Tras la realización de los comicios del domingo 6 de diciembre, Hugo Chávez Frías fue proclamado como presidente electo de la República, por las autoridades del CNE.

Con seguridad fue el candidato que más y mejor explotó el tema de la corrupción administrativa, endilgándosela además a los 40 años anteriores de democracia controlada por AD y Copei.

Recordemos que para el momento en que Chávez irrumpe en la política nacional, el 4 de febrero de 1992, la percepción general frente a la corrupción como problema nacional estaba en el nivel más alto de apreciación y, por supuesto, de rechazo tanto colectivo como individual. Aparte, fue el único candidato que concretó una idea de cambio diferente a la de los demás: la realización de una asamblea constituyente desde donde se podría supuestamente poner coto a los manejos de poder de las famosas "cúpulas podridas" responsables de lo bueno y malo del pasado inmediato.

Prácticamente arrasó en las elecciones. Y se convirtió, después de Jaime Lusinchi, en el segundo candidato más votado en los procesos electorales de la democracia venezolana:

Fuente: El Nacional y El Universal.

En sus palabras de proclamación, Chávez no perdió tiempo para reiterar por enésima vez la idea constituyente. Con respecto a la tan discutida legitimidad de los golpistas que actuaron tanto el 4F como el 27N, precisó en la misma oportunidad que "el 4 de febrero, amigo Francisco Arias Cárdenas, fue un acto legítimo, sin duda alguna. Nosotros y el presidente Caldera también, formamos parte de todo esto, porque estoy seguro de que cuando usted firmó el sobreseimiento de los militares del 4F y del 27N, y a los civiles que también actuaron en esos hechos dolorosos, estaba conciente de lo que estaba haciendo. Sobreseimiento significa que no hubo delito y, más allá de la firma presidencial del momento, aquí está, aquí estamos casi cinco años después, en una situación de legitimación absoluta de una rebelión".