¿Qué es la clonación?

 

La clonación es un procedimiento técnico mediante el cual se obtiene un nuevo individuo a partir de una célula extraída de otro individuo ya existente; con lo que ambos tendrán idéntica carga genética.

El tema adquirió publicidad en 1997, cuando un equipo de investigadores de Escocia (Roslin Institut) declaró que había conseguido clonar una oveja a partir de una célula mamaria adulta, llamando al clon "Dolly". Existe al momento una sombra de duda sobre el real éxito del experimento, desde que otros laboratorios intentaron reproducirlo y a pesar de seguir sus mismos pasos no lograron clonar. El procedimiento utilizado habría sido el siguiente: 1) se aspira del útero de la oveja un óvulo no fertilizado; 2) a la oveja se le extrae una célula mamaria (madre genética), que es llevado a un estado de reposo que favorece la potencialidad del material genético; 3) al óvulo se le extrae el núcleo, que contiene la mitad de los cromosomas, que es sustituido por el núcleo de la célula mamaria, que contiene la dotación completa de cromosomas, y se induce la fusión del mismo mediante estimulación eléctrica. Luego el óvulo manipulado se implanta en el útero de la oveja; y como el código genético era sólo de la madre, resultó un clon exacto. Más tarde se conoció otro experimento de clonación, aunque no igual al anterior, realizado con monos.

Inmediatamente después de publicados los resultados, se generó inquietud a nivel mundial por la eventualidad de que esta técnica sea utilizada para producir seres humanos (en 1993 dos científicos norteamericanos anunciaron que ya habían logrado la primera clonación humana, pero que por voluntad propia suspendían los experimentos hasta que se someta a debate mundial las normas éticas que debían regir tales prácticas; aunque no se trató de una clonación propiamente dicha sino de una gemelaridad provocada). Si bien desde 1969 ya se conocía la clonación de ranas, y aunque algunos ponen en duda la veracidad de los resultados publicados, el caso de la oveja Dolly demostraría la posibilidad de la clonación en mamíferos superiores. Así las cosas, varios países establecieron prohibiciones, preventivas o absolutas, de clonaciones de seres humanos. Argentina hizo lo propio mediante el decreto de necesidad y urgencia 200/97.

Hay que diferenciar el uso de la palabra clonación en distintos contextos de la biología:

Si nos referimos al ámbito de la Ingeniería Genética, clonar es aislar y multiplicar en tubo de ensayo un determinado gen o, en general, un trozo de ADN. Sin embargo, Dolly no es producto de Ingeniería Genética.

En el contexto a que nos referimos, clonar significa obtener uno o varios individuos a partir de una célula somática o de un núcleo de otro individuo, de modo que los individuos clonados son idénticos o casi idénticos al original.

En los animales superiores, la única forma de reproducción es la sexual, por la que dos células germinales o gametos (óvulo y espermatozoide) se unen, formando un zigoto (o huevo), que se desarrollará hasta dar el individuo adulto. La reproducción sexual fue un invento evolutivo (del que quedaron excluidas las bacterias y muchos organismos unicelulares), que garantiza que en cada generación de una especie van a aparecer nuevas combinaciones de genes en la descendencia, que posteriormente será sometida a la dura prueba de la selección y otros mecanismos evolutivos. Las células de un animal proceden en última instancia de la división repetida y diferenciación del zigoto.

Las células somáticas, que constituyen los tejidos del animal adulto, han recorrido un largo camino "sin retorno", de modo que, a diferencia de las células de las primeras fases del embrión, han perdido la capacidad de generar nuevos individuos y cada tipo se ha especializado en una función distinta (a pesar de que, salvo excepciones, contienen el mismo material genético).

 

El primer experimento de clonación en vertebrados fue el de Briggs y King (1952), en ranas. En los años 70, Gurdon logró colecciones de sapos de espuelas (Xenopus laevis) idénticos a base de insertar núcleos de células de fases larvarias tempranas en ovocitos (óvulos) a los que se había despojado de sus correspondientes núcleos. Pero el experimento fracasa si se usan como donadoras células de ranas adultas.

Desde hace unos años se vienen obteniendo mamíferos clónicos, pero sólo a partir de células embrionarias muy tempranas, debido a que aún no han entrado en diferenciación (y por lo tanto poseen la propiedad de pluripotencia). No es extraño pues el revuelo científico cuando el equipo de Ian Wilmut, del Instituto Roslin de Edimburgo comunicó que habían logrado una oveja por clonación a partir de una célula diferenciada de un adulto. Esencialmente el método (que aún presenta una alta tasa de fracasos) consiste en obtener un óvulo de oveja, eliminarle su núcleo, sustituirlo por un núcleo de célula de oveja adulta (en este caso, de las mamas), e implantarlo en una tercera oveja que sirve como “madre de alquiler” para llevar el embarazo. Así pues, Dolly carece de padre y es el producto de tres "madres": la donadora del óvulo contribuye con el citoplasma (que contiene, además mitocondrias que llevan un poco de material genético), la donadora del núcleo (que es la que aporta la inmensa mayoría del ADN), y la que parió, que genéticamente no aporta nada.

 

Científicamente se trata de un logro muy interesante, ya que demuestra que, al menos bajo determinadas circunstancias es posible "reprogramar" el material genético nuclear de una célula diferenciada (algo así como volver a poner a cero su reloj, de modo que se comporta como el de un zigoto). De este modo, este núcleo comienza a "dialogar" adecuadamente con el citoplasma del óvulo y desencadena todo el complejo proceso del desarrollo intrauterino

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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