Arias Cárdenas
pudo haberse hecho rico |
El principal aval que encontró la ex constituyente Angela
Zago sobre la integridad moral del teniente coronel Francisco Arias Cárdenas se
encuentra en la página 191 del libro La Rebelión de los Angeles. Allí
está reflejado un memorando encabezado así:
Fecha: 06 de diciembre de 1991.
Del: Tcnel (Ej) Francisco
Javier Arias Cárdenas, 1er Comandante del 103 G.A.C.
Al: Gral. Div. (Ej) Oswaldo
Ramón Suju Raffo, Inspector General del Ejército.
Asunto: Informe.
Referencia: Orden verbal del
Gral. Div. (Ej) Inspector General del Ejército.
Refirió Arias Cárdenas en esta comunicación que "tengo el
honor de dirigirme a usted, en la oportunidad de informarle muy respetuosamente,
detalles de la conversación sostenida el día lunes 0112:40DIC91, con el señor
Samuel Gal, representante de la empresa I.M.I., vendedor del sistema LAR 160 mm,
unidad de la cual soy Comandante...". Tres párrafos más abajo, agregaba:
"...dijo haber arreglado el asunto en la Contraloría del Ejército con un coronel
que trabaja contratos (cuyo nombre no recuerdo), solamente faltaba enviar de
nuevo un funcionario para mi firma y nunca iba a pasar nada porque eso se iba a
cerrar y ya... Me pregunta si es asunto de dinero porque ellos están dispuestos
para arreglarlo (las objeciones anotadas señalan problemas a una entrega de
aproximadamente treinta y dos millones de dólares ya cancelados). Le respondí:
‘que no quería obtener dinero por ese medio, que sólo era asunto de dignidad, de
mi papel ante mis subalternos, mis superiores y mi conciencia’. Colocando una
mano en mi brazo me dijo: ‘que no había oficiales así’; le dije: ‘que habían
muchos y cada vez más en Venezuela’".
— Arias Cárdenas se podía ganar millones de dólares
garantizando una venta, sin embargo él no firmó –nos dijo Zago-. Entre los
elementos que nosotros discutíamos, además de la separación básica de los tres
poderes, estaba entregarle el poder a la ciudadanía y que la verdadera
transformación era que hubiera ciudadanos, no personas, ciudadanos. Yo nunca me
manejé políticamente con Luis Miquilena, ni asistí a ninguna reunión donde
Miquilena estuviera, pero te insisto en lo de los militares, porque mi gente
eran los capitanes, los muchachos oficiales alzados y no alzados. Todos ellos
insistían en la bandera de la anticorrupción. Ni Chávez, ni Arias, ninguno de
ellos tenía historial de corrupto, ni en su fuerza ni en su trabajo, entonces yo
tenía que creer en eso.
— ¿Eso fue la que la hizo creer en estos militares?
— Estamos hablando de 1990 y 1991, o sea que Arias Cárdenas
no está alzado. Está comprometido con el alzamiento, pero no está alzado. Se
niega a firmar y el propio vendedor le dice: ‘no se preocupe comandante, el que
le sigue a usted seguro va a firmar. Él deja de ganar millones de dólares.
Entonces ¿cómo no iba a creer en ellos? Toda esa información yo la manejaba. De
principio eso es básico, porque si no, no te comprometes con nada. En el caso de
Hugo Chávez, con quien yo había peleado varias veces, me comprometo con el
proyecto que él encabeza, pero no con él. Yo no soy chavista, estaba
comprometida con un proceso, donde las personas no eran lo importante, sino el
equipo de trabajo. Yo no podía presumir en ningún momento que esa persona, ese
mismo que era humilde y al que nunca le interesó el dinero, luego iba a ser un
tipo capaz de permitir que se desarrollara la corrupción en su gobierno.
El 19 de septiembre de 1999, el gobierno cerró de manera
definitiva algunos programas sociales heredados de la administración Caldera.
Así, planes como el Programa Alimentario Materno Infantil (Pami) del que Arias
Cárdenas había sido coordinador nacional; o la Fundación para el Mantenimiento
de la Infraestructura Médico Asistencial (Fima), pasaban a mejor vida, es decir,
a las manos de juntas liquidadoras.
Comenzando el año 2000, todavía Arias Cárdenas daba muestras
de inseguridad en cuanto a lanzar su candidatura presidencial contra la
relegitimación de Chávez. De hecho, el 3 de enero declaró que "la posibilidad de
ocupar la vicepresidencia del país dependía de las promesas electorales
formuladas para la región zuliana" (El Universal, 04/01/2000).
Esta declaración fue apenas 22 días antes de la renuncia de
Jesús Urdaneta Hernández a la jefatura de la Disip y un mes anterior a la
declaración de Maracay. Todavía el 3 de marzo, las dudas persistían en Arias:
"no me interesa la Presidencia de la República, porque mi compromiso es con el
Zulia" (El Universal, 04/03/2000).
El 24 de febrero de 2000 Arias Cárdenas fue denunciado por
corrupción, en medio de la guerra de acusaciones y verbal precedente a las
elecciones de mayo, en la que el jefe golpista estaba participando como
candidato presidencial. El futuro embajador en El Vaticano, Ignacio Quintana,
aseguró que cuando era gobernador del Zulia, "desvió cerca de 50 millones de
bolívares a dos asociaciones civiles dirigidas por Copei. Además, durante los
cinco años de su gobierno, contando con un sueldo no mayor de 800 mil bolívares,
ha adquirido bienes sin explicación" (Venezuela Analítica 24/02/2000).
— El gobernador Arias Cárdenas personifica la corrupción y
está descalificado. La gobernación del estado Zulia –agregó Quintana- no resiste
una auditoría porque allí se han cometido ilícitos perfectamente identificables.
El aún gobernador se defendió: "no quiero creer que el
Ejecutivo Nacional esté detrás de esto. Es una campaña perversa, pero estoy
preparado para todo" (Venezuela Analítica 24/02/2000).
Pero fue finalmente el 9 de marzo, gracias a una entrevista
que le hizo la agencia AFP a Yoel Acosta Chirinos, cuando se supo que la
verdadera intención de Arias Cárdenas era aspirar a la Presidencia. "Tomamos la
bandera de la anticorrupción para decirle al Presidente que estamos en pie de
lucha para defender los objetivos estratégicos del proyecto que se trazó para
salir el 4 de febrero, defender la dignidad del pueblo venezolano" (El
Universal, 10/03/2000). Dicho esto, el candidato del chavismo a la
gobernación de Zulia, Jorge Durán Centeno, pidió que las denuncias de Quintana
fueran investigadas por la Comisión Legislativa Nacional, presidida por Luis
Miquilena.
— Aquí está el nombre de Arias Cárdenas –dijo el ahora
candidato-. No creemos en el autoritarismo ni en la permanencia en el poder.
Ninguna revolución se puede amarrar sobre una persona (El Universal,
11/03/2000).
Las denuncias sobre probables hechos de corrupción cometidos
o amparados por Arias Cárdenas en la gobernación del Zulia, llovieron sobre el
Congresillo. Solamente Douglas Zavala Briceño, ex director de Examen y
Centralización de la Contraloría de la entidad regional, presentó 14 casos
estimados en unos 18 mil millones de bolívares supuestamente ocurridos en los
años 1999 y 2000. El foro presidido por Miquilena se aprestó a abrir una
investigación.
Denuncias formuladas contra Arias
Cárdenas
Concepto |
Monto |
Desvío de fondos para fundaciones |
Bs. 50.000.000 |
Malversación en el Instituto de Desarrollo Social (Ides) |
Bs. 3.265.000.000 |
Erogaciones sin soporte desde la Fundación para el
Rescate y Mantenimiento de Instalaciones Deportivas (Fundes) |
Bs. 71.000.000 |
Irregularidades administrativas en la Lotería del Zulia |
No
cuantificada |
Contratación irregular de obras en el Proyecto
Fundasalud |
Bs. 8.561.000.000 |
Donaciones ilegales desde las cuentas del Aeropuerto la
Chinita |
Bs. 72.000.000 |
Uso sin control ni garantías de fondos de la Fundación
para la Artesanía |
Bs. 887.000.000 |
Violación de la Ley de Licitaciones en el contrato de
planta de la Fundación de Arte Contemporáneo |
Bs. 292.000.000 |
Manejo extraño de cuentas bancarias del Programa
Alimentario Estratégico (PROAL) |
Bs. 20.000.000 |
Irregularidades en el Fondo de Prevención de la Policía
del estado |
Bs. 15.000.000 |
Desaparición de dinero de las cuentas de activos
líquidos de la Secretaría de Obras Públicas |
Bs. 456.000.000 |
Faltante en presupuesto de Secretaría de Educación |
Bs. 2.074.000.000 |
Sustracción de fondos a terceros desde el Servicio
Autónomo de Vigilancia Empresarial |
Bs. 133.000.000 |
Fuente: El Nacional y El Universal.
Elías Jaua, segundo vicepresidente de la Comisión
Legislativa Nacional, aseguraba al recibir estas denuncias, que "en absoluto
creo que se trate de una retaliación preelectoral" (El Universal, 01/04/2000).
— Sabemos – replicó Arias Cárdenas- de los escrúpulos, de los
pocos escrúpulos que tiene el caudillo del Movimiento V República (Luis
Miquilena) y de cómo está manipulando las cosas. Que realicen todas las
investigaciones que quieran hacer. Sabíamos que venía esta campaña, que se
estaban haciendo todos estos preparativos y por eso estamos perfectamente
preparados" (El Universal, 01/04/2000).
El fiscal Elechiguerra anunció que abriría una investigación,
"para determinar si el candidato presidencial Francisco Arias Cárdenas estaba o
no vinculado con la Lotería del Zulia, tal como lo denunció públicamente el
presidente de la Comisión Legislativa Nacional, Luis Miquilena" (El
Universal, 01/04/2000).
— Ya no se trata de la hegemonía de dos partidos o de las
tribus de Morales Bello y de los copeyanos tomando la justicia, sino de las de
Chávez y Miquilena –se defendió Arias al comentar que no asistiría a ningún
tribunal (El Universal, 19/09/2000).
Meses después de las elecciones de relegitimación de poderes
efectuadas el 30 de julio de 2000, Francisco Arias Cárdenas lamentó públicamente
que su compañero Yoel Acosta Chirinos hubiese tomado la decisión de comenzar a
acercarse de nuevo al presidente Chávez.
— Aunque me quede solo, debo seguir peleando por la cosas en
las que creo... En muchas ocasiones he peleado en solitario. Pero no estoy solo,
hay millones de venezolanos que creen que lo cambios deben darse en libertad y
en democracia, con verdadera participación, y que ésta no es la manipulación de
las masas ni es el discurso emotivo, sino la posibilidad de que la misma
sociedad civil y los ciudadanos sientan que están expresados en la conducción
del gobierno (El Nacional, 24/11/2000).
Con respecto a un eventual acercamiento con el presidente
Chávez, recalcó: "ni lo planteo, ni lo solicito, ni lo considero pertinente".
Todo lo contrario, en abril de 2001 lanzó una nueva organización opositora
llamada Unión, en la que se enrolaron varios grupos e individualidades que lo
apoyaron electoralmente, como Izquierda Democrática.
— Ah, pensaste en un golpe de estado de Arias Cárdenas
–respondió a la periodista Miroslaba Suárez-. No chica. Será promover el proceso
de referéndum revocatorio dentro de dos años, con la gente en la calle y con
observadores internacionales. Cuando entregué las armas el 4 de febrero dije
claramente hasta aquí llegué llegué yo con fusiles. ¿Sabes lo ridículo que es un
militar retirado pensando que él puede movilizar militares efectivos?.
Entre noviembre de 2000 y marzo de 2001, ocurrieron varios
reacomodos que tuvieron que ver con algunos de los protagonistas de las
denuncias y contradenuncias de corrupción hasta aquí compendiadas:
Comandante Yoel Acosta Chirinos:
"Estoy dispuesto a volver a lado de Chávez... Reconozco que fue un error
salir de V República, aunque no me fui. Simplemente dije una verdad y me
fueron... Yo nunca cuestioné a Miquilena. A lo mejor la gente escuchó a
Arias Cárdenas o a Urdaneta Hernández hablando mal de Miquilena, pero no
a mí. Tengo que reconocer que el proceso le debe mucho a Miquilena y a
José Vicente Rangel" (El Nacional, 10/11/2000).
Canciller José Vicente Rangel
designado ministro de la Defensa: "Me encomiendo a Dios para llevar la
unidad dentro y fuera de la institución. Ésta es la primera confirmación
de la alianza del pueblo con la Fuerza Armada" (El Nacional,
03/02/2001).
Regresa Luis Miquilena
al Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia: "La impunidad es un
problema muy característico en Venezuela, que debemos atender
urgentemente. El campo judicial fue tocado por la corrupción. Allí la
situación es difícil. Se han sustituido jueces; acertados unos y otros
no. Por eso, hay que coordinar las acciones con los demás organismos
públicos" (El Nacional, 13/02/2001).
Francisco Arias Cárdenas:
"detrás de esa designación ( la de Rangel) está el hecho de que los
militares siempre han estado ganados al cumplimiento de la Constitución,
y un Ministro de la Defensa civil no es novedoso, sino que se hace el
nombramiento en una época de crisis... Se da una cara de civilismo,
todos sabemos que hay una gran confusión, porque internamente hay un
militarismo" (El Nacional, 03/02/2001).
En la entrevista que le hizo Ernesto Villegas Poljak a Luis
Miquilena con motivo de su presencia por segunda vez al frente del Ministerio de
Interior y Justicia, le preguntó (El Universal, 19/02/2001):
— ¿Cómo define su relación con Tobías Carrero?
— La relación de un amigo honorable, de una persona digna del
mayor respeto y consideración, a quien nadie puede sindicar de algún hecho
indecoroso. Soy respetuoso de la amistad, creo en ella y en los amigos. Nunca
hemos tenido una relación de carácter mercantil.
— ¿No hay una relación de agradecimiento por el
financiamiento a la campaña?
— En absoluto. Tobías Carrero contribuyó en la campaña como
muchos otros lo hicieron. Mi relación de amistad con él no tiene ese vínculo. Es
muy anterior a la campaña.
— ¿Un financista electoral no aspira a cobrar su aporte una
vez que su candidato gana?
— Es posible que haya quien lo haga. Éste no es el caso de
Tobías Carrero. Jamás ha pedido una sola contraprestación por las ayudas que ha
realizado en la campaña, como otros empresarios que tampoco la han pedido,
porque a ninguno se los hubiera aceptado. Quienes me conocen saben que no acepto
ese tipo de perversión, porque eso es lo que más daño ha hecho en este país.
Más recientemente, el Ministro de la Defensa, José Vicente
Rangel, declaró a César Miguel Rondón en Unión Radio (21/06/2001) que
‘Chávez, Miquilena y yo bailamos pegado. El presidente Chávez definitivamente ha
conformado un equipo, hecho que le cuesta entender a mucha gente’.
— El caso Miquilena –nos dio su parecer el ex constituyente y
actual diputado Carlos Tablante- creo que fue de tipo más político que un caso
emblemático de corrupción. Allí lo que hubo fue un problema político, privó la
pretensión que a veces existe en nuestra sociedad de judicializar los problemas
políticos.
— ¿Cómo así?
— Es evidente que Javier (Elechiguerra) tenía una relación de
amistad y hasta de trabajo con Francisco Arias Cárdenas y en el momento en que
se planteó lo de los comandantes, Javier tomó partido para alguno de los lados.
— Pero hacer eso es una irresponsabilidad, en particular si
proviene de un Fiscal...
— La actuación de él como Fiscal en relación con el caso
Miquilena tuvo que ver con un interés de tipo político. Además, fue lo que vimos
desde el punto de vista jurídico, lo que vimos en el debate entre el acusador y
el acusado, pues el acusador no tuvo suficientes pruebas. Cuando un Fiscal
acusa, y esto se ve hasta en las películas, es porque tiene los elementos
apropiados. Y si no los tiene, está investigando y está en la acusación actuando
con una gran firmeza y con una gran vehemencia.