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[82] /TERCERA PARTE/
Capitulo
XII, /Iº desta tercera parte/. De/muestra/ la primera manera en que
>a<conte>s<ce pe/c/car en el vestir y >en el< calçar, assy
como >en el< tomar del mantenimiento, >que es< quando se toma o se
trahe en demasiada quantidad.
[83]
Agora,
pues que >e<l tomar del mantenimiento, y el vestir y >el< calçar
se han por vna manera, es de saber que en tomar el mantenimiento pecamos
no tomando quanto es menester, avnque esto acaesce pocas vezes, e muy muchas
vezes tomando de más. /Especialmente excedemos en çinco maneras/.
Conuiene /a/ saber: tomando/lo/ en demasiada quantidad, en vna vez o en
muchas, y queriendo viandas costosas y exquisitas; iten, queriendolas mucho
adobadas, avnque de suyo sean viandas despreciadas, e tomandolas otrosi
no en tienpo deuido, y tomandolas con grand>e< ardor y deleyte, >pues<
en semejantes maneras acontece falle>s<cer y exceder en el vestir e
conponer.
[84] Lo primero vistiendo en demasiada quantidad, en vna vez o en muchas. Digo demasiada quantidad en vna vez quando alguna persona, varon o muger, viste juntamente demasiadas vestiduras, o en el numero dellas o en el tamaño y en las longuras: /Como quando alguno trae juntamente jubón, sayo y balandrán, o camarro y capapuz o manto, bonete y sombrero, y guantes de nutria encima y debaxo de rebeço e cinta y cinto, y aun cintero y calças con pies y seruillas y auanpies, borzeguies y çapatos, y más alcorques o çuecos y aun forrados los alcorques en paño o en seda/. Y cresce la demasia quanto es más luengo y más complido de lo necessario y de lo que razonablemente bastaria /a cada persona segun su condicion y estado. Y assy quando la dueña visten faldetas, fasta tres pares dellas, y saya, brial o sobresaya, y faxa y cintero y cinta, y ropa, aliuba (sic), o balandrán mongil o tauardo, y manto seuillano o lombardo, y muchas tocas con grande y grandes telas de lienço en el tocado, y mangas de más de vara en ancho. Y cresce tanbien en esto la demasia y el peccado quando sin prouecho alguno anda todo ello por el suelo arrastrando, especialmente quando trayan faldas que auian menester poco menos cherrion para leuarlas/. Y avn no es sin peccado traer chapines muy altos que hazen crescer la costa e quantidad del paño, >demas de ser pecado de soberuia y de mentira, ca se fingen con ellas y se muestran luengas las que de suyo son pequeñas, e quieren emendar a Dios que hizo a las mugeres de menores cuerpos que a los onbres<.
[85] En muchas vezes acontesce vestir demasiado quando todo lo suso dicho tienen o querrian tener doblado >o trasdoblado<, non solamente vno para el inuierno e otro para el verano, e vno para en >las< fiestas e otro para en cutiano, que avn esto podria >muy< bien passar tanto que fuesse templado, mas tienen para mudar cada mes e cada semana, e >avn< cada dia e cada rato. Cierto es que ay personas que no se contentan de salir a las bi/e/speras con las ropas e vestiduras que >l<leuaron a las missas, e no porque en el tiempo ouo mudança ni >porque ouo< necessidad de hazerla sino por apetido (sic) de vestir demasiado, como el que almuerza y merienda y haze muchas colaciones e comidas sin auerlo necessario.
[86]
Tener
vestiduras sobradas, y en la percha o en el aparador guardadas, ayudó
e dio grand causa a que Esau perdiesse la bendicion. Ca dize el texto que
vistio Rebeca a Jacob, para que mejor engañasse a su padre, vestiduras
de Esau muy buenas que ella tenia guardadas, y eran tales que quando el
san/c/to patriarcha Ysaac, padre de ambos, sintió el olor suaue
dellas luego se encendió en deuocion e començó a bendezir
diziendo: he el olor de mi hijo como olor de campo lleno al qual bendixo
Nuestro Señor. Esta demasia de vestiduras con otros dones rehusó
e no quiso recebir el propheta Heliseo de Naaman, principe de Siria, quando
le sanó de la graue lepra que padecia.
[87]Capitulo
XIII. Demuestra que >e<l tal excesso es peccado de soberuia, contrario
a la humildad que es vna de tres virtudes, que en el vestir e calçar
tienen el medio e guardan la honestad, y avn demuestra que el tal excesso
tanbien es pe/c/cado de auaricia y de rapina.
[88]
/Todo lo sobredicho es peccado de soberuia, que es contrario a la humildad
del uestir, ca/ dizen los sanctos, y es verdad, que son entre otras tres
/principales/ virtudes que en el vestir e conponer tienen el medio e guardan
la honestad. /Y/ éstas /dizen que/ son: humildad, per se
su/f/ficiencia e simpleza, assi como en el comer y beuer ponen freno e
tienen medio sobriedad e abstinencia. >La humildad refrena de toda jactancia<
e vanagloria que mueue /a/ las personas a vestir demasiado. De la segunda
e tercera diremos adelante en sus prop/r/ios lugares.
[89] Es otrosi lo susodicho peccado de auaricia y de rapina, porque el que viste demasiadas ropas retienelas e robalas, como dizen muchos san/c/tos, a los que las han necessario. Ca dize sant Basilio: como Dios, Nuestro Señor, dispense e distribuya todos los bienes, e no>n< sea injusto repartidor nin a/c/ceptador de personas, ¿por qué piensas que quiso que tú touiesses mucho y >que< aquel mendigasse, sino por que tú mereciesses buen galardon despendiendo y partiendo liberalmente la abundancia que te puso en poder, y porque aquel menguado mereciesse /otrosi/ auiendo buena paciencia en el non tener?. Pues del hambriento es el pan que a ti sobra, y del desnudo la vestidura que puedes excusar, y del descalço el calçado que no has menester, y del menest/e/roso la plata y el oro que tienes en thesoro, y a tantos robas y injurias a quantos menesterosos no comunicas lo que podrias.
[90] San Ambrosio dize esto mesmo avnque por otras palabras, y añade que no es menor pe/c/cado al que tiene /de/ no socorrer a los que no>n< tienen que tomar a los que tienen.
[91]
Cosa
descomulgada dize el Apostol que es, e por tal la conde>p<na, que vnos
estén hartos e otros mueran de hambre. E assi >es cosa muy desordenada<
que vnos /cansen y suden por/ esten demasiadamente calçados y vestidos,
e que otros por mengua desto anden desnudos e mueran de frio. Cuenta muy
estre>c<cha dize Ihesuchristo que le auemos de dar dello en el dia del
juyzio. E no digo aqui más de >aque<sta materia porque no fue
introduzida sino>n< para manifestar como es pe/c/cado de auaricia y
de rapina tener e traer demasia de vestiduras. /Y esto sea quanto a la
primera manera que acaeçe peccar y exçeder en el uestido
y en el calçado, assi como en comer y beuer demasiado/.
[92]Capitulo
XIIII. De la segunda manera >en< que en el vestir e calçar, assy
como en comer y beuer acae>s<ce peccar.
[93]
Es la segunda manera vistiendo e calçando cosas de mucho valor e
costosas, por via que avnque la ropa no sea más de vna, y ni sea
luenga ni corta >mas mesurada e justa<, es excesso y pe/c/cado si >segund
su estado< es /cosa/ mucho costosa. En lo qual otrosi suelen /mucho/
las personas exceder por soberuia e por deleyte, assi como en el comer
y beuer, ca muchos no comen ni beuen en mayor quantidad ni más vezes
de lo que deue/n/ pero quieren e comen y beuen viandas e vinos costosos,
e >avn< a/s/si suelen dezir que quieren poco e bueno.
[94] En esta manera de vestir y de tra/h/er y avn aosadas de comer y de beuer exceden >comunmente< muy muchas personas de todos /los/ estados en este nuestro tiempo, porque cada labrador e cada of/f/icial, cada escudero, /y/ cada cibdadano y cada cauallero de pequeño y de grande estado excede manifiestamente >no de lo natural solamente mas avn< de lo que es permisso e to>l<lerado >a< cada vno segun/d/ su estado. Quan mala parece -solian dezir al villano- la manga prieta en el braço, mas ya no /h/ay pobre labrador ni of/f/icial por marauilla que no viste fino paño; >y avn seda que es más< en los escuderos e ombres de honor botas e gauán solian /en/cobrir mucha lazeria, mas ya ni basta paño fino ni seda. As/s/i que en >aqu<esta parte toda carne ha corrompido su manera, y tanbien en los a/f/forros, que si pueden auerlos de grises o de martas no se contentan que sean de peña; el sayo o manto viejo solia/n/ seruir para a/f/forrar lo nueuo, mas agora tanto o más vale el af/f/orro que la haz.
[95] /Pues/ tanbien pecan las >tales< personas que assi exceden /en/ pe/c/cado de soberuia si por jactancia e vanagloria se mueuen, e por pujar e parecer mayor, o a lo menos no menor >cada< vno que >el< otro.
[96] Pec/c/an otrosi pec/c/ado de mollicie y desobrado deleyte si se mueue>n< a exceder por el plazer que han de ver la fineza del paño o de la seda, o por el deleite que reciben de la blandura della, y a/s/si dezia Nuestro Redemptor alabando a Sant Juan de las asperas vestiduras que los que se visten de >vestiduras blandas y< muelles son en las casas de los reyes, >y< en esta manera se excede mucho en las olandas e finas bretañas y >en< otros lienços costosos, como por el contrario nuestra mezquina e mala carne ouiesse menester de andar siempre cercada y espinada de vestiduras asperas. O bienauenturada Cecilia sancta e muy noble >donzella<, que avnque encima traya paño fino e rica seda por complir con el estado pero acerca de la carne traya de continuo cilicio /e no lienço delgado/. Esso mesmo se lee de la san/c/ta dueña Judic>h<, y de algunos sanctos caualleros que andauan en el palacio, assi como Sant Martin, Sant Sebastian, Sant Pablo e Sant Juan en tiempo de Gallicano.
[97] Item de San/c/to Thomas, arçobispo de Cantu/a/ria, e de otros san/c7tos prelados se lee que trayan cilicios y asperas vestiduras de monjes debaxo de aquellos habitos honrrados, y avn del rey Joran se lee que en el tiempo que estaua cercado en la cibdad de Samaria traya cilicio a carona de la carne ascondido e cubierto con la vestidura real que traya encima.
[98] De pieles de animales vistio Dios a nuestros primeros padres como los pudiera sy quiera vestir de rico brocado. >Y< assi dize el texto que les hizo tunicas de pellejas y llamó a aquellas vestiduras tunicas, que propiamente quiere dezir to>n<gas o sayas que hazen sonido cada que son tra/c/tadas y meneadas, donde pare>s<ce que no deuieran ser de abortones o de corderinas muy delgadas, ni >guarnecidos< de muy buenos baldreses /afforradas o cintadas/, ni con cote o cotes de garras perfiladas a las orillas, mas quiçá crudas cuesqueras y desdonadas como las de los pastores o >como las de los segadores o de otros pobres onbres<, /o de aquellos carboneros que traen carbon a uender a Salamanca/. Uerdad es que despues quiso que el sacerdote, especialmente mayor, vistiesse vestimentas de lino en ciertos dias y en otros de cierto paño e color, mas aquello todo era para significar cierto misterio que seria aqui luengo de contar.
[99] La virtud que en esto refrena e ordena se llama per se sufficiencia. Ésta haze al que la tiene que se contente con lo necessario y razonable, y >que< no quiere ni traya lo costoso y demasiado, mayormente >a< cada vno segund su manera y estado.
[100]
Aquesta segunda manera de exceder en el vestir y tra>h<er reprehende
el /sancto/ apostol >Sant Pablo< /diziendo que han de ser contentos
los christianos con el uito y con el uestido, a do dize Sant Augustyn
que no dixo con cibos y con uestimentos que significan abundantia, mas
dixo con uicto y uestito, que significan solamente lo necessario, y especialmente
reprehende la demasia/ en las dueñas diziendo que no trayan oro
ni perlas, ni vestiduras preciosas, con el qual concuerda el apostol San/t/
Pedro dizyendo quasi essas palabras messmas. Este excesso parece auer condem>p<nado
Nuestro Señor quando a<s>sy penó al pueblo suyo por la
vestidura de grana que con cobdicia guardó >y abscondio< Achor,
y quando priuó al rey Saul del reyno porque con cobdicia reseruó
algunas vestiduras >preciosas< del rey Agab y de aquel pueblo. Y avn
este mes>s<mo excesso parece que reprehende y condena Nuestro Redemptor
y maestro quando dize que aquel rico malauenturado que fue sepultado en
el infyerno se vista de purpura y de bisso, que es lienço muy delgado,
muy fino y muy blanco. Este excesso daña y reprueua el euangelista
Sant Luchas quando, en los Actos de los Apostoles, recuenta la muerte muy
terrib>i<le y muy miserable de aquel maluado pomposo e soberuio/so/
Herodes, que para henchir su soberuia y vanagloria salio aquel dia a juzgar
vestido de vestidura real y muy preciosa. Y avn esto condenna Sant Juan
y denuest>r<a (sic) en su Apocalipsi reprehendiendo e increpando
a la cibdad de Babilonia y en aquella a qualquier otra cibdad, villa o
lugar que pe/c/ca en aquella soberuia /y uanidad/.
[101]Capitulo
quinze. De la tercera manera de peccar >en vestir y en calçar, y
avn en comer y en beuer<, que es buscando mill maneras y nouedades de
vestiduras y >de< trajes como en el comer muchos guisados adobados y
potayes, /y espeçialmente pone algunas practicas de cómo
en nuestros tiempos han excedido y exceden en aquesta manera los varones/.
[102]
Lo tercero acae>s<ce pecar y exceder >en el comer y beuer< no>n<
en >la< quantidad ni en ser costosas las viandas solamente mas en que
sean adobadas y muy guisadas, avnque de suyo sean comunes y de poco precio,
>ca a las vezes cuesta más el salmorejo que el conejo<.
[103]
/Y/ en esta manera pec<c>auan muchos de los judios en el desierto quando
Nuestro Señor les daua aquel celestial e miragloso mantenimiento,
ca no se contentauan de le guisar simplemente mas >andauan< catando
maneras como mejor les supiesse. Bien assi /h/ay excesso grande e >muy<
comun en el tra>h<er y en el vestir, ca dexado lo natural buscan las
personas, varones e mugeres /de todo estado seglar/, mill maneras e nouedades
de vestiduras y >de< trages, nouedades en los colores de muchas e diuersas
maneras, muy agenas de la simpleza natural con que nos dan la lana las
ouejas, la qual podria >a<bastar a/s/saz si la malicia humana se quisiesse
contentar; ca si Nuestro Señor mandó teñir la pieles,
coberturas e cortinas del tabernaculo y que >e<l sacerdote vistiesse
tunicas jacintinas, todo aquello fue porque segun/d/ nuestra malicia no>n<
fuesse despreciado su oratorio y templo, e más principalmente por
dar a entender en aquella manera grande y grandes misterios que están
alli cubiertos. E avn medio mal sería y allá pa/s/sar/i/a
si con las mudanças e diuersidades de los colores fuessen los ombres
contentos. /Mas començando en los varones ya usan camisones bastillos,
ya muy delgados contra la inuençion de la camisa, que fue hallada
para dormir con ella o por más guardar la honestad o porque entonçe
no se usauan sauanas; y assi dize Sant Ysidro, que camisa o camison tomó
nombre de la cama. Ya los usan cortos ya muy largos, ya randados ya plegados.
Ya los cabeçones como camisas de mugeres costosamente labrados.
Ya usan iubones de fustán, ya de fusteda, ya de seda, ya de paño,
y aun nuestro tiempo para poco se tiene quien no lo trae de brocado, como
en otro tiempo solo el rey o cauallero de grand estado usasse traer brocado,
ya todo de vn paño, ya la meitad falsado. En el buen tiempo collar
y puñetes eran de otro paño; los collares ya anchos y muy
apartados y de muchos paños afforrados, ya iustos ya pegados y solamente
engrudados. Las mangas ya enteras ya trencadas, ya cerradas ya abiertas,
y las mangas de los camisones mucho sacadas, ya iustas ya buidas o fronzidas;
ya los cobdos ya los ombros plegados, ya simples y sin braones, ya con
ellos muy penosos, dañosos, costosos y deformes. En los pechos vn
tiempo cubricheles encordados con cordones, o con cintas como mugeres otro
tiempo; y esto era mejor cubiertos con paletoques de puertas enteras o
de medias puertas. Ya usan mantos o corochas, quando plegados quando maruetados,
quando en los ombros golpeados, agora graçias a Dios llanos. Ya
ropas, ya balandranes, ya gauardina, ya gauanes, ya lobas, ya tauardos,
ya capas, ya capuzes, ya ropas largas y roçagantes ya tan cortas
y tan deshonestas que aun no cubren las uerguenças, ya pellotes
y aljubillas, ya sayos y sayuelas con muchos pliegues a las caderas, contra
la composiçion de los varones que, como pareçerá adelante,
han de tener y tienen naturalmente grandes arcas y pechos, y la caderas
pequeñas al contrario de las hembras, pues en el ceñir ya
cintas apretadas y broñidas y angostas ya floxas, anchas de caderas,
ya cintos llanos ya moriscos, y de mill maneras y muy costosamente labrados.
Ya copagorjas en las cintas, ya dagas ya puñales. Ya bolsas de seda
o de lana muy labradas. Ya tassas carnieles escarcelas o almacracas. En
las cabeças quando caperuças y carmeñolas de vara
en luengo, quando capellos con grand beca y grand ruedo, ya con pequeño;
quando sombreros ya pelados y pardillos, ya negros y de fieltro, ya con
grand ruedo, ya con pequeño; quando bonetes doblados quando senzillos,
quando leuantados y llenos de viento, que pequeño ayre los derriba
y da con ellos en el suelo, quando metidos y encaxquetados que han menester
ayuda para quitarlos, quando sanos, quando hendidos, morados, bermejos,
verdes, azules, pardillos y negros, alharemes y sudarios ençima
dellos. Quando cabellos muy alto cerçenados y hazia arriba alçados
y encrespados, quando luengos muy peynados y aleznados, y con grand compás
y grand estudio hechos y afeytados; lo primero era natural y masculino,
lo sengundo mugeril y femenino, y por esso defendido segund que ya arriba
fue apuntado. En el calçado las calças vn tiempo abiertas
y otro cerradas; en vn tiempo vizcaynas y en otro italianas; vn tiempo
botas francesas, delgadas y muy estrechas, otro tiempo anchas, gruessas
y atacadas; otro tiempo borzeguies de mill colores con vandas o syn vandas,
ya muy anchos, ya muy estrechos y apretados. En los pies quando calças
de soleta con chinelas o sin ellas, quando çapatos de cuerda con
puntas mucho luengas, con galochas o sin ellas, quando çapatos romos
con alcorques o sin ellos, ya blancos y de uenado, ya de diuersos colores
con puertas o syn puertas, con cayreles de aro o de seda labrados, ya de
muchos lazos ya de vn lazo, ya abiertos ya cerrados. O miseria de gente
seglar/. >Mas< quién podrá contar ni /medio/ dezir
el estudio demasiado que >se< tiene y ha tenido en vestir e traer e
calçar, e los pe/c/cados de muchas maneras: de soberuia, de vanidad,
de luxuria e dissolucion, de prodigalidad e ambicion, de rapinas e tiempos
perdidos que se cometen en lo tal. /Verdad es que si desque el mundo es
mundo y ouo locos en él que toda su felicidad pusiessen en el traer,
ouo algund siglo o tiempo honesto en que los varones se midies/s/en y reduxiessen
a lo simple y natural, cessando de lo compuesto, fengido y mucho suplerfluo,
ha seido este nuestro en que por la bondad de Nuestro Señor, de
veynte años acá, en todo lo su sodicho hay mucha honestad
y modestia. Mereció las gracias desto el rey don Enrique quarto,
que en esto fue ordenado, muy cuerdo y muy honesto, el qual, honestando
su real persona y siguiendo en esto lo natural y uerdadero, hizo honestar
a todo el reyno. Quanto a los varones, digo mayores y menores, y caualleros
y escuderos, casados y mancebos, que quanto a las dueñas grandes
y pequeñas mucho y más que mucho cresció la dissolucion
en su tiempo/. >Mucho e más que mucho deuria mirar en esto el principe,
rey e reyna de qualquier reyno, porque< es regla general que no puede
faltar que, qual el rey e qual la reyna, en lo malo y en lo bueno, tal
es todo el reyno, /en lo varonil y en lo mugeriego/, >assi en esto como
en todo lo al<. Por lo qual en Grecia al rey llaman basileo,
que quiere dezir pilar del pueblo, porque si el >rey< está derecho,
ordenado e honesto tal está todo el pueblo >que carga sobre él,
e si el rey declina y se acuesta a qualquier vicio grande o pequeño
tanbien se acuesta e declina tras él el pueblo<. Esto, >segunt
dize Sant Ysidoro<, significa la corona real que el rey trae en la cabeça,
que sostiene los pueblos y está cercado e cargado dellos, e que
doquier que se mueue>n< e va>n el rey e la reyna< en las costumbres
>honestas< e deshonestas allá van y se mueuen ellos. Cosa
es mucho de mirar e avn mucho de llorar a los principes que no son buenos,
porque dissoluiendose ellos escandalizan y prouocan a dissolucion >a los
de< sus reynos, y pe/c/can grauissimamente dando occasion a que pequen
ellos, y as<s>i seran atormentados más que todos en los ynfiernos.
Y por el contrario, los buenos principes con todos y sobre todos enxalçados
en los cielos, quales quiera Nuestro Señor que siempre sean los
nuestros. >Amén<.
[104] /Capitulo
quinto. Pone praticas como en la manera susodicha han excedido y exceden
las mugeres/.
E como quier que en lo susodicho
exceden y pecan los ombres, pero mucho mas exceden y pecan las mugeres
en la manera de su traher, tocar, vestir, y calçar, y en todo el
atauio de sus personas, y avn aosadas en lo de sus camas, palacios y estrados,
/sino que no es aqui lugar para demostrar que tanbien en aquello hay muchos
peccados. Cosa uergonçosa y mucho curiosa parece a nos hablar esto/.
Digalo el profeta Ysayas, que lo tracta y reprehende todo /por menudo/,
de pies /fast/a cabeça, y diganlo los otros profetas y los San/c/tos
Apostoles, que lo reprehenden grauemente, que si de todo ello ouiesse yo
a que dezir por menudo nunca acabaria. /Mas remuérdenos la consçientia
porque el excesso es tan grande en algo de lo deste tiempo, que si callassemos
/nos/ hablarian las piedras, como dize el Sancto Euangelio. Agora pues,
demandando perdon a las honestas y cargando la culpa a la dissolution de
las otras, començemos de las cabeças. Casadas y por casar
se dissueluen primeramente en criar y açufrar los cabellos, començando
a representar el çufre de los infiernos y las biuas llamas de aquel
terrible fuego humoso, obscuro y negro en que han de arder con ellos;
ya descubren toda la cabeça por que parezcan más los cabellos;
ya la cubren con crespina de oro o con aluanegas de seda muy sotilmente
texidas y obradas, 2o con filetes leuantados, o solamente llanas; ya echan
la trencha de fuera y hazen grand partidura, torciendo los cabellos y componiendolos
fasta cobrir las orejas, y aun dexando algunas mechuelas fuera; ya hazen
dellos diadema; ya los cogen entrançados costosos y muy delgados
con cintas de oro o de seda liados; ya se tocan cubriendo la cabeça
toda y atrás partiduras y descubriendo la media; otras algunas,
que piensan tener el medio, descubren sola la trencha. Las tocas pocas
vezes son luengas que desciendan fasta los pechos, muchas vezes son cortas
que apenas cubren las orejas; ya son cambrais de lino, ya son de
seda, ya son implas romanas, ya encrespadas ya espumillas, ya lencarejas
ya llanas, ya sanas ya crepadas; ya las ponen con bueltas ya las hazen
tambas, syn moños o con moños, nunca fallecen de moños
que ayuden a leuantarlas y, lo que es peor y más defendido, que
algunas ponen bonetes sin uerguença en sus caras. Callo de los firmulles
y joyeles de las frentes, de los cercillos y arracadas de los collares,
sartales y almanacas. Vengo a las alcandoras, la bradas y cintadas, y de
muchas maneras plegadas, a los corpetes de oro broslados o de mucha seda
labrados que ponen ante los pechos abique eo quod inter secus latet.
Solian usar gorgueras que cubrian las espaldas y los pechos como arriba
se tocaua, aunque eran tan delgadas, labradas y randadas que se podia bien
trasluzir la blancura dellos, pero más honesto era que traerlos
descubiertos. Y a quien podrá dezir las mudanças de las faldetas
y diuersidades de muchas; y muchas maneras de los briales de fustán,
de paño, de seda y, a las vezes, de brocado; de las cortapisas,
de las alhorzas, ya chamorras ya francesas, de las faldas, quando muy luegas
quando muy cortas, y aun quando redondas, y aquello era bueno; de las aliubas,
cotas, balandranes, marlotas y tauardos de paño, de peña,
de lino y de seda; de las cintas y texillos de diuersas maneras labrados
y guarneçidos; y de los redondeles y por demases y mantos con gonelas
del otro tiempo y de los mantos lombardos y seuillanos, quando cintados
quando cayrelados; si todo se ouies/s/e de dezir nunca acabariamos. Y de
los chapines, de diuersas maneras obrados y labrados, castellanos y valencianos,
y tan altos y de tan grand quantidad que apenas hay ya corchos que lo puedan
bastar, a grand costa del paño, porque tanto ha de crescer su uestidura
quanto el chapin finge de altura, aunque ha de faltar algo y no llegar
al suelo para que parezca lo pintado del chapin o del çueco. Pues
aun añaden Ezechiel propheta e Ysayas de las manillas de los braços
y de los anillos de los dedos, y otras muchas cosas dizen ellos y los otros
que yo canso de poner.
[105] Basta y deue bastar que sepan las que exceden en esta manera, y los padres o maridos que lo consyenten, que ellos y ellas offenden mortal o venialmente, qui a facientes e consentientes. Este excesso defiende el Sancto Euangelio quando nos >a<conseja y manda que no seamos mucho solicitos de la vestidura ni>n< del mantenimiento; el cuydado demasiado defiende de las cosas semejantes mas no>n< el de lo necessario, a cada vno segund su estado.
[106] Uerdad es que el sabio Salomon alaba a la muger virtuosa de hazendosa y >de< aliñosa, y de auer hecho para sy vestidura preciosa de diuersos colores, y de tener proueydos a los de su casa de vestiduras dobladas. Mas aquellos loores /más/ son de virtudes y >de< bondades significadas y dadas a entender so aquellas semejanças de vestiduras /que no de terrenales composturas/. E avn el rey Salomon fue de los que mucho excedieron /en el comer y/ en el vestir y /en el/ tra>h<er en su persona y en sus mugeres, y en los familiares y seruidores, tanto que la reyna de Sabba se marauilló de las vestiduras de los ministros quando vino a le oyr y conoscer. Y as/s/y haze la Sancta Escriptura comparación a las vestiduras de Salomon quando de excellentes vestiduras dize algo. Y avn Nuestro Redemptor dellas hizo mencion como escarnesciendo e burlando quando dixo que nunca Salomon en todo su triunplo (sic) e gloria /como la/ alcançó >vestidura tan hermosa< como la del lilio e de la rosa.
[107] Tanbien es verdad que la reyna Hester vestiduras tenia preciosas, luengas e muy costosas, e que vna donzella le >l<leuaua las faldas, mas ella mesma confiessa que nunca se deleytó en vestirlas ni vsó dellas sino quando auia de parecer antel rey, por complir con el estado real e con él. >Éstas que assi se visten y se precian del traher dize el santo propheta e rey Dauid que son semejantes a los ydolos e ymagines de los templos<.
[108]
De Nuestro Redemptor dizen algunos que traya manto azul e la saya de encima
morada, mas del /uestir de Nuestro Señor/ e de Nuestra Señora
no /h/ay scripta cosa cierta >cerca desto<, e lo que más se cree
>es< que él e Nuestra Señora andouiessen vestidos de gruesso
>e pobre< buriel. E >bien se sufre< que trax/i/esse dos o tres sayas
e manto encima por se conformar al vso de los sacerdotes e honestos judios
de aquel tiempo, e por consolar con su exemplo a los flacos que no>n<
pueden passar con vna vestidura, especialmente en las tierras frias, pintanlos
con vestiduras de color e que parecen preciosas por adornar la pintura,
/como pintan a Nuestra Señora uestida de brocada, y ella nunca lo
uestió ni aun fino paño/.
[109]Capitulo
XVI. De la quarta manera de exceder y pe/c/car en comer y >en< beuer,
y en vestir y en calçar, que es no guardando la conueniencia del
tiempo.
[110]
La quarta manera de exceder en el comer e beuer es no guardando la conueniencia
del tiempo. >Y esto en dos maneras<: o anticipando mucho la hora sin
causa e sin necessidad, lo qual reprehende la Sancta Escriptura diziendo
que la tierra es desuenturada, que tiene rey moço e principes que
comen de mañana, o comiendo en los dias de abstinencia alguna vianda
vedada. E assi conte>s<ce exceder en el vestir e tra/h/er, no guardando
lo que conuiene al tiempo, ca mucho yerra y excede el que en tiempo de
lloro e de tribulacion viste vestiduras de alegria, e por el contrario
el que en tiempo de alegria y de so/l/lem>p<nidad tra>h<e vestiduras
de tristeza y c/u/otidianas.
[111] Desto y esso es reprehendido en el Sancto Euangelio, /hablando por semejança/, el que entró a comer en las bodas sin >l<leuar vestidura de boda, >y< a/s/sy reprehendió el condestable Joab a su buen rey Dauid porque no vestia vestidura sol/l/e>m<ne y de alegria quando le dio Nuestro Señor victoria de su mal hijo Absalon y ge la hizo vestir.
[112] E los profetas amonestauan al pueblo de Ysrael que vestiesse vestiduras tristes para hazer penitencia, e >que< /en otro/ tiempo de perdon y de consolacion desnudassen aquéllas y vestiessen vestiduras de plazer y de fiesta. En esta manera yerran comunmente los nobles y hidalgos, caualleros y escuderos, grandes y pequeños, que podiendolo bien hazer y teniendo mudas de vestiduras >a< mejores y no tan buenas no hazen di/f/ferencia del Carnal a la Quaresma, ni del viernes al domingo, ni del cutiano a la fiesta, antes piensan que guardar esta diferencia pertenece a los aldeanos /y/ >a los< o/f/ficiales y >a los< villanos, y por esso ellos por el contrario visten lo mejor entre semana, y el domingo o la Pascua no salen mejorados.
[113] El contrario da Nuestro Señor a entender hablando por el profeta Ezechiel, >ya< mandando que la puerta del templo por do el principe auia de entrar no se abriesse syno el sab/b/ado, saluo si entre semana quisie/s/se el principe venir a o/f/frecer algun/d/ sacrificio voluntario y extraordinario.
[114]
Las
dueñas comunmente se ordenan major (sic) en esto, que grandes
y pequeñas salen /tan/ vestidas >y< /tan/ reluzientes, pintadas
e conpuestas en las fiestas por que esperan ser más vistas en los
tales dias /que la mitad bastaria/. E algunas y avn muchas exceden en no
guardar la templa/n/ça y mesura deuida al tiempo de la penitencia
y al lugar de la tristeza. Ca assy se afeytan y visten en Quaresma como
en Carnal, e assy van a las exequias de los defunctos sy non son >sus<
parientes, como si fuessen a bodas o a bateos, todo >esto< porque alli
concurren gentes que las han de ver e mirar /y ellas no quieren a nadie
parecer mal/. Reprehende esto Nuestro Señor /hablando por semejança/
en el San/c/to Euangelio /de los moçuelos que se dizen vnos a otros
en los juegos que hazen entre sy/ >diziendo<: cantamos e no respondistes,
reymos e no reystes, lloramos e no llorastes; y esto mesmo el San/c/to
Apostol, que quiere que lloremos con los que lloren e nos gozemos con los
que se gozan.
[115]Capitulo
XVII. De la quinta manera de peccar en lo susodicho, que es comiendo o
vistiendo con grand>e< ardor y deleyte, e haziendo nueuas inuenciones
e trajes.
[116]
>La< quinta e postrimera manera de exceder en el comer y beuer es quando
se toma la vianda con mucho ardor y deleyte, avnque no sea en mucha quantidad
ni preciosa, ni con mucha diligencia guisada ni fuera de tiempo tomada.
Personas ay muchas que con mayor sed y dele/i/tacion beuen el agua que
otras personas el vino. Este ardor y deleyte parece en la pri/e/ssa con
que >las tales personas< toman el mantenimiento, las quales ponen entonçes
alli todo su sentido e intento, /que parece/ que /entonces/ ni oyen ni
veen, desalados sobre lo que comen: /assi/ como el açor sobre la
perdiz, o el milano sobre >e<l pollo, que con mucha hambre ha>n<
caçado, ni espera/ua/>n a< biendezir primero la mesa, ni
curan de reuanar el pan, ni esperan a que los trayan la vianda y >que<
ge la corten /cozida o assada/, mas en llegando a la mesa luego, sin detener/se/
vn punto, muerden en el pan y dan grandes bocados en él, y hinchen
ambos carrillos y lo tragan syn mascar como sy nunca se esperassen
hartar.
[117] En esta manera pe/c/can los que >todo< su >e<studio /e pensamiento/ parece que ponen >en< como satiffarán al vientre, a lo menos en aquel tiempo. >Y< a/s/sy pe/c/có Esau, que tuuo en más aquella escudilla de lantejas >que le dio Jacob, su hermano<, que la dignidad de ser primogenito, que entonces era gran/d/ cosa y avn agora >lo es a< donde /h/ay mayoradgo >no es auida por pequeña<, y assy le culpa dello el San/c/to Apostol.
[118] En esta manera pe/c/caron muchos de los que con el buen juez /y buen duque o caudillo y capitan/ Gedeon eran ayuntados en la hueste de Israel, que se echaron de buças a beuer por satiffazer mas ayna e mas complidamente a su sed; no lo hizieron a/s/si los trezientos que quedaron, los quales, inclinados algun/d/ poco, tomaron la agua poco a poco con la mano. Con >e<ste ardor e deleyte deuieran comer en Egipto los puerros e >las< cebollas, e los cogombros y pepinos, e las carnes de poco precio muchos de los judios, pues que tanta cobdicia y desseo tenian de todo ello andando por el desierto. Con este ardor y de/s/seo deuieran comer las codornizes que alli les dio Nuestro Señor, e por esso >dize la Santa Escriptura< se hartaron hasta salirles por las narizes. Uerdad es que Nuestro Señor les mandó comer apriessa el cordero pascual, pero aquello era para significar >la gran caridad e amor con que se ha de recebir la sancta comunion, e con que se ha de remembrar la sagrada passion de Jesuchristo, figurado por aquel cordero. E tan bien ge lo mandó comer asi aprissa por les dar a entender que estauan de camino, ca aquella noche auian de salir y salieron< de Egypto. A estos tales llama el sabio eclesiastico ombres infrunitos, que quiere dezir >desenfrenados e< muy golosos.
[119] Agora pues, viniendo a nuestro proposito, en esta manera acae>s<ce exceder y excediendo pe/c/car en el vestir e traher, ca son algunas personas que todo su deleyte e consolacion pare>ce< que ponen e tienen en <aqu>ello. Estas son las personas que no se visten e tra/h/en por se conformar al vso comun de aquellas tierras en que biuen e conuersan, /ni por satisfazer a su condicion y estado/, ni por aplazer los casados a sus mugeres, ni las dueñas por aplazer a sus maridos, mas /tanbien y mejor/ visten e atauian>se< porque les deleyta parecer bien a quien quiera /en aquella manera/, e si no a otri (sic) syquiera a sy mesmos e a sy mesmas. Estas son /las/ personas que se precian de inuentar trajes nueuos de diuersas maneras, porque como todo su deleyte sea en se vestir e tra>h<er, e >como< las cosas tenporales tengan esta condicion: que luego que son auidas e vsadas dan hastio e son menospreciadas, es forçado que busquen otras nueuas que por su nouedad les >a<plegan; las quales inuenciones son a gran/d/ peligro e cargo de sus con/s/ciencias, porque no solamente pierden assi (sic) mesmas las tales personas que los >tales< trajes /nueuos/ assi liuiana e vanagloriosamente inuentan, más pierden e son causa que se pierdan otras >muchas< liuianas personas, que son muy prestas para les remedar en aquella vanagloria e liuiandad. Y éstas son muy muchas tanbien en los varones como en las mugeres, porque comunmente, desde nuestra mocedad e >avn< desde nuestra niñez e comienço del mundo, como dize la San/c/ta Scriptura, somos prestos para el mal.
[120] El san/c/to Moyse/n/, e los psalmos e todos los profetas, amenazan mucho a >todas< las personas que hazen tales inuenciones, y denuncian que executará Nuestro Señor en ellas la>s< vengança de su ira. Aquel rico malauenturado de que fabla el Sancto Euangelio y que fue arriba allegado, >puesto en el infierno< temia mucho que sus cinco hermanos que auia dexado biuos no descendiessen a ser >alli con él< penados, e procuraua que el patriarcha Abra/h/am les enbiasse alguno de los que estauan en el limbo para que les denunciasse el tormento e fuego infernal en que >él< estaua ardiendo, por que hiziessen penitencia y mereciessen emendandose escapar de aquella perdurable e grauissima pena. E /esto/ no lo hazia él por >la< caridad e amor que a sus hermanos touiesse, ca los dañados ninguna caridad tienen ni otra alguna virtud, para que desseen que algunos sean saluos, antes querrian que todos fuessen /y/ como ellos e con ellos condepnados, como quier que avn puede tanto en ellos la inclinacion e amor natural, que pues saben que algunos han de ser saluos querrian que lo fuessen sus debdas mas que no los estraños. Pues no /sólo/ procuraua >aquello< por caridad mas procuraualo principalmente porque no le fuesse a él mesmo acre/s/centada la pena e tormento si ellos viniessen e descendiessen en aquel fuego infernal, ca él, como hermano mayor e quasi regidor dellos >e< principal, les auia dado muy mal exemplo, e por consiguiente los auia mucho escandalizado e prouocado a pe/c/car comiendo e vestiendo demasiado. /E assi acaba la tercera parte de cinco maneras en que acaeçe peccar y exceder en el uestir y traher, como son çinco las maneras principales en que acaeçe peccar en el comer y en el beuer/.
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Revisado - Updated: 13/08/2009