CRÍTICAS

Arqueros reales (por Antonio Jesús Alba) ¡NUEVO!
Lo perdido en el camino
(por José Vilaseca)
Dios dijo: Hermanos... ¡Pero no primos! (por Jojo, el Bufón)
Perogrulladas (por José Vilaseca) ¡NUEVO!
¿Dónde está mi pabellón? (por Patxi de Brionne) ¡NUEVO!

 

¿DONDE ESTÁ MI PABELLÓN? (Patxi de Brionne)

   Soy un General Bretoniano, al que siempre le ha gustado contar con el Pabellón de la Dama, como una opción de Estandarte Mágico. He disfrutado de infinidad de Batallas, en las cuales, mis rivales sudaban la tinta gorda al ver acercase a mi Portaestandarte de Batalla, con su bordado Pabellón. No es que su mera presencia desequilibrara el resultado final de una batalla, pero me hacia sentir seguro, de que mis caballeros aguantasen mas de dos turnos en un compate Cuerpo a Cuerpo.
 
   En la actualidad, es un objeto que me es "imposible" o mejor dicho, es un lujo incluirlo en una lista de 1500 puntos. Y mis razonamientos son  muy simples:
 
1) Tan solo mi Portaestandarte de Batalla puede llevar el Pabellón de la Dama, ya que este cuesta la friolera de 100 puntos.
2) El PEB, tiene una salvación por armadura ridícula, si lo equipamos con lo básico, es decir: Caballo y Barda (14) + Armadura Pesada (4) = 18 +  60 del Paladín = 78 + Pabellón de la Dama (100) = 178. Teniendo en cuenta que para que ese mencionado Pabellón tenga el efecto deseado, el portador del mismo ha de estar en contacto peana con peana con el enemigo. Por consiguiente: El mencionado heroe, con 178 puntos de coste, Fuerza 4 y Salvacion por armadura de 3+, no dura ni un suspiro con la consecuente perdida de 178  puntos ademas del Favor de la Dama o Rezo.
3) Al ponerle el Pabellón, el PEB, no puede adquirir mas objetos mágicos para aumentar sus maltrechas cualidades, con lo que nos queda a un heroe carisimo y facil de matar.
 
Es por esto, mi queja, pues simplemente rebajando el coste de este objeto a 60 (que incluso me parece abusivo) seria una buena opción para cualquier General.
 
Pensad en ello

Patxi de Brionne

ARQUEROS REALES (Antonio Jesús Alba)

   Este articulo se centra en la unidad más degradada, quizá, de nuestro ejercito: los arqueros. Siempre que pensamos en ellos los imaginamos como una pequeña unidad que solo sirve contra tropas con poca armadura o, incluso, semidesnudas, como los Matadores enanos o las Elfas Brujas. Sin embargo, si realmente representan a los arqueros ingleses, deberían poder enfrentarse a caballería pesada. 

   Como cualquiera al que le interese el tema, el fin de la Caballería como gran unidad de elite medieval (concretamente la caballería francesa), llego con la aparición de estos arqueros, ya que ninguna carga podia alcanzarles sin que muriesen montones de caballeros y caballos. Estos arqueros disparaban cada 3 segundos, y los cuerpos de caballeros acababan llenos de flechas. 

Ahora, supongamos que una cuña de 9 Caballeros del Reino del bretoniano A se encuentra a 29 centimetros de los 10 arqueros del bretoniano B. Estamos en el turno del bretoniano B. ¿Quién lleva las de ganar?. Obviamente, el bretoniano A, ya que suponiendo que 6 de los 10 disparos impactasen, y 3 de los 6 hiriesen, contra la salvación de 2+, practicamente no tendrían posibilidad de matar a ningun caballero, mientras que al cargar los caballeros, posiblemente destrozasen a los arqueros. De esta manera, deberiamos exigir un mejor trato a estos plebeyos con arcos, y no centrarnos tanto en los caballeros. Deberían poder disparar tres veces, o restar -2 a la salvación, o algo, pero deben mejorar, si nos interesa algo el marco historico.

Antonio Jesús Alba

 

PEROGRULLADAS
(José Vilaseca)

   Nota:  A causa de la grave polémica suscitada en el canal de noticias de Warhammer Fantasy Valencia, acerca de este artículo, desde El Glorioso Reino de Bretonia y tomando la palabra de alguno de los miembros del Club Excalibord de Oliva (Valencia), respecto al Rogue Trader de Gandía, queremos puntualizar lo siguiente:

1.- El Rogue Trader de Gandía fue organizado y publicitado como tal por el Club El Señor de las Pulseras, de Gandía; el Club Excalibord, de Oliva, ofreció su consejo, reglamento y arbitraje, pero la responsabilidad última de los acontecimientos depende del Club de Gandía.
2.- Los miembros del Club Excalibord confían en la buena voluntad de los jugadores que acudan a sus próximos Torneos y, por falta de medios, y/o por no encontrar un modo justo de realizar este cometido, NO puntuarán la Deportividad de los participantes y NO harán copias de las hojas de ejército para entregar a los rivales, aunque obligarán a los jugadores a responsabilizarse sobre el buen uso de las mismas.
3.- La explicación ofrecida por los miembros del Club Excalibord acerca del uso de peanas (figuras en blanco, o de un tipo diferente al de la unidad, para representar un tipo concreto de tropas), es que consideran que muchos buenos jugadores pueden quedarse sin jugar por el hecho de no tener el ejército pintado.

Queda dicho. Ahora, podéis seguir leyendo...

   O el mundo, como la película, está loco, loco, loco, o bien nuestros amigos del polo rojo están empezando a pensar que, si somos tan idiotas (y digo somos, porque yo soy aún más idiota, porque mantengo una página web sobre uno de sus productos sin cobrar un duro), como para gastarnos el sueldo en figuras que, pidiéndolas al extranjero y gastandonos incluso el envío, nos cuestan a mitad de precio (¿tiene esto explicación?), nada les impide seguir tomándonos el pelo como quieran y cuando quiera. Y su última invención para reirse a gusto a nuesta costa tiene solo dos palabras: Rogue Trader.

   Porque tiene delito de que inventen juegos que no hay Cristo que los entienda, que se necesite un traductor de arameo para interpretar correctamente sus reglas y que tengan la desfachatez que sus juegos de temporada (Blood * Bowl, Mordheim...), que nos los encasquetan durante un año, aprendemos a amarlos, y luego se olvidan de ellos (y de nosotros, todo sea dicho de paso), ahora los llamen juegos de especialistas y los expriman por su mil veces maldito Mail Order, como si a aquella lúdica naranja le quedara una sola gota de jugo.

   Porque tiene delito que nos obliguen a pagar más por el plástico que por el plomo (ahora llamado metal blanco y de calidad infinitamente inferior al verdadero plomo), que cualquier empresa de poca monta allende los océanos les gane en calidad, en precio y en servicio y que, después de décadas quedándose sin stock ahora vayan a rescatar del olvido moldes antiquísimos.

   Pero lo que ya no tiene perdón de Dios es que, encima que no ponen un mísero premio en buena parte de los centenares de Torneos que se han hecho en España mientras Games Workshop la ha tenido invadida con sus productos, encima que ni siquiera se pague dos camisetas y cuatro gorras para regalar a los participantes (que, por término medio, se gastan entre 150 y 600 € en figuras)... encima te quieran obligar a pasar por el aro y comulgar con ruedas de molino.

   ¿Y qué sentido tiene ser un Rogue Trader?. Pues ninguno, la verdad. Y si no, pregúntenselo a algunos de los participantes en el último evento de Gandía pues, con todos mis respetos (y digo esto porque la gente últimamente se ofende por nada y amenaza tan pronto alguien le lleva la contraria), poco "brillante" puede considerarse un Torneo en el que se puede jugar con peanas, papelitos y clicks de Playmobil; para eso, juego en mi casa con los coleguillas y no tengo que aguantar a ciertos cafres (y digo "ciertos", poque los había, aunque el resto fueran unas bellísimas personas, entre los que se encuentran varioas amigos y compañeros), que acudían allí por el hambre de Torneo, que ni siquiera podías ponerle un cero en deportividad si se pasaban de la raya... Ni deportividad, ni organización, ni pintura... ¡Una joya, un Torneo para masacrar y ganar puntos en la ficticia lista de Games Workshop!.

   No me extraña que en Albacete se estén pensando muy mucho el tema de las figuras oficiales, el de la puntuación de deportividad y el de las listas abiertas!. Eso es un Torneo. Y que le den por el saco a los Roba Trader de las narices...

José, Conde de Vilaseca y Señor de Haro

 

LO PERDIDO EN EL CAMINO
(José Vilaseca)

Desde que el mundo es mundo, el destino de la Humanidad es un constante ir y venir de pérdidas: Perdemos la inocencia cuando dejamos de ser niños y nuestra virginidad nos abandona cuando entramos en el mundo de los sentidos más primarios; igualmente perdemos la paciencia a cada nueva edición de Warhammer Fantasy, de tal modo que cada vez que los chicos ingleses nos avisan de una nueva revisión del reglamento (¡6 ediciones ya!), en lugar de alegrarnos nos echamos a temblar, pensando en qué de nuestro glorioso ejército se cargarán esta vez.

Y como muestra, un botón: En un principio (cualquiera que tenga una edición antigua -de la 3ª hacia atrás- de nuestro juego o bien un buen catálogo de figuras descatalogadas, valga la redundancia), nuestros aguerridos Bretonianos podían poner a rodar gloriosas piezas de artillería, quizá conseguidas a buen precio en un saldo Imperial, así como potentes ballestas con las que armar a sus vasallos, lo que sin duda debía ser un alivio durante las generalmente penosas fases de proyectiles. Apareció nuestra biendamada Dama del Lago y, de un plumazo, declaró la guerra santa contra todo lo que empleara dado de dispersión o rimase con fiesta (ballesta, se entiende), y nos dejamos en el camino aquel pasado quizá no mejor, pero sí un poco más acorde con los tiempos que corren.

La edición del Libro de Ejército - Bretonia vino a suplir las carecias de nuestros bravos Caballeros. A pesar de su importancia, cierto es que siempre nos hemos quedado con una sensación agridulce, especialmente porque debemos ser la mejor caballería del mundo de Warhammer que tiene tan solo un ataque (los Caballeros del Caos tienen 2, y los Elfos Oscuros -¡o incluso los pobres Eslizones!-, montan Gélidos que pueden atacar dos veces...¡con Fuerza 4!). Así, incluso nuestros afamados Caballeros del Grial son especialmente vulnerables a esa penosa tirada de dados durante la carga decisiva. Además, algunos comentarios de dicho libro nos hacen dudar de si el transfondo siempre es tan parejo como el reglamento, pues hay diversas menciones del empleo por parte de los Escuderos a Caballo de la jabalina (empleada, como su propia etimología nos sugiere, para cazar jabalíes).

Pero todas las ventajas del libro de ejército desparecieron en la nueva edición, concretamente en el escaso espacio del Hordas Invasoras. Han desaparecido todas las Virtudes de la Caballería, por lo que difícilmente podemos personalizar a nuestros Paladines y Comandantes. Ha desaparecido la formación de punta de flecha de nuestros arqueros (si antes nos quejábamos de ellos, ahora podemos hacerlo con más motivo). Y, aunque hemos de admitir que el precio de nuestras unidades se ha reducido (¡como en el resto de los ejércitos, voto a brios!), nuestros Caballeros del Reino ya no tienen Fuerza 4 y necesitamos 10 Escuderos a Caballos para unidad que antes solía ser de 5 o 6 a lo sumo. Y, para más inri, nuestros Músicos y Portaestandarte, que anteriormente costaban lo mismo que el resto de las figuras de su unidad, ahora ya tienen el valor estandarizado de sus equivalentes en el resto de los ejércitos.

Y como aquí estamos para contar y no para pedir (y, por otro lado, no creo que ningún responsable de la casa inglesa nos lea), contaremos los días que faltan para la edición de la lista revisada en White Dwarf, donde, esperemos, se arreglen, si no todos, buena parte de estos despropósitos.

Sobre todo la Fuerza 4 de los Caballeros del Reino... ¡Malandrines!

José, Conde de Vilaseca y Señor de Haro

 

DIOS DIJO: HERMANOS... ¡PERO NO PRIMOS!
(J
ojo, el Bufón)

Sin duda alguna, mi señor, el Conde de Vilaseca y Señor de Haro, factotum de esta noble página de tan nobles (y numerosos vititantes), hubiera firmado gustoso este artículo de no ser porque le pierde la prudencia y el sentido común: Sin embargo, nada ni nadie podrá evitar que yo, el loco bufón de su señorío, para el que prudencia solo es el nombre de su tía, la del pueblo, y el sentido común no se encuentra con los otros cinco, diga lo que le venga en gana sin temor a los azotes.

Antes de comenzar, me gustaría recordar que, a pesar de ser un caro entretenimiento, el Warhammer Fantasy solo es eso, un hobbye, con el que no se pierde ni se gana dinero más que en los momentos más puntuales, como los Torneos. Las típicas supercherías de los loteros, los incondicionales de las tragaperras y los locos de la ruleta o el blackjack están absolutamente fuera de lugar: Es inconcecible que la gente mire a los nobles bretonianos con una cruel sonrisa marcada en los labios cuando estos, siguiendo el noble trasfondo medieval de su ejército, pidan una prenda a la dama de la cual son paladines (léase esposa o prometida), mientras que nadie dice absolutamente nada a ese prepotente General vampírico que porta a su lado a una ratita de peluche más propia de Barrio Sésamo que de una horda de comedores de carne humana; o bien a nadie le importa que este mismo General enarbole un estandarte, adecuado para adolescentes adoradoras de los Backstreet Boys pero poco apropiado para un Torneo.

La mencionada prepotencia es un defecto característico de los culoduros (ese término acuñado por Games Workshop y sorprendentemente promocionado por ellos mismos edición tras edición), de los que estás acostumbrados a ganar y de los que no se dan cuenta de que lo que Dios nos da hoy, Dios nos lo quita mañana. Han de aprender estos marisabidillos que nada serían sin rivales, que aquellos que los aguantas estóicamente partida tras partida, sorportando estoicamente sus burlas y chanzas, siempre podrían dedicarse a la siembra del boniato salvaje y dejarlos tirados, obligándoles a dedicarse a los vicios solitarios o a otra clase de entretenimientos diversos, que no serían el Warhammer, por supuesto.

Hemos de entender que mucha de esta gente era, en su más tierna infancia, el niño repelente que solo jugaba al fútbol porque traía el balón, y que obligaba a sus compañeros a dejarle tirar los penalties y arbitraba a su antojo los partidos, expulsando a quienes estaban en contra de sus decisiones: Así, es lógico entender que, con veinte o treinta años largos y los cataplines velludos, le diga a su rival que no está dispuesto a dejarle sus dados, que los toca solo él, y que si no tiene que se busque la vida; solo le faltó apostillar y me enfado y no respiro para montar un cuadro verdaderamente encantador...

Hay mucha gente que evita los Torneos como el gato escaldado huye del agua fría, porque esta clase de personajuelos ya mencionados pulula en los Open y hay jugadores, grandes y nobles jugadores de todos los ejércitos, que prefieren dedicarse a las partidas en el Club que aguantar a los pesados de turno que solo quieren rentabilizar a toda costa la inversión que han hecho al inscribirse. Debemos aprender a puntuar la deportividad, que para eso está, y bajar uno o dos puntos a ese mozalbete repipi y gritón que, aparte de no haberse leído del reglamento nada más que lo que le interesa, disfruta como un cerdo chapoteando en el barro discutiendo del tema que sea.

Porque Dios dijo hermanos, pero no primos...

P.D: Al tontín de la rata y el estandarte, lo puntuó en deportividad mi Señor con un mísero 1 (¡y porque no podía puntuar menos!), lo que le costó en Torneo... ¡Porque perdió tan solo por dos puntos respecto del primero!.

Jojo, el Bufón

¿Crees que el silencio no es el mejor aliado del Caballero?
¿Piensas alzar tu voz contra lo que crees injusto?
Mándanos tus artículos a
[email protected]
y aquí nos encargaremos de pregonarlos a los cuatro vientos

Volver a índice

ACLARACIONES
Y DUDAS

ARMERÍA
(Revisada)

EDITORIAL

CUADRO DE
HONOR

HISTORIA DE
BRETONIA

NUESTROS
RIVALES
HONORABLES

EJÉRCITO
BRETONIANO

NUEVO EJÉRCITO
DE BRETONIA

RIVALES

LA GRAN FORTALEZA
¡Comprueba el resultado
del último Gran Torneo del año!

INFORMES
DE BATALLA

MAGIA
BRETONIANA

(Revisada)


El Santuario del Grial
Donde Sara, la del Bello Rostro, guarda los secretos olvidados

¡Visita la nueva página, y busca lo que no encuentres en el Glorioso Reino!

setstats 1
Hosted by www.Geocities.ws

1