<BGSOUND SRC="columbus.mid">

MAESE RODRIGO DE SANTAELLA
Y
ANTONIO CARRI�N


Poes�as (Sevilla, 1504)


Introducci�n, edici�n cr�tica, traducci�n, notas e �ndices


Universidad de Sevilla y Universidad de C�diz
Sevilla, 1991
ISBN 84-7405-801-5: 192 pp.

Resumen del contenido:

           Esta edici�n recupera una de las primeras obras de poes�a hispano-latina, las odas a la Virgen del fundador de la Universidad de Sevilla, el arcediano Maese Rodrigo de Santaella, impresas por el alem�n Jacobo Cromberger en Sevilla en 1504 junto a otras composiciones religiosas de Antonio Carri�n, y precedidas de un epigrama de Juan de Trespuentes, el catedr�tico de las escuelas de San Miguel al que sucedi� por unos meses Antonio de Lebrija en 1514.

           Santaella naci� en Carmona de una familia de conversos. Como cl�rigo de Sevilla lleg� en 1467 con una beca al Colegio de los Espa�oles de Bolonia, donde fue compa�ero de Antonio de Lebrijahasta 1470. All� expon�a entonces sus doctrinas el humanista Marcio Galeoto, maestro del futuro papa Sixto IV. Tras doctorarse en Artes y Teolog�a en 1475, sirvi� al cardenal humanista Jacobo Ammannati-Piccolomini (1422-1479) en su palacio vecino al castillo de Sant�Angelo en Roma. Aqu� mantuvo una disputa con el c�lebre humanista Pomponio Leto sobre el celibato eclesi�stico, y alcanz� numerosos beneficios, t�tulos y privilegios de Sixto IV, en cuya curio sirvi� y pronunci� el Viernes Santo de 1477 una Elegantissima oratio sobre la Pasi�n.

           Los Reyes Cat�licos lo nombraron luego primer visitador del reino de Sicilia, donde compuso su Vocabularium ecclesiasticum (Sevilla, 1499), que fue durante siglos el diccionario m�s popular en Espa�a. Es esta la primera de una serie de obras que imprime tras establecerse en Sevilla como can�nigo magistral y arcediano de Reina.

           Desde Sevilla desarroll� Santaella una actividad reformadora y de reavivamiento espiritual conforme a las directrices tolerantes del humanismo cristiano contrarias a las pr�cticas de la Inquisici�n. Su principal contribuci�n a la difusi�n de las letras y al progreso de su tierra b�tica ser�a la fundaci�n del Colegio de Santa Mar�a de Jes�s, luego Universidad Hispalense. Mostr� un vivo inter�s por la arquitectura y pintura de moda, as� como por los viajes oce�nicos emprendidos por Crist�bal Col�n, a quien refut� en la primavera de 1503 que las tierras que hall� en Occidente correspondieran a las Indias descritas por Marco Polo, lo que le convierte en el primer anunciador del descubrimiento de un Nuevo Mundo, anticip�ndose a Amerigo Vespuche.

           En sus odas, Santaella transmite la emoci�n l�rica de su comuni�n �ntima con la Virgen en un estilo culto y elegante por su expresi�n y recursos ret�ricos, hermoso por sus im�genes y sus resonancias er�ticas, �picas y neoplat�nicas, y emotivo por el sentimiento de sincera comuni�n m�stica que trasluce, en una lengua renovada a partir del modelo formal de los cl�sicos, pero que no desprecia la tradici�n po�tica cristiana. Muchos de estos poemas marianos constituyen variaciones religiosas de sendas eleg�as amorosas de Propercio, de las que adopta t�rminos, motivos, temas, estructuras y esquemas m�tricos y r�tmicos. En algunos casos se trata de una imitaci�n verso a verso de la eleg�a en cuesti�n con la que cada oda rivaliza, tanto formalmente como en la pasi�n de los sentimientos del poeta. Santaella ofrece en sus poemas una alternativa piadosa a la poes�a er�tica y pagana antiguas, utilizando sus mismos medios y modos de expresi�n.

           Tras las odas figuran varios poemas de Antonio Carri�n, seguidor de las ideas morales del humanista franc�s Robert Gaguin, disc�pulo de Antonio de Lebrija, y maestro en las escuelas de San Miguel desde al menos 1497. Entre sus poemas sobresale un hermoso poema sobre la Asunci�n, de expresi�n virgiliana y repleto de elementos mitol�gicos de car�cter aleg�rico, as� como el epigrama program�tico inicial, inspirado formalmente en Catulo para condenar la poes�a amorosa y profana.

           La producci�n po�tica de Antonio Carri�n constituye una buena muestra de la �ntima relaci�n entre la poes�a castellana culta del siglo XV, representada por la obra de Juan de Mena, y el Renacimiento de la poes�a latina bajo el reinado de los Reyes Cat�licos, as� como la pervivencia en esta �poca del tratamiento aleg�rico en la poes�a tanto castellana como latina compuestas de acuerdo con los moldes cl�sicos.

Joaqu�n Pascual Barea


Enlaces:

Odas de Maese Rodrigo de Santaella y eleg�as de Propercio

La oda I de Maese Rodrigo de Santaella: texto latino

La oda I de Maese Rodrigo de Santaella: traducci�n

Comentario a la oda I de Rodrigo de Santaella

El libro de Marco Polo traducido por Rodrigo de Santaella

Rodrigo Fern�ndez de Santaella y la Universidad de Sevilla

Poes�a latina del Renacimiento en Sevilla

Hosted by www.Geocities.ws

1