existentes, al grado de que en el continente Europeo el ferrocarril contin�a siendo un medio de comunicaci�n de la misma importancia que los sat�lites, ya que une las capitales de toda Europa, desde Londres, Inglaterra, hasta la ciudad de Mosc� en la ex Uni�n Sovi�tica.

Con la desaparici�n del ferrocarril de Monte Alto, entra en franca decadencia el sector industrial, hasta el cierre de las f�bricas de Barr�n y La Colmena, afectando a toda la econom�a municipal. A partir de ah�, se inicia la venta lenta y paulatina de grandes extensiones de tierra, para subsanar la p�rdida del poder adquisitivo; se pierde gran n�mero de plazas de trabajo y se inicia el �xodo diario de la poblaci�n a las f�bricas de Tlalnepantla, Naucalpan y el Distrito Federal.

La agricultura se convirti� entonces en la principal actividad econ�mica, sin embargo, estuvo destinada al fracaso por varios factores: la propiedad privada se encontraba descapitalizada, ya que enfrentaba la falta de capital l�quido para invertir en ella y, por ende, la falta de inversi�n en tecnolog�a, as� como un transporte viable para traerla al municipio. El ejido por su parte, se encontr� ante un rezago total que no le permiti� ninguna posibilidad ni de recuperaci�n ni de producci�n y, a pesar de encontrarse sobre un subsuelo rico en mantos fri�ticos, dependi� como unidad econ�mica hasta sus �ltimos d�as de la temporada de lluvias.

Sin embargo; no fueron estas condiciones econ�micas las que transformaron el municipio de Nicol�s Romero de un corredor industrial a un municipio dormitorio. Al desaparecer el ferrocarril de Monte Alto, el municipio se encontr� en una coyuntura hist�ricamente ideal para convertirse en un pr�spero municipio agropecuario, la que dur� hasta 1970, en que se descubre la punta del iceberg de la crisis agraria en M�xico. Esta coyuntura consist�a en el dilema municipal de convertirse en un municipio agropecuario, ya que contaba con las tierras ideales para la agricultura y una gran riqueza de mantos fri�ticos y al mismo tiempo no ofrec�a ning�n atractivo, por su situaci�n geogr�fica tan alejada de la zona urbana y su carencia de v�as de comunicaci�n, para atraer m�s pobladores a residir en �l. O bien, convertirse en un municipio dormitorio, al cual la orograf�a no le permit�a la creaci�n de f�bricas para absorber mayor fuerza de trabajo.

El convertirse en un municipio dormitorio fue la obcecaci�n y capricho de un solo hombre, quien desde la c�pula de la Confederaci�n de Trabajadores de M�xico (CTM), por medio del sindicato de obreros de la f�brica papelera de Progreso Industrial, impuso a los habitantes del municipio a sus predilectos como gobernantes, hasta 1994. Al colocarse como due�os absolutos del partido oficial, pudieron consolidarse dentro de �l y, con esto, lo convirtieron en el "sindicato del pueblo" para beneficio de ellos mismos, quienes permitieron mediante la tolerancia del Gobierno Municipal o, mejor dicho, mediante la venta clandestina, las invasiones de tierras. Contrariamente al desarrollo del progreso del municipio, que exig�a que estas tierras se vendieran a pocos empresarios para la fundaci�n de nuevas f�bricas, se decidieron por el reverso del progreso al anteponer su beneficio personal, con la venta de un solo predio a miles de familias, exclusivamente para casa habitaci�n y no para crear fuentes de trabajo. Es por ello que mantuvieron dos caracter�sticas t�picas de gobierno: su bajo nivel educativo, que propici� el crecimiento ca�tico tanto de la econom�a como de la poblaci�n, y sus afanes de enriquecimiento personal. Y no obstante haber sido el causante de que el municipio haya tomado el rumbo contrario a la l�gica de su desarrollo en esa coyuntura y con ello la ruina de todo el municipio, en el a�o de 1995 el pueblo de Nicol�s Romero le erigi�, como un magno monumento, la Universidad Tecnol�gica "Fidel Vel�zquez".

Para iniciar el siglo XXI la �nica f�brica que logr� subsistir de ese corredor industrial es la f�brica textil San Ildefonso. Pocos a�os atr�s fue definitivamente cerrada la papelera de Progreso Industrial.

Para 1998 el municipio s�lo cuenta con trece microempresas y una importante distribuidora cervecera; dos f�bricas textiles en San Ildefonso y Barr�n; tres dedicadas a la elaboraci�n de productos pl�sticos: Pagani S.A. en la colonia El Tr�fico, Oro Plast y Morales Hinojosa Hnos. en la colonia Himno Nacional; una maquiladora: AIM S.A. en la colonia Vista Hermosa; dos F�bricas manufactureras: Tiroles S.A. en San Francisco Mag� y Gadi S.A. en la Francisco Sarabia; una empresa editora de enciclopedias: Grupo Cultural Barr�n en el fraccionamiento Arcoiris; una f�brica de corrugados en la Colmena; una impresora de cierta importancia en la colonia Vicente Guerrero y una elaboradora de Botanas en la colonia Zaragoza.

Sin embargo, y como resultado del crecimiento ca�tico del municipio, este sector mantiene una complejidad que impide su crecimiento como sector econ�mico: la distribuidora cervecera ocupa muy poca mano de obra y obtiene ganancias millonarias sin producir absolutamente nada; la f�brica manufacturera, Tiroles S.A. exporta sus productos al mercado internacional y carece de capital para aumentar su fuerza de trabajo y su producci�n; la maquiladora AIM S.A. es la que posee el mayor n�mero de trabajadores, aproximadamente 400, tiene posibilidades de ampliar sus plazas a 1,200 costureras, sus productos se destinan directamente a los Estados Unidos, no tiene mercado en el territorio nacional y sin embargo los trabajadores carecen de salario formal; la mina de arena Santa Fe tiene importancia en este sector por el monto de inversi�n empleada en tecnolog�a.

El principal problema que le afecta a este microsector empresarial es la falta de una infraestructura de v�as de comunicaci�n para fortalecerse en el mercado nacional. De ah� que la V�a Corta a Morelia, como una nueva v�a de comunicaci�n, para fines del siglo XX, ya no sea una alternativa econ�mica sino una necesidad poblacional, am�n de la falta de servicios en la pavimentaci�n de las �reas perif�ricas de este sector, como es el caso de Botanas Quer�taro y Tiroles S.A.

Otro problema que ha impedido el desarrollo de este sector, ha sido la falta de apoyos pol�ticos por parte de las administraciones p�blicas para el aumento de su fuerza de trabajo, ya que si bien el municipio tiene una gran riqueza en la producci�n del ej�rcito de reserva de la fuerza de trabajo mediante su sector educativo, esta fuerza de trabajo no tiene coordinaci�n alguna por parte del Ayuntamiento para ser integrada al proceso de producci�n.

Y con la creaci�n de las universidades, el principal problema al que se enfrenta a fines del siglo XX, es la falta de coordinaci�n entre este sector y el gobierno municipal y la falta de apoyos tecnol�gicos por parte de las universidades.

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Sistema de Transporte P�blico Municipal

La migraci�n de la fuerza de trabajo presenta dos problemas. El primero, en t�rminos econ�micos, se presenta porque los gastos de insumos de las empresas, as� como los gastos de los trabajadores, quedan detenidos en los municipios donde existen las fuentes de trabajo. De los ingresos que percibe el trabajador por su salario, el municipio solo recib�a el 47% hasta noviembre de 1998, por medio del gasto familiar, ya que este salario se deteriora en un 53% por el pago del servicio de transporte p�blico y esto considerando que el trabajador perciba dos salarios m�nimos; es aqu� donde se genera el segundo problema, y el m�s grave de todo el municipio, debido a que no existe ninguna legislaci�n para este servicio pues se concesiona mediante un amparo constitucional. Este servicio produc�a en 1998 un monto aproximado de $1,349,460.00 de ingresos diarios, sin pagar impuestos reales de sus ganancias netas, y con un monto de ganancias por encima de la tarifa oficial de $21,546.00 por d�a. Para terminar el a�o de 1998 este servicio habr�a percibido, solamente de esa ganancia, la cantidad de $7,864,290.00 para los due�os de las unidades de transporte. Por otro lado, s�lo por el pasaje m�nimo de estudiantes al interior del municipio, percib�an la cantidad de $184,384.00 diarios hasta diciembre de 1997, y en enero de 1998 de $230,480.00 diarios, con una ganancia ilegal de $12,906.88 por d�a. N�tese que esta cantidad no es liquidada por los salarios devengados por los trabajadores, es extra�da del gasto familiar, minando a�n m�s el poder adquisitivo de las amas de casa. Esta ganancia es ilegal por haberse elaborado una tarifa simulada en relaci�n a la p�rdida real del poder adquisitivo de los salarios de los consumidores, y porque se realiza un cobro mayor al establecido por la ley; adem�s porque el ingreso neto percibido por los due�os de las unidades de transporte, los cuales no pagan el impuesto sobre la renta diaria de las unidades de transporte correspondiente, no se declara ante Hacienda y Cr�dito P�blico, a diferencia de las cuatro empresas de autobuses de transporte p�blico cuyos ingresos netos son declarados al gobierno y ofrecen un mejor servicio; es decir, al no presentar una declaraci�n de sus ingresos netos como personas f�sicas, est�n evadiendo al fisco y, por ende, defraudando al pa�s.

Tabla 1. Estado de las unidades del Servicio de Transporte P�blico.

Fuente: Encuesta realizada por el autor.

Caracter�stica

%

Mal estado

83.0%

P�simo estado

0.4%

Sucias

88.0%

Limpias

12.0%

No aptas

100.0%

Estos transportistas en nada contribuyen al desarrollo del municipio y s�, por el contrario, son los primeros beneficiados por las obras de infraestructura municipal en v�as de comunicaci�n. Si consideramos que la renta que cada unidad de transporte produce diariamente es entre $400.00 y $600.00, la ganancia de cada due�o de unidad es mayor a los $300,000.00 anuales, totalmente exentos de cualquier carga tributaria.

En t�rminos de este ingreso, que es comparable a la renta producida por el servicio de transporte p�blico de Toronto, Canad�, y que actualmente ocupa el primer lugar en el �mbito mundial en la prestaci�n de este servicio, nuestro transporte contribuye a que el estado de M�xico sea el n�mero uno en prestar el peor servicio de Am�rica Latina, ante el desconocimiento, o tal vez la apat�a, de los diputados tanto local como federal y los Consejos de Participaci�n Ciudadana.

Para comprobar el bajo nivel, por no decir degradante, en que se realiza este servicio, se encuest� a 730 unidades de servicio p�blico, las cuales representan el 25% del total de las unidades, desde el d�a 1 de enero al 31 de diciembre de 1997, con un recorrido de la colonia Hidalgo a Santa M�nica, de ida y de regreso, la cual arroj� los siguientes resultados: de 730 unidades encuestadas del tipo Combi, el 83% (605) se encontraron en mal estado, el 0.4% (3) en p�simas condiciones, el 100% (730) no est�n adaptadas para el transporte de once pasajeros y el 100% (730) transportaron once pasajeros, el 88% (624) realizaron el servicio completamente sucias.

En cuanto a la prestaci�n del servicio, de acuerdo a la Ley Federal del Consumidor y a la Ley de Protecci�n del mismo, los resultados demostraron una total violaci�n a ambas leyes. De la misma encuesta se obtuvieron los siguientes resultados:

De 730 conductores, el 79% (576) ten�an mal aspecto, el 83% (605) completamente sucios y mal vestidos; solamente el 1.6% (11) estaban limpios, el 100% (730) ignoraban la existencia de un reglamento de tr�nsito, el 87% (635) carec�an de licencia vigente para conducir, el 99.95% (727) dio un p�simo servicio durante todo el a�o, y s�lo el 0.5% (3) respet� su trabajo; el 100% (730) maltrat� al pasaje, el 48% (351) no respetaron la tarifa, el 100% (730) excedieron el cupo legal de pasajeros, 8 conductores golpearon al pasaje por exigir un buen servicio, el 39% (286) insult� al pasaje por la misma raz�n, el 61% (439) amenaz� con bajar al pasajero que exigi� mejor trato, el 57% (432) descendieron a m�s de 110 kil�metros por hora, los tramos de Arcoiris y San Ildefonso. Y una sola infracci�n fue cometida 1,149,750 veces en todo el a�o de 1997. (Tabla 2)

 Tabla 2. Los Conductores del Servicio de Transporte P�blico.

Fuente: Encuesta realizada por el autor.

Caracter�stica

%

Mal aspecto

79%

Sucios y mal vestidos

83%

Limpios

1.6%

Sin reglamento

100%

Sin Licencia Vigente

87%

P�simos conductores

99.95%

Buenos Conductores

0.05%

Maltrataron al pasaje

100%

No respetaron la tarifa

48%

Sin embargo, a pesar del ingreso global diario que percibe este servicio, pocos son los que obtienen una ganancia racional del mismo. Como resultado de este p�simo servicio, las ganancias son destinadas a los talleres mec�nicos y refaccionarias, puesto que el desgaste innecesario de las unidades de transporte conduce a un gasto excesivo e injustificable de mantenimiento y composturas. De los $180,384.00 que se percibe por el transporte escolar, se pagan �nicamente de impuestos a la federaci�n, por refacciones automotrices $136,080.00 diarios; impuestos que no son recuperados ni por el mismo servicio de transporte p�blico ni por el municipio. Pero lo il�gico, es que este p�simo servicio recupera sus p�rdidas absurdas con los aumentos de pasaje, sangrando a�n m�s el gasto familiar, y al mismo tiempo ha cerrado un c�rculo vicioso que no permite el desarrollo de una econom�a municipal propia; porque anula, con los gastos innecesarios y excesivos, la posible inversi�n familiar en proyectos productivos, lo cual lograr�a el crecimiento de la poblaci�n econ�micamente activa. Si partimos de un ejemplo hipot�tico de una familia compuesta por cinco integrantes, todos ellos ocupados, y percibiendo cada uno en promedio dos salarios m�nimos de $28.40 pesos diarios, entre todos ellos generar�an un monto de $1,988.00 pesos semanales; sin embargo, de ese monto generado, esta familia s�lo dispone de $934.36 pesos a la semana, porque el gasto de transporte a sus fuentes de trabajo es de $1,053.64 pesos semanales. Si esta cantidad fuera ahorrada generar�a un monto de $54,789.28 pesos anuales, suficiente para que esta familia pudiera invertir, a mediano plazo, en una peque�a empresa familiar.

Por el contrario; esta migraci�n de la Fuerza de Trabajo hacia otros lugares contribuye a aumentar y fortalecer la poblaci�n econ�micamente activa de esos lugares, en detrimento de la nuestra.

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RECREACI�N

Nicol�s Romero cuenta con espacios tur�sticos como el Parque Ecotur�stico Tres Piedras, la Presa de la Colmena, Lomas del R�o, El Sif�n, San Juan de las Tablas, Miranda y el Casco de la ex-hacienda de la Encarnaci�n,

Para la recreaci�n es importante mencionar la unidadd deportiva "Sor Juana In�s de la Cruz" y el gimnasio municipal. Existen tambi�n canchas dispersas de f�tbol, b�squetbol, f�tbol r�pido, front�ny otros sitios de esparcimiento.

Las �reas verdes en la zona urbana que se pueden observar en Nicol�s Romero est�n en: Plaza C�vica, la Colmena, la colonia Hidalgo, Progreso Industrial, Cahuac�n, San Ildefonso y Benito Ju�rez, los cu�les resultan apropiados para la realizaci�n de actividades de recreaci�n y esparcimiento.

 

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Caracterizacion del Ayuntamiento

Presidente municipal
Un s�ndico
Siete regidores de mayor�a relativa
Seis regidores de representaci�n proporcional

Organizaci�n y Estructura de la Administracion Publica Municipal

Para su funcionamiento el ayuntamiento cuenta con las dependencias que enumera La Ley Org�nica Municipal, como es Secretario del Ayuntamiento, Tesorer�a y las siguientes direcciones: Administraci�n; Adquisiciones; Gobierno Municipal; V�a p�blica; Desarrollo urbano; Obras p�blicas; Tenencia de la tierra; Educaci�n, cultura y bienestar social.

Autoridades Auxiliares

Son autoridades auxiliares municipales, los delegados y subdelegados que se eligen en cada poblaci�n, as� como los Consejos de Participaci�n Ciudadana de cada colonia y delegaci�n.

Tanto las autoridades municipales como las auxiliares se eligen cada tres a�os, o cuando lo determine la Legislatura Local.

Regionalizaci�n Pol�tica

El municipio de Nicol�s Romero pertenece al Distrito Rent�stico y Judicial de Tlalnepantla. Pol�ticamente a nivel federal pertenece al Distrito IV y localmente al XLIV, ambos con cabecera en ciudad Nicol�s Romero.

 

 

 ESTRUCTURA URBANA

La estructura urbana de Nicol�s Romero es desordenada entre los elementos habitacionales, industriales, comerciales y de servicios, esto debido a que el crecimiento urbano se ha realizado en terrenos topogr�ficamente accidentados, aunado a que el municipio no ha contado con un plan de desarrollo municipal acorde a las necesidades socioecon�micas de sus habitantes, as� como por su cercan�a a las zonas con mayor capacidad industrial.

La cabecera municipal tiene vacantes territoriales para el crecimiento urbano, principalmente en los ejidos de Cahuac�n, Nicol�s Romero y Azotl�n; as� como una gran cantidad de lotes bald�os dispersos alrededor de la zona urbana.

Como es una zona densamente poblada hace que circule una gran cantidad de veh�culos de transporte p�blico y particulares. Las vialidades primarias del municipio tienen problemas de congestionamiento en las horas pico, siendo m�s agudo en la zona centro de la cabecera municipal.

Los asentamientos humanos de mayor importancia establecidos en el municipio de Nicol�s Romero se presentan en la cabecera municipal, San Ildefonso, la Colmena, Barr�n, la Curva, el Puerto, Progreso Industrial, San Jos� del Vidrio y Cahuac�n. Las viviendas en general se construyen de tabique y concreto, con variantes en sus techos, desde l�minas de cart�n, met�licas, de asbestos y losas de concreto.

En todo el municipio existen asentamientos irregulares ubicados en terrenos ejidales, en zonas federales, as� como fraccionamientos clandestinos; los de mayor importancia son: Axotl�n parte Alta y Baja, San Juan Tlihuaca, Flores Mag�n, y el ejido de San Jos� del Vidrio.

En el rengl�n de servicios, el agua potable en Nicol�s Romero proviene de 3 fuentes superficiales y 22 pozos profundos, con un total de 3,621 metros c�bicos por hora. La red municipal de agua potable cubre 43,724 viviendas de un total de 49,647, lo que arroja una cobertura del 87.4%; las siguientes tablas presentan el sistema de suministro para las diferentes comunidades del municipio:

En cuanto al servicio de drenaje, 43,724 viviendas cuentan con este servicio, lo que nos da una cobertura del 88.1%. El sistema de alcantarillado mide aproximadamente 230 kil�metros; los colectores descargan a los arroyos: Las V�boras, Arroyo Grande, Concha y Colmena, que son tributarios de las presas de Guadalupe y el Rosario, ubicadas en Cuautitl�n Izcalli y Tepotzotl�n. Por su lejan�a con las zonas urbanas, existen poblaciones que no tiene sistema de drenaje y alcantarillado; sus aguas residuales se vierten en fosas s�pticas, barrancas o arroyos.

El servicio de energ�a el�ctrica se proporciona a 48,924 viviendas, de un total de 49,647 establecidas en Nicol�s Romero; o sea que el 98.6% de la vivienda municipal est� electrificada.

La estructura vial del centro de poblaci�n de Nicol�s Romero resulta deficiente en la actualidad, lo que ocasiona largos recorridos de la poblaci�n, as� como el congestionamiento de las principales vialidades. Algunas de las vialidades que tienen este problema son: Nicol�s Romero, 16 de septiembre, 1� de mayo, 20 de noviembre, Hidalgo, Iturbide, 6 de diciembre, Lerdo de Tejada y vialidades secundarias en donde hacen base las combis y microbuses, provocando conflictos viales.

La llegada de enormes cantidades de inmigrantes y su consecuente establecimiento an�rquico en el municipio de Nicol�s Romero, produjo desestabilizaci�n en el crecimiento urbano a partir de la d�cada de los sesentas. Esta migraci�n, aunque ha sido frenada en cuanto a las invasiones de tierra, ha mantenido una constante anual. Al cotejar la taza de nacimientos registrados en los a�os 1990 y 1991 con las inscripciones a primer a�o de primaria en 1996 y 1997 se puede establecer una media del 4.7% anual de inmigraci�n, siendo que de 1994 a 1997 el �ndice de nacimientos mantuvo una taza constante del 0.9% de natalidad. Esto confirma la teor�a de que el crecimiento poblacional en el municipio se debe a la gran cantidad de matrimonios j�venes que arriban al territorio con m�s de dos hijos y no al �ndice de natalidad local. Dando como resultado que m�s del 63% de la poblaci�n que constituye la sociedad de Nicol�s Romero a fines del siglo XX, provenga de otros lugares.

Pero al mismo tiempo que esta taza de inmigraci�n produjo una desestabilizaci�n urbana, no ha permitido la creaci�n de una identidad municipal, sino todo lo contrario: la gran diversidad de or�genes que se confrontaron con el modus vivendi y a�n agr�cola de los entonces vecinos municipales, oblig� a los reci�n llegados al descuido de sus propios usos y costumbres provincianas, para adaptarse un sistema ap�tico y personal de vida, provocado por la situaci�n geogr�fica que nos ubica como frontera econ�mica.

Es en este sistema de vida en el que se ha desarrollado el sistema educativo; pero no como una instituci�n bajo la cual se pueda promover una identidad municipal, sino por el contrario: la educaci�n municipal ha contribuido, en mucho, al fortalecimiento de la corrupci�n de las instituciones, al evitar la intromisi�n de un Estado de Derecho en la formaci�n acad�mica de los alumnos para la resoluci�n de los problemas comunes que afectan a la totalidad de los habitantes. Un ejemplo claro lo constituye la forma en que los m�s de 200,000 habitantes consumen diariamente el servicio de transporte p�blico. La encuesta realizada durante todo el a�o de 1997 arroj� tambi�n los siguientes resultados: De los 20,350 usuarios que viajaron en las 750 unidades de tipo combi los 365 d�as, el 99% (20,348) viajaron inc�modamente sin protestar; al 14% (2,920) les agrada viajar lo m�s incomodo y deplorable posible; el 97% (19,873) permiti� el maltrato de los conductores sin protestar, el 57% (11,732) pag� una tarifa mayor a la establecida por la ley; tambi�n sin protestar; el 7.7%(1,583) prefiri� bajarse de la unidad para no hacer valer sus derechos; el 100% (20,350) pag� por adelantado este p�simo servicio; solamente el 0.009% (2) protestaron por el mal servicio; 5 personas fueron injuriadas y agredidas por los conductores por negarse a viajar de manera incomoda; 8 fueron golpeadas por los mismos por exigir su derecho como consumidores. En enero de 1998 se inform� sobre un aumento legal del 19%, autorizado por la Secretar�a de Gobernaci�n del estado a la tarifa del transporte p�blico; sin embargo el aumento real fue del 23%, ante el benepl�cito de los usuarios. Y a�n cuando �ste supera con el 18% m�s al costo del servicio de lujo del transporte canadiense, el sistema de operaci�n de nuestro servicio se mantiene en los mismos niveles de prestaci�n, es decir, se paga un costo de superlujo por un servicio nocivo y humillante. En otras palabras, en tanto que el servicio de transporte p�blico de Canad� es el m�s lujoso y c�modo a nivel mundial en cuanto a su prestaci�n y el m�s econ�mico en cuanto a su costo, el nuestro es el m�s degradante y sucio en cuanto a la prestaci�n de �ste y el m�s caro en todo el mundo en cuanto a su costo. Y esto no es otra cosa que el resultado de lo deficiente que es el sistema educativo del municipio de Nicol�s Romero. (Tabla 7)

Tabla 7. Estado del consumo en el Servicio de Transporte P�blico

Fuente: Encuesta realizada por el autor.

Viajaron inc�modamente sin protestar

99%

Les agrada el maltrato

14%

Permitieron el maltrato

97%

Pagaron una tarifa mayor

57%

Desconocen sus derechos como consumidores

99%

Por una parte, la normativa exige los siguientes requisitos para concesionar este servicio a los particulares: tener una edad m�nima de 35 a�os, licencia de tipo "A" de conductor, curso de manejo, cursos de relaciones humanas, de mec�nica en general y conocimiento pleno de las leyes de tr�nsito; y una vez satisfechos �stos, exige: limpieza absoluta del conductor, corbata y camisa blanca limpia, no traer ayudantes (cacharpos), manejar a una velocidad m�xima de 80 kil�metros por hora, y descenderla a un m�ximo de 40 kil�metros por hora en zonas habitacionales y comerciales, no traer m�sica ensordecedora y prohibe estrictamente competir (corretearse) con otras unidades. La misma normativa establece el total respeto a los usuarios y la prioridad de los transe�ntes y veh�culos particulares por encima de este servicio. Por otra parte, sin embargo, y para evitar que esta normativa sea del conocimiento p�blico y pueda ejercerse de acuerdo a la Ley Federal del Consumidor por parte de los usuarios, la Direcci�n General de Transporte Terrestre ha establecido una "tarifa especial" para los due�os de las unidades del servicio de transporte p�blico, mediante la cual se subsanan las dificultades de operaci�n de �ste sin importar dejar a los miles de usuarios en un total estado de indefensi�n ante el consumo que realizan.

Este Estado de Indefensi�n existe porque el Sistema Educativo Municipal se encuentra al margen de toda la problem�tica que sucede en el municipio y adem�s por el bajo nivel acad�mico del sector magisterial, ya que si bien el 80% de los maestros consumen diariamente este servicio, desconocen completamente c�mo se constituye un Estado de Derecho. Prueba de ello es que el 93.07% del magisterio municipal ignora la existencia de esa normativa. Este consumo por parte de ellos demuestra su bajo nivel acad�mico, al no aplicar los conocimientos elementales que imparten en las aulas escolares para descubrir los cobros ilegales del transporte p�blico, porque si bien el aumento autorizado por la Secretar�a de Gobierno en enero de 1998 fue del 19%, el cobro que se realiz� fue del 23% durante el d�a; y del aumento autorizado del 20% durante la noche, se cobr� el 40%, lo que comprueba que estos cobros ilegales son posibles debido a la escasa preparaci�n cient�fica del cuerpo magisterial.

Para finalizar el a�o de 1998 se demostr� con toda su crudeza el bajo nivel educativo de los habitantes del municipio ante el segundo aumento del pasaje del transporte p�blico que se realiz� en menos de un a�o.

El 4 de diciembre fue anunciado oficialmente un nuevo incremento a la tarifa de viaje, del 18% en relaci�n a la establecida el 1� de enero; en este sentido, el aumento que debi� ser de $2.35 a $2.77 en el pasaje m�nimo, debido a la compra de derechos por debajo de la ley por los presidentes de las rutas ante los gobiernos federal y estatal, aument� en realidad de la siguiente manera:

Tabla 8. Aumento real del costo del pasaje del transporte p�blico.

Fuente: Estudios realizados por el autor

Pasaje

Cantidad

%

M�nimo

de $2.35 a $3.00

27%

Intermedio

de $4.50 a $5.50

22%

M�ximo

de $5.80 a $7.00

20%

Como se puede notar en la tabla 8, el porcentaje de aumento mayor recay� en el pasaje m�nimo. En contra de toda la l�gica no s�lo de la realidad econ�mica municipal, sino tambi�n en contra de lo establecido por las teor�as de desarrollo econ�mico, agravando a�n m�s la p�rdida del poder adquisitivo de las amas de casa y de la educaci�n misma, ya que este aumento significar� la p�rdida de matr�cula escolar del nivel medio superior y superior por parte de los j�venes del municipio. Doblemente dolorosa esta situaci�n, por sangrar al mismo tiempo el salario de los trabajadores del municipio para el beneficio exclusivo de los conductores de microbuses, en un municipio que, por ser dormitorio, no tiene una infraestructura industrial que pueda servirles como soporte para detener ese irracional aumento. Se puede afirmar por lo tanto que, bajo la aceptaci�n complaciente de la diputaci�n federal, se le impuso al municipio de Nicol�s Romero el pasaje m�nimo que le corresponde a una ciudad industrial y no a una ciudad dormitorio.

Tabla 9. Distinciones del municipio de Nicol�s Romero a nivel nacional.

Fuentes: UNESCO; CENEVAL.

Lugar Nacional

Distinci�n

Primer Lugar

Reprobaci�n del examen de admisi�n

al bachillerato

Primer lugar

Deficiencia acad�mica magisterial

Segundo Lugar

Maternidad infantil

Al realizar un estudio comparativo de los aumentos de los salarios con las tarifas del transporte p�blico, los resultados demostraron que durante el a�o de 1998 el costo del pasaje aument� el 107% con relaci�n a los salarios y, as� mismo, en relaci�n al a�o de 1997 el aumento real de las tarifas de transporte de servicio p�blico fue del 57% en menos de un a�o.

Todo lo anterior conjugado significa que para finalizar el siglo XX, los salarios devengados por los habitantes de Nicol�s Romero, por ser un municipio dormitorio, ser�n destinados exclusivamente a cubrir un solo objetivo: sostener y mantener econ�micamente a los conductores y due�os del servicio de transporte p�blico, y lo m�s grave es que este servicio no paga ning�n impuesto municipal.

Pero lo dram�tico en s� no es el aumento del costo del transporte, sino el hecho que, de los casi 3,000 maestros que laboran en el territorio municipal, ninguno de ellos not� la falsedad del porcentaje oficial. Y la �nica explicaci�n que existe para ello concluye que el cuerpo magisterial del municipio, para iniciar el a�o 2000, a�n no sabe aplicar las operaciones matem�ticas m�s elementales en su vida cotidiana. Todo esto convierte a Nicol�s Romero en la ciudad m�s atrasada educativamente en toda la Rep�blica Mexicana; por ende, las distinciones que honran a todos los habitantes de este municipio a nivel nacional, son las siguientes:

Esta actitud mediocre de los maestros, como el ala intelectual de toda sociedad, hacia los problemas sociales del municipio, refuerza la cultura del uso de las costumbres por encima de las leyes, en detrimento a la posibilidad de implantarse un Estado de Derecho. Es por causa del Sistema Educativo que la caracter�stica de dormitorio se est� reproduciendo al interior, al grado que resulta m�s factible para los estudiantes realizar su preparatoria fuera del municipio, por ser m�s barato que dentro del mismo. Si suponemos que un joven vive en la colonia Independencia y estudia en el Colegio de Bachilleres de ciudad Sat�lite, necesitaba en noviembre de 1998 un m�nimo de $70.00 semanales s�lo para asistir a clases, a diferencia de otro vecino que estudie en el Colegio de Estudios Cient�ficos y Tecnol�gicos del Estado de M�xico (CECyTEM) de la colonia Granjas de Guadalupe, el cual gastaba en la misma fecha la cantidad m�nima de $75.00 semanales para asistir a clases. Pero para enero de 1999, debido al segundo aumento del pasaje, necesitaron $85.00 el primero y $90.00 el segundo, sin contar gastos de libros, ropa y �tiles escolares. Para fines del siglo XX, de no intervenir el sector magisterial y de aprobarse un nuevo aumento en el costo del transporte p�blico, significar� la ruina total del Sistema Educativo Municipal.

La falta de un sistema educativo eficiente se puede comprobar al cotejar el aumento de la delincuencia entre los j�venes del municipio. Para el a�o 1996 hubo un descenso del 11% tanto de menores infractores como de delitos y en 1997 hubo un aumento del 9% en relaci�n a 1995; de la misma forma, en el primer trimestre de 1996 fue del 40% con relaci�n al a�o anterior, para el primer trimestre de 1998 fue un aumento del 200% con relaci�n a 1995. Destaca el aumento del delito de portaci�n de arma prohibida, habi�ndose cometido �ste una vez en 1996, tres veces en 1997 y dos veces tan s�lo en el primer trimestre de 1998. Y en tanto que los menores delincuentes de 14 a�os representan el 10.9%, los menores de l6 a�os son el 19.1% y los de 17 a�os el 27.3% de todos ellos, concordando estas edades con la edad de los j�venes que egresan de la secundaria, a diferencia de los que egresan de la primaria, ya que los menores infractores de 13 a�os solamente representan el 5.4%.

Sin embargo, y gracias a la situaci�n geogr�fica del municipio, los �ndices de delincuencia juvenil se mantienen bastante bajos con relaci�n a otros municipios, ya que desde el 1� de enero de 1995 hasta el 31 de marzo de 1998, fueron registrados un total de 146 menores infractores en la Procuradur�a del Menor; estos, con relaci�n a la problem�tica global del municipio, s�lo representan el 0.04% de la poblaci�n total. Destaca como problema prioritario la marginaci�n educativa del nivel medio superior. (Tabla 10)

Tabla 10. Problemas Sociales

Fuente: INEGI. Encuesta realizada por el autor.

Problem�tica

%

Analfabetismo

2.80%

Vandalismo

0.50%

Sin Escuela

18.17%

Delincuencia Juvenil

0.04%

Por otra parte, la delincuencia juvenil no existe en todo el municipio; a pesar de que el n�mero de colonias en que se suscita representa el 58% del total, son s�lo cinco en las que se concentra el 50% de los menores infractores; de �stas son la colonia Ju�rez Barr�n la que concentra el 14.20% de ellos, la Francisco I. Madero con el 9.50% y las colonias Jim�nez Cant� y San Isidro la Paz con el 7.58% cada una. De ellas, la m�s problem�tica es la Ju�rez Barr�n, ya que concentra el 50% de todos los delitos cometidos por los j�venes infractores; en la Francisco I. Madero se concentra el 33% y en las dos �ltimas el 26%, respectivamente.

Todo esto nos demuestra la coyuntura hist�rica en que se encuentra el municipio, ante la cual, y por lo mismo, existen dos alternativas para el siglo XXI: o se mejoran las condiciones de vida de los j�venes adolescentes, por medio de una exhaustiva y permanente capacitaci�n del cuerpo magisterial, en conjunto con las sociedades de padres de familia, y se aumenta la infraestructura educativa del nivel medio superior antes de terminar el siglo XX, para sentar las bases de un desarrollo racional; o bien el municipio, a pesar de representar la frontera que lo ubica geogr�ficamente en esa coyuntura, manifestar� las caracter�sticas sociales que padecen tanto el Distrito Federal como los municipios de Nezahualc�yotl, Chalco, Naucalpan y varios m�s. De tal suerte que la misma situaci�n geogr�fica que hasta el momento ha sido favorable, ser� contraria para los habitantes del municipio. Recordemos que los asaltos y robos cometidos a los comercios establecidos en las avenidas principales son los de delincuentes y criminales que provienen tanto del Distrito Federal como de otros municipios, en una escala mucho mayor a la delincuencia propia del municipio. Sin embargo, aunque no es preocupante, y considerando que el n�mero de menores delincuentes durante el primer trimestre de 1998 fue de 15 adolescentes, se debe tomar en cuenta que representan el aumento del 200% en relaci�n al primer trimestre de 1995. Al mismo tiempo, mientras que en todo el a�o de 1997 se detectaron 3 delitos de portaci�n de arma prohibida por adolescentes, tan s�lo en los tres primeros meses de 1998 se detectaron 2 delitos de esa naturaleza. Finalmente, que la edad est�ndar de la delincuencia juvenil se establece en los 17 a�os de edad. Estos datos muestran el inicio de una problem�tica social que puede crecer y alcanzar altos niveles, como resultado del deficiente sistema educativo y de las pol�ticas emp�ricas del gobierno municipal.

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Sistema Social Municipal

La llegada de enormes cantidades de inmigrantes y su consecuente establecimiento an�rquico en el municipio de Nicol�s Romero, produjo desestabilizaci�n en el crecimiento urbano a partir de la d�cada de los sesentas. Esta migraci�n, aunque ha sido frenada en cuanto a las invasiones de tierra, ha mantenido una constante anual. Al cotejar la taza de nacimientos registrados en los a�os 1990 y 1991 con las inscripciones a primer a�o de primaria en 1996 y 1997 se puede establecer una media del 4.7% anual de inmigraci�n, siendo que de 1994 a 1997 el �ndice de nacimientos mantuvo una taza constante del 0.9% de natalidad. Esto confirma la teor�a de que el crecimiento poblacional en el municipio se debe a la gran cantidad de matrimonios j�venes que arriban al territorio con m�s de dos hijos y no al �ndice de natalidad local. Dando como resultado que m�s del 63% de la poblaci�n que constituye la sociedad de Nicol�s Romero a fines del siglo XX, provenga de otros lugares.

Pero al mismo tiempo que esta taza de inmigraci�n produjo una desestabilizaci�n urbana, no ha permitido la creaci�n de una identidad municipal, sino todo lo contrario: la gran diversidad de or�genes que se confrontaron con el modus vivendi y a�n agr�cola de los entonces vecinos municipales, oblig� a los reci�n llegados al descuido de sus propios usos y costumbres provincianas, para adaptarse un sistema ap�tico y personal de vida, provocado por la situaci�n geogr�fica que nos ubica como frontera econ�mica.

Es en este sistema de vida en el que se ha desarrollado el sistema educativo; pero no como una instituci�n bajo la cual se pueda promover una identidad municipal, sino por el contrario: la educaci�n municipal ha contribuido, en mucho, al fortalecimiento de la corrupci�n de las instituciones, al evitar la intromisi�n de un Estado de Derecho en la formaci�n acad�mica de los alumnos para la resoluci�n de los problemas comunes que afectan a la totalidad de los habitantes. Un ejemplo claro lo constituye la forma en que los m�s de 200,000 habitantes consumen diariamente el servicio de transporte p�blico. La encuesta realizada durante todo el a�o de 1997 arroj� tambi�n los siguientes resultados: De los 20,350 usuarios que viajaron en las 750 unidades de tipo combi los 365 d�as, el 99% (20,348) viajaron inc�modamente sin protestar; al 14% (2,920) les agrada viajar lo m�s incomodo y deplorable posible; el 97% (19,873) permiti� el maltrato de los conductores sin protestar, el 57% (11,732) pag� una tarifa mayor a la establecida por la ley; tambi�n sin protestar; el 7.7%(1,583) prefiri� bajarse de la unidad para no hacer valer sus derechos; el 100% (20,350) pag� por adelantado este p�simo servicio; solamente el 0.009% (2) protestaron por el mal servicio; 5 personas fueron injuriadas y agredidas por los conductores por negarse a viajar de manera incomoda; 8 fueron golpeadas por los mismos por exigir su derecho como consumidores. En enero de 1998 se inform� sobre un aumento legal del 19%, autorizado por la Secretar�a de Gobernaci�n del estado a la tarifa del transporte p�blico; sin embargo el aumento real fue del 23%, ante el benepl�cito de los usuarios. Y a�n cuando �ste supera con el 18% m�s al costo del servicio de lujo del transporte canadiense, el sistema de operaci�n de nuestro servicio se mantiene en los mismos niveles de prestaci�n, es decir, se paga un costo de superlujo por un servicio nocivo y humillante. En otras palabras, en tanto que el servicio de transporte p�blico de Canad� es el m�s lujoso y c�modo a nivel mundial en cuanto a su prestaci�n y el m�s econ�mico en cuanto a su costo, el nuestro es el m�s degradante y sucio en cuanto a la prestaci�n de �ste y el m�s caro en todo el mundo en cuanto a su costo. Y esto no es otra cosa que el resultado de lo deficiente que es el sistema educativo del municipio de Nicol�s Romero. (Tabla 7)

Tabla 7. Estado del consumo en el Servicio de Transporte P�blico

Fuente: Encuesta realizada por el autor.

Viajaron inc�modamente sin protestar

99%

Les agrada el maltrato

14%

Permitieron el maltrato

97%

Pagaron una tarifa mayor

57%

Desconocen sus derechos como consumidores

99%

Por una parte, la normativa exige los siguientes requisitos para concesionar este servicio a los particulares: tener una edad m�nima de 35 a�os, licencia de tipo "A" de conductor, curso de manejo, cursos de relaciones humanas, de mec�nica en general y conocimiento pleno de las leyes de tr�nsito; y una vez satisfechos �stos, exige: limpieza absoluta del conductor, corbata y camisa blanca limpia, no traer ayudantes (cacharpos), manejar a una velocidad m�xima de 80 kil�metros por hora, y descenderla a un m�ximo de 40 kil�metros por hora en zonas habitacionales y comerciales, no traer m�sica ensordecedora y prohibe estrictamente competir (corretearse) con otras unidades. La misma normativa establece el total respeto a los usuarios y la prioridad de los transe�ntes y veh�culos particulares por encima de este servicio. Por otra parte, sin embargo, y para evitar que esta normativa sea del conocimiento p�blico y pueda ejercerse de acuerdo a la Ley Federal del Consumidor por parte de los usuarios, la Direcci�n General de Transporte Terrestre ha establecido una "tarifa especial" para los due�os de las unidades del servicio de transporte p�blico, mediante la cual se subsanan las dificultades de operaci�n de �ste sin importar dejar a los miles de usuarios en un total estado de indefensi�n ante el consumo que realizan.

Este Estado de Indefensi�n existe porque el Sistema Educativo Municipal se encuentra al margen de toda la problem�tica que sucede en el municipio y adem�s por el bajo nivel acad�mico del sector magisterial, ya que si bien el 80% de los maestros consumen diariamente este servicio, desconocen completamente c�mo se constituye un Estado de Derecho. Prueba de ello es que el 93.07% del magisterio municipal ignora la existencia de esa normativa. Este consumo por parte de ellos demuestra su bajo nivel acad�mico, al no aplicar los conocimientos elementales que imparten en las aulas escolares para descubrir los cobros ilegales del transporte p�blico, porque si bien el aumento autorizado por la Secretar�a de Gobierno en enero de 1998 fue del 19%, el cobro que se realiz� fue del 23% durante el d�a; y del aumento autorizado del 20% durante la noche, se cobr� el 40%, lo que comprueba que estos cobros ilegales son posibles debido a la escasa preparaci�n cient�fica del cuerpo magisterial.

Para finalizar el a�o de 1998 se demostr� con toda su crudeza el bajo nivel educativo de los habitantes del municipio ante el segundo aumento del pasaje del transporte p�blico que se realiz� en menos de un a�o.

El 4 de diciembre fue anunciado oficialmente un nuevo incremento a la tarifa de viaje, del 18% en relaci�n a la establecida el 1� de enero; en este sentido, el aumento que debi� ser de $2.35 a $2.77 en el pasaje m�nimo, debido a la compra de derechos por debajo de la ley por los presidentes de las rutas ante los gobiernos federal y estatal, aument� en realidad de la siguiente manera:

Tabla 8. Aumento real del costo del pasaje del transporte p�blico.

Fuente: Estudios realizados por el autor

Pasaje

Cantidad

%

M�nimo

de $2.35 a $3.00

27%

Intermedio

de $4.50 a $5.50

22%

M�ximo

de $5.80 a $7.00

20%

Como se puede notar en la tabla 8, el porcentaje de aumento mayor recay� en el pasaje m�nimo. En contra de toda la l�gica no s�lo de la realidad econ�mica municipal, sino tambi�n en contra de lo establecido por las teor�as de desarrollo econ�mico, agravando a�n m�s la p�rdida del poder adquisitivo de las amas de casa y de la educaci�n misma, ya que este aumento significar� la p�rdida de matr�cula escolar del nivel medio superior y superior por parte de los j�venes del municipio. Doblemente dolorosa esta situaci�n, por sangrar al mismo tiempo el salario de los trabajadores del municipio para el beneficio exclusivo de los conductores de microbuses, en un municipio que, por ser dormitorio, no tiene una infraestructura industrial que pueda servirles como soporte para detener ese irracional aumento. Se puede afirmar por lo tanto que, bajo la aceptaci�n complaciente de la diputaci�n federal, se le impuso al municipio de Nicol�s Romero el pasaje m�nimo que le corresponde a una ciudad industrial y no a una ciudad dormitorio.

Tabla 9. Distinciones del municipio de Nicol�s Romero a nivel nacional.

Fuentes: UNESCO; CENEVAL.

Lugar Nacional

Distinci�n

Primer Lugar

Reprobaci�n del examen de admisi�n

al bachillerato

Primer lugar

Deficiencia acad�mica magisterial

Segundo Lugar

Maternidad infantil

Al realizar un estudio comparativo de los aumentos de los salarios con las tarifas del transporte p�blico, los resultados demostraron que durante el a�o de 1998 el costo del pasaje aument� el 107% con relaci�n a los salarios y, as� mismo, en relaci�n al a�o de 1997 el aumento real de las tarifas de transporte de servicio p�blico fue del 57% en menos de un a�o.

Todo lo anterior conjugado significa que para finalizar el siglo XX, los salarios devengados por los habitantes de Nicol�s Romero, por ser un municipio dormitorio, ser�n destinados exclusivamente a cubrir un solo objetivo: sostener y mantener econ�micamente a los conductores y due�os del servicio de transporte p�blico, y lo m�s grave es que este servicio no paga ning�n impuesto municipal.

Pero lo dram�tico en s� no es el aumento del costo del transporte, sino el hecho que, de los casi 3,000 maestros que laboran en el territorio municipal, ninguno de ellos not� la falsedad del porcentaje oficial. Y la �nica explicaci�n que existe para ello concluye que el cuerpo magisterial del municipio, para iniciar el a�o 2000, a�n no sabe aplicar las operaciones matem�ticas m�s elementales en su vida cotidiana. Todo esto convierte a Nicol�s Romero en la ciudad m�s atrasada educativamente en toda la Rep�blica Mexicana; por ende, las distinciones que honran a todos los habitantes de este municipio a nivel nacional, son las siguientes:

Esta actitud mediocre de los maestros, como el ala intelectual de toda sociedad, hacia los problemas sociales del municipio, refuerza la cultura del uso de las costumbres por encima de las leyes, en detrimento a la posibilidad de implantarse un Estado de Derecho. Es por causa del Sistema Educativo que la caracter�stica de dormitorio se est� reproduciendo al interior, al grado que resulta m�s factible para los estudiantes realizar su preparatoria fuera del municipio, por ser m�s barato que dentro del mismo. Si suponemos que un joven vive en la colonia Independencia y estudia en el Colegio de Bachilleres de ciudad Sat�lite, necesitaba en noviembre de 1998 un m�nimo de $70.00 semanales s�lo para asistir a clases, a diferencia de otro vecino que estudie en el Colegio de Estudios Cient�ficos y Tecnol�gicos del Estado de M�xico (CECyTEM) de la colonia Granjas de Guadalupe, el cual gastaba en la misma fecha la cantidad m�nima de $75.00 semanales para asistir a clases. Pero para enero de 1999, debido al segundo aumento del pasaje, necesitaron $85.00 el primero y $90.00 el segundo, sin contar gastos de libros, ropa y �tiles escolares. Para fines del siglo XX, de no intervenir el sector magisterial y de aprobarse un nuevo aumento en el costo del transporte p�blico, significar� la ruina total del Sistema Educativo Municipal.

La falta de un sistema educativo eficiente se puede comprobar al cotejar el aumento de la delincuencia entre los j�venes del municipio. Para el a�o 1996 hubo un descenso del 11% tanto de menores infractores como de delitos y en 1997 hubo un aumento del 9% en relaci�n a 1995; de la misma forma, en el primer trimestre de 1996 fue del 40% con relaci�n al a�o anterior, para el primer trimestre de 1998 fue un aumento del 200% con relaci�n a 1995. Destaca el aumento del delito de portaci�n de arma prohibida, habi�ndose cometido �ste una vez en 1996, tres veces en 1997 y dos veces tan s�lo en el primer trimestre de 1998. Y en tanto que los menores delincuentes de 14 a�os representan el 10.9%, los menores de l6 a�os son el 19.1% y los de 17 a�os el 27.3% de todos ellos, concordando estas edades con la edad de los j�venes que egresan de la secundaria, a diferencia de los que egresan de la primaria, ya que los menores infractores de 13 a�os solamente representan el 5.4%.

Sin embargo, y gracias a la situaci�n geogr�fica del municipio, los �ndices de delincuencia juvenil se mantienen bastante bajos con relaci�n a otros municipios, ya que desde el 1� de enero de 1995 hasta el 31 de marzo de 1998, fueron registrados un total de 146 menores infractores en la Procuradur�a del Menor; estos, con relaci�n a la problem�tica global del municipio, s�lo representan el 0.04% de la poblaci�n total. Destaca como problema prioritario la marginaci�n educativa del nivel medio superior. (Tabla 10)

Tabla 10. Problemas Sociales

Fuente: INEGI. Encuesta realizada por el autor.

Problem�tica

%

Analfabetismo

2.80%

Vandalismo

0.50%

Sin Escuela

18.17%

Delincuencia Juvenil

0.04%

Por otra parte, la delincuencia juvenil no existe en todo el municipio; a pesar de que el n�mero de colonias en que se suscita representa el 58% del total, son s�lo cinco en las que se concentra el 50% de los menores infractores; de �stas son la colonia Ju�rez Barr�n la que concentra el 14.20% de ellos, la Francisco I. Madero con el 9.50% y las colonias Jim�nez Cant� y San Isidro la Paz con el 7.58% cada una. De ellas, la m�s problem�tica es la Ju�rez Barr�n, ya que concentra el 50% de todos los delitos cometidos por los j�venes infractores; en la Francisco I. Madero se concentra el 33% y en las dos �ltimas el 26%, respectivamente.

Todo esto nos demuestra la coyuntura hist�rica en que se encuentra el municipio, ante la cual, y por lo mismo, existen dos alternativas para el siglo XXI: o se mejoran las condiciones de vida de los j�venes adolescentes, por medio de una exhaustiva y permanente capacitaci�n del cuerpo magisterial, en conjunto con las sociedades de padres de familia, y se aumenta la infraestructura educativa del nivel medio superior antes de terminar el siglo XX, para sentar las bases de un desarrollo racional; o bien el municipio, a pesar de representar la frontera que lo ubica geogr�ficamente en esa coyuntura, manifestar� las caracter�sticas sociales que padecen tanto el Distrito Federal como los municipios de Nezahualc�yotl, Chalco, Naucalpan y varios m�s. De tal suerte que la misma situaci�n geogr�fica que hasta el momento ha sido favorable, ser� contraria para los habitantes del municipio. Recordemos que los asaltos y robos cometidos a los comercios establecidos en las avenidas principales son los de delincuentes y criminales que provienen tanto del Distrito Federal como de otros municipios, en una escala mucho mayor a la delincuencia propia del municipio. Sin embargo, aunque no es preocupante, y considerando que el n�mero de menores delincuentes durante el primer trimestre de 1998 fue de 15 adolescentes, se debe tomar en cuenta que representan el aumento del 200% en relaci�n al primer trimestre de 1995. Al mismo tiempo, mientras que en todo el a�o de 1997 se detectaron 3 delitos de portaci�n de arma prohibida por adolescentes, tan s�lo en los tres primeros meses de 1998 se detectaron 2 delitos de esa naturaleza. Finalmente, que la edad est�ndar de la delincuencia juvenil se establece en los 17 a�os de edad. Estos datos muestran el inicio de una problem�tica social que puede crecer y alcanzar altos niveles, como resultado del deficiente sistema educativo y de las pol�ticas emp�ricas del gobierno municipal.

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GEOLOG�A

El territorio del municipio de Nicol�s Romero se ubica en la provincia del eje neovolc�nico. Las partes centro, norte y este est�n compuestas por rocas sedimentarias cl�sticas del terciario, lutitas areniscas y conglomerados; en el sureste y suroeste son rocas �gneas extrusivas, tobas y brecha volc�nica. La zona m�s baja colinda con Cuautitl�n Izcalli y se encuentra en los l�mites del valle Cuautitl�n-Texcoco, constituida en su mayor�a por dep�sitos aluviales recientes.

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TOPOGRAF�A

La diversidad orogr�fica del municipio permite contar con gran variedad de paisajes, desde algunas elevaciones de m�s de 3,500 metros, hasta las explanadas del Valle de M�xico. Esta topoforma se entrelaza con los cordones orogr�ficos que vienen de la Sierra de Tepotzotl�n.

En las colindancias de Nicol�s Romero con Jiquipilco y Villa del Carb�n se encuentran las elevaciones m�s sobresalientes conocidas como los Potrerillos, R�o Fr�o, la Cruz, el Escorpi�n y Tres Piedras, entre otras. En la cordillera conocida como Monte Alto, al este del municipio, existen peque�os promontorios que se alternan con lomer�os hasta culminar en la Presa de Guadalupe, esta orograf�a favorece la formaci�n de ca�adas.

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EDAFOLOG�A

Los tipos de suelo que se identifican se distribuyen de la siguiente manera. Del extremo este, hasta la parte media del municipio, existe una asociaci�n de tipo Andosol h�mico asociado a un Andosol �crico, as� como a un Feozem h�plico. En direcci�n oriente hasta antes de la Presa de Guadalupe se presenta un suelo de tipo Luvisol asociado a un Feozem y un Cambisol.

En el extremo sureste, en las colindancias con Atizap�n de Zaragoza y Cuautitl�n Izcalli, se encuentran un manch�n de una asociaci�n ed�fica de un Vertisol asociado a un Cambisol y litosol.

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HIDROLOG�A

La hidrolog�a de Nicol�s Romero pertenece a la vertiente del Golfo de M�xico a la cuenca del R�o Moctezuma. Las escorrent�as de esta cuenca se dan a partir de tres subcuencas: Los Sabios, Cuautitl�n y Tepotzotl�n.

La subcuenca de los Sabios nace en la parte alta del municipio y corre con rumbo noreste al territorio de Villa del Carb�n finalizando en la presa Ehndo en el l�mite con el estado de Hidalgo.

La subcuenca de Cuautitl�n est� formada por dos ramas principales, la proveniente de la presa El Rosario en el municipio de Tepotzotl�n y El Lago de Guadalupe en Cuautitl�n Izcalli. Los principales arroyos tributarios al Lago son San Pedro, Chiquito, Grande y Xinte. El arroyo San Pedro nace en la Sierra de Monte Alto, en Santa Mar�a Cahuac�n, con el nombre de arroyo Concepci�n, y es alimentado por corrientes intermitentes y manantiales, su direcci�n es de este a oeste y cruza por el poblado de Progreso Industrial, en donde cambia de nombre por arroyo San Pedro, continuando su recorrido hasta la cabecera municipal. El arroyo Chiquito se forma a partir de varias corrientes intermitentes y manatiales que se localizan en la barranca de La Rosa, en la sierra de Monte Alto, pasa por la parte sur de la cabecera municipal; el arroyo el Grande es una corriente intermitente que se forma al sur del arroyo Chiquito y se une a �ste por su margen derecha. El arroyo Xinte, que nmace en le municipio de Jilotzingo, tiene su cauce por la parte baja en Nicol�s Romero. Los principales tributarios de la presa El Rosario son las V�boras o San Pablo, Lanzarote, El Escalvo y Mag�. Todos tienen su nacimiento en los lomer�os cercanos al poblado de San Jos� del Vidrio.

La subcuenca del r�o Tepotzotl�n nace en la parte alta del municipio en los arroyos Tepozanes, Las Pe�as de San Isidro y los diversos ojos de agua ubicados en los ejidos de Cahuac�n y San Juan de las Tablas. Recorren el territorio en direcci�n noreste.

Existen dos principales acu�feros que corresponden a la subcuenca de los r�os Cuautitl�n y Tepotzotl�n. Ambos son explotados por pozos profundos a un ritmos de 585.47 litros por segundo, siendo su capacidad de recarga de 6,087.2 litros por segundo.

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CLIMA

El municipio presenta tres tipos de clima: A altitudes mayores a los 2,900 msnm, esta presente un clima del grupo templado, subgrupo semifr�o con un porcentaje de precipitaci�n invernal menor de 5 %; la precipitaci�n anual oscila entre 1,100 y 1,200 mm y una temperatura media anual entre 5 y 12 �C. El clima de tipo semic�lido se encuentra entre 2,400 y 2,900 msnm, una precipitaci�n media anual que oscila entre 1,000 y 1,100 mm. A altitudes menores de 2,400 msnm, se presenta un clima semiseco y se presenta una precipitaci�n pluvial entre 800 y 900 mm. La temporada de lluvia se observa en el verano, mientras que el resto del a�o son escasas. Los mese m�s calurosos son marzo, abril, mayo y junio, con temperatura media de 34�C, y la del mes m�s fr�o 5�C. La temperatura media anual es de 16�C.

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FLORA Y FAUNA 

En lo referente a los aspectos bi�ticos, la flora dentro del municipio de condiciones intactas hasta zonas altamente degradadas. La zona m�s alta cuenta con bosques de abeto Abies religosa y pino principalmente Pinus pseudostrobus, m�s abajo se logran encontrar grupos de aile Alnus acuminata, m�s abajo se encuentran bosques mixtos de pino encino y encino pino, destacan en los pinos Pinus Leyophila y P. michoacana, de los encinos sobresalen Quercus rugosa, Q. obtusata, Q. mexicana.

En las zonas alteradas existe invasi�n de pasto del genero Festuca, ruderales como epazote Chenopodium sp., quelite Chenopodium album y arbustos madro�o Arbutus sp., acacias Acacia farnesiana, u�a de gato Mimosa acanthocarpa y M. biuncifera magueyes Agave sp.

El municipio presenta actividad agr�cola sobre todo en las partes planas y de pendientes someras. Los cultivos principales son: ma�z, frijol, alfalfa. Tambi�n es productor de frutas como pera, manzana, durazno, ciruelo, tejocote, capul�n, chabacano y naranjo; anteriormente se cultivaba papa y frijol ayocote, entre otros.

La zona urbana presenta especies arb�reas que se distribuyen de manera dispersa encontrando especies no nativas como el pir�l Schinos molle, eucalipto y alcanfor Eucaliptus camandulensis y E. globulus, casuarina Casuarina equisetifolia, ficus Ficus benjamina, hule Ficus elastica, jacaranda Jacaranda mimosaefolia, entre otras.

En cuanto a la fauna, se reporta, la existencia de: coyote Canis latrans, mapache Procyon lotor, zorrillo Conepatus mesoteucus, en la zona agr�cola abunda la garza ganadera Bubulcus ibis, tuza Papogeomis merriami, hay dos especies de liebres en el �rea Lepus californianus y L. callotis, tambi�n dos especies de conejos Silvilagus floridanus y S. cunicularis y una gran variedad de roedores, hay tres especies de ardillas Sciurus sp. y una del g�nero Spermophilus, as� como varias docenas de especies de murci�lagos, muchos de estos en invierno inmigran de Norteam�rica; tambi�n se reporta comadreja Mustela frenata, tuza Papogeomis merriami, adem�s del zorrillo Mephitis macroura y una buena cantidad de aves, principalmente garza ganadera Bubulcus ibis.

En la zona urbana se encuentran algunas aves que se han adaptado a la actividad antropog�nica, tal es el caso de el gorri�n com�n Passer domesticus, el gorri�n mexicano Carpodarcus mexicanus, la t�rtola Columbina inca, entre otras; as� como algunas lagartijas del g�nero Sceloporus. En la Presa de Guadalupe se mantienen pocas especies de aves acu�ticas que utilizan la densa cobertura vegetal y se alimentan de algunos invertebrados y gram�neas, las especies m�s comunes son el pato mexicano Anas diazi, cerceta canela A. cyanoptera, gallareta americana Fulica americana, garza ganadera Bubulcus ibis, chorlito tildio Charadrius vociferus, playerito alfacolita Actitis macularia.

En relaci�n a la fauna acu�tica se puede decir que los peces y anfibios de la Presa de Guadalupe han desaparecido ya que existen grandes periodos anaerobios en el cuerpo de agua, sin embargo, es factible encontrar algunos anfibios en la parte alta de la cuenca hidrol�gica.

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Uso del suelo

La superficie total de Nicol�s Romero es de 233.508 km2 (23,350.8 ha.) (Fuente: Nomencl�tor de Localidades del Estado de M�xico, 1995. IIIGECEM). En 1990 el �rea urbana ocupa una superficie de 2,807 ha.; el uso de suelo forestal 9,924 ha.; la actividad pecuaria 2,722 ha. y la agr�cola representa 5,434 ha. con cultivos principalmente de avena forrajera, ma�z, papa, cebada, haba, frijol y trigo.(Fuente: Indicadores b�sicos para la Planeaci�n regional, Toluca, M�xico, 1997)

El uso de suelo pecuario es una actividad que se realiza con cuatro especies b�sicamente: bovinos, ovinos, porcinos y aves de corral, debido a la falta de asesor�a t�cnica y financiamiento, ha disminuido en los �ltimos a�os. En el caso de otros usos una parte es ocupada por la acuacultura, criaderos pisc�colas con explotaci�n de trucha. Estas unidades productivas se localizan en las localidades de Puentecillas, Miranda, Paraje Tres Piedras, Transfiguraci�n San Juan de las Tablas y Barrio 5to. Cahuac�n.

Fuente: H. H. Ayuntamiento de Nicol�s Romero, 1997

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RESIDUOS S�LIDOS

El servicio de recolecci�n y disposici�n de residuos s�lidos, en este municipio no es suficiente; opera con 8 veh�culos del ayuntamiento y 28 automotores de la iniciativa privada; as�, como un veh�culo facilitado por la Secretar�a de Ecolog�a en t�rminos de comodato. Debido a la falta de cultura ambiental en la actualidad existen cerca de 150 tiraderos no autorizados para este fin, ubicados en barrancas, arroyos y �reas verdes. En Nicol�s Romero no existe un sitio acondicionado para la disposici�n de los residuos s�lidos, por lo que �stos son transportados al confinamiento de Tlalnepantla. En el municipio existen 34 centros de acopio, en donde se seleccionan los residuos s�lidos.

La Secretar�a de Ecolog�a ha realizado estudios para determinar la ubicaci�n de sitios adecuados para ser utilizados como rellenos sanitarios regionales, cumpliendo las especificaciones de la norma oficial mexicana NOM-083-ECOL-1996. En Nicol�s Romero, fue seleccionado un sitio ubicado a unos 3 Km del poblado Progreso Industrial, con una superficie de 87 ha, y una capacidad estimada de 13.0 millones de toneladas de residuos s�lidos.

La generaci�n de residuos s�lidos por sector, estimada para Nicol�s Romero, hasta el a�o 2017, se aprecia en la figura siguiente:

Fuente: Secretar�a de Ecolog�a, Estudio para la localizaci�n de terrenos que puedan ser destinados a la construcci�n de rellenos sanitarios, Tomo 1, Estudios de gran visi�n.

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AGUA

Los sistemas de distribuci�n y abastecimiento de agua potable en el municipio de Nicol�s Romero son deficientes. El agua potable para el consumo humano se extrae de pozos profundos, como Vicente Guerrero, Campestre liberaci�n, Barr�n, San Ildefonso, Santa Anita, La Bolsa, San Jos� el Vidrio y San Francisco Mag�, esto implica que exista una buena captaci�n de aguas negras para evitar que se contaminen las fuentes subterr�neas. Asimismo, el deterioro en la calidad del agua de los escurrimientos superficiales aumenta conforme la corriente desciende hacia las Presas de Guadalupe y de La Concepci�n; esto debido a que durante su recorrido captan aguas residuales dom�sticas.

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AIRE

Respecto al aire, la mayor cantidad de gases contaminantes emitidos a la atm�sfera, son generados por las actividades industrial, comercios y servicios establecidos en este municipio junto con el sistema de transporte p�blico.

La actividad industrial en Nicol�s Romero es incipiente y por lo tanto, los aportes de contaminantes no representan una carga importante para la atm�sfera. Son giros peque�os como tortiller�as, tintorer�as, talleres de repintado automotriz, establecimientos de venta de alimentos, entre otros, los que generan un mayor porcentaje de las emisiones totales a la atm�sfera.

Las part�culas suspendidas provienen de los sitios en que se construyen nuevas edificaciones, de los tiraderos a cielo abierto no autorizados para este fin y eventualmente por el efecto del viento sobre las zonas de cultivo existentes en este municipio.

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SUELO

Respecto al suelo, la superficie no urbana del municipio disminuye r�pidamente, cambia a uso urbano, industrial o de servicios. Un factor importante para la contaminaci�n del suelo es la filtraci�n de lixiviados, los cuales se generan por la disposici�n de los residuos s�lidos municipales y residuos de agroqu�micos.

La explotaci�n de materiales p�treos (arena y grava) contribuye tambi�n en el deterioro del suelo, ya que para la realizar esta actividad, en la mayor�a de las ocasiones, es necesario el derribo de �rboles. Las minas ubicadas en Nicol�s Romero son conocidas como: Arenera La Fe, La Concepci�n y Mina Pilares.

Otro de los problemas que han ocasionado la degradaci�n del suelo, son los incendios forestales, que durante 1995 afectaron un total de 538 ha.

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NICOL�S ROMERO (biografia)

 

Naci� en Nopala, Hidalgo, en 1827; muri� en la ciudad de M�xico en 1865.

Aunque la tradici�n lo considera nativo de Michoac�n, algunos suponen que naci� en Nopala (Hidalgo) o en Nopala (Estado de M�xico). Campesino y tejedor hasta su juventud intervino por su valor en las campa�as de Guerrero, Michoac�n y M�xico.

Su oficio era textilero, labor� en diversas f�bricas de telas en la ciudad de M�xico y el pueblo de Tlalpan. Tambi�n se dedic� a la agricultura.

para 1859 Nicol�s Romero se desempe�aba como trabajador textil en la f�brica de Molino Viejo, posteriormente en La Colmena. En ese a�o y de esa industria sali� a engrosar las fuerzas militares juaristas enfrascadas en la guerra de Reforma, aprovechando para ello la visita del prefecto pol�tico de nalnepantla se�or Manuel Echeverri a la f�brica de Molino Viejo, a quien decomis� un caballo y huy� en �l.

Al terminar esta sangrienta confrontaci�n Nicol�s Romero form� parte del ej�rcito regular, obteniendo el grado de Coronel de Caballer�a. Sin embargo, sus mayores glorias las alcanz� combatiendo a los invasores franceses, quienes finalmente, despu�s de una ama�ada corte marcial, terminaron fusil�ndolo el 18 de marzo de 1865 en la plazuela de Mixcalco.

 Cuando comenz� la guerra de reforma, en 1858, se adhiri� a las tropas de Aureliano Rivera, las que combatieron con �xito.

Cuando termin� la guerra, se reincorpor� a su trabajo de agricultor; sin embargo, dej� la tierra para organizar una guerrilla en contra de los ej�rcitos invasores franceses.

Recibi� el mote de Le�n de la Monta�as por su arrojo a toda prueba y por ser un excelente jinete.

Bajo las �rdenes del general Vicente Riva Palacio, Romero combati� en los estados de M�xico, Michoac�n y Guerrero.
Fue hecho prisionero por el enemigo en la ca�ada de Papazind�n, Michoac�n, y trasladado a la capital, donde fue sentenciado a muerte, fue ejecutado en la plaza de Mixcalco.

 Jug� un papel determinante en la defensa de Zit�cuaro, cuando esta plaza fue atacada por tropas francesas. Romero formaba parte de las fuerzas comandadas por el General Vicente Riva Palacio. En 1865 fue capturado en una ca�ada de Michoac�n, conducido a la ciudad de M�xico y fusilado en la plaza de Mixcalco. El 18 de abril de 1898 el XVII Congreso Estatal modific� el nombre de San Pedro Atzcapotzaltongo o Monte Bajo en el distrito de Tlalnepantla por el de Villa Nicol�s Romero, en homenaje a este vigoroso h�roe de Reforma, prototipo del guerrillero liberal.

 

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ENSAYO

Son momentos cruciales para este municipio, porque no obstante haberse convertido en "Ciudad" dos a�os antes de terminar el siglo, su creaci�n intempestiva no permiti� una preparaci�n y planeaci�n acorde a la nueva realidad de sus habitantes para encarar el futuro; a tal grado que, mientras que en muchas ciudades del mundo los avances cient�ficos se presentan como la base fundamental de la vida cotidiana, en Nicol�s Romero, por el contrario, son manifiestos los resultados de una tradicional idiosincrasia, contraria a la cultura racional, opositora al progreso. Para los habitantes del municipio, el fin del milenio s�lo significa la soluci�n mesi�nica a sus problemas econ�micos. Y mientras que en otras ciudades del mundo se ha creado la capacidad para transformar la naturaleza por medio de su sistema educacional, en Nicol�s Romero a�n se desconocen los m�todos para observar los problemas cotidianos de sus habitantes. De ah� el origen mesi�nico para transformar su realidad econ�mica.

Es por ello que la Historia protagonizada por los habitantes de este municipio constituye el principio y el fin de la sacralidad c�smica, como el "Macondo" de Gabriel Garc�a M�rquez, donde el fundamento de �sta es inamovible e incuestionable, por ser la tradici�n la base y la fortaleza de su tambi�n inamovible historia. Es aqu�, de igual forma, donde el desarrollo del mundo pasa inadvertido para los habitantes de esta ciudad-dormitorio que, por su misma condici�n, s�lo es una ap�tica consumidora de la modernidad y, por ende, incapaz de producir progreso; as� mismo, es eterna luchadora por mantener vigente y actualizado el estadio cultural definido por Henry Lewis Morgan como: barbarie.

Nicol�s Romero se presenta al mismo tiempo como tesis y ant�tesis de la historia misma. Se trata de una ciudad subsumida en una constante hist�rica de coyunturas que la pudieron transformar en una pr�spera ciudad agropecuaria y vanguardia educativa a nivel nacional. Sin embargo, su propia apat�a la oblig� a tomar acciones contrarias a la l�gica de su propio desarrollo y progreso.

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HISTORIA

Rese�a Hist�rica

Epoca Prehisp�nica

Una amplia regi�n que comprende lo que hoy es el municipio, estuvo habitada por el antiqu�simo pueblo h�ah�u, que se le conoce como otom�, que es un vocablo n�huatl, derivado de otomitl, que significa sin asiento. Los h�ah�u eran n�madas; de la regi�n de los grandes lagos fueron desplazados a estas serran�as a la llegada de tribus con mayor civilizaci�n y mejor preparados para la guerra.

Al consolidarse la Triple Alianza, en a�o 3 Tochtli (1430), los mexica dominan esta regi�n y Cahuac�n se convierte en cabecera de distrito tributario dentro del Estado de Tlacupan, con capital en la actual Tacuba.

Existen en el municipio 4 pueblos prehisp�nicos: Azcapotzaltongo, Cahuac�n y Tlillan, vocablos en n�huatl que significan; �en los peque�os hormigueros, due�os de bosques, y en lo negro�; el otro es Mag�, palabra en h�ah�u con la cual dice �mi casa�. No obstante que esta fue una regi�n otom�, existen nombres en n�huatl precisamente por la dominaci�n ejercida por tribus con esa lengua.

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Epoca Colonial

A la llegada de los espa�oles a nuestra regi�n, r�pidamente se repartieron las tierras por medio de Mercedes Reales.

Los antepasados no se mostraron del todo sumisos con estos despojos, y a partir de 1537 litigaron por recuperar sus tierras y agua. Esta lucha dur� casi 400 a�os, hasta cuando se inicia la dotaci�n de ejidos, en muchos casos como San Miguel Hila y Los Comuneros, no se han resuelto.

Los grandes acaparadores de tierra en esa �poca fueron: Navarrete, due�o del molino del mismo nombre, que despu�s se conoci� como molino viejo y que finalmente fue la hacienda de San Ildefonso, que es donde existen los poblados de Barr�n, Colmena y San Ildefonso con todas sus colonias, as� como la colonia Vicente Guerrero y el fraccionamiento �Los Manantiales�.

Otro terrateniente de nuestra regi�n fue Alfonso de Bracamontes y D�valos �Conde de Miravalle�, due�o de la inmensa hacienda de �La encarnaci�n�, que ten�a m�s de 18 mil hect�reas.

Se tienen edificios coloniales como las parroquias de Santa Mar�a Magdalena en Cahuac�n, la de San Pedro Ap�stol y la de San Miguel Hila, as� como una parte del casco de la hacienda de �La encarnaci�n�.

Tambi�n de la �poca colonial, data el documento que mantienen en su poder los vecinos de San Francisco Mag�, en que un virrey los exime del pago de impuestos a la corona espa�ola, como ese ordenamiento ha sido ratificado posteriormente, a�n tiene vigencia.

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Vida Municipal

En el a�o de 1820, casi para finalizar la �poca colonial se crean dos municipios: el de Monte Alto, con el territorio que hoy ocupan los municipios de Isidro Fabela y Xilotzingo y el de Monte Bajo, con el espacio geogr�fico que ocupa el municipio de Nicol�s Romero y parte de lo que actualmente es Atizap�n de Zaragoza.

El primer presidente municipal fue el coronel de caballer�a don Jes�s G�mez de Aguado, que hab�a luchado en las fuerzas del padre de la patria Miguel Hidalgo.

Se ha tomado como fecha de creaci�n del municipio el 29 de junio, que coincide con la festividad del Santo Patrono.

El 18 de abril de 1898, por decreto No. 38; el pueblo de Monte Bajo, cabecera del municipio del mismo nombre es elevado a la categor�a de villa con el nombre de Villa Nicol�s Romero.

El 11 de septiembre de 1998, por decreto No. 63, la Legislatura Local, gracias a gestiones del actual ayuntamiento, aprueba que Villa Nicol�s Romero sea elevada a la categor�a de ciudad.

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M�xico Independiente

El siglo XIX es sumamente convulso en nuestra patria, de 1824 a 1876 que se inicia el Porfiriato, hay 54 presidentes, se ensayan 7 constituciones; hay hechos de armas y pronunciamientos en toda la rep�blica y nuestro municipio no fue la excepci�n.

En el lapso citado, hay una lucha interna llamada Guerra de Reforma, un imperio encabezado por Maximiliano de Habsburgo y nuestro pa�s sufre tres invasiones militares extranjeras.

A pesar de todo lo anterior, es en 1847, en plena intervenci�n norteamericana, cuando aqu� se inicia la industrializaci�n, al funcionar las industrias textiles de �Molino Viejo�, hoy la Colmena y la de R�o Grande en San Ildefonso, que a�n sigue produciendo.

La f�brica de hilos de Barr�n, funciona a partir de 1852. En 1848 hab�a 4,665 habitantes en el municipio. Estas industrias fueron determinantes para la econom�a de amplia regi�n e influyeron en el aumento de la poblaci�n municipal.

En 1859, de la f�brica de �Molino Viejo� sali� Nicol�s Romero a engrosar las filas juaristas enfrascadas en la Guerra de Reforma.

De las tres industrias textiles s�lo sigue funcionando �San Ildefonso�, que cumpli� ya 150 a�os y se ha convertido en una importante generadora de divisas ya que exporta sus casimires a diversas partes del mundo.

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El Porfiriato

La �poca hist�rica conocida como el Porfiriato dura de 1876 a 1911, con una sola interrupci�n, de 1880 a 1884 en que Manuel Gonz�lez, compadre de Porfirio D�az, ocupa el poder.

Al inicio del porfiriato nuestro municipio ya ten�a 8949 habitantes y segu�a llam�ndose Monte Bajo.

El 18 de abril de 1898, por decreto No. 38, la Legislatura Local aprob� que el pueblo de Monte Bajo, cabecera de la municipalidad de ese nombre, fuese elevado a la categor�a de villa con el nombre de Villa Nicol�s Romero.

En el a�o de 1900, principia a trabajar la industria papelera El Progreso Industrial, en ese mismo a�o llega el Ferrocarril de Monte Alto al antiguo pueblo de San Pedro Azcapotzaltongo.

Para el a�o 1900, aqu� cont�bamos con energ�a el�ctrica, San Ildefonso ya hab�a instalado las plantas de Villada, Tlillan y Fern�ndez Leal, el fluido se distribu�a en amplia regi�n.

En 1903, el ferrocarril de Monte Alto se amplia hasta El Progreso Industrial. En 1906 nace la Secci�n de San Ildefonso de la liga de Electricistas, aunque existe el antecedente que desde el siglo pasado hab�a organizaciones obreras llamadas mutualidades, que agrupan a los trabajadores textileros.

El 15 de Septiembre de 1910, se inaugura el Teatro Centenario, que funcionaba tambi�n como escuela, ah� asisti� Fidel Vel�zquez a recibir instrucci�n primaria.

Ese teatro est� ligado a la historia de nuestro municipio, ah� actuaron muchos de los habitantes del mismo. Fue cuartel en la revoluci�n, ah� se reunieron los sindicatos, hubo peleas de box, funcion� el primer cine de la poblaci�n y se celebrar los festivales de fin de cursos.

Nunca se le dio mantenimiento y a finales de la d�cada de los cincuentas comienza a mostrar signos del abandono en que lo ten�an y durante 30 a�os se deja destruir a�n m�s. Por instrucciones del Lic. Luis Donaldo Colosio Murrieta, se reconstruye en 1993.

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Epoca Revolucionaria

Al inicio del movimiento armado, en el municipio, no se escenificaron batallas ni levantamientos armados; sin embargo, conforme fue avanzando el movimiento revolucionario, esta zona fue adquiriendo importancia estrat�gica, por las f�bricas, el ferrocarril y por ser puerta de entrada a la zona zapatista de Santiago Tlazala y Xilotzingo.

A partir de 1913, los pueblos del municipio fueron escenario de combates y lo mismo eran tomados por los revolucionarios, que por quienes los combat�an. De esta �poca es otro de los personajes hist�ricos, el general zapatista Leopoldo Acevedo, que muri� en combate contra las fuerzas del entonces mayor Antonio R�os Zertuche, en los montes de Tlazala, en Septiembre de 1916. La revoluci�n termina con conquistas sociales plasmadas en la constituci�n de 1917, como las garant�as individuales, como el art�culo 3�, que garantiza la educaci�n gratuita, el 27 que defiende nuestro territorio, y el 123 que regula las relaciones laborales, etc.

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Epoca Postrevolucionaria

Al terminar la revoluci�n mexicana la calma no retorn� de inmediato al municipio, los encuentros armados y los conflictos estaban a la orden del d�a. El pa�s se encontraba sumido en profunda crisis econ�mica, escaseaban los comestibles, hab�a epidemias y las inconformidades solo requer�an de un peque�o incentivo para salir a flote. En 1932, se organiza la secci�n sindical de Progreso Industrial. En 1940, el 7 de abril deja de funcionar el ferrocarril de Monte Alto. En la d�cada de los cincuentas, la Compa��a de San Antonio de Abad, S.A. deja de operar las f�bricas de Barr�n y Colmena. Finalmente estas industrias cierran en la d�cada de los sesentas.

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Epoca Moderna

Entre quienes han contribuido al progreso del municipio est�n incluidos desde luego, la gran mayor�a de quienes han dirigido los destinos del mismo, los que han luchado en sus comunidades por la electrificaci�n, escuelas, agua potable, drenajes, pavimentaci�n de calles, por promover cultura, etc�tera.

Tambi�n los inversionistas que han creado fuentes de trabajo; quienes han publicado libros, los dedicados a la educaci�n, en resumen, todos los que con buena voluntad y entusiasmo han buscado la superaci�n de sus conciudadanos.

De la �poca moderna, en la cronolog�a hist�rica, se rese�an los hechos m�s relevantes de los que se conserva registro, m�s que probable es seguro, que alguna de las peque�as acciones que se han perdido con el paso de los a�os, contribuyeron o hasta fueron determinantes en su momento, para el beneficio colectivo, por ejemplo la construcci�n de un puente que hoy ya no se usa.

Al inicio de la d�cada de los sesentas se aplica en la cabecera municipal, el Plan Echeverr�a de Remodelaci�n de Pueblos, gracias a ello, se paviment� la Avenida Nicol�s Romero, se remodel� el Jard�n Hidalgo, se construyeron guarniciones, banquetas, y algunas obras m�s que embellecieron la Villa Nicol�s Romero.

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Personajes Ilustres

Coronel Jes�s G�mez de Aguado.
Luch� al lado de los patriotas encabezados por Don Miguel Hidalgo; fue nuestro primer presidente municipal en 1820 (      -1851).

Coronel Nicol�s Romero.
En 1859 abandon� la f�brica de "Molino Viejo" (hoy la Colmena) para engrosar las filas juaristas, posteriormente combati� a los invasores franceses quienes terminaron fusil�ndolo. Est� declarado Benem�rito del Estado de M�xico desde 1868 (1827-1865).

Profr. Daniel Delgadillo.
Realiz� numerosos aportes a la educaci�n, autor de libros did�cticos como: Leo y Escribo, Poco a Poco, Adelante, (1872-1935).

General Leopoldo Acevedo. 
Revolucionario zapatista, precursor del reparto de tierras (       -1916).

Profra. Josefa L�pez R�bago.
Durante m�s de 30 a�os fue maestra en la primaria de El Progreso Industrial, cofundadora en 1923 de la revista IRIS (1880-1940).

Fidel Vel�zquez S�nchez.
Fue el l�der obrero m�s importante de M�xico (1900-1997). 

Profra. Brigida Miranda Dom�nguez. 
Ha dedicado m�s de 75 a�os a la educaci�n (1906-        ).

Profr. Cirino G�mez Baca. 
Durante m�s de 65 a�os imparti� clases (1906-1996).

Victoriano Zavala Pineda.
L�der obrero, cofundador de la secci�n sindical de El Progreso Industrial, varias veces regidor del ayuntamiento local (1914-1978).

Gregorio Zahuna.
Luchador obrero textilero, desde los primeros a�os del siglo XX, hasta la d�cada de los treintas.

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Cronolog�a de Hechos Hist�ricos
 

A�o

Evento

1533

Se funda la parroquia de San Pedro Ap�stol, el 29 de junio.

1537

Se emite C�dula Real que ampara 3 caballer�as de tierra por cada viento, partiendo de la ermita para usufructo de los naturales.

1568

Se da cumplimiento a la C�dula Real de 1537, el 2 de enero.

1740

El virrey Juan Antonio de Vizarr�n, concede exenci�n de impuestos a los habitantes del poblado de San Francisco Mag�, el 18 de junio.

1820

Se instala ayuntamiento en Monte Bajo, que es el nombre que se le daba a nuestro municipio.

1827

En el poblado de Nopala, hoy estado de Hidalgo el 6 de diciembre, naci� Nicol�s Romero.

1846

Se inicia la industrializaci�n en nuestro municipio al firmarse el 19 de mayo, acta notarial en la que se renta la hacienda de San Ildefonso.

1851

11 de octubre, fallece el coronel Jes�s G�mez de Aguado, quien fue nuestro primer presidente municipal.

1859

Nicol�s Romero, sale de la f�brica de Molino Viejo, hoy la Colmena a engrosar las filas juaristas y participa en la Guerra de Reforma.

1865

Es fusilado por invasores franceses, el coronel Nicol�s Romero, el 18 de marzo en la plazuela de Mixcalco.

1868

El 7 de enero, por decreto No. 3 de la Legislatura Local, el coronel Nicol�s Romero es declarado Benem�rito del Estado de M�xico.

1871

El d�a 1�, el Lic. Benito Ju�rez, ratifica la exenci�n de impuestos al poblado de San Francisco Mag�.

1881

Los vecinos de San Francisco Mag�, San Jos� El Vidrio, El Ocote y los Duraznos, realizan gestiones para erigirse en municipio; 27 de agosto.

1898

El 18 de abril, por decreto No. 38 de la Legislatura Local, el antiguo pueblo de Monte Bajo, cabecera del municipio del mismo nombre, es elevado a la categor�a de villa, con el nombre de Villa Nicol�s Romero.

1899

Se funda el poblado de El Progreso Industrial, cuando el industrial Alberto Lenz, adquiere el 26 de enero, el predio "La Joya del Tejocote", para instalar una industria papelera.

1900

El 3 de marzo, obtiene su t�tulo el primer m�dico que se instal� en el municipio.

1900

Nace en Villa Nicol�s Romero, Fidel Vel�zquez S�nchez, quien pasado el tiempo se convertir�a en importante l�der obrero.

1903

En este a�o se inaugura la v�a del ferrocarril de Monte Alto, a El Progreso Industrial.

1904

El 21 de abril, se fusiona la industria papelera El Progreso Industrial, con la C�a. de las f�bricas de papel de San Rafael y Anexas, S.A.

1910

El 15 de septiembre se inaugura el teatro Centenario.

1913

Cuerpo de voluntarios acantonado en El Progreso Industrial se levanta en armas, el 14 de junio.

1915

El 15 de mayo el general zapatista Leopoldo Acevedo, data de un terreno ejidal del rancho "La Concepci�n" a vecinos de Villa Nicol�s Romero; esta dotaci�n se revoc�.

1915

El mayor Antonio R�os Zertuche, toma la cabecera municipal, en un combate que inici� en "El Pedregal" y termin� en el centro de Villa Nicol�s Romero. Por primera vez en nuestro rumbo se usaron ca�ones. Esto ocurri� en 14 de agosto.

1916

23 de septiembre, en combate pierde la vida el general Leopoldo Acevedo.

1917

El 21 de mayo, se firma convenio postrevolucionario entre obreros textileros y empresarios para normar salarios.

1919

El 22 de febrero, incidente en la f�brica de la Colmena. Los obreros se amotinaron porque se les impidi� izar a media asta el L�baro Patrio.

1919

El 25 de febrero, se env�a telegrama a don Venustiano Carranza, avis�ndole que se restituyeron tierras al ejido de Cahuac�n.

1923

15 de marzo, dotaci�n de 352.85 has. Al ejido de San Miguel Hila.

1925

10 de mayo, se funda la asociaci�n de charros de Cahuac�n, Pablo Ramos, A.C.

1926

22 de julio, se dota al ejido de Villa Nicol�s Romero, M�x. Con 1088 has.

1926

26 de agosto, se dota al ejido de San Jos� el Vidrio de 234 has.

1932

26 de agosto, nace la secci�n sindical de El Progreso Industrial.

1932

22 de septiembre, se dota al ejido de San Francisco Mag� de 785 has.

1935

27 de septiembre, se inunda el poblado de San Ildefonso.

1935

18 de octubre, fallece en la ciudad de M�xico, el Profr. Daniel Delgadillo.

1937

14 de abril, se dota de ejido al poblado San Juan de las Tablas con 618.4 has.

1937

14 de abril, se dota de ejido a San Jos� El Vidrio, con 520,02 has.

1939

8 de marzo, por resoluci�n presidencial se restituye al pueblo de Transfiguraci�n de 1541.59 has. de terreno ejidal.

1940

7 de abril, fue el �ltimo d�a en que se corrieron trenes del ferrocarril de Monte Alto.

1940

12 de diciembre, fallece la Profra. Josefa L�pez R�bago.

1941

1 de octubre, ampliaci�n del ejido de San Miguel Hi�a, con 90.67 has.

1965

Dejan de funcionar las industrias textiles de Barr�n y la Colmena.

1971

3 de junio, el Lic. Luis Echeverr�a Alvarez, decreta que como las costumbres se hacen leyes, los habitantes de San Francisco Mag�, conserven la exenci�n de impuestos otorgada en la �poca virreinal.

1977

3 de noviembre, se inician los cursos de la preparatoria "Nicol�s Romero".

1978

24 de junio, se inaugura el primer banco en el municipio.

1978

1 de julio, se inaugura la carretera que nos une con Tlazala.

1978

5 de julio, se inicia la construcci�n del sistema de agua potable de Barr�n, M�x.

1978

5 de julio, se inaugura la unidad deportiva y cultural "Dr. Jorge Jim�nez Cant�".

1980

16 de junio, se coloc� la primera piedra del edificio para la preparatoria "Nicol�s Romero".

1982

15 de octubre, Cabildo P�blico, al que asisti� el C. Fidel Vel�zquez y se cambi� el nombre de la plaza c�vica.

1982

15 de octubre se coloc� la primera piedra de la unidad INFONAVIT de El Progreso Industrial.

1989

Del 1 al 15 de octubre, se celebr� el primer festival Cultural "Daniel Delgadillo".

1990

6 de diciembre, por primera vez se realiza la presentaci�n formal de un libro, este fue "En los Peque�os Hormigueros".

1991

1 de enero, se inaugura la moderna carretera que nos une a Atizap�n de Zaragoza.

1991

25 de mayo, se consagra la parroquia Ntra. Sra. de los Dolores, de la Colmena, que fue remodelada.

1992

8 de agosto, se transmite por canal 9 de TV, el programa "Mi Barrio", el �ltimo programa televisivo producido en nuestro municipio.

1994

8 de enero, se reinaugura el Teatro Centenario, reconstruido por instrucciones del Lic. Donaldo Colosio.

1995

9 de enero, se inaugura la Universidad Tecnol�gica Fidel Vel�zquez.

1996

10 de noviembre, por primera vez en la historia municipal el PAN gana la elecci�n del Ayuntamiento.

1997

21 de junio, falleci� en M�xico, D.F. el l�der obrero Fidel Vel�zquez S�nchez.

1998

11 de septiembre, por decreto No. 63 la Villa Nicol�s Romero, es elevada a la categor�a de ciudad.

1998

15 de septiembre, se pone en servicio la rehabilitaci�n del Teatro Centenario.

1999

5 de febrero, se inaugura el primer centro comercial en el municipio.

1999

7 de marzo, se inaugura el Jard�n del Arte.

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La Coyuntura Hist�rica

Al confrontar los bajos �ndices de criminalidad y vandalismo con los altos �ndices de marginaci�n educativa, el resultado demuestra que el municipio de Nicol�s Romero se encuentra ante una coyuntura hist�ricamente ideal para sentar las bases de un progreso educativo racional envidiable para toda la Rep�blica. La coyuntura se presenta en 1995 con la fundaci�n de la Universidad Tecnol�gica y, dos a�os despu�s, con la creaci�n de la Universidad Aut�noma del Estado de M�xico, en los l�mites del territorio. Si bien la l�gica obliga que todo proceso educacional se inicie en el nivel preescolar y culmine, para la mayor�a de la poblaci�n, al terminar la universidad, mediante un proceso continuo de los niveles escolares de primaria, secundaria y preparatoria sin interrupci�n; entonces, la creaci�n de la Universidad Tecnol�gica se realiz� contra toda la l�gica de este proceso educativo. Desde su gesti�n hasta su creaci�n por la administraci�n de Fidel Ch�vez Guzm�n, tuvo como �nico objetivo ser tan s�lo un monumento a Fidel Vel�zquez; fue producto del populismo gubernamental y no la posibilidad material de culminaci�n del proceso educativo para los j�venes del municipio. Para 1995, el sistema educativo municipal s�lo contaba, de manera racional, con una sola preparatoria por cooperaci�n, dos particulares y un CONALEP que a�n no ten�a acceso a la educaci�n superior. Por ende, al carecer de una infraestructura de nivel medio superior viable para los j�venes del municipio, la pol�tica populista de la administraci�n cetemista cumpli� con su objetivo pero dej� al margen de la educaci�n superior a toda la poblaci�n de Nicol�s Romero. Prueba de ello son los pocos alumnos del municipio que tienen acceso a ella.

Si bien en ese a�o se crea el CECyTEM, y dos a�os despu�s el CONALEP logra su ingreso al nivel superior, la capacidad de estas cinco escuelas es para el periodo escolar 1998-1999 insuficiente para absorber al 80% de la poblaci�n que egresa de las secundarias.

Con el establecimiento de la unidad profesional de la Universidad Aut�noma del Estado de M�xico dentro de los l�mites del pasaje m�nimo de transporte, el obst�culo m�s grave a salvar por los estudiantes, despu�s de la secundaria y despu�s de aprobar el examen �nico de admisi�n a la preparatoria, es la falta de un ingreso m�nimo para poder estudiar este nivel fuera del municipio. En tanto que un Colegio de Bachilleres costaba $7.00 por semestre, los j�venes de Nicol�s Romero necesitan $85.00 semanales, exclusivamente para asistir a clases, y esto s�lo en el caso de estudiar en el m�s cercano que se encuentra en ciudad Sat�lite.

Por lo tanto, para el siglo XXI estas universidades est�n muy lejos de las posibilidades de los miles de j�venes que egresan de secundaria.

Si a esta coyuntura le sumamos la poblaci�n analfabeta, que de acuerdo al INEGI era de 10,000 personas en 1995 y que en 1998 s�lo representaban el 2.8% de la poblaci�n, y si adem�s consideramos que corresponden a la poblaci�n ind�gena del municipio y que son mayores de edad, al graficarse la problem�tica educativa con el total global de la poblaci�n da los siguientes resultados:

Este porcentaje determina por s� solo que, en el aspecto social, el problema m�s grave a resolver es la falta de una infraestructura del nivel medio superior, acorde a la poblaci�n que egresa del medio b�sico.

Esta coyuntura est� favorecida por la situaci�n geogr�fica en que se encuentra el municipio, como l�mite entre la mancha urbana y la zona rural. Su crecimiento ca�tico determin� que para 1998 la estructura urbana de v�as de comunicaci�n s�lo conste de cuatro carreteras vecinales para la comunicaci�n respectiva con sus vecinos: con la zona rural se comunica a partir del fraccionamiento Loma del R�o con el municipio de Isidro Fabela, de Progreso Industrial hacia Villa del Carb�n y de San Francisco Mag� a Tepotzotl�n. Hacia la zona urbana s�lo cuenta con un camino vecinal para la comunicaci�n con Cuautitl�n Izcalli y una sola v�a de comunicaci�n, la m�s importante de todo el municipio, para comunicarse a trav�s del municipio de Atizap�n de Zaragoza con Cuautitl�n M�xico, Naucalpan, Tlalnepantla y el Distrito Federal. Sin embargo, de la misma manera en que Atizap�n es el paso obligado para el comercio de Nicol�s Romero, �ste tambi�n es el paso obligado para el comercio de los municipios rurales.

Si bien esta infraestructura urbana de v�as de comunicaci�n ha impedido un desarrollo econ�mico aut�nomo, tambi�n ha impedido el desarrollo contestatario que acarrea el enfrentamiento de la tecnolog�a con el bajo nivel educativo de la poblaci�n, como sucede en los municipios de Naucalpan, Nezahualc�yotl y el Distrito Federal, entre otros.

Al mismo tiempo, la distribuci�n geogr�fica de la poblaci�n al interior del territorio cuya orograf�a, despu�s de la ca�da econ�mica a partir de 1945, con la desaparici�n del ferrocarril de Monte Alto, no permiti� nuevas alternativas de desarrollo industrial porque la poca extensi�n territorial factible para ese desarrollo fue frustrada por los asentamientos irregulares de la tierra. El proyecto de la V�a Corta a Morelia fue impedido por los asentamientos irregulares que actualmente conforman las colonias Granjas de Guadalupe, Bosques de la Colmena, Flores Mag�n, Jim�nez Cant�, Libertad y Santa Anita la Bolsa. Despu�s, la zona industrial se obstruy� por los asentamientos irregulares de las colonias Ampliaci�n Libertad, Ejido Azotl�n e Independencia entre otras. Estos factores han determinado que a�n a fines del siglo XX exista una cultura provinciana (por ejemplo, la obstrucci�n que se hace de las arterias viales por las defunciones y por los festejos de la Semana Santa en Progreso Industrial, o bien los m�tines populistas fuera del Estado de Derecho que se pretenden pol�ticos). Prueba de ello es el hecho de que la zona rural, como son los pueblos de Transfiguraci�n, San Francisco Mag�, San Jos� el Vidrio y Cahuac�n a�n conserven fuertes reminiscencias de sus propios usos y costumbres.

Estos factores han contribuido a que, a pesar del alto �ndice de j�venes que se quedan sin escuela, se mantengan bajos los �ndices de criminalidad. Y en tanto que la mancha urbana no rebase al municipio de Nicol�s Romero como l�mite geogr�fico, persistir� esta coyuntura como la balanza que decidir� el futuro de los j�venes para bien o para el mal de todo el municipio.

Otra caracter�stica que contribuye para la existencia de esta coyuntura es el condicionamiento que hacen los directores escolares sobre la educaci�n gratuita, al exigir un pago bancario para inscribir en las escuelas oficiales a los alumnos. Condicionamiento que se realiza en franca contraposici�n de la Ley General de Educaci�n de 1993 y del mismo art�culo tercero constitucional, situaci�n que lleg� a su cl�max en agosto de 1998. S� bien el 10 de noviembre de 1997 el Congreso del Estado aprueba la Nueva Ley de Educaci�n del Estado de M�xico, en la cual se prohibe el condicionamiento al derecho a la educaci�n y el Jefe del Ejecutivo Municipal anuncia oficialmente el presupuesto destinado al sector educativo de cinco millones de pesos, en agosto, al iniciar el nuevo periodo escolar, no solamente se condicion� este derecho, sino que tambi�n se utilizaron la cohersi�n y las amenazas por parte de los directores escolares sobre los padres de familia para obligarlos a pagar una inscripci�n escolar anticonstitucional, aument�ndola tambi�n desde $150.00 hasta $280.00 bajo la discreta complacencia del Ayuntamiento. Dos factores han influido para que se d� este fen�meno:

Primero: el bajo nivel acad�mico del sector magisterial, que se conjuga al mismo tiempo con el bajo nivel de los padres de familia y, como consecuencia, el desconocimiento de ambas partes en cuanto a la norma jur�dica y la aplicaci�n de las leyes para conformar un verdadero Estado de Derecho, as� como tambi�n la falta de instrumentos t�cnicos para realizar el mantenimiento de las escuelas conforme al esp�ritu de las leyes.

Segundo: la falta de coordinaci�n entre el sector educativo y las sociedades de padres, por parte de los ayuntamientos. Para abril de 1999, tanto el gobierno municipal como las autoridades educativas contin�an ignorando la existencia de la funci�n tan importante que tienen las sociedades de padres de familia en el quehacer educativo porque, por una parte, las autoridades educativas las han relegado a una funci�n meramente burocr�tica para la realizaci�n de eventos sociales, como los festejos del d�a de las madres, el maestro y de fin de cursos y, por otra parte, que la falta de cursos de capacitaci�n a �stas por parte del Ayuntamiento, tanto en materia jur�dica sobre los derechos constitucionales de los ni�os como administrativa para lograr una mayor captaci�n de recursos econ�micos para las escuelas, as� como una administraci�n adecuada de esos recursos sin la intervenci�n de las autoridades educativas.

Lo anterior ha dado como resultado otro fen�meno social que es completamente diferente a lo establecido por el Estado de Derecho: la privatizaci�n de la educaci�n p�blica por parte de las autoridades escolares. De los 5,912 que egresaron del nivel primaria en 1997, solamente 5,261 ingresaron a la secundaria, de tal suerte que a 651 ni�os les fue negado, con la autorizaci�n correspondiente del H. Ayuntamiento, su derecho constitucional de la educaci�n. Pero esta privatizaci�n radica, principalmente, en la facultad que el estado le otorg� a las escuelas para satisfacer sus particulares necesidades de mantenimiento, sin prever la posible usurpaci�n de funciones que los directivos escolares har�an de esta facultad, ya que de acuerdo a la ley, recaer�a en las sociedades de padres de familia para que a este efecto los directivos y docentes escolares cuenten con los apoyos necesarios de la comunidad y liberarlos de cualquier situaci�n ajena que pueda intervenir en el proceso educativo.

Sin embargo, la falta de planeaci�n, as� como de un nivel educativo conveniente por parte de las administraciones p�blicas, contribuyeron al desarrollo y creaci�n de esta privatizaci�n que, curiosamente, se estableci� a partir de la publicaci�n en el Diario Oficial de la Ley General de Educaci�n en l993, la cual faculta a los ayuntamientos como autoridades educativas con la suficiente autoridad para evitarla. Otro factor que contribuye a esta coyuntura y agrava a�n m�s la problem�tica de la educaci�n, lo constituye la caracter�stica econ�mica de ser un municipio dormitorio. La falta de una infraestructura industrial que pueda absorber la mano de obra que egresa del nivel medio b�sico y que, por lo tanto, tambi�n obliga a una migraci�n diaria hacia otros municipios en busca de fuentes de trabajo, ha dado como resultado otro fen�meno social que ha desvirtuado completamente la funci�n de la escuela. Esta situaci�n es similar a la que provoc� la Revoluci�n Industrial, donde el objetivo de vida era vivir para trabajar. Si bien la legislaci�n establece 40 horas laborales, los habitantes de Nicol�s Romero requieren al menos de 15 horas m�s para trasladarse a sus fuentes de trabajo, sin contar con congestionamientos de tr�fico, accidentes, contratiempos, ni horas extras, lo que reduce a�n m�s el tiempo de comunicaci�n con la familia. Sin embargo no es este el problema en s� de tal desvirtuaci�n de la escuela, sino la ausencia de la familia nuclear en la composici�n de la estructura social: el aumento de la maternidad entre las adolescentes por la falta de incentivos escolares de nivel medio superior y la falta de expectativas laborales; la disoluci�n del v�nculo matrimonial por la falta de expectativas econ�micas y la consecuente creaci�n de un enorme ej�rcito de madres solteras; la migraci�n diaria de fuerza de trabajo con la consecuente p�rdida del poder adquisitivo del salario, provocada por el costo excesivo del uso del servicio de transporte p�blico, han conllevado a que los padres de familia le asignen a las escuelas la funci�n de simples guarder�as.

 

Cronolog�a de los Presidentes Municipales
 

Presidente

Periodo

Hilario Mirafuentes S./ Ismael Gil Gonz�lez

1955-1957

Luis Barrera Miranda

1958-1960

Jos� Carrasco Monroy

1961-1963

Reynaldo Garc�a Rueda

1964-1966

Salvador Angulo Navarro

1967-1969

Luis G�mez Andrade

1970-1972

Arturo S�nchez Barrales

1973-1975

Alfonso Vargas Gonz�lez

1976-1978

Guillermo S�nchez Barrales

1979-1981

Fidel Ch�vez Guzm�n

1982-1984

Jos� Luis Rosas Mirafuentes

1985-1987

Francisco Rosas Mart�nez

1988-1990

Carlos Ch�vez Rodr�guez

1991-1993

Fidel Ch�vez Guzm�n/Carlos S�nchez Mart�nez

1994-1996

Domingo de Guzm�n Vilchis Pichardo

1997-2000

Gabino Jasso Aguirre

2000-2003

Rafael Barron Romero 2003 - 2006
Martin Sobreyra Pe�a

2006-2009

 

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Nicol�s Romero en cifras

Direcci�n de la presidencia Municipal: 
AV. JUAREZ S/N, CENTRO NICOLAS ROMERO, MEX.
C�digo Postal Municipio: 
54400
Tel�fonos del Municipio: 
58231225, 58231275
Partido gobernante: PAN

 

Presidente municipal:

Martin Sobreyra Pe�a

Superficie:

233.51 Kms2

Medio f�sico y geogr�fico:

El municipio cuenta con gran variedad de paisajes, elevaciones de considerable altura, un r�o y 3 presas donde desembocan varios arroyos, su clima es templado, subh�medo con lluvias en verano, su temperatura media anual es de 14� C.

Altitud: 2,370 msnm.

Poblaci�n:

Su poblaci�n total es de 237,064 habitantes, siendo 117,973 hombres y 119,091 mujeres con una densidad de 1,015 habitantes por km2.

La poblaci�n rural ocupa el 7.18% y la urbana el 92.82%

Poblaci�n econ�micamente activa de 12 a�os y m�s: 43%

Tasa de crecimiento media anual: 4.58%

Vivienda:

Total de viviendas: 49,610

Agua potable: 43,325

Drenaje: 43,616

Electricidad: 48,829

Educaci�n:

Escuelas de educaci�n b�sica: 140

Escuelas de educaci�n media superior: 6

Salud:

M�dicos: 114

Unidades: 18

Habitantes por m�dico: 2,079.5

Comunicaciones:

Longitud de carreteras pavimentadas: 89.4 kms.

Agencias postales: 23

Oficinas telegr�ficas: 1

Actividades econ�micas:

PIB. 1,783.017 millones de pesos

Producci�n: Industria, agricultura, ganader�a floricultura y comercio.

Producci�n artesanal: Confecci�n de ropa para ni�os.

 

concepto

UNIDAD DE MEDIDA

CANTIDAD

A�O

 

DATOS B�SICOS

 

    POBLACI�N

Persona

269 546

2000

 

        Hombres

133 318

 

        Mujeres

136 228

 

    SUPERFICIE

Kil�metro cuadrado

233.51

 

    EDUCACI�N

1999-2000
(Fin de cursos)

 

        Alumnos

Alumno

64 483

 

        Maestros

Maestro

2 338

 

        Escuelas

Escuela

235

 

        Educaci�n b�sica

 

            Alumnos

Alumno

58 127

 

            Maestros

Maestro

1 869

 

            Escuelas

Escuela

210

 

    SALUD

2000

 

        Unidades m�dicas

Unidad

21

 

        M�dicos 1/

M�dico

122

 

        Enfermeras

Enfermera

68

 

    VIVIENDAS

Vivienda

56 838

2000

 

    OCUPANTES

Persona

258 151

 

    SERVICIOS P�BLICOS EN LA VIVIENDA

Vivienda

 

        Con agua

53 746

 

        Con drenaje

51 884

 

        Con energ�a el�ctrica

56 070

 

    LONGITUD DE CARRETERAS 2/

Kil�metro

91.30

2000

 

    ECON�MICOS

2000

 

        MINER�A

 

            Valor de la producci�n

Pesos

16 337 400

 

        ABASTO SOCIAL

 

            Tiendas

Establecimiento

8

 

        TURISMO

 

            Establecimientos

Establecimiento

4

 

        FINANZAS P�BLICAS

 

            Inversi�n p�blica ejercida 2/

Pesos

88 683 223.33

 

INDICADORES GENERALES

 

    GEOGR�FICOS

2000

 

        Densidad de poblaci�n

Habitante por Km2

1 154

 

    INFRAESTRUCTURA

2000

 

        Kil�metros de caminos por cada mil habitantes

Kil�metro por mil habitantes

0.34

 

    DEMOGR�FICOS

2000

 

        Poblaci�n alfabeta de 15 a�os y m�s

Por ciento

93.8

 

        Poblaci�n econ�micamente activa de 12 a�os y m�s

Por ciento

49.7

 

    SOCIALES

 

        EDUCACI�N

1999-2000
(Fin de cursos)

 

            Alumnos por maestro

Alumno por maestro

28

 

            Alumnos por escuela

Alumno por escuela

274

 

            Maestros por escuela

Maestro por escuela

10

 

            Educaci�n b�sica

 

                Alumnos por maestro

Alumno por maestro

31

 

                Alumnos por escuela

Alumno por escuela

277

 

                Maestros por escuela

Maestro por escuela

9

 

        SALUD

2000

 

            Habitantes por unidad m�dica

Habitante por unidad

12 836

 

            Habitantes por m�dico

Habitante por m�dico

2 209

 

    ASENTAMIENTOS HUMANOS

Por ciento

2000

 

        Poblaci�n urbana

80.2

 

        Poblaci�n no urbana

19.8

 

        VIVIENDAS

Por ciento

2000

 

            Con agua

94.6

 

            Con drenaje

91.3

 

            Con energ�a el�ctrica

98.6

 

        Ocupantes por vivienda

Ocupante por vivienda

4.5

 

    ECON�MICOS

2000

 

        Inversi�n p�blica ejercida per c�pita

Pesos por habitante

329

 

1/: Incluye odont�logos.
2/: Cifras preliminares.
 

Gentilicio para los habitantes de Nicol�s Romero.

Consulta: Un nutrido grupo de habitantes de esta villa tenemos la inquietud de emplear el gentilicio correcto para denominar a quienes vivimos en el municipio de Nicol�s Romero, Estado de M�xico. Hace unos 10 a�os se empez� a usar el t�rmino nicola�ta. Pero hay personas que opinan que deber�a decirse nicolaense, para no confundirse con los religiosos de aquel nombre. Otros proponen nicolasromerense

(Xavier Esparza S., Villa Nicol�s Romero, M�x.)

Respuesta: No existe gentilicio para los que viven en el municipio de Nicol�s Romero. Deber� decirse "habitante de Nicol�s Romero". Tal es el caso del Sahara Occidental, cuyo habitante tampoco tiene gentilicio y debe llamarse del "Sahara Occidental" o "de la Rep�blica Democr�tica Popular Saharaui"

(Manuel Alcal�, secretario perpetuo).

 

 

Fuentes

INEGI, Conteo de Poblaci�n 1995, M�xico, 1996.

INEGI, Prontuario Anual del Estado de M�xico 1995, Toluca, M�xico, 1996.

DGEEM, Estad�stica de inscripci�n escolar 1996-97 y 1997-98, Toluca, M�xico, 1998.

DSP, Registro de comerciantes semifijos y ambulantes, Nicol�s Romero, M�xico, 1998.

Procuradur�a del Menor, Registro de menores infractores, Nicol�s Romero, M�xico, 1995, 1998.

CONALEP, Estudio municipal sobre la extrema pobreza, Nicol�s Romero, M�xico, 1996.

ALANIS CHANES Jos� Luis, Estudio de campo S.T.P., Nicol�s Romero, M�xico, 1997.

ALANIS CHANES Jos� Luis, Censo de industrias, Nicol�s Romero, M�xico, 1998.

ALANIS CHANES Jos� Luis, Censo de comercios, Nicol�s Romero, M�xico, 1998.

http://www.geocities.com/nicolas_romero/nrfs.htm

www.edomexico.gob.mx/se/nicolasdiag.htm

http://www.academia.org.mx/Consultas/130100.htm#anchor872831

http://www.edomexico.gob.mx/chiquitines/htm/biografia%20nicolas%20romero.htm

VICRONISTA AHCNNR LUIS ENRIQUE GONZ�LEZ MART�NEZ.

nota del Webmaster.

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