POESÍA DE ALEJANDRO JAÉN
ALFARERO
I
De arcilla
ha de ser la lámpara que sueño
el recipiente de luz
en que brindemos
la vasija de fuego
que sostenga tu flor
De arcilla aquel peldaño
que esperamos subir
la estrella en la pared
las teclas de este piano
donde irrumpe el futuro
II
La arcilla tiembla en mis manos
se adelgaza
me indica la curvatura de su vientre
Sabe que estoy ansioso y ríe
Hundo mis manos en su piel tan suave
cuando su mágico vaivén me envuelve
DISTANCIA
La distancia
es el azul que se añora
a pesar del murmullo
de un país en sombras
Es la palabra que no alcanza a brotar
la ausencia de los amigos
La distancia es un saberse lejos
el paisaje de ayer
abierto en sueños
Es un café a solas
una silla vacía
que no podría llenar nadie de este lado del mundo
Es un lecho que perdió la mitad de su tibieza
La distancia tiene un nombre de mujer.
AÑORANZA
Si tuviese cuatro almas
talvés te encontraría en otra dimensión
Si fuésemos dos árboles
creciendo en la luna de Marte
dos amaneceres pretendiendo el océano
Si tuviese cuatro caudales en mi pecho
los mares talvez no tendrían adioses
ni tu casa un abismo de ausencias
si solo fuese un espejo de agua en tu cintura
una lámpara de escarcha
un colmenar
talvez encenderíamos el goce de lo incierto
la pulpa milagrosa de los besos