Sadelas
(Sociedad Amigos de la Salud)
Dialéctica de la silla
Manuel C. Martínez M.
Ya tratamos especulativamente la posible reminiscencia que del hombre primitivo representan los glúteos ampulosos (Cf. sadelas del mismo nombre).
También se nos ocurre recordar el incumplimiento vigente que sobre la tardía *ley de la silla*, primero sin espaldar y luego con él, rige en algunos países más dolidos y considerados con los trabajadores de pie, vendedores de barra, y tenderos en general. Los patronos del salario primero le han ofrecido una silla de cuatro patas a sus visitas hogareñas o gerenciales que al trabajador que tanto les ha servido.
También y jocosamente por allí sinuosamente deambula una cuentico acerca del trágico mundo de la silla (sic). Esta, dotada como se halla de cuatro pies, está impedida para caminar semovientemente.
La Geometría nos enseña que la mayor estabilidad de un móvil cualquiera perpendicularmente colocado sobre el suelo le pertenecería a un mueble de tres patas. No hay posibilidad alguna de que un trípode cojee hacia uno de sus lados por simple causa gravitacional.
No ocurre así paradójica, dialéctica e interesantemente si a ese trípode le añadimos una patica en paralelo a fin de cudricularizar lo que hasta entonces sería una base triangular. Todo se derrumba si no se logra un ajuste perfecto de coincidencias en un plano perfectamente paralelo al piso que lo soporte. Si dudamos, sólo tenemos que recurrir al recuerdo de las molestias sufridas en restoranes y afines cuyas mesas debemos estabilizar con suplementos ad hoc.
De manera que la silla común y corriente, lujosa y poltrona, esa que alineó(?) la curvilínea figura humana hasta suplirle parcialmente sus mullidas y elásticas asentaderas, goza de ganar por un lado la estabilidad que ofrece a sus usuarios, a cambio de sacrificar la inmutable quietud que tendría si sólo tuviera las patas de un triángulo equilátero. De aquí la dialéctica de este curioso y antropomórfico mueble e apoltronados.
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Sadelas
Sociedad Amigos de la Salud
Las buenas Yerbas malas
Manuel C. Martínez M.
Si la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (AsoVAC) reconociera los aportes que gratuita y sólo vocacionalmente le hacen por años los amantes de la investigación per se, para quienes hasta la consignación de sus <<papers>> es cargada a sus propios bolsillos, entonces, el siguiente p. habría figurado en la XLIX (IL, sic) juniana Asamblea de este año.
Ocurre que los vegetales son organismos termófilos por excelencia. Son la creación más lineal que conocemos del dadivoso Sol, cuyo calor desprendido de sus reactores transformadores de hidrógeno en helio es expresión de las cargas energéticas que terminan adoptando la variantísima forma de la Flora <<terrestre>>, y que a través de las cadenas tróficas abre camino a todas las formas animales conocidas y por conocerse.
Desde luego, la factibilidad y viabilidad de esas creaciones biológicas han estado gobernadas por los mismos aportes que directamente ellas dan al entorno ecológico histórica y socialmente presentes.
De un tiempo a esta parte de la humanidad, el aprovechamiento de las Flora ha sido gobernado por los intereses crematísticos y mercantiles, mismos que han privado hasta en la valoración estética de nuestras plantas. Sólo la fructificidad, su maderabilidad, medicinalidad y ornamentalidad han permitido el aprecio por unas, con un <<cariño>> e interés directamente proporcional al tamaño de su rentabilidad productiva.
Hasta la Universidades públicas diseñan sus pensa y programas disciplinarios de investigación con estricto sometimiento al carácter crematístico de las acciones agroculturales.
Ahora bien, ese condicionamiento social impuesto por el hombre-dólar a la Agricultura no merma en nada el extraordinario, curioso e invalorable aporte natural que brindan las buenas y mal llamadas <<yerbas malas>>. Estas se caracterizan por un acelerado proceso de crecimiento, dado por su rápido metabolismo, con lo cual su capacidad de absorción calórica innegable y relativamente supera, por su alta y sostenida densidad demográfica, el de las demás plantas fructíferas, maderables, medicinales, ornamentales y dolarizables.
Digamos que estas yerbas <<invasoras >> son muy buenas en en tanto y cuanto influyen muy participativamente en el control climático y biológico de la Tierra, de todos, aunque en contra de los intereses sectarios del sembrador de dinero, quien las califica como plagas.
¡Ojalá! pudiéramos sembrar estas plantas en las zonas erosionadas y desérticas del planeta.
Y es que con el mero aporte de su refrescante termofilidad, de su oxigenación y del suministro de sus acuosas gotitas de rocío estas hierbas <<malas>> son tan buenas como sus congéneres yerbas buenas.
SADELAS PUBLICADAS en INTERNET
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VIEJOS ABUSOS MEDIÁTICOS
Manuel C. Martínez M.
Llama poderosamente la atención y preocupa penosamente ver cómo algunos medios de comunicación configuran sus páginas de sucesos trágicos, por lo general protagonizados por la gente humilde, con todo ese género de fotos ilustrativas que la moderna tecnología del color les permite, para exhibirla en cuadros dantescos, en escenas sanguinolentas, con basura y escenarios nauseabundos, a cambio de lo cual, supongo, dichos pobres protagonistas no reciben ninguna paga.
En cambio, por las sugestivas y pornográficas fotos de hasta los más mediocres modelos, supongo también, estos medios desembolsan gruesas sumas de dólares al contado.
Y de <<pasapalos>> los mismos entes policiales, ingenua y hasta inconscientemente, vienen colaborando en estas desventajosas, abusivas y leoninas prácticas de mercadeo. Es la propia policía la que a veces ofrece de sus propios archivos las más humillantes fotos de víctimas procedentes de barrios y zonas marginales.
De resultas, estamos en presencia de un viejo abuso mediático plasmado en un amarillismo gratuito y un oneroso farandulismo. Los usuales y marginales protagonistas de sucesos trágicos deberían ser recompensados tan costosamente como lo es el personal artístico reseñado, que mucho factura para sí y para sus representantes.
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Indivisibilidad del valor trabajo
Manuel C. Martínez M.
Observación de partida: Se agradece citar expresamente esta fuente, en caso de ser utilizada con fines pragmáticos, total o parcialmente, en razón del debido respeto a la autoría intelectual que nos asiste.
Desde el momento cuando se aceptó, explotó y generalizó el concepto de la división del trabajo, comenzó el derrumbe del valor trabajo, aunque, paradójicamente, a partir de ese mismo momento fue cuando se empezó a reconocer ampliamente que el origen del valor de las mercancías descansaba en su productividad, y propiamente la productividad relativa de los diferentes trabajos para una u otra mercancía, y para una u otra regiones.
Detengámonos en esto: los valores de las mercancías son históricos; esto significa que el trabajo cambia de productividad en el tiempo para cada país en particular, y esto es perfectamente mensurable y admisible, pero, lo que que no puede seguir aceptándose es que, para un momento dado, se siga dividiendo el valor del trabajo de un obrero entre el número de unidades de productos producidos por él,. habida cuenta que con ello , y dada la desigual distribución de los medios de producción, lo que se ha venido llamando competitividad,, no pasa de ser el mecanismo mercantil más perverso que se haya instalado para el abaratamiento del valor del trabajo mismo.
Nos explicamos: (Se terminará más adelante) SADELAS-PUBLICACIONES.htm
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SADELAS
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El vacío como interpenetrabilidad de la materia
(Hipótesis)
Manuel C. Martínez M.
Este es el caso: Cada vez que una porción de materia cambia de lugar, automáticamente éste es <<llenado>> por materia circundante. A tal fenómeno ha dado en llamársele <<horror al vacío>>, como una característica adicional propia de toda forma material conocida hasta ahora. Infiérese que el v a c í o no pasa de ser sólo una tendencia; es inexistente.
Ocurre que, según la hipótesis, mediante ese movimiento tendente a ocupar los espacios dejados por los cuerpos móviles se crea un nuevo movimiento que provoca nuevos espacios <<libre>>, que se llenan con nuevas porciones de materia, las cuales, a su vez, ofrecen nuevos <<vacíos>> que permiten indefinidamente la interpenetrabilidad de la materia en sus distintas formas y tamaños, a manera de un auténtico p e r p e t u m m o b i l e.
En el macromundo, el fenómeno es observable con el llenado atmosférico. Efectivamente, cuando inhalamos el aire contenido en un pitillo de los usados para beber algún líquido provocamos un vacío que inmediatamente es eliminado por el líquido en cuestión , el cual asciende hasta nuestra boca. La función de los pulmones es similar. Con su compresión expulsamos el aire viciado o impuro, y, como aquellos son elásticos, al recobrar su dimensión de <<reposo>>, creamos al mismo tiempo el vació que termina llenándose con nuevas dosis de aire exterior.
Digamos que toda respiración es el juego de interpenetración ocurrida con los actos de expiración e inspiración sin cabeza ni punta. Al parecer, los pulmones, precomprimidos en el saco matricial, ven luz por primera vez y se expanden con la <<nalgada>> que suele darle al recién nacido el partero de turno, para provocar así el ensanchamiento pulmonar que determina la interminable función respiratoria hasta la muerte de la persona correspondiente.
Y ocurre que el aire que sale de nuestra boca y es soplado hacia algún objeto no es el que lo toca sino el de la capa que se halla justo en el entorno de dicho objeto, de manera semejante como las ondas sonoras que impresionan a nuestra membrana timpánica no son, por ejemplo las emitidas por la cuerda de un violín, sino justo las que energéticas se generan alrededor de aquella.
Ese mosquito que tanto nos molesta cuando <<intenta>> penetrar nuestras fosas nasales lo hace involuntariamente, arrastrado, como se ve, cuando pasa por esas ventanas justo en el momento en el que llevamos a cabo la inhalación., y, así mismo, observamos el truco eólico del que se valen los proboscidios para <<atraer>> hacia sí los objetos y comestibles que les interesen.
En el micromundo, inferimos que las partículas electrónicas y positrónicas responden al mismo fenómeno: Un electrón, al desplazarse en su nebuloso y microscópico submundo va dejando espacios <<vacíos>> que inmediatamente son ocupados por los demás congéneres, y, de esa manera, podemos hablar de movimiento perpetuo intramolecular e intraatómicos, o imposibilidad de vacíos perfectos, salvedad hecha de explosiones nucleares, lo que nos conduciría a temas de otra índole. Sólo aventuramos al decir que para este último caso, la eliminación o penetración de la materia supone liberación de las fuerzas que garantizan la separación entre las partículas del submundo atómico.
Dénos sus impresiones por aquí. Gracias.
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USA, la OBESA
Manuel C. Martínez M.
Estadísticas confiables indican que los países imperialistamente industrializados, con EE UU a la cabeza, acusan niveles per capita de consumo descaradamente exagerado y despilfarrador, en relación con los bajos índices de la mayor parte de la demografía mundial.
Proyecciones lineales permiten suponer que, si todos los países adoptaran ese modelo de <<confort>> y ese consumismo huero y suntuario por demás, los diversos cúmulos energéticos conocidos de, aproximadamente, cuatro planetas juntos e iguales a la Tierra quedarían tendenciosamente extinguidos a la vuelta de pocas centurias. No habría manera ni tiempo para sus necesarias metamorfosis que garanticen la biodegradación correspondiente.
La producción de gigantones humanos, derivados de superbebés, no es mala per se, sólo que con el cuero necesario para calzar, póngase por caso, unos pies de talla 54 se podrían enzapatar perfectamente a cuatro personas de complexión mediana. La madera que sirve de muebles de comedores y dormitorios rendiría más; asimismo, la ingesta alimentaria, el vestido y los divertimentos quedarían mejor repartidos, habida cuenta que los <<liliputienses>> son mayoría, y no pueden seguir los patrones biosociales de un grupúsculo de privilegiados que decidieron desde hace tiempo disponer gulosamente y a su antojo de las riquezas de un planeta que pertenece a todos sus habitantes por igual.
He citado en otras oportunidades que el asombroso y bíblico milagro de la cristiana <<multiplicación de los panes>> sólo consistió en una mejor distribución de la riqueza creada: Siempre pueden comer más personas cuando lo hacen promediadamente que cuando el reparto del PTB sea marcadamente desigual entre sus agentes productores.
El superdotado Sansón no pasó de ser una de las pocas personas sobrealimentadas de esa época, cuando la mayoría eran famélicos y, dada su pésima alimentación, de una estructura musculoesquelética que modernamente se corresponde con la anatomía y volumen de un púber contemporáneo de tamaño medio. De allí que el comilón Sansón haya podido liquidar, sólo con la ayuda de una quijada de asno, a gran cantidad de debiluchos filisteos. La talla de las armaduras metálicas de los caballeros del Rey Arturo, por ejemplo, que adornan los museos europeos da cuenta de estos asertos.
La frecuencia de obesidad no endocrina entre los seres humanos siempre se ha correspondido con los ventajismos de todos los glotones mundo, y uno de sus mejores representantes es USA, la OBESA.
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20/11/2002 19:01:29
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Toreros y coleadores: Malhechores que se niegan a morir
Manuel C. Martínez M.
Hemos tratado con énfasis el tema del maltrato a los animales, en las especies de caballos, toros y gallos, unos seres indefensos per se que han sido el hazmerreír y el divertimento favorito de ricos y pobres, de ilustrados y deslustrados.
Le hemos entrado al siglo XXI, hay ordenanzas y convenios numerosos en tono a la Ecología y respeto a las cadenas fito y zootróficas, a los derechos de los animales, etc., y, para complacencia de quienes siguen aferrados a esas primitivas prácticas, todo sigue igual:
El jinete continúa fustigando embravecidamente a su vehículo sanguíneo; los toreros siguen masacrando, e hiriendo de muerte y por toda la piel a los rumiantes del ruedo; por su parte, los más populares y humildes <<deportistas>> se alborozan con aspavientosos gritos en medio de las aguardentosas galleras.
El otro <<deporte>>, muy popular en los llanos tropicales y meridianos, es el de los Toros coleados. Sus practicantes lucen orondos en cada caída que sufre el animal, luego de haberle literalmente quebrado la parte distal de sus columna vertebral. Es decir, hasta el coleador más debilucho podría tumbar en su coleo al toro más corpulento, debido a que bastaría doblarle el rabo, por donde, como es sabido, discurre la médula espinal de todos esos cuadrúpedos. Es de inferirse que si los toros lloraran, los caballos se empichacarían por causa del derrame lacrimal.
Total, entre riñas de gallo, de fiesta brava, de hípicas carreras latigadas y de toros coleados, los malhechores de animales no sólo se divierten a sí mismos con sus macabras actividades, sino que cobran y se enorgullecen de hacer gozar a un público que aún no comprende ni se apena por el dolor de sus semejantes ,y mucho menos por el de los animales que los regocija a todos.
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Todo tiempo es virtual
Manuel C. Martínez M.
Usemos a Albert Einstein como cierre de las largas y antiguas disquisiciones que acerca del tiempo el hombre ha llevado a cabo. Esta relatividad, o elasticidad del tiempo, ha puesto definitivamente en entredicho el tiempo que suele manejar el lego para la fijación de los sucesos a lo largo de su historia productiva y pensativa.
Es corriente el asombro que experimentamos durante los sueños cuando se atraviesan sucesos de largo tiempo y resultan apretados en esos escasos minutos de ensoñación.
El tiempo de espera con ansiedad es uno que difiere de aquel empleado en asuntos de entusiasta práctica.
Y así, la Informática ha venido ajustando sus procedimientos de archivos y secuencias de sucesos a una variable que dio en llamar: tiempo virtual. Se observa cómo una medida de cierta <<longitud>> se mide en horas, minutos y segundos en paralelo con las unidades del llamado <<tiempo real>>, que también es paradójicamente virtual, y que guarda con el otro una simple relación numérica de conveniente lenguaje; más nada.
El usuario de Informática no termina enterándose de cuánto tarda realmente un suceso, y poco termina importándole. Sólo sabe que comienza y termina un poco más allá o más acá.
Pongamos el siguiente ejemplo: Cumplido el mes de febrero corriente, como su segunda quincena termina al cabo de 13 días, el mes de marzo resulta <<terminado>> el mismo 28, si aquel feb. respetara sus buenos 30 días. En consecuencia:¿cuál de los dos es el más corto ?
Y si a feb. corriente le asignáramos un (1) día, marzo concluiría al término de su cuarto día, habida cuenta que sus otros 27 habrían cabalgado sobre el mes anterior.
Desde luego, para meses con 31 días ocurre lo contrario.
Como se observa, pues, todo esto evidencia la propiedad moldeable de un tiempo verdaderamente inconsistente como variable, a la que sólo podemos atribuirle un carácter intrínsecamente virtual.
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El Problema de la Transformación
(De cómo los valores de las mercancías se transforman en Precios de Producción)∕
Manuel C. Martínez M.
Las mercancías, o productos mercadeables por compraventa, y no por trueque, suelen valorarse en base a su particular capacidad utilitaria para satisfacer determinada necesidad ora fisiológica, ora artística, material o espiritual. Sobre esa connotación, hablamos de valores de uso, y a estos se les pone precio.
La tesis marxiana, acerca de la teoría del valor, y a manera de continuidad y perfeccionamiento interpretativo de la introducida por los clásicos de la Economía Política (principalmente por el <<naturalista>> y librecambista ²/ Adam Smith y por el humanista David Ricardo), introdujo el concepto de: precios de producción, como el trasunto económico de los valores de cambio de las mercancías al salir del mercado.
Se trata de una auténtica metamorfosis macroeconómica que da cuenta de las diferentes tasas de ganancia con las que opera microeconómicamente el universo de productores, de tal manera que termine privando una tasa media satisfactoria para todos los coprotagonistas de la producción y venta de sus diferentes mercancías durante determinado periodo económico.
Estos valores de cambio han representado el principal escollo para los estudiosos de la fuente de la riqueza, entendida ésta en términos de bienes y servicios varios. Efectivamente, desde hace más de 100 años, teóricos y estudiosos de diferentes y hasta encontradas concepciones ideológicas no arriban a una solución única para el problema del valor de cambio de las mercancías, cuando ellas entran en competencia unas con otras sin importar sus diferencias como valores de uso.
El caso es que, mientras unos teóricos atribuyen al mercado la fuente de las ganancias industriales, el enfoque marxiano la finca en el propio proceso productivo y antes de su comercialización. En el siguiente juego de cuadros estadísticos ofrezco mi aporte teórico de cara a resolver dicho problema, y mediante el cual quedaría inequívocamente demostrado que toda ganancia procede en última instancia del trabajo impago que hace el patronato a sus asalariados.
Se demostrará que las mercancías se venden a precios de producción, es decir: a unos precios que permiten que la <<plusvalía>> global se distribuya equitativamente entre todo el empresariado. Precios impeditivos de que algunos vendedores retengan para sí el 100% de su plusvalía individual, y permisivos de que otros, aunque operen en peores condiciones, reciban más plusvalor del que sus trabajadores particulares les hayan dejado en sus empresas.
La siguiente solución supone un régimen cerrado en equilibrio simple. Con ella se demuestra que los precios son expresiones ex post de los valores ex ante de las mercancías, o sea: que toda ganancia burguesa deriva del valor-trabajo excedente de los asalariados, al margen de las demás ganancias especulativas de mercado.
Cuadro 1
Forma del valor del SPG.³/
--------------------------------------------
I) c1 + v1 + p1 = c1 + c2
II) c2 + v2 + p2 = v2 + p2 + v1 + p1 =
---------------------------------------------,
para: c = capital constante; v = c. variable, y p = plusvalor sectorial. Todas estas variables aparecen asignadas a los sectores productivos: I , de bienes de producción., y II, de medios de consumo
En ese cuadro 1, por su forma y valor, el equilibrio simple respeta la condición básica: c2 = v1 + p1. Es como decir: El sector II termina trocando sus medios de producción (c2) por el valor del trabajo creado en el sector I.
Cuadro 2
SPG. Realizado al valor (precio ex ante)
---------------------------------------
c v g P g/c + v V
-----------------------------------------
I ) 250 40 40 330 13, 8% 330
II) 80 20 20 120 20, 0 % 120
-------------------------------------------
I + II) 330 60 60 450 15, 4% 450
------------------------------------------
En ese cuadro 2 se plasma un módulo numérico de equilibrio inestable, con tasas de ganancias y composiciones orgánicas impares. Unos ganarían más y otros menos; tal situación es insostenible.
Cuadro 3
Módulo del cuadro 2, y realización del Valor a Precios de Producción o ex post
(Equilibrio estable con Demandas y Ofertas macroeconómicas intersatisfechas por ambos sectores productivos)
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
c v g P y V | c v p y g V y P g/c+v
I) Demanda 250,0v1 40v2 44,6v2 334,6p1 | Oferta 250v1 40v1 40,0v1 330,0v1 15,4%
II) Oferta 84,6v2 20v2 15,4v2 120,0v2 | Demanda 80v1 20v2 15,4v2 115,4p2 15,4%
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------, para: P = precios de producción, y V = valor de producción.
De ese cuadro 3, inferimos: Las mercancías salen de sus empresas con valores que terminan convertidos en precios de producción. Se forma así una tasa uniforme de ganancia (15,4%), o tasa media que satisface a todo el empresariado, indistintamente del rubro económico al que destine sus inversiones. Por ejemplo. El sector II consigna bienes de producción cuyo valor es 84,6, a cambio de 80 en medios de consumo; esta transacción, desventajosa para él, va con cargo al sacrificio parcial de su plusvalor particular. En vez de recibir un valor de 20 en b. de c., recibe sólo 15,4. Tal es el proceso de transformación de los valores de las mercancías en precios de producción, y que demuestra cuantitativamente el indubitable origen laboral de toda ganancia no especulativa. Econ. Manuel C. Martínez M.
Este trabajo lo presenté como <<paper>> en la XL Convención de Asovac,1990, y como Trabajo de ascenso para Profesor asociado en la UPEL, Maracay.
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/ Aporte del científico Carlos Marx en su precipua obra: El Capital, libro tercero.
²/ Economista, de origen escocés, introdujo y abogó por la política del librecambio, hoy reeditada como neoliberalismo
³/ Producto social global, envolvente de todas las empresas mailto:[email protected]?subject=Retroalimentación
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TECNOLOGÍA MENDAZ 2
Manuel C. Martínez M.
Heinsenberg, físico y Premio Nobel 1932, sostuvo que nuestros sentidos visuales adolecen de naturales, físicas y forzosas limitaciones inzanjables. Vengo observando que, en corroboración de este descubrimiento podríamos entender que habló expresamente de sentidos que ni siquiera alzaprimados con la ayuda de prótesis y cualquier imaginable y moderno herramentaje ad hoc el hombre resolvería esa impotencia suya.
Por ejemplo: Cuando los poderosos y modernos telescopios han permitido captar y fotografiar la redondez del planeta Tierra, y de otros astros y hasta <<galaxias >>, sólo logramos valores e imágenes cuya escala nos permite tener sólo una idea aproximada de las características gruesas: volumen, distancia (no menos estimada), configuración geométrica, coloración, etc., pero jamás podremos apreciar las rocas y las aguas tal como las apreciamos en vivo y con nuestros simples y <<primitivos>> órganos sensoriales.
El fenómeno del <<close up>> es harto conocido. Cada vez que nos proponemos acercar a nosotros una imagen cualquiera lo hacemos con el inevadible sacrificio de su entorno, es decir, si vemos la cara de un sujeto, dejamos de verle su cuerpo entero, cosas así y viceversa.
Corolario: Más allá de lo que conocemos cuando apreciamos en vivo el verdor particular del follaje primaveral, más allá de las semovientes y espiraladas aguas marinas, más allá de las polarizantes andanzas de las laboriosas abejitas, no podemos apreciar con nuestros propios ojos sino el denso y la desdibujada arboleda, la turbulenta marea y el bullicioso aleteo de la enjambre.
Es lamentable admitirlo, pero lo que nos pintan los editores gráficos y geotecnócratas desde la Primaria, pasando por la Media hasta llegar a los postgrados geógrafos en general es una simple caricatura fantasiosa de los cuerpos macros así como simétricamente nos han dibujado imaginariamente los movimientos, órbitas y trayectorias de las micropartículas conocidas e inferidas mediante los aportes de la moderna Microscopía.
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S A D E L A S
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MEDIÁTICA POLITICOECONÓMICA del BOICOT contra los TABACO y AZÚCAR CUBANOS
Manuel C. Martínez M.
A riesgo de ser señalado como obsoleto: Sí, amigo, no se ha tratado de otra cosa que la arremetida comercial exterior contra la débil e indefensa Economía Cubana. Digamos que, demás del cerco económico, conocido eufemísticamente como <<bloqueo>>, los judíos del mundo, personificados en USA, embistieron animalosamente contra los dos principales rubros de riqueza y bifuentes de divisas de la economía fideliana. Para lograrlo, se valieron de esa robusta combiosis de Economía con Política :
1.- Contra la refinadísima, preciosa, energetisante, barata, valiosa, cercana y rica azúcar cubana, y
2.-Contra los extraordinarios, únicos y apetecibles <<habanos>>
Amén de que los sembradíos virginianos , mismos que heredaron la mano de obra esclava y colonial, ahora uniformados y reesclavizados como obreros asalariados, con su amarillento follaje, de rubiedad transgénica, no podían competir victoriosamente con la autóctona, tradicional y natural fabricación de tabacos de la independentista isla.
Se valieron de revistas pseudomedicocientíficas (made in USA), alzaprimadas por todos los medios de alto poder de penetración, y, sobre todo, por la novísima TV ora blanquinegra, ora policromática, para siquitrillar el tabaquismo como causa <<number one>> de muertes, de pestes, de cánceres y demás diabólicos atributos . Lo ligaron con superchería, y no pare de contar. Hasta que lo lograron.
Lograron convencer hasta a Fidel Castro, a quien, reprendido por su entorno íntimo, se privó de exhibirse más en público con sus acostumbrados <<puros>> de largo centimetraje, porque, según los <<médicos no cubanos>> eso era <<un insalubre y pésimo ejemplo>>, y Fidel mordió el anzuelo.
Con la azúcar blanca hicieron otro tanto, mediante el irrestricto y conveniente apoyo de los industriales del <<light food>. Fue así cómo echaron maldiciones y pestes alimentarias y morbosas sobre tan delicado e importante nutriente de pobres. La gente, temerosa y alienada con toda la literatura macabra y sádica que se tejió ante sus ojos por todos medios, pero, principalmente, por la TV internacional (de USA), ha terminado empobreciéndose más con la adquisición de unos sustitutos edulcorantes (no energéticos), de dudosa eficacia, pero que, como placebos, se trastrocaron en jugosas ganancias burguesas, amén de que le atestaban <<medio palo>> a la Economía Cubana.
Con la campaña antitabáquica, contra los cigarros de pobres, no sólo le mermaron ingresos a Cuba sino que lograron encarrilar a todos los potenciales usuarios del mundo por la ruta de los estufacientes y narcóticos en general. Crearon a millones un menú de vicios desmesuradamente perniciosos e insalubres, mortales y onerosos, si se les compara con los daños que (aún admitiéndolos) ofrece la fuma de tabacos y derivados
Permítaseme, p. f., adelantarles que en próximas entregas les hablaré del reemplazo del licor de pobres (pero, asalariados) por licores exquisitos, expoliadores y empobrecedores.
De resultas, las campañas mediáticas son politicoeconómicas per se.
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