El aceite de
oliva es salud El aceite de
oliva es el personaje estrella de la Dieta Mediterránea.
Decir Dieta Mediterránea equivale a decir "dieta saludable",
especialmente por su efecto beneficioso sobre las enfermedades
cardiovasculares.
Los estudios más recientes sobre
prevención de enfermedades demuestran que existen sustancias
realmente cardioprotectoras en la alimentación mediterránea,
sobre todo los antioxidantes, presentes en el aceite de oliva
extra virgen.
El aceite de oliva es un jugo de frutas
natural que conserva el sabor, aroma, vitaminas y todas las
propiedades de la aceituna, siendo el único aceite vegetal que
puede ser consumido directamente virgen y crudo.
Pero
además de hacer las comidas más exquisitas, posee un evidente
valor biológico, ya que los tejidos necesitan de los lípidos
para desarrollar su actividad.
El
milagro contra el Colesterol
Malo
De los ácidos grasos presentes en los aceites vegetales
hay dos que resultan fundamentales para la vida humana: el
ácido oleico (monoinsaturado), que constituye el 80% del
aceite de oliva, y el ácido linoleico (poliinsaturado),
también presente.
El aceite de oliva, por la cantidad
de ácido oleico que contiene, se considera una grasa ideal.
Este ácido aumenta el colesterol bueno (HDL), que ejerce un
papel protector, ya que transporta el colesterol malo (LDL)
depositado en las arterias hasta el hígado, reduciendo los
riesgos de trombosis arterial e infarto.
Los
antioxidantes presentes en el aceite de oliva virgen protegen
la oxidación de las LDL en mayor medida que el aceite
refinado, por lo que su consumo se recomienda en enfermos
vasculópatas.
El valor energético del aceite de oliva
es de 9 calorías por gramo, la misma proporción calórica que
cualquier otra grasa animal o vegetal.
Otros
beneficios
Además de reducir los niveles de colesterol en sangre y
ayudar a eliminar el colesterol "malo", otros efectos
beneficiosos sobre el organismo
son:
- aparato circulatorio: ayuda a prevenir la
arteriosclerosis - aparato digestivo: mejora el
funcionamiento del estómago y páncreas, el nivel hepatobiliar
y el nivel intestinal; reduce la acidez gástrica y el riesgo
de aparición de piedras en la vesícula - piel: efecto
protector y tónico de la epidermis - sistema endocrino:
mejora las funciones metabólicas - sistema óseo: estimula
el crecimiento y favorece la absorción del calcio y la
mineralización
Por su contenido en vitamina E (además
de A, D y K) y el efecto antioxidante de ésta sobre la
membrana celular, el aceite de oliva está especialmente
recomendado para la infancia y la tercera edad.
En los
diabéticos evita la absorción masiva de glucosa y una subida
rápida de los niveles de azúcar.
Más
beneficios
Estreñimiento: una cucharada de aceite de
oliva tomada en ayunas ayuda a combatirlo.
Madres lactantes: la ingesta de aceite de oliva proporciona una leche
materna con un contenido equilibrado en ácidos grasos
esenciales.
Cocinando
con aceite de oliva
La cocina mediterránea armoniza el placer con la salud. El aceite de oliva, símbolo
de la cocina de calidad, ha sustituido por fin la moda de la
manteca en los mejores restaurantes: da aroma y color,
modifica las texturas, transmite calor, integra los alimentos,
personaliza los platos...
El aceite de oliva es un
producto "vivo". Para conservar su frescura e integridad hay
que mantenerlo alejado del calor excesivo, del aire, humedad
y, sobre todo, de la luz. El aceite de oliva extra virgen, por
ejemplo, conserva todas sus propiedades biológicas y
sensoriales cuando se utiliza en crudo.
El rendimiento
del aceite de oliva es mayor que el de las otras grasas
vegetales tanto en frío como en caliente. La elección del tipo
de aceite de oliva dependerá del uso que se le quiera
dar.
Ideal en crudo
En crudo, se utiliza aliñar ensaladas, se prefieren los aceites de oliva suaves, también adecuados para tortillas,
revueltos, huevos fritos, salsas, mayonesa y
repostería.
Un sabor frutado medio dará más
personalidad a platos regionales como escabeches, pescados en
salsa verde, bacalao, gazpacho... Para potenciar el sabor de
los fritos, en especial de las papas, y como base de guisos y estofados, resultan excelentes los aceites
de oliva con un sabor más intenso e incluso con un matiz
amargo.
La masa para empanadas, etc.
adquieren mejor textura al utilizar aceite de oliva como
ingrediente. En la repostería tiene un protagonismo
indiscutible, puesto que participa tanto como ingrediente como
para freír.
Consejos prácticos
para las frituras
La fritura es un sistema de cocción que consiste en
sumergir los alimentos crudos o cocidos en un baño de aceite
de oliva, en un recipiente hondo, a una temperatura lo
suficientemente elevada (mínimo 130º) para que queden dorados
y crujientes sin que el aceite penetre y lo empape (forma una
corteza en la superficie del alimento que impide la
penetración).
En las
condiciones adecuadas (no calentándolo en exceso) el aceite de
oliva no manifiesta ningún cambio sustancial en su estructura
y conserva mejor que otros aceites sus propiedades dietéticas
(hasta 200ª).
Se debe tener en cuenta que: - no
mezclar el aceite de oliva con otros aceites ni grasas. - el aceite se puede utilizar más o
menos veces según el tipo de comida. En general, no debe emplearse en más de cuatro o
cinco freídas.
Tipos de aceite de oliva
Los aceites de oliva vírgenes, según su categoría, se
destinan al consumo directo o a un proceso de refinado:
-
Aceite de oliva extra virgen: sabor y
olor absolutamente irreprochables. Acidez menor o igual a 1º.
Apto para el consumo directo. - Aceite de oliva virgen
(fino): sabor y olor irreprochables. Acidez menor o igual a
2º. Apto para el consumo directo. - Aceite de oliva virgen
corriente: acidez menor o igual a 3,3º. No apto para el
consumo directo. Se usa para encabezar otros aceites o se
refina. - Aceite de oliva virgen lampante: acidez superior
a 3,3º. No apto para el consumo directo. Siempre se debe
refinar.
Cómo
determinar
la calidad
El sabor, olor y color del aceite de oliva dependen de
los componentes presentes en el fruto. La calidad nace en el
campo: clima y suelo, variedad de la aceituna, técnicas de
cultivo, obtención y envasado.
Los criterios de calidad
que se le aplican vienen definidos por:
- químicos: grado de acidez, estado de oxidación, componentes
anormales - análisis sensorial (olor y sabor) a través de
una cata
La acidez, no se refiere a lo que
la palabra ácido significa, sino a la proporción de ácidos
grasos libres que contiene expresado en grados. Esto
no tiene relación con la intensidad del sabor. Un aceite de
oliva extra virgen de baja acidez no es un aceite de poco
sabor, sino un producto sano elaborado en condiciones óptimas
en todo su proceso.
Los aceites de color
amarillo-dorado suelen ser dulces, extraídos de aceitunas
maduras de recolección tardía. Los amarillo-verdosos son
propios de los aceites de oliva frutados, un punto amargos,
que provienen de aceitunas que aún no han terminado su
maduración.
Obtención
Una vez recogidas las aceitunas, se trasladan al molino, donde se criban. Luego se lavan con agua
fría para eliminar hojas o ramillas y se pasan a la
molienda.
Para obtener aceite de calidad la aceituna
debe procesarse en las 24 horas siguientes a su recogida. La
molienda consiste en la trituración, por medios mecánicos, del
fruto sin deshuesar. Para obtener un litro de aceite de
primera extracción se necesitan unos cinco kilos de
aceitunas.
La extracción del aceite pasa por el
prensado, la decantación y el centrifugado, de los que quedan
como residuo un líquido acuoso llamado alpechín y una pasta
llamada orujo.
Los aceites obtenidos en la almazara o
molino por estos procedimientos y en condiciones térmicas
adecuadas se denominan aceites vírgenes.
Otros
aceites
Generalmente, una parte del aceite de oliva virgen
obtenido no reúne las condiciones necesarias para su consumo
directo (elevada acidez, olores o sabores pronunciados,
colores anómalos). Estos aceites vírgenes se llaman lampantes
(antes se destinaban a la iluminación de lámparas de aceite) y
se someten a refinado para eliminar los componentes no
deseados.
Una vez refinados y casi desprovistos de
sabor, olor y color, se enriquecen con aceites de oliva
vírgenes aromáticos y frutados, operación que se llama
encabezar, logrando convertirlos en aceites de oliva aptos
para el consumo (Aceite de orujo de oliva).
El grado de
acidez de estos aceites depende de los aceites de oliva con
que se encabezan, no pudiendo ser superior a 1,5º.
El olivo, padre de la salud
El olivo, emblema de la agricultura mediterránea, tiene
una larga historia unida a otros cultivos como el trigo y la
vid, básicos en la alimentación de los pueblos
mediterráneos.
El crecimiento del olivo es lento. Da su
fruto a los cinco años y no alcanza su pleno desarrollo hasta
los veinte. Desde los 35 hasta los 150 años está en período de
madurez y plena producción. Sus frutos maduran tras los meses
de verano y su recolección se realiza en
otoño-invierno.
El proceso de maduración de la aceituna
se conoce como envero. Durante este tiempo se va generando el
aceite de oliva en la pulpa de la aceituna.
El grado
de madurez de las aceitunas condiciona su sabor. Su recogida
es un trabajo artesanal, duro, al aire libre en época fría,
que apenas ha variado en siglos. Los frutos se recogen a mano
(ordeño) o por vareo, aunque existe un sistema mecánico de
recogida por vibración.
Ver aceite de oliva
- cáncer de colon
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