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DIOCESIS DE PIEDRAS NEGRAS

        

 

 

ESTATUTOS DE LA

RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA EN EL ESPÍRITU SANTO

 

 

PRESENTACIÓN

“… y quedaron todos llenos del Espíritu Santo” (Hch. 2, 4)

Nuestra Iglesia crece sólo con la fuerza del Espíritu Santo, esa es una realidad que conocemos y que nos da la experiencia cuando trabajamos para El Señor; ya que nosotros somos siervos que sólo hacemos lo que tenemos que hacer.

Viendo la Iglesia con una sana eclesiología, nos maravillamos de los diferentes carismas que El Espíritu Santo suscita, pues sopla donde quiere; y así ha suscitado asociaciones, movimientos, congregaciones religiosas, apostolados, ministerios, espiritualidades distintas; todas ellas centradas en la persona de Cristo.

La Renovación Carismática Católica en El Espíritu Santo es uno de los caminos, una verdadera una corriente de gracia que viene del Espíritu Santo, quien actúa en nosotros y nos muestra la grandeza de Dios.

La Renovación se basa en la experiencia de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo se derramó sobre los apóstoles de Nuestro Señor Jesucristo y los guió a proclamar el Reino de Dios. (Cfr. Hch 2, 3-4)

 

Nos hemos dado a la tarea de realizar éstos estatutos basados en los estatutos internacionales y nacionales de la Renovación para que ésta corriente de gracia tenga el cause que debe de tener dentro de la Iglesia diocesana y se mantenga fiel a lo que El Espíritu quiera hacer.

 

Sabemos que al Espíritu no le podemos poner normas, sin embargo El Espíritu Santo es orden y es el mismo que vivifica a la Iglesia.

 

Invito a los miembros de la Renovación a conocer éstos estatutos para mantener la identidad y hacer las cosas convenientemente.

 

Invito a los sacerdotes a conocer ésta corriente de gracia  del Espíritu, sus alcances, su valor y lo que puede aportar a las parroquias, asesorando y animando a las diferentes comunidades y miembros. Discerniendo los carismas e impulsando la Evangelización con la metodología propia de la Renovación.

 

Que así como la Iglesia se abrió a nuevos vientos con el concilio Vaticano II, así nos sigamos abriendo al soplo del Espíritu Santo que sigue animando nuestra Iglesia.

 

Es mi deseo que éstos estatutos sean la herramienta que necesitamos para unirnos de una mejor manera al esfuerzo de nuestro Obispo y de toda la Iglesia diocesana a realizar la misión que El Señor nos ha encomendado en ésta porción del pueblo de Dios.

 

 

Pbro. Juan Gerardo Hernández Briones

Asistente Diocesano

 

Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; de todas vuestras manchas y de todos vuestros ídolos os purificaré. Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practiquéis mis normas.

(Ez 36,25-27)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nos regocijamos con ustedes en la renovación de la vida espiritual, manifestada hoy en la Iglesia en diferentes formas y ambientes. Ciertas características en común se presentan en esta renovación: un gusto por la oración profunda, personal y comunitaria, un retorno a la contemplación y un énfasis en alabar a Dios, el deseo de consagrarse completamente a Cristo, una apertura al Espíritu Santo, la lectura mas asidua de las escrituras, una generosa hermandad y la voluntad de servir a la Iglesia. En todo esto podemos reconocer el trabajo oculto y misterioso del Espíritu, que es el alma de la Iglesia.

(Papa Pablo VI, 10 de Octubre de 1973)

ESTATUTOS

NATURALEZA DE LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA EN EL ESPÍRITU SANTO

A. La Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo (RCCES) es un camino, con que Dios está realizando un Nuevo Pentecostés en su Iglesia.

B. Este camino es la experiencia de la gracia del "Bautismo en el Espíritu Santo", la participación de forma estable en las actividades fundamentales de la RCCES, la "Vida en el Espíritu" y la comunidad eclesial de base insertada en la parroquia y, consiguientemente en la diócesis.

1. El "Bautismo en el Espíritu" es una incursión del Espíritu Santo en el corazón del hombre unida al don de la experiencia consciente que el hombre alcance de estar 'lleno del Espíritu'. Esa 'efusión del Espíritu' se realiza de múltiples maneras: primeramente en el sacramento del bautismo y en los demás sacramentos; se renueva a través de la oración de fe que hace un grupo de personas por alguien que desea alcanzar dicha gracia.

2. Las actividades fundamentales de la RCCES son:

a. La evangelización fundamental:

Comprende el primer anuncio del Evangelio (kerigma), no como enseñanza de carácter doctrinal, sino como proclamación viva del mensaje de salvación en un clima de oración que conduce a una experiencia personal del amor a Dios, de Jesús como Señor y Salvador y del Espíritu Santo como motor de la vida interior.

Esta evangelización fundamental conduce a cada creyente, a la experiencia personal del bautismo en el Espíritu Santo.

“Vayan, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt. 28,19) Cfr. Aparecida 278


b. La Catequesis:

Es un programa de crecimiento y formación básica orientado a favorecer en el creyente los primeros pasos en la maduración progresiva de la fe, en un contexto de vivencia comunitaria y mediante el recto entendimiento de las verdades fundamentales y el desarrollo de los hábitos de la vida cristiana.

…enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. (Mt. 28, 20)

Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. (Hch. 2,42)

Cfr. Aparecida 278  c


c. Comunidades de oración

Es una reunión de  oración privada, su propósito es la oración espontánea en común y la edificación mutua compartiendo la vida de fe y se testimonia  la acción de Dios en la propia vida.

La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común entre ellos. (Hch. 4,32)

d. Asambleas de oración

Es una reunión de oración, abierta a todos aquellos que desean participar en ella, sean miembros de la RCCES o no. Su finalidad es experimentar la presencia del Dios vivo mediante la oración y alabanza, espontánea y comunitariamente.

e. Ministerios

Son servicios en que los integrantes prestan su ayuda en actividades especiales como por ejemplo ministerio de música, oración de intercesión, oración por los enfermos, visita a los ancianos etc.

“Que cada cual ponga al servicio de los demás la gracia que ha recibido, como buenos administradores de las diversas gracias de Dios. Si alguno habla, sean palabras de Dios; si alguno presta un servicio, hágalo en virtud del poder recibido de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Pe. 4, 10-11)

3. La "Vida en el Espíritu" es el ejercicio del Sacerdocio Común, realizado como unión plena y constante al Señor Jesús, como docilidad al Espíritu en todas las circunstancias de la vida, como obediencia a la voluntad divina en la realización de la vida humana en todos sus aspectos personales sociales.

La vida en el Espíritu es así un vivir con el Espíritu Santo y actuar con su poder. El corazón del hombre se convierte en el lugar de encuentro con el Dios vivo en medio de las realidades creadas, haciendo de la misma vida un acto de fe que glorifica al Padre, objeto de nuestra alabanza.

La presencia y actividad de los carismas, tanto de los ordinarios como de los extraordinarios tiene su campo y su sentido dentro de esta Vida en el Espíritu para construcción de la Iglesia y del hombre.

4. La comunidad entendida como un elemento (instancia) de evangelización necesaria en la Iglesia es la Comunidad Eclesial de Base definida en Evangelii Nuntiandi y Puebla. Es la expresión de nuestra comunión con el Padre y con el Hijo. El bautismo en el Espíritu Santo es la base de la comunidad cristiana y conduce necesariamente a su realización.

La comunidad existe donde se comparte la vida concreta de fe y también sus deficiencias, las experiencias de Dios, sus llamados, los frutos de la obediencia a la voluntad divina y la mutua ayuda para crecer en la vida de la fe dentro de un proceso de salvación que incluye al hombre integral. La comunidad cristiana comienza cuando empezamos a cuidar la fe del hermano a partir de su realidad concreta, y así la vida de Dios en el corazón de cada hombre se va robusteciendo progresivamente con ayuda de los hermanos en la fe.

C. La finalidad de la RCCES es ayudar a sus miembros a crecer en la Vida en el Espíritu y comunicar a los miembros de la iglesia los dones y experiencias que han recibido de Dios a través de la misma Iglesia y dentro de ella, en la conciencia de que Dios está renovando su Iglesia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuadro de texto:    "Los cantos, las palabras, los gestos (de la Renovación Carismática) son una revolución en la expresión de la fe".
  Estoy convencido de que este movimiento es una señal de la acción del Espíritu Santo. El mundo está muy necesitado de esta acción y requiere muchos instrumentos para que se lleve a cabo.
   A través de esta acción, el Espíritu Santo viene al espíritu humano y en ése momento comenzamos a vivir de nuevo, a encontrar nuestro verdadero ser, nuestra identidad, nuestra completa humanidad. Por lo tanto, estoy convencido de que este movimiento es un componente muy importante en la renovación de la Iglesia, en esta renovación espiritual de la Iglesia.
(Papa Juan Pablo II, 11 de Diciembre de 1979)
 

 

I. EQUIPO DIOCESANO

 

Definición:

Es el órgano responsable de la vida y funcionamiento de la RCCES en una diócesis, cuyo ámbito de autoridad y servicio dependen del obispo.

 

A. FUNCIONES

1. Orienta a nivel diocesano en una forma concreta y práctica sobre lo que es la RCCES.

2. Asegura la unión vital con el obispo, los párrocos y el representante diocesanos de otros organismos apostólicos.

3. Representa y es órgano de contacto con la RCCES a nivel nacional.

4. Trabaja de manera colegial, escuchando la opinión de todos y actuando con decisiones mayoritarias siempre sujetas al obispo.

 

B. INTEGRANTES

1. Un asistente diocesano eclesiástico nombrado por el obispo.

 

2. Un matrimonio como coordinador diocesano propuesto por el mismo equipo diocesano y nombrado y autorizado por el obispo.

 

3. Los Sacerdote asistentes de decanato  por cada sector nombrado por el obispo .

 

4. Laicos (preferentemente matrimonios) Representantes de los diversos decanatos de la diócesis, propuestos por el equipo de decanato y nombrados por el asistente de cada decanato.

5. Si uno de los esposos (en caso de matrimonio) por impedimentos personales no puede asistir con la regularidad a las reuniones, quedaría fuera del equipo, pero su pareja podrá continuar.

6. Se podrá integrar algunos otros miembros (coordinadores de ministerios por ejemplo) y lo decidirá el mismo equipo diocesano por mayoría de votos.

7. El servicio de cualquier miembro será por tres años al término de los cuales la función cesará de inmediato.

8. La decisión de prolongar por un periodo de tres, o más el cargo de cualquier miembro del equipo (con excepción del  asistente diocesano), deberá ser tomada ante la presencia del asistente diocesano, y coordinador y la mayoría de los miembros restantes. El asistente podría tener derecho a veto, si así lo determina el obispo.

9. La decisión de prolongar por un periodo de tres años o más el cargo de asistente diocesano será tomada por el obispo, tomando el parecer del equipo.

10. Siempre que se realicen cambios en el equipo, se tratará de que nunca se remueva a más de la mitad de los miembros.

Cuadro de texto:    Hoy quisiera gritar a todos ustedes reunidos aquí en la plaza de San Pedro y a todos los cristianos: Ábranse dócilmente a los regalos del Espíritu Santo! Acepten con gratitud y obediencia los carismas que el Espíritu nunca cesa de derramar sobre nosotros. No olviden que cada carisma es dado para el bien común, es decir, para beneficio de toda la Iglesia.
   Jesús dijo: "He venido a traer fuego a la tierra y cuánto desearía que estuviera ardiendo" Mientras la Iglesia cruza hacia el tercer milenio, aceptemos la invitación de Nuestro Señor para que el fuego se extienda en nuestros corazones y en los de nuestros hermanos y hermanas.
(Papa Juan Pablo II, 30 de Mayo 1998)
 

 

 

 

 

 

 

 

 

II. EQUIPO PASTORAL DE DECANATO


Definición:

 

Es el órgano responsable de la vida y funcionamiento de la RCCES en un decanato, cuyo ámbito de autoridad y servicio dependen del obispo.

 

A. FUNCIONES

1. Orienta a nivel de decanato en una forma concreta y práctica sobre lo que es la RCCES.

2. Asegura la unión vital con el obispo, los párrocos y los representante parroquiales con  otros organismos apostólicos.

3. Representa y es órgano de contacto con la RCCES a nivel diocesano.

4. Trabaja de manera colegial, escuchando la opinión de todos y actuando con decisiones mayoritarias

5. Coordinara a las comunidades que no estén integradas a alguna parroquia.

 

 

B. INTEGRANTES

1. Un sacerdote asistente de decanato eclesiástico nombrado por el obispo.

 

2. Un laico como coordinador de decanato nombrado por el mismo equipo pastoral de decanato teniendo la última palabra el asistente de decanato y el asistente diocesano

 

3. Un Sacerdote asistente de parroquia por cada parroquia donde este presente la RCCES, nombrado por el párroco.

 

4. Laicos (preferentemente matrimonios) representantes de las diversas parroquias, nombrados por el párroco, tomando en cuenta las propuestas del Consejo del decanato si así lo considera el párroco.

5. Si uno de los esposos (en caso de matrimonio) por impedimentos personales no puede asistir con la regularidad a las reuniones, quedaría fuera (no de la RCCES, sino del equipo), pero su pareja podrá continuar.

6. Se podrá integrar algunos otros miembros (coordinadores de ministerios por ejemplo) y lo decidirá el mismo equipo de decanato por mayoría de votos.

7. El servicio de cualquier miembro será por tres años al término de los cuales la función cesará de inmediato.

8. La decisión de prolongar por un periodo de tres años, o más el cargo de cualquier miembro del equipo (con excepción del  asistente), deberá ser tomada  por el mismo equipo.


9. La decisión de prolongar por un periodo de tres años o más el cargo de asistente de decanato,  será tomada por el obispo.

 

10. Siempre que se realicen cambios en el equipo, se tratará de que nunca se remueva a más de la mitad de los miembros.
 

III. EQUIPO PARROQUIAL


Definición:

 

 Es un órgano de servicio, del cual depende la vida y organización de la RCCES en una parroquia.

 

A. FUNCIONES

 

  1. Orienta en una forma correcta y práctica sobre lo que es la RCCES y discierne lo que Dios quiera para la RCCES a nivel parroquial.
  2. Es el vínculo con la RCCES del decanato y diocesana.

3. Es instrumento de comunión con el párroco, vicarios y demás agrupaciones parroquiales.
4. Invita a las personas que considere oportuno (discerniendo los carismas), para trabajar en los diferentes grupos de servicio.
5. Es responsable de cuidar que se estén viviendo adecuadamente todos los elementos fundamentales de la RCCES:

Asambleas de oración
Cursos se iniciación (Llamados también evangelización o Seminario de vida en el Espíritu)
Crecimiento básico
Comunidades de oración

6. Trabaja siempre de manera colegial, escuchando la opinión de todos y tratando de vivir el principio de comunión y participación.
7. Toma de acuerdos en relación a la vida de la RCCES en la parroquia.

 

B. INTEGRANTES

 

a) CARACTERÍSTICAS

 

1. Integrado por personas de oración, acción y experiencia plenamente identificados con el carisma propio de la RCCES con conocimiento de la realidad parroquial y diocesana, dispuesta y capaz de transmitir todo lo concerniente a la RCCES a nivel parroquial y diocesano.

 

2. Formado por personas en efectiva comunión con su párroco y equipo diocesano.

3. Si uno de los esposos (en caso de matrimonio) por impedimentos personales no puede asistir con regularidad a las reuniones, quedaría fuera (no de la RCCES sino del equipo), pero su pareja podrá continuar.

4. Para nombrar a un miembro de este equipo, se presentan candidatos al párroco o sacerdote asistente, habiendo auscultado antes a nivel parroquial en las diversas comunidades de oración.

5. Para nombrar al coordinador, el equipo hace su propuesta al sacerdote asesor (el párroco) consultando al equipo diocesano esperando la decisión del asesor. Su servicio será por tres años, al cabo de los cuales se presenta ante el asesor, quien renovará su nombramiento por otros tres años o dará por terminado su periodo. En caso de renovarse el nombramiento se hará por una sola vez.

6. Las personas llamadas a integrar el equipo parroquial han de tener conocimiento de la misma realidad parroquial y una experiencia mínima de dos años en la vida de la RCCES.

 

7. Deberá estar integrado por personas con disponibilidad y sentido de la responsabilidad sin impedimentos para asistir a los compromisos elementales de su cargo.

8. Por causas de fuerza mayor, se podrá remover a algún miembro del equipo.

 

b) ORGANIZACIÓN

 

  1. El sacerdote asistente de la parroquia
  2. Un matrimonio coordinador
  3. Un secretario
  4. Un tesorero
  5. Coordinadores de cada comunidad (pastores)
  6. Coordinadores de cada ministerio
  7. Otros miembros que el equipo considere apropiados

 

c) FORMACIÓN DOCTRINAL

La Iglesia está en el mundo para evangelizar  (AG1); razón por la cual, la Renovación busca estar en constante formación en todas las oportunidades: Comunidades, asambleas, encuentros masivos y otros retiros, a nivel parroquial, decanal y diocesano

 

 

Cuadro de texto:    La Iglesia y el mundo necesitan, más que nunca que "El milagro de Pentecostés sea continuado en la historia" Nada es tan necesario, en un mundo cada vez más secularizado, que el testimonio de esta Renovación Espiritual, que vemos que trae el Espíritu Santo en los mas variados ambientes y regiones. Sus manifestaciones son variadas: una profunda comunión de almas, un contacto cercano con Dios a través de la Fe en los compromisos adquiridos en el bautismo; a través de la oración, la cual comúnmente se da en comunidad, en la cual, cada uno, expresándose libremente, ayuda, apoya y nutre la oración de los demás, y en la base de todo, una convicción personal. Convicción basada no solo en la instrucción recibida por la Fe, sino en una cierta experiencia de vida, de que sin Dios, el hombre no puede hacer nada, y de que con Él, por el contrario, todo se vuelve posible.
(Papa Pablo VI, 19 de Mayo de 1975)
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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