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ANÁLISIS COMENTARIO Y DEMÁS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Y Demás/Música

Herb Alpert: ¿sabría lo que cantaba?

El trompetista misógino

En 1982 el legendario músico grabó un disco en español como parte de su incursión al mercado latinoamericano. Ahí iba incluido un tema que compite con El Rey en cuanto a su egocentrismo y su odio a las mujeres. Esquelético favor se le hizo a Herb Alpert con semejante engendro

DICIEMBRE, 2006. Corría 1962 cuando un jovencísimo trompetista de nombre Herb Alpert cruzó a Tijuana y vio una corrida de toros. Al regresar a California decidió grabar una canción que rememorara lo que había visto. Su nombre era "The Lonely Bull". Pero ante el desinterés de las disqueras, Alpert decidió crear su propia compañía con su socio Jerry Moss. Aquél fue el nacimiento de A&M Records, que en su momento llegó a estar entre las empresas del disco más poderosas de Estados Unidos. The Carpenters, Styx, Supertramp, Barry White, Sheryl Crow, Soundgarden. Ellos y muchos más grabaron para A&M.

A principios de los 80 y con su futuro económico asegurado, Alpert decidió que era tiempo de grabar en español. Luego de estudiar el idioma y aun de estudiar la cultura e historia mexicanas, el trompetista se lanzó a la aventura. El resultado fue Fandango, puesto a la venta en 1982. Pese a que el material fue ampliamente promocionado en emisiones como Siempre en Domingo, Fandango se vendió regularmente en México y en América latina.

Sirva toda esta introducción para enfatizar que una de las canciones de ese disco es la que analizaremos líneas adelante. Tiene por nombre "Quiéreme tal como soy" y fue escrita, según los créditos, por Rafael Pérez Botija, "compositor de cabecilla", por emplear un rincón común, para cantantes como Daniela Romo, Dulce y otras más que la memoria no recuerda. Lo increíble del asunto es que "Quiéreme tal como soy" haya sido contemplada como una canción que daría prestigio a Alpert dentro del mercado latinoamericano, lo que ya tenía debido a su grupo The Tijuana Brass.

Pero al grabar algo dirigido específicamente a este mercado debió haber contemplado la conveniencia de incluir una composición que derramaba machismo, misoginia y que nos dejaba con ganas de golpear al autor. Enseguida veremos porqué.

Tal vez las lecciones de español de nada sirvieron a Herb Alpert. Quizá no entendía lo que estaba cantando o, peor aún, sí estaba consciente. De cualquier modo, "Quiéreme tal como soy" volvió a aparecer en una recopilación de A&M titulada Something Special, señal de la durabilidad que suelen tener las letras aberrantes.

Entremos de lleno al análisis. Es una canción azucarada que no presagia lo que viene. El característico sonido de trompeta de Alpert nos invita a relajarnos. Pero las cosas comienzan a descomponerse cuando el autor abre párrafo y nos habla en primera persona:

Yo soy así, es mi forma de ser

qué te puedo decir, amor

soy bueno, soy malo, a veces

y no puedo ser mejor

La canción no lleva ni 20 segundos y ya sentimos algo de náuseas. Primero, por la catastrófica sintaxis, explicable quizá si Alpert la hubiera escrito, pero no en Pérez Botija, quien se supone vive (o vivía, no lo sé) de componer canciones. La línea "soy bueno, soy malo, a veces" presenta una endemoniada ambigüedad; es como si alguien dijera "soy un ladrón, soy honrado, a veces..." Esa frase rezuma estupidez absoluta. No se puede "a veces" ser una cosa y, luego, "a veces", otra. Para colmo el enunciado final "y no puedo ser mejor" resalta, o una de dos, un egocentrismo que requiere atención siquiátrica urgente o, la otra, los utensilios líricos del autor que no alcanzan siquiera la mediocridad. Yo me inclino por esto último.

En la segunda estrofa el autor quiere vernos la cara con una supuesta redención:

tengo mi cruz, mis locuras

mis tardes oscuras, mi forma de hablar

Pero enseguida retoma la soberbia que acaba de mencionarnos apenas segundos atrás:

soy bueno, soy malo, a veces

y no puedo ser mejor

Luego que el autor se ha expresado la molestísima primera persona en un ejercicio de yo-yo-yo que deja en segunda posición al pedante Luis Miguel, receta a la "amada" una exigencia con énfasis en el imperativo:

Quiéreme tal como soy

con mis noches y mis días

con mi manera de amar

con mis penas y alegrías

Suponemos entonces que la letra refiere una reciente infidelidad donde el autor fue descubierto. Otra posibilidad: la chica, harta del machismo del autor, se atreve a echárselo en el rostro; de nuevo, la desesperante ambigüedad de la letra, que no de su intención, utiliza la manoseada metáfora de "noches y días" como alegres y tristes momentos. ¡Ah! Porque ésta es la "manera de amar" del sujeto... qué poca.

La siguiente estrofa remacha el irritante mensaje. Y eso no es todo: el autor, Mr. Wonderful, el Macho que todas quieren, advierte a la chica que si no le gusta la situación, que se largue porque, dice en primera persona, su amor es lo mejor que pudo haber hallado:

quiéreme tal como soy

y si no sigue adelante

nunca encontrarás más amor

más amigo más amante

Por supuesto que eso del "más amigo más amante" sugiere que ya tuvieron contacto íntimo y que no hay una relación sentimental firme. Entonces se asoma otra posibilidad: ¿Pérez Botija, el "maestro" Pérez Botija, acaso tiene como protagonista de esta canción a lo que vulgarmente se denomina padrote y al cual una de sus "amigas" ha exigido fidelidad?

La sensación por querer volver el estómago ya es enorme en este momento. Pero hay que continuar, algo difícil cuando vemos cómo cierra esa estrofa donde dos dos imperativos del autor son ya molestísimos:

quédate amor pero antes quiéreme tal como soy

La idea de que el autor es un proxeneta se ve inevitable al leer lo que sigue, aderezado con la lamentable sintaxis de las dos últimas líneas que ya repasamos:

piénsalo bien es la cruel realidad

no te engañes no hay nada qué hacer

soy bueno, soy malo a veces

y así es como voy a ser

Primero el autor invita a la abnegada mujer que ¡lo "piense" y que no se engañe! La "cruel realidad" es que el autor "es bueno, es malo, a veces, y así es como va a ser". ¿Qué hay que pensar bien en ese momento? ¿De qué infiernos no hay que engañarse cuando la chica tiene enfrente a alguien que se revela como un engendro machófilo?

Lo más asombroso es que en "Quiéreme tal como soy" se escuchan coros femeninos de fondo. No dudamos que ellas, como Alpert, tampoco hablaban español y ni idea tenían del significado de la letra.

Ya al final, el autor ladra lo siguiente, con un cinismo que provoca agruras, luego que le ha dicho a la susodicha la clase de basura que es ella y el tipo de Superhombre que es él:

yo soy así, es mi forma de ser

qué te puedo decir amor

Por supuesto que el "maestro" Pérez Botija no deja escapar la oportunidad de cerrar su "balada" con la ambigua frase que encuadra la misoginia explícita de "Quiéreme tal como soy":

soy bueno soy malo, a veces

y así es como voy a ser

Cuesta trabajo creer que el "maestro" Pérez Botija haya salido indemne luego de haber escrito semejante letra donde queda clara su animadversión y desprecio por todo lo que sea, huela y se sienta como mujer. Por lo menos Torombolo, el de los cuentos de Archie, escondía su misoginia mediante su adicción a las hamburguesas. Aquí no hay excusas, mucho menos que se trató de una "licencia artística", permisible cuando se alcanza la coherencia, la poderosa síntaxis y el dominio del lenguaje de, digamos, un Joan Manuel Serrat. Obvísimamente, "Quiéreme tal como soy" ni siquiera logra el puntaje de canción pésima.

Pérez Botija habita el mundo de Nosotros los Pobres y de los maridos golpeadores que luego apapachan a la víctima con un ¿quen la quelle? Quién sabe qué piense Herp Albert 26 años después de hacerse cómplice de semejante bodrio auditivo, algo que, de haberlo grabado en inglés, le habría valido por demandas media docena de visitas al Tribunal.

 

 

 

 

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