MAYO, 2007. Recuerdo perfectamente en nombre del cine, Comarca 2000. Era una fría tarde de diciembre de 1977 cuando tuve mi primer encuentro con el mundo creado por George Lucas. Mis primos y yo habíamos llegado tarde a la sala, por cierto, de modo que la escena que vi el entrar a la sala correspondía al momento en que Obi Wan Kenobi le corta el brazo a un sicario en una cantina de Tattooine, hogar de Luke Skywalker. A los recién cumplidos nueve años era una escena escalofriante aunque olvidada casi de inmediato al ver las escenas que venían más adelante, como el momento en que el Halcón Milenario escapa del planeta rumbo al espacio; luego, las batallas, el momento en que la Estrella de la Muerte estalla, cuando Alderaan es desintegrado por un rayo...

Mi primo, que vivía en California, dijo que ya había visto la película cuando fue estrenada allá en mayo de ese año. Si tomamos en cuenta que Star Wars debutó en México siete meses después, poco antes de las vacaciones navideñas, y que actualmente es común ver el mismo estreno en Montevideo que en Des Moines, tendremos un bosquejo de la influencia que esta película ha tenido en Hollywood pues anteriormente los "estrenos mundiales simultáneos" no existían.

Hay también quienes dicen que la parafernalia que hoy existe en torno a un superestreno --juguetes, publicidad en restaurantes, frituras y pastelillos.. llegaron junto con Leia, el Wookie, Vader y Luke. Es una verdad relativa pues entonces era común la comercialización de los juguetes de James Bond. Lo que hicieron Lucas y su obra fue hacer de aquello un fenómeno internacional.

"En los cincuenta los jóvenes del planeta se identificaron con el rock and roll... veinte años después los niños tuvieron en Star Wars un sentimiento similar", escribió Jesse Walker en la página web de la revista Reason. Pero no sólo los niños sino también los adolescentes, y aun los adultos quienes vieron en Star Wars una feliz reminiscencia de lo que fue el cine de ciencia ficción de los cincuenta e inicios de los sesenta. Asimismo, el espectro de esta película es tan grande que permitió a Lucas construir la primera cinta de aventuras para todos los públicos y no únicamente los especializados. Y es que aquí tenemos otro aspecto de Star Wars: con frecuencia se le ubica en el género de ciencia ficción pero esta es tan solo la envoltura de un universo más complejo. ¿Se trata de un drama? ¿una tragedia griega en una galaxia muy lejana?

"Creo que aquí radica el éxito descomunal que ha tenido esta saga. Para el George Lucas de ese entonces parece rehuir intencionalmente a que se defina el género de Star Wars, como si temiera que al hacerlo se convertiría en un cineasta convencional", señala David Muñoz, un fan de la trilogía original.

Y tanto es --o fue-- su rechazo a los convencionalismos, que sus críticos suelen definir esta película como un western espacial, algo que Lucas ha refutado muchas veces: "Está más basado en la mitología griega, en La Ilíada y La Odisea, que en John Wayne, refirió el cineasta. Pero para muchos admiradores las influencias no paran ahí, y van desde la presentación del texto al inicio inspirada en Flash Gordon, hasta las películas de samuráis del director Kurosawa, de Dune, de El Señor de los Anillos, de Tolkien, de El Mago de Oz (El Hombre de Hojalata-C3PO/Chewbacca-el León Bobalicón) y hasta de El Triunfo de la Libertad, de Leni Reifenstahl, la directora favorita de Hitler, en la escena final cuando las tropas se juntan para la condecoración de Luke y Han por parte de Leia.

Otros también creen que Star Wars fue un intento deliberado del Hollywood más conservador para detener la oleada de "películas serias" como Chinatown, Atrapado sin Salida y Nashville pues, aluden, las producciones que le siguieron bullían por lo inane, entre ellas Goonies, Battlestar Galactica y Gremlins, entre otras. La ecuación, de nuevo, es incompleta. Si bien aquellas cintas "comprometidas" fueron alabadas por la crítica, su taquilla por general fue mediocre. Como habíamos referido en un artículo previo, los espectadores ya habían tenido bastante con la caída de Nixon y la derrota en Vietnam como para ver más calamidades en el cine. Lucas consiguió que Star Wars retomara el cine escapista, lección que Hollywood aprendió entonces pero que tres décadas después, ha vuelto a olvidar. (Quizá para dar gusto a los críticos gruñones, Lucas encomendó a su maestro Irwin Kirshner la dirección de The Empire Strikes Back, cinta notable pero menos sorpresiva, y mucho más oscura, que su antecesora).

Era, además, un escapismo irresistible: luego de aquella vez, mis primos y yo fuimos de nuevo al cine por lo menos seis veces más para deleitarnos otra vez con Star Wars. La primera función arrancaba a las dos de la tarde y, en tiempos que la permanencia voluntaria no era considerada un abuso, veíamos las tres funciones siguientes. Al llegar a casa todo era hablar de la película, de Darth Vader, de cómo era destruida la Estrella de la Muerte, de Moff Tarkin y de esa ambientación mágica.

Recuerdo también que cuando el Canal 5 de Televisa transmitió un documental sobre cómo fue la filmación tuve cierta decepción al darme cuenta (o más bien, convencerme) de que no era un mundo real. Sin embargo después tuve un consuelo pues Lucas había hecho lo mismo que muchos de nosotros en la infancia, esto es, jugar con soldados de plástico, avioncitos sofisticados y explosiones hechas con tierra. La imaginación de Lucas al servicio del entretenimiento, y de ahí a los dólares en carretonada.

Tres décadas más tarde, cinco películas y millones de billetes verdes a la cuenta de George Lucas, Star Wars se ha ganado su lugar como modificador radical de nuestra cultura a niveles similares de los Beatles y el Internet. Pero fue un fenómeno ante el cual pocos sabían que se estaba cocinando en su momento. Ahora sí que fue hace treinta años cuando Star Wars enseñó a Hollywood a manera la Fuerza del cine con signos de admiración.

He sido un fan de la Guerra de las Galaxias por casi 15 años pero me alegra seguir encontrando información que no conocía respecto a cómo se hizo esta gran película. Creo que lo que narra el autor aquí es un fenómeno que nos pasa a todos la primera vez que entramos al mundo de George Lucas. Saludos