Apertura económica con visión
social e inserción global.
Conciliar la eficiencia
económica con la equidad y el interés social.
Reforzar el papel regulador del
estado en forma que sea compatible con la iniciativa individual.
Promover regulaciones y
mecanismos tributarios que permitan superar la concentración de la
riqueza que hace de Venezuela un país dual, es decir una sociedad con un
sector minoritario con acceso a todos los bienes de uso y consumo y a
todas las tecnologías, y otro marginado de este disfrute, pobre y
condenado a seguir siendo pobre hasta tanto no se atienda su situación
como prioritaria.
Dotar al Estado de
instituciones eficientes y jurídicamente confiables.
Llevar a cabo una reforma legal
y administrativa para lograr un servicio civil capacitado, integrando
cuadros profesionales de la Administración Pública mediante concursos de
oposición.
Descentralizar el ingreso y el
gasto público para lograr la justicia tributaria y fiscal.
Rescatar el estado de derecho y
lograr que la justicia no sea privilegio de quienes detentan medios
políticos o económicos.
Selección de los jueces sólo
con base en méritos y aptitudes.
Fortalecer la justicia de paz.
Incrementar la inversión de
infraestructura física, dotación y tecnificación de los tribunales y la
remuneración de los jueces y personal administrativo.
Autonomía administrativa y
funcional de los tribunales a fin de que cada juez sea quien gobierne y
administre su tribunal.
Reducción gradual de la nómina
del Estado.
Concursos de oposición para
ocupar cargos técnicos y administrativos del gobierno central.
Fortalecimiento e incremento de
la autonomía de las agencias reguladoras del Estado.
Descentralización de servicios
básicos de la sociedad.
Definir una política preventiva
del delito que integre a los tres poderes del Estado con la sociedad
civil, mediante educación e información de los órganos decisores en
materia de seguridad.