La otra sombra que se extendió sobre los mismos comicios fue
la duda sembrada por el entonces secretario general de Patria Para Todos, Pablo
Medina, de la coalición oficialista, cuando afirmó en un pleno interno de la
organización que "se recibió dinero de los banqueros prófugos" para financiar la
campaña electoral de 1998 (El Universal, 23/05/2000).
La afirmación estaba contenida en una grabación de lo que fue
la intervención de Medina el lunes 15 de mayo de 2000, cinta consignada en el
programa de radio Golpe a golpe que moderan los periodistas Roberto
Giusti y Fausto Masó. Radio Caracas Radio difundió pasajes del contenido en
varias emisiones entre el lunes 22 y el viernes 26 de mayo de 2000.
"La verdad es que éste es un gobierno neoliberal" -se
explayaba Medina ante la dirección nacional ampliada de su partido-. "No lo que
pensamos inicialmente, cuando hablamos de revolución en lo político y de
reformas en lo económico. Se está aplicando un paquete con más profundidad que
en Chile y Argentina. La inflación se ha controlado sobre la base de la
recesión, de la restricción de la base monetaria. Con un éxito petrolero que no
se puede negar porque el barril subió de siete y pico a dieciséis dólares, pero
¿para qué? Este es el único país del mundo que se da el lujo de tener reservas
internacionales, un fondo de estabilización macroeconómica y dos mil millones de
dólares para pagar una deuda (externa) ya pagada" (El Universal, 23/05/2000).
En la voz inconfundible de Medina se le escuchaba decir:
"'pero también hay diferencias desde el punto de vista de la honestidad. No hay
un carajo preso. Ahí está el caso de Ignacio Quintana, testaferro de Carlos
Andrés Pérez, el hombre que tenía el dinero de Pérez y de Pedro Tinoco en el
exterior. El hombre que cuando tuve el enfrentamiento con el ministro de la
Defensa, Radamés Muñoz, le regaló un reloj de oro, un Vacheron Constantin de 50
mil dólares. Ese carajo es el candidato de Chávez al Vaticano. ¿Por qué? Porque
fue el contacto entre él y los banqueros prófugos, que se bajaron de la mula en
la campaña. Por eso mientras se daban discursos en su contra se recibía dinero
de los banqueros prófugos. Se lo dijimos a Chávez y a Miquilena: esa vaina les
va a salir cara a ustedes".
Las reacciones no se hicieron esperar. Chávez, el canciller
José Vicente Rangel e Ignacio Quintana, le salieron al paso a Pablo Medina, en
seguidilla.
"Esa información es falsa", le respondió Chávez a la
periodista Ana Vaccarella, quien lo entrevistaba por RCTV la mañana del 23 de
mayo. Esta, después de aclararle que el propio Medina había suscrito la
veracidad de la transcripción presentada por el diario El Universal y las
emisiones de Radio Caracas Radio, le insistió al Presidente.
"Si él dijo eso, pues está diciendo una gran mentira. Yo creo
que Pablo ha venido cometiendo una serie de errores políticos en los últimos
años. En buena medida él tendrá que asumir esa responsabilidad...Y es que Pablo
tampoco estuvo de acuerdo cuando nos unimos".
José Vicente Rangel, ministro de Relaciones Exteriores, negó
que Chávez hubiera recibido financiamiento electoral en 1998 de parte de los
banqueros prófugos. "El entonces candidato del Polo Patriótico (del cual formó
parte Patria para Todos) no recibió dineros provenientes de los banqueros que
están en el exterior, como tampoco de Luis Vallenilla, ex presidente de Cavendes
(institución recientemente intervenida por las autoridades de
Sudeban)...Vallenilla participó como un empresario de los tantos que
participaron en esa política, no lo financió" (El Universal, 24/05/2000).
Ignacio Quintana, mencionado por Medina en términos un tanto
duros, le respondió que "era un ser mentiroso, deshonesto e inmoral. Tengo
pruebas de que Medina es doble funcionario, obedece a bastardos intereses
internacionales, con propósitos inconfesables y recibe presuntamente dinero a
través de un país centroamericano" (El Universal, 26/05/2000).
Además, el ex candidato presidencial y actual embajador de
Venezuela en El Vaticano ripostó que "la verdadera corrupción la encarna Medina
porque existen pruebas concretas de ilegalidades como las que él señala. En el
informe sobre irregularidades del Congreso, se indica que administró, de una
manera dispendiosa, 600 millones de bolívares en viajes y francachelas. El
viajaba en primera clase con los dineros del erario público. El solo hecho de
manejar una mentira con el propósito de perjudicar al Gobierno revela la
crapulosidad, la inmoralidad y la pobreza de Medina. Yo lo azotaría, porque yo
no me escondo detrás de la máscara de la mentira. Yo no soy Radamés Muñoz León,
yo sí lo fueteo".