Definición: La concepción de la mente se puede encarar como un controlador anidado en un cuerpo que a su vez está anidado en el mundo. Una parte de ese control frente a alarmas y seudoalarmas se presenta bajo la forma de pensamientos para la toma de decisiones, que aunque son inmateriales, se anidan y se procesan en la red neuronal que hasta ahora parece del todo material. Esa red neuronal le confiere límites a los pensamientos, que entran en simbiosis con las posibilidades que ella, la red, les suministra. El concepto de esa red neuronal incluye que ella está anidada en el cerebro, ya que la red está asociada con neuroglias y capilares sanguíneos fuera de la red. El cerebro en acción juega un papel en las rutinas y ciclos decisionales junto con cuerpo y mundo, unidos los tres por una ecología donde, simplificando, encontramos un continuo tambien en acción, donde las causas y los efectos se vuelven borrosos hasta sublimar por su escasa trascendencia. Los subsistemas anidados suelen interdepender fuertemente de los sistemas hospedadores. Los ciclos decisionales no son solamente de los pensamientos, ni solamente de la red neuronal, ni del cerebro, ni del cuerpo, ni del mundo, sino de la trama ecológica conjunta de todos ellos.
Como ejemplo, se sabe que entre los monos es mucho menos complicado mover la mano para agarrar ramas y objetos que para manipular individualmente un par de dedos inmovilizando a los otros. Este hecho experimental sirve de metáfora para comprender que desde cierta óptica, ubicarse en la trama global podría ser más inesperadamente interesante que desentrañar los mecanismos aislados. Casi resulta de sentido común señalar el concepto de que el cerebro es un sistema evolucionado para guiar y controlar las acciones de un agente situado en el rico mundo real, así como rico en alarmas y seudoalarmas.
En esa trama resulta suficientemente útil aproximar todo mediante conjuntos de ecuaciones diferenciales acopladas, caso particular de la teoría de los sistemas dinámicos. Esto permite aplicar formalismos matemáticos que describen tanto las organizaciones más internas como tambien las más externas de esa trama. Son aptas para tratar interacciones en bucle sin desmedro de su complejidad. Se entreteje el control del cerebro con el cuerpo y el mundo. La unificación puede resultar profunda.
Los expertos en robótica hablan del proceso
Analicemos autorreferencialmente la tarea de escribir esta glosa. Al concluirla le podríamos atribuir el mérito al cerebro del autor. Pero esto es demasiado generoso para dicho órgano. Hay una serie de premisas culturales que no son mérito de ese cerebro. Hay una cultura, hay un lenguaje, hay una utilización de recursos tecnológicos externos que no resultaron del cerebro. Con ello, hay una serie de bucles hacia el ambiente. Hay lecturas, búsquedas por palabras en bases de datos alojados en memoria de computadora, marcas de lápiz, anotaciones en márgenes, recursos computacionales de copiar y pegar, sirviendo de hospedador o anfitrión a un ciclo y otro y otro de rerrelectura - rerrespuesta - rerreorganización externa, que termina siendo una tarea de un agente en un ambiente y no de un cerebro y punto.
Las ideas, el cerebro, los mecanismos de representaciones y computaciones, se muestran con un importante significado dinámico. Ellos han de jugar junto con el cuerpo plagado de hormonas, con las personas circundantes, con sus agrupaciones, mapas, aportes multimediales, instituciones sociales, cultura y clima.
10.ene.2001
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Glosario de Bioingeniería del Conocimiento - Carlos von der Becke.