En de septiembre de 1999 la comisión de Contraloría de
Diputados ordenó investigar una licitación adelantada por la Guardia Nacional
con la finalidad de adquirir ocho lanchas para su Comando de Vigilancia Costera
a un costo de 26 millones de dólares.
En tal sentido, el parlamentario Martín Valero citó al
General de División y Comandante de la GN, Gerardo Briceño García, para que
diera las especificaciones de la compra. El punto álgido que invitó a la
investigación era el testimonio del señor Miguel Von Fedak, representante de la
firma norteamericana Swifship, quien aseguraba que con un presupuesto de 1
millón de dólares menos (25 millones de dólares), su oferta era mejor que la de
la empresa israelí IAI y había quedado en el tercer lugar de la clasificación.
Una compañía holandesa fue descartada del proceso, casi al final, porque no
había presentado una fianza a tiempo.
El 8 de septiembre compareció el General al Parlamento,
acompañado del General de brigada, Eduardo Reimy, y por el Coronel Alexis
Barráez, coordinador de la comisión de evaluación de las embarcaciones. "Entre
los argumentos de los oficiales está que el paquete logístico, en repuestos y
equipos, de la IAI complementa la opción y pone la balanza a su favor en
contraposición con la