Un Coronel de la aviación, Silvino Bustillos Quintana, se presentó el 8 de junio de 1999 ante la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, para denunciar al presidente de la Corte Marcial, Coronel Luis Ascanio Báez, de estar incurso en "hechos ilícitos administrativos cuando pertenecía a la Dirección de Finanzas del Ejército en 1994" (El Universal, 08/06/1999).

Fuente: El Universal y El Nacional.

Previamente le había enviado un informe con tales acusaciones al ministro de la Defensa, General Raúl Salazar, quien el mismo día expresó: "siempre que se acercan los ascensos militares, existen dolorcitos de cabeza".

Bustillos aseguraba que "Ascanio Báez mantiene un régimen policial contra los trabajadores de la Corte Marcial" (El Universal, 09/06/1999). Agregaba que "tiene instalados equipos de inteligencia en una edificación cercana". Por igual que "luego de las denuncias contra el Coronel por la supuesta elaboración de nóminas falsas o paralelas de efectivos dados de baja cuando era jefe del Departamento de Procesamiento de Pagos de la Dirección de Finanzas del Ejército, algunas amistades que trabajan en el tribunal militar han sido hostigadas y grabadas". El caso daba cuenta del manejo irregular de unos 100 millones de bolívares.

— El presidente de la Corte Marcial no debe ascender, ya que tiene más de tres años en el grado actual. La Corte Suprema de Justicia no debió elegirlo ya que el caso que se le sigue (en el Tribunal Segundo Militar) no ha prescrito –afirmó el oficial de la Aviación.

Dado el cuadro de acusaciones, el Ministerio de la Defensa recibió una comunicación del Coronel Luis Ascanio Báez, donde solicitaba que se procediera sumariamente contra Silvino Bustillos, "por el delito militar de falsa denuncia. Bustillos Quintana me ha denunciado en reiteradas oportunidades ante funcionarios judiciales ordinarios y militares, así como en la prensa escrita",(El Universal, 14/06/1999).

Como respuesta, el Coronel Silvino Bustillos acudió por segunda oportunidad a la Comisión de Defensa de Diputados y dijo que "existen dos expedientes, el 98.879 y el 94.048, en los cuales están registradas las actuaciones irregulares del presidente de la Corte Marcial" (El Universal, 23/06/1999).

— Ascanio es un farsante que ha engañado a sus superiores y a los miembros de la Corte Suprema de Justicia.

Seis meses más tarde, el 25 de febrero de 2000 en horas de la mañana el Coronel Ascanio Báez se suicidó en su despacho. "Cualquier cosa que se maneje en este momento son meras especulaciones. He ordenado una apertura de averiguación penal y lo que puedo agregar es que ya se hará cargo el Ministerio Público Militar y los tribunales con competencia en la materia. Sólo les pido que nos dejen con nuestro dolor y serán estos organismos los que tendrán la última palabra", declaró el Ministro de la Defensa, Eliézer Hurtado Soucre, portador de la infausta información (El Universal, 26/02/2000).

La noche anterior el Coronel Ascanio Báez se había reunido con el Ministro hasta pasadas las diez de la noche. Según la versión de Hurtado Soucre, "me había presentado su solicitud de pase a retiro, fundamentando la misma en serios problemas de salud que, según sus propios términos, afectaban no sólo el cumplimiento de sus responsabilidades militares, sino también su entorno familiar. Le pregunté qué problemas de salud tenía. Le dije que si lo teníamos que llevar fuera, lo haríamos. No ahondó en detalles, ya que eran casi las diez de la noche. Estuvimos hablando un poco más sobre el tema y al final le dije que no le firmaría la baja. Le expliqué que hablaríamos con más calma y nos reuniríamos la mañana siguiente en mi despacho. Así convinimos" (El Universal, 26/02/2000).

Las versiones de lo acontecido con el Presidente de la Corte Marcial difundidas en los medios eran disímiles: problemas de salud, presión por las acusaciones de Bustillos, problemas administrativos o una combinación de varios de éstos. El oficial Bustillos, según reseña del periodista Javier Ignacio Mayorca de El Nacional, "sostiene que la cadena de mando sirve a menudo como cortina de humo para tapar las corruptelas de la institución militar. Los expedientes relativos a este desfalco (más de 100 millones de bolívares) afirmó entonces, fueron engavetados en un acto de encubrimiento, destinado a ocultar la eventual responsabilidad del hoy finado coronel Luis Ascanio Báez, quien recibió los recaudos del caso en calidad de presidente del Consejo de Guerra Permanente de Caracas y que para el momento de presentarse la irregularidad era funcionario de la Dirección de Finanzas del Ejército" (El Nacional, 09/03/2000).