Fuente: El Universal.
El ministro Dávila anunció que en una semana se conocería al
ganador definitivo, una vez que se volvieran a revisar las ofertas técnicas y
económicas, para luego buscar la firma final del contrato. El proceso de
recedulación iniciado por la administración Caldera tenía un costo inicial
estimado de 500 a 600 millones de dólares, por lo que Luis Alfonso Dávila
expresó (El Universal, 23/01/2001):
— Quedó claro que los promotores del proyecto anterior
estaban cometiendo algo irregular, por cuanto manejaban precios que no se
compadecen con las ofertas que hemos recibido... Hay dos que ofertaron por la
mitad del costo manejado en 1997.
Pero en el mismo evento los representantes de la
descalificada Sedir-Gemplus manifestaron su molestia por quedar eliminados. "Es,
vaya paradoja, la misma firma a la que los rumores filtrados meses atrás a
periodistas y articulistas atribuían tener amarrado el contrato" –escribía el
periodista Ernesto Villegas Poljak en la reseña de lo que fue la apertura de los
sobres (El Universal, 23/01/2001).
La buena pro para Hyundai fue anunciada el 29 de enero de
2001 por el Ministerio de Interior y Justicia, por lo que la firma coreana
dispondría de unos 42 meses para levantar todo el sistema digital de información
ciudadana.
— Hemos cumplido ante los ojos de Venezuela y el mundo al
llevar adelante un proceso licitatorio impecable, transparente, con la
participación del Ministerio de Interior y Justicia y de la mayor parte de las
universidades de Venezuela –refirió Dávila (El Universal, 30/01/2001).
La euforia del ministro Dávila duró muy poco, por no decir
nada. Al día siguiente de la buena pro, la licitación y la escogencia de Hyundai
fue cuestionada por el diputado copeyano César Pérez Vivas, quien argumentó que
tenía serias dudas en cuanto a la calidad tecnológica del ganador y que era
mejor investigar la licitación en la Comisión de Política Interior de la
Asamblea.
— Creo que el Ministerio de Interior y Justicia desestimó
informaciones muy serias en relación con el riesgo que pudiera correrse con la
data que se va a automatizar y con la tecnología que se va a usar. Hay que
determinar la certeza de que esta gran inversión que se va a hacer no se perderá
y no se convertirá en chatarra electrónica (El Universal, 01/02/2001).
La réplica contra Pérez Vivas la asumió el viceministro Igor
Colmenares sobre la marcha: "la licitación fue transparente. Los procesos
anteriores fueron muy viciados. Jamás se informó nada, porque las negociaciones
fueron de gobierno a gobierno... Este proceso desde el comienzo fue abierto a la
prensa, fue público y se informaron los pasos. Inclusive" –dijo- "se ofreció a
los medios de comunicación que tuvieran a una persona permanentemente en los
comités técnicos para que la ciudadanía supiera todo lo que pasaba"
(Globovisión, 02/02/2001). Se insistió en que la nueva cédula digital podría
estar en manos de los primeros ciudadanos en el mes de julio de 2001.
Eran tres los consorcios que cuestionaban la licitación y
amenazaban con emprender acciones legales: IMA 200 (ENAC-Indra-Thomson), Sedir-Gemplus
y la coalición Ibcol-Dermalog-Novacard-Eurodelta. A pesar del cuadro, el
Ministerio por la vía de Igor Colmenares ratificó el 7 de febrero que el
gobierno firmaría contrato definitivo con Hyundai que consignó una fianza por 22
millones de dólares. El portavoz de los participantes alemanes, Riggo Barrios,
puntualizó que la tecnología ofrecida por los coreanos servía sólo para
"sistemas policiales de control de criminalidad" (El Universal, 08/02/2001).
La solicitud hecha antes por el diputado Pérez Vivas ante la
Comisión de Política Interior de investigar había sido bloqueada por la mayoría
emeverrista hasta nuevo aviso. De todos los cuestionamientos, el que tenía mejor
base era la inutilización de alrededor del 40% de la data actual de registro de
identificaciones de la Oni-Dex en el nuevo proceso digital, razón aparentemente
suficiente para no justificar la nueva inversión.
Luego de la sustitución de Luis Alfonso Dávila de Interiores
y Justicia por Luis Miquilena, quien regresaba al despacho de Carmelitas (Dávila
pasó a la Cancillería), éste declaró que consideraba que no había bases para
realizar una nueva licitación (El Nacional, 25/02/2001).
— Estoy a la espera de la información. Me parece que no hay
bases suficientes, hasta el presente, como para abrir otro proceso de
licitación. Si en la investigación que hace la Asamblea Nacional se encuentran
bases suficientes, entonces sería el momento de hacer el estudio
correspondiente.
La Asamblea Nacional formalizó la apertura de una
investigación en febrero de 2001, pero muy centrada en la fortaleza financiera
de la compañía Hyundai, de la que se venían reportando problemas financieros y
luchas internas de poder desde febrero. Por ejemplo, se mencionaba que Chung
Mong Hun y Chung Mong Koo, ambos hijos del fundador de Hyundai: Chung Ju Yung,
se peleaban por el control de las filiales Hyundai Engineering & Construction,
Hyundai Motors y Hyundai Electronics Industries, las más apetecidas
familiarmente.
Pero en adición, el primer conglomerado industrial de Corea
del Sur buscaba dinero fresco por la cantidad de 2.300 millones de dólares para
limpiar compromisos financieros y varios colapsos gerenciales que obligaron a la
familia Chung a buscar la protección del gobierno coreano. Un contrato como el
de la cedulación era fundamental para ayudar al rescate del holding al
borde de la quiebra por disponer de un endeudamiento del tenor de los casi
10.000 millones de dólares.
De hecho, el 26 de febrero la Asamblea Nacional solicitó
formalmente al Ministerio de Interior y Justicia el diferimiento de la firma del
contrato definitivo, hasta tanto la Comisión de Contraloría no se pronunciara.
El vicepresidente de la instancia parlamentaria, Pedro
Carreño, aclaró que podrían encontrarse daños al patrimonio público (El
Nacional, 27/02/2001), por lo que lo mejor era concluir la investigación y
verificar cada uno de los cuestionamientos de orden técnico, financiero y
jurídico levantados contra Hyundai:
Los equipos no son compatibles
con los sistemas de seguridad de la PTJ.
Es incapaz técnicamente de
almacenar huellas dactilares.
Problemas con los mecanismos de
control de puertos, aeropuertos y aduanas por carecer de una propuesta
de interconexión.
Un informe atribuido a Indra, expresaba las siguientes
críticas (El Nacional, 27/02/2001):
Hyundai concentró su oferta en
su modelo de cédula, y en un sistema que tendría que desarrollar y
probar en Venezuela, que no está amparado por una experiencia previa
conocida.
No ha entregado los compromisos
requeridos de todos los miembros del consorcio ni la información
solicitada sobre el personal extranjero, y varios papeles están sin
notariar o certificar.
La oferta técnica consagrada
describe un sistema de identificación distinto al descrito en la oferta
económica.
El sistema dactilar propuesto
no es compatible con el existente en Venezuela, cosa comprobada en una
prueba ante personal del Ministerio de Interior y Justicia el 6 de
febrero.
Hyundai compromete a la firma
coreana KDN como fabricante de las cédulas, cuando tiene sólo 52
empleados y nunca ha hecho tarjetas inteligentes.
La Subcomisión de Gasto Público del comité de Contraloría se
propuso interpelar a los ministros Luis Alfonso Dávila, Luis Miquilena y a los
representantes de las empresas competidoras, Hyundai e IMA 2000.
— Les recuerdo –dijo Luis Alfonso Dávila, en virtud de la
situación planteada- que pude perfectamente haber firmado el contrato,
lastimosamente todo estaba listo para ser firmado horas antes de entregar el
Ministerio del Interior y no me pareció ni prudente ni conveniente hacerlo de
esa forma, por lo tanto le expresé a mi sucesor (Luis Miquilena) que estaba todo
absolutamente listo y que a él le correspondería hacer la firma del contrato
(El Universal, 01/03/2001).
Durante marzo se realizaron las interpelaciones. Las
posiciones fueron tan encontradas como para evidenciar que se trataba de una
guerra comercial por el control del proyecto Sinacoc. Veamos tan sólo una
muestra del todos contra todos:
Hyundai:
"Una investigación hecha para Sidif, socio local de Hyundai, cuestiona
la oferta de IMA 2001 (Indra), y señala que no debió ser calificada.
Firmado por Jorge La Cruz, el informe aduce la invalidez de la
constitución del consorcio, por cuanto el representante de la Fábrica
de Moneda y Timbre de España, no cuenta con poder legal para
comprometerla, pues no presentó un poder notariado sino una carta de
trabajo" (El Universal, 12/03/2001).
Indra:
"Una serie de graves violaciones e incumplimientos de Hyundai con las
condiciones fijadas por el Ministerio de Interior y Justicia...
denunció Indra ante la comisión, en carta firmada por Fernando Jordá,
representante de la empresa española" (El Universal, 12/03/2001).
Ibcol:
"Un informe del consorcio... liderado por la alemana Dermalog, asegura
que Hyundai no tiene registrado oficialmente ningún sistema AFIS de
digitalización de huellas ni experiencia en proyectos similares basada
en la aplicación de esta tecnología... El Printrak de Indra sólo
utiliza recuentos de distancias y de protuberancias entre las minucias
de las huellas digitales..." (El Universal, 12/03/2001).
En la documentación consignada por el grupo alemán Ibcol,
liderado por Rolf Neger, se denunció a un supuesto comisionista, de esta manera:
"el chantajista posee un apellido de alto vuelo en el mundo de la política
venezolana y hablaba a nombre de altos personeros del gobierno cercanos al
presidente Chávez" (El Universal, 13/03/2001). Agregó el representante:
"El chantajista amenazó al consorcio Ibcol en términos dramáticos: ‘ustedes
tienen la mejor tecnología cinco estrellas, pero si no nos dan tantos millones
de dólares, ustedes no sólo perderán la licitación. Serán excluidos de los tres
últimos precalificados. El consorcio Ibcol no dio soborno y el chantajista
cumplió lo prometido... esta denuncia estremecerá a la opinión pública cuando
salgan los nombres a la calle". Aseguró haber acudido a la Disip en el debido
momento.
El diputado Alejandro Arzola, miembro de la Comisión de
Contraloría, informó que el nombre del supuesto chantajista era Manuel López
Contreras, y, supuestamente, era funcionario de segunda categoría en el
Ministerio de Interior y Justicia durante la gestión de Luis Alfonso Dávila. El
semanario Quinto Día, en la edición del 16 al 23 de marzo de 2001, en la primera
página reveló que "Quinto Día averiguó que la extorsión se ubicó en 300 mil
dólares. Como si fuera poco, aparece una dama dispuesta a echar el cuento
después que la llevaron de viaje a Europa, donde iba el funcionario
extorsionista. La joven sostiene que sólo consiguió en ese viaje un embarazo,
pues no le honraron el compromiso matrimonial".
— Según un informe de la Disip, pareciera que esa persona que
ustedes señalaron como autor de este chantaje no existe –le preguntó a Riggo
Barrios, representante de Ibcol, el periodista Ernesto Villegas Poljak, al saber
que la policía política no daba con el paradero del presunto comisionista Manuel
López Contreras (El Universal, 19/03/2001).
— ¿Cómo que no existe?
— La persona llamada Manuel López Contreras.
— Si no existe entonces no sé quién era el que estaba
haciendo la infinidad de llamadas y presiones, no sólo a nosotros sino también a
los empleados de nuestra empresa, con amenazas. Pero tiene que existir, porque
ese fue el nombre que teníamos. Ahora, que no lo encuentren, es otra cosa.
— ¿Esa persona tenía por nombre Manuel López Contreras?
— Sí.
— ¿El señor Rolf Neger dijo en la Disip que lo conocía desde
hacía tres años?
— No, yo no sé si él dijo eso, porque no estaba presente
cuando eso. Lo que te digo es que en los últimos meses de este proceso fue
cuando este señor hacía presión. No sólo él, sino también personas que llamaban
en nombre de él, para hacer presiones.
— ¿Y qué calidad tenía él para hacer estas presiones? ¿Se
presentaba como funcionario?
— Mira, no lo sé. Nosotros tenemos experiencia en otros
países donde también han existido ciertas presiones de personas que se quieren
aprovechar de un contrato multimillonario para recibir algún beneficio. No sé si
sea el caso de este señor. Es más, algunas personas usan nombres de personeros
del gobierno que a lo mejor ni están enterados de que los están utilizando para
esos fines. Las denuncias son reales y fueron consignadas.
— ¿Han cesado sus llamadas?
— Por ahora creo que sí. Por lo menos en los momentos en que
yo he estado en la oficina. Creo que no ha llamado más.
Los perdedores solicitaron formalmente la revalorización de
las ofertas pero con la condición de que se nombrara un nuevo comité de
licitaciones y de que se repitiera la última fase del proceso. Por su parte el
ministro de Relaciones Exteriores y antes de Interior y Justicia, Luis Alfonso
Dávila, y los diputados emeverristas Pedro Carreño y Luis Velásquez Alvaray,
tuvieron un ataja perros el día que la comisión de Contraloría interpeló
al funcionario el 14 de marzo.
— Señor diputado –le dijo Dávila a Velásquez Alvaray- usted
no actuó por mala fe. Actuó en desconocimiento flagrante de lo que se hacía en
el Ministerio de Interior y Justicia. Ese procedimiento debo denunciarlo ante el
país (El Universal, 15/03/2001).
La molestia del Ministro estaba centrada en cómo era posible
que la comisión de Contraloría emprendiera una investigación y lo citara, basada
en una comunicación apócrifa (el supuesto documento puesto a circular por Indra
en la Asamblea Nacional).
— Debemos abrir la investigación –le contestó su
correligionario Velásquez Alvaray- porque de lo contrario, señor Ministro, usted
ahorita estuviera siendo acusado. Quien se molesta, yo lo siento. Se irán a
molestar todos los ministros.
Miquilena todavía esperaba la conclusión de la investigación
para tomar la determinación de si firmaba o no el contrato con Hyundai. Habían
transcurrido ya tres meses desde que los coreanos habían ganado la licitación.
El presidente de Hyundai, Tae Won Ahn, vino a Caracas pero difícilmente entendía
por qué el diputado Carreño decía que había recibido amenazas de muerte e
intimidaciones telefónicas (El Universal, 19/04/2001).
— Tenemos la certeza de que el gobierno y la Asamblea
Nacional –expresó Ahn al calor de una traducción simultánea- tomarán las
decisiones justas y correctas. Demostramos tener capacidad financiera y
tecnológica y confiamos en el sistema legal venezolano. No ocultamos nada, no
sabemos nada de corrupción y somos una empresa seria (El Universal,
30/04/2001).
— El diputado Pedro Carreño denunció amenazas de muerte por
este caso –le replicó el periodista Ernesto Villegas Poljak.
— Eso nos sorprendió. Hemos trabajado en muchos países y
nunca hemos hecho esas cosas. Si él recibió una amenaza, debería cerciorarse de
quién lo hizo. Puede haber terceros tratando de manipularlo para que hable en
contra nuestra.
Los representantes de la empresa Hyundai ejecutaron una
ofensiva final por la aceptación de su triunfo, de tal suerte que entre otras
acciones invitaron a los parlamentarios a una demostración de la tecnología
ofrecida a Venezuela, pero en los laboratorios de Corea del Sur.
— Si en un país hay problemas de denuncias de corrupción y
tráfico de influencias es en Corea del Sur –salía al paso Roger Bonet, portavoz
del consorcio IMA 2001 e Indra-. Allí hay una especie de chantaje. Eso forma
parte de los procesos de negociación (El Universal, 10/05/2001).
A estas alturas del proceso, una mayoría no cuantificada
exactamente en el seno de la Comisión de Contraloría estaba muy ganada a poner
en duda la victoria de Hyundai. La empresa reforzó su presencia en Caracas y
trajo al presidente mundial de la firma: Sun Bae Kim. El embajador de Venezuela
en Corea del Sur, Guillermo Quintero, en el interín envió al canciller Luis
Alfonso Dávila un informe donde daba fe de la capacidad tecnológica de Hyundai,
una vez que visitó los laboratorios involucrados en el proyecto (El Nacional,
05/06/2001).
A comienzos de junio circulaban dos versiones de informes
preliminares, ambos dando por infundadas las críticas contra Hyundai.
— El informe no recomendará empresas, sólo concluirá si
Hyundai está o no en capacidad de cumplir técnica y financieramente con lo
previsto en el pliego de la licitación –aclaró el diputado Pedro Carreño... Ha
sido una investigación compleja, en la cual ha habido presiones, intereses
económicos y políticos de por medio, y hasta amenazas de muerte. Los que han
filtrado que se va a exonerar a Hyundai o a favorecer esta empresa con el
resultado de la investigación son unos embusteros o tienen intereses personales
(El Nacional, 11/06/2001).
— ¿Los parlamentarios van a viajar finalmente a Corea?
— Vimos con gran preocupación, cuando volvimos a recibir a
los representantes de Hyundai, que esta empresa le hizo una oferta a la Comisión
de Contraloría para ir a Corea. En honor a lo que pienso, me parece un irrespeto
al Parlamento. Nosotros tenemos los mecanismos y los medios para atender una
investigación, y no podemos permitir que el investigado nos esté pagando viajes,
pasajes, hoteles. Yo creo que esa es una forma velada de soborno. Así que el
Parlamento no va; el diputado que quiera ir no será con la anuencia de la
Comisión de Contraloría.
— En la Comisión de Contraloría la oposición tiene una
apreciación muy diferente al MVR sobre este caso –le formuló la última pregunta
la periodista Cenovia Casas de El Nacional.
— La oposición ha asumido una decisión premeditada desde el
primer momento en que se introdujo la denuncia. Dos parlamentarios (Alejandro
Arzola y Edgard Mora) han amenazado con acudir a la Fiscalía si no se presenta
el informe. Que vayan a la corte celestial, no podemos aceptar presiones. ¿Qué
interés tienen de presionar y amenazar? Pues para ver si tuercen el rumbo...
La Subcomisión de Control de Gasto Público de la Comisión de
Contraloría de la Asamblea Nacional emitió un informe a finales de julio de 2001
en el que asientan que:
"Es urgente contar con un
sistema que resuelva los problemas de misión, falsificación de cédulas,
usurpación de identidades, distorsiones en la base electoral del país e
ineficiencias en el control migratorio del país.
La escogencia que haga el
Ministerio de Interior y Justicia está amparada en el principio de su
potestad indelegable e inalienable de contratar en las condiciones que
considere más ventajosas a los intereses de la República" (El
Nacional, 31/07/2001).
El informe, no obstante lo inocuo de su contenido, fue
adversado por el canciller Luis Alfonso Dávila, ex ministro de Interior y
Justicia, quien consideró que era necesario que los parlamentarios explicaran
mejor las conclusiones, pues podrían persistir las dudas.
— El informe sí llega a contundentes conclusiones sobre la
incapacidad del consorcio Hyundai para adelantar el proyecto del Sistema
Nacional de Identificación y Control Ciudadano... Una vez concluidos todos los
análisis, es inevitable que el informe no recomiende al Estado venezolano tomar
el riesgo de contratar con esta empresa –explicó el diputado Luis Velásquez
Alvaray (El Nacional, 03/08/2001).
Esta licitación para adelantar el Sistema Nacional de
Identificación y Control Ciudadano, sin duda, es el más importante concurso
abierto por la actual administración hasta el presente, no solo por la cuantía
de la inversión sino por la importancia estratégica que tiene el proyecto a todo
evento.
El 30 de agosto de 2001 el Ministro de Interior y Justicia,
Luis Miquilena, anunció públicamente que había tomado la decisión de abrir una
nueva licitación para darle curso al proyecto Sinacoc. Por igual que se
solicitaría apoyo al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
para emprender el nuevo proceso. Las medidas tomaron a su antecesor, el
Canciller Luis Alfonso Dávila, fuera del país.
— Es un hecho que vamos a convocar una nueva licitación
–sentenció Miquilena... Asumo el costo de la revocatoria de la licitación. La
decisión es irreversible (El Nacional, 31/08/2001 y 01/09/2001).
Se basó en las observaciones que puntualizó la Asamblea
Nacional. Los otros sorprendidos, naturalmente, fueron los ejecutivos de Hyundai,
algunos de los cuales ya habían emprendido algunas tareas preliminares al
interior de la Oni-dex.
En vista de que la decisión fue publicada en forma de
resolución en la Gaceta Oficial, además sin el conocimiento previo de Hyundai, a
su regreso el canciller Dávila reaccionó:
— La decisión que se ha tomado en relación con la licitación
la adopta el Ministro del Interior y Justicia en el ámbito de sus atribuciones.
Ahí no hay ninguna duda respecto del tema... No voy a agregar ni una palabra más
(El Universal, 07/09/2001).
— Ministro, ¿no se pone en entredicho su palabra cuando
afirmó que era una de las licitaciones más completas y transparentes que se han
hecho en Venezuela? –le insistieron los reporteros de Miraflores.
— Dije, y creo que no es necesario repetir, sobre ese
particular yo no agrego ni una letra más, ni una sílaba más, ni una coma más...
Por su parte, Hyundai se debatía entre tomar o no medidas
jurídicas contra la República para salvar su reputación internacional, pero
sembró dudas serias acerca de la seguridad jurídica en el país, no sin ocultar
furia y frustración.
— Aquí hay que tomar una medida heroica en relación con las
licitaciones –nos explicó el ex fiscal Ramón Escovar Salom. Las licitaciones se
convierten aquí en un juego paranoico porque el que pierde la licitación siempre
acusa a la otra parte, la ganadora.
— Eso acaba de ocurrir con la digitalización y sustitución
del actual sistema de identificación y cedulación...
— Pasa todos los días. Cualquier licitación que usted haga en
Venezuela la van a acusar de corrupción. Es verdad que muchas veces hay
comisiones fuertes que se pagan y caen en mecanismos muy adulterados. Pero la
única manera de combatir esto es simplificando los procedimientos, porque
justamente todas esa coimas aparecen porque los procedimientos son alterados. Si
los procedimientos fueran sencillos y más transparentes, fáciles, las
licitaciones serían más creíbles. La corrupción dentro de la corrupción vive es
de la complejidad del procedimiento. Las cosas mientras más sencillas menos
posibilidades le dan a la corrupción. Si se disminuyen los obstáculos y
alcabalas entre una gestión y otra, disminuiría un buen trecho de corrupción.
— ¿Qué hace falta para lograr una efectiva simplificación
procedimental y administrativa?
— La única cosa que yo aplaudiría de este gobierno es un
decreto que se llama Ley de Facilitación de los Trámites Administrativos. Pero
el problema es que ni los usuarios, ni la sociedad, ni los funcionarios, nadie
lo conoce. Es una ley de la República con vigencia desde hace más de un año,
pero usted le pregunta por ella a un funcionario y ni lo miran. Yo no creo que
lo hayan formulado con el ánimo de combatir la corrupción, pero cualquiera que
sea el objetivo tendrá repercusión sobre la corrupción... El ‘vuelva mañana’ es
el grito de guerra de la ineficacia administrativa en Venezuela. Aquí para
cualquier cosa hay que pasar una carrera de obstáculos. Disminuirlos sería ya un
paso contra la corrupción.
A propósito de las licitaciones, el general Víctor Cruz
Weffer, como presidente del Fondo Nacional de Desarrollo Urbano (Fondur),
declaró que, a su juicio, "licitar no es legal, ya que significa que los cuatro
o cinco poderosos de la construcción se ganen todos los contratos" (Unión
Radio, 07/03/2001).
— Existen mecanismos legales para eliminar el proceso de
licitaciones, como el decreto de emergencia del año 2000, y en el 2001 la
adjudicación también será directa por la reformulación de la Ley de
Licitaciones, la cual establece que los recursos son por Ley de Endeudamiento
Público Externo. Bajo este método se le da cabida a más de 400 empresas
pequeñas, medianas y grandes. El mecanismo para elegir a las empresas que
participarán en el proceso de construcción de viviendas consiste en recibir las
ofertas de las distintas compañías, evaluar su capacidad y capital, y luego
seleccionar a la más calificada.
La posición del militar a propósito de no licitar fue
adversada por el presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción, Andrés
Azpúrua, quien consideró que "todos los proyectos que se están realizando en
materia de vivienda tienen que ser licitados debido a que el proceso es más
transparente. La adjudicación directa acentúa la discrecionalidad" (El
Nacional, 09/03/2001).
— El sector privado quiere colaborar con el Estado en los
proyectos, pero la actitud de algunos entes del gobierno no es adecuada
–manifestó Azpúrua.
La palabras del militar Cruz Weffer tampoco pasaron
desapercibidas al ex ministro del FIV, Luis Alvaray, quien afirmó que "así como
podemos decir que la democracia es el mejor de todos los sistemas de gobierno
conocidos, igualmente podemos afirmar, guardando las distancias, que la
licitación es el mejor método para realizar las contrataciones y adquisiciones
de bienes y servicios por parte del Estado".
Las ventajas de licitar fueron expuestas por Alvaray (El
Mundo, 13/03/2001):
Se puede seleccionar la mejor
tecnología y la más alta calidad pues se dispone de todo el abanico de
soluciones aplicables a una contratación determinada.
En igualdad de condiciones
cualitativas es posible lograr las condiciones económicas más favorables,
tomando en cuenta no sólo el monto actual de la contratación sino
incorporando también las condiciones financieras que los distintos
licitantes puedan ofrecer.
El proceso es eminentemente
democrático, pues todos los que se sientan en capacidad de cumplir con las
exigencias del pliego de licitaciones pueden participar sin restricciones.
La fase de precalificación permite
escoger las empresas o grupos que cumplen cabalmente con las condiciones
legales, técnicas y económicas requeridas.
Hay mayor transparencia en la
escogencia pues el proceso tiene actos públicos y divulgación de información
que hace posible su seguimiento y la detección de cualquier irregularidad.
"La nueva Ley de Licitaciones –remarcó Alvaray- promulgada en
diciembre pasado (2000) echa por la borda todos estos puntos y aun cuando
formalmente mantiene los procesos licitatorios, introduce en el artículo 81 una
serie de posibilidades para la adjudicación directa y en la práctica la
obligación de licitar desaparece".
Licitaciones como la llamada internacionalmente por
PVD-Marina, para la adquisición de tres barcos transportadores de asfalto por
más de 150 millones de bolívares, impugnada por Diques y Astilleros Venezolanos
ante la Corte Primera en lo Contencioso Administrativo; la del Metro de
Maracaibo por 300 millones de dólares ganada por la empresa Siemens pero
cuestionada por los perdedores; y la destinada a la rehabilitación de las casas
de máquinas I y II de la central hidroeléctrica Raúl Leoni en Guri, auspiciada
por Edelca, señalada por ex directivos de la empresa de electrificación; son
apenas una muestra de licitaciones grandes que han arrojado dudas muy serias en
la V República.