fasenlínea.com

Análisis, comentario Y Demás

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros textos de Literatura

La Ley de Neutralidad en la red, regalito totalitario de Obama a los usuarios

Brian Williams es apenas una gota en un mar de pus periodística

Francia ante su momento decisivo

Visitantes de las ruinas urbanas modernas

Por si quedaran dudas del espíritu totalitario del The New York Times

Archivo

 

MEDIOS

Racismo y doble rasero de la prensa norteamericanos

Sorpresa: los medios que diariamente echan en cara a los norteamericanos sus actitudes racistas, casi no tienen empleados de otras etnias dentro de sus puestos directivos que no sean blancos, otra muestra más de su inherente hipocresía

ABRIL, 2015. Hace algunas semanas la famosa cadena Starbucks lanzó la campaña Race Together que podríamos traducir como "Todas las Razas Juntas" (un juego de palabras ya que "race" también significa "competencia"). Howard Schultz, gerente general de esa megaempresa, señalo que "ante los acontecimientos de tensión racial en este país, teníamos que actuar responsablemente al respecto", lo que incluía, mediante unos trípiticos distribuidos a los clientes, el regañarlos por su "racismo". Días después la campaña fue retirada sin mayores explicaciones.

Esta campaña que inició en Seattle, lugar de origen de Starbucks sería explicable si, por ejemplo, sus altos puestos directivos fueran ocupados por miembros de distintas etnias. Pero lo que en realidad tenemos aquí es un caso de escandalosa doble moral. Así como Schultz y demás empresarios exitosos que se dicen "progresistas" y viven a todo lujo, esta característica aplica a la mayoría de los medios impresos norteamericanos que diariamente denuncian el "racismo" de la sociedad norteamericana pero dentro de sus propias estructuras son en su mayoría caucásicos.

Antes de pasar lista a esos periódicos hipócritas, empecemos por Schultz, a quien por su apellido difícilmente lo ubicaríamos como afroamericano. Starbucks cuenta con 10 ejecutivos de los cuales solamente uno, es decir, el 5 por ciento, es afroamericano. De esta cantidad solamente tres mujeres ocupan puestos gerenciales en Starbucks. ¿Por qué esa franquicia --que innegablemente ofrece un producto de buena calidad-- no aplica a su interior lo que exigía a sus clientes?

Un vistazo realizado por el sitio americanthinker.com a la página web de Starbucks demuestra la ausencia de hispanos, quienes hoy representan ya el 17 por ciento de la población norteamericana. Solamente existe un hindú en los altos puestos de la compañía, y párele de contar. En suma, 14 de los 19 de esos altos que le dieron un coscorrón por "racistas" a sus clientes, son blancos. 

¿Y qué tiene que ver la iniciativa de una empresa especializada en la venta de café con los medios de comunicación? Schultz inspiró su idea en una editorial escrita por Larry Kramer, el director del USA Today, uno de los periódicos más importantes de Estados Unidos. En ese texto Kramer exigía aceptar más diversidad étnica a sus lectores, "lo que se ha convertido en una necesidad en este país", advertía.

Pero un vistazo a Gannet Company, propietaria del USA Today, deja en claro que la "necesidad étnica" a ellos mismos les importa un bledo. Su dirección editorial consta de ocho miembros, siete hombres y una mujer, todos ellos caucásicos.

Como otra joya de hipocresía en torno al racismo la tenemos en CNN, propiedad de Time-Warner, donde sus siete ejecutivos corporativos son blancos y de los cuales dos son mujeres igualmente blancas. Hace unos días un reportero en CNN exigió que las Fraternidades Universitarias fueran obligadas a reportar cuántos de sus miembros pertenecían a otras etnias. Sería bueno exigir lo mismo a ese otrora prestigiado canal informativo.

Veamos enseguida a esas dos publicaciones de supuesta integridad periodística, The New York Times y The Washington Post. El primero diariamente incluye por lo menos un texto que denuncia el "racismo" del norteamericano promedio, que hizo un escándalo nacional por lo ocurrido en Ferguson, Missouri, y que incluso llegó a pedir a Peter Jackson, director de la saga Lord of the Rings, de "filmarla nuevamente" ante la clara ausencia de actores afroamericanos, hispanos o asiáticos".

Pues bien, el consejo editorial de The New York Times consta de nueve miembros, un afroamericano, una mujer y el resto hombres, todos ellos blancos. Claramente, el racismo y la ley Affirmative Action, que exige a los empleadores norteamericanos dar iguales oportunidades a personas de todas las etnias, no aplica al interior de un periódico con un largo historial de doble moral.

"White privilege" o el supuesto privilegio del que gozan los estadounidenses blancos en comparación con otras etnias, es uno de los caballitos de batalla de The Washington Post. Pero un vistazo a los puestos altos de ese matutino arroja que entre sus 14 miembros hay dos mujeres, un indonorteamericano y los restantes 11 son varones de piel blanca.

El columnista afroamericano Grail Marcus refiere que hace un par de años visitó las oficinas de The New York Times y lo que encontró en su mesa de redacción "eran en su mayoría, con excepción de un hispano, empleados de origen caucásico" para más adelante señalar que los negros que trabajaban en el periódico "eran vigilantes o empleados de limpieza". Pero es la sociedad norteamericana la racista, según machacan a diario los altos ejecutivos de The New York Times.

Entre las dos conclusiones en torno a la escasa diversidad racial de esos medios al interior de sus propias estructuras, se encuentra la enfermiza doble moral de sus propuestas. Pero también tenemos el hecho de que el racismo es para todos ellos una ficha utilizada para promover políticas "progres" y que al final en poco o nada benefician ni a hispanos ni a afroamericanos sino a quienes las echan a rodar.

 

 

Textos relacionados

Por si quedaran dudas del espíritu totalitario del The New York Times [Noviembre, 2014]

 

Ofrecida al público como un castigo a los gigantes corporativos de la red, si no fuera por los alcances omnipotentes que dará al gobierno norteamericano, esta regulación sonaría absurda. Increíblemente, quienes más aplauden la Ley de neutralidad de Internet serán sus primeros afectados. Al tiempo

 

 

Previo

La Ley de Neutralidad en la red, regalito totalitario de Obama a los usuarios

Ofrecida al público como un castigo a los gigantes corporativos de la red, si no fuera por los alcances omnipotentes que dará al gobierno norteamericano, esta regulación sonaría absurda. Increíblemente, quienes más aplauden la Ley de neutralidad de Internet serán sus primeros afectados. Al tiemp

 

 

 

¿Desea opinar sobre este texto?

[email protected]

[email protected]  

 

0 comentarios

 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

 

Literatura

Cine

Medios

Y demás

3