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Capítulo 1/La corrupción en tiempo de Chávez  

 

 

 

"Todos tenemos un corazón comunista"

La actividad del FUS se convirtió en un tonel sin fondo (foto: Tal Cual).

El 15 de marzo el presidente del Fondo Unico Social, Comandante William Fariñas, antes primer funcionario coordinador interministerial del Plan Bolívar 2000, fue removido de su cargo y sustituido por el Teniente Alejandro Andrade, quien fue juramentado por la ministro de Salud y Desarrollo Social, María de Lourdes Urbaneja, para dirigir el FUS.

Urbaneja llegó al ministerio bajo la promesa de hacer cambios en el Fondo, debido a los señalamientos que pesaban sobre las cabezas de sus administradores (TalCual, 15/03/2001).

William Fariñas revelaba a un vespertino que "se nos acusa de ser Bandera Roja, pero en este país todo el mundo tiene su corazón comunista... Si nosotros le hiciéramos caso a todo lo que escriben nuestros adversarios, nos hubiésemos vuelto locos... El FUS es uno de los organismos más atacados y sabemos que tenemos que andar con pie muy firme. El ataque comenzó dentro del mismo FUS...

Al Fondo se le atribuían innumerables irregularidades, relacionadas con los más de 272 mil millones de bolívares que administró, donde destacan: la asignación de recursos a ONG’s fantasmas, la entrega de dinero sin proyectos definidos y sin licitaciones, finiquitos y contrataciones vía telefónica, entre otros hechos.

El señalamiento más notorio quizás haya sido la asignación irregular de recursos por 347 millones a una ONG atribuida a la esposa del chofer de Fariñas (TalCual, 19/03/2001), como también la colocación bancaria y no en el Fondo de Inversiones de Venezuela de un fideicomiso de 18.000 millones de bolívares, destinados a la Tragedia de Vargas.

La periodista Marbelys Mavárez, de TalCual, lo entrevistó ese día.

— ¿A qué atribuye su salida del FUS?

— Es perfectamente razonable -respondió Fariñas-. Yo tengo dos años en el cargo. He llevado la peor parte, nos hemos comido las verdes con mucha dignidad...

— ¿Por qué lo destituyen?,- insistió la periodista.

— Fíjate una cosa. Nosotros respetamos profundamente a nuestro Jefe del Ejecutivo y Presidente de la República. El tiene esa potestad, nosotros lo seguimos y acatamos sus decisiones. Yo soy un soldado de la revolución y quien la comanda en este momento es Hugo Chávez.

— Sin embargo fue la ministro de Salud quien lo destituyó...

— Bueno, la doctora Urbaneja es otra soldado. Yo conozco a esa mujer de extraordinarios dotes profesionales y humanos y es por eso que tiene ese cargo.

— ¿Es injusta su salida? —replicó la periodista.

— No hay injusticia —dijo-. Todo se está haciendo dentro del marco de la ley.

— Justamente. ¿Por qué entonces sale del FUS?

— Es un acto de justicia que después de dos años y después del nivel de desgaste que se ha tenido aquí el Presidente haya tomado esa decisión.

— ¿Para dónde va? ¿Qué cargo asumirá?, -concluyó la periodista.

— El mejor cargo es la vida. Y eso es lo que estoy haciendo. De allí que admiro profundamente al subcomandante Marcos.

Pero Fariñas tenía razón cuando afirmó que sus problemas habían comenzado desde adentro mismo del FUS. Ciertamente, en la edición de El Universal del 22 de octubre de 2000, se informaba de un documento elaborado por el Departamento de Tesorería y Finanzas donde se acusaba que "más de 5 mil millones de bolívares fueron transferidos... a entidades públicas y privadas (37 en total) que, para la fecha de la respectiva transferencia, no habían presentado un proyecto que justificara tales erogaciones".

Fariñas declaró, adicionalmente, "cometí errores y tuve que saltar talanqueras porque, lamentablemente, son muy engorrosos los trámites de la administración pública para poder cumplir con todas las pautas que se establecen para cualquier transacción" (El Nacional, 20/03/2001).

 

   

 

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