1.-
No ponerse histéricos. Vivir en estado de gracia, habiendo dejado todo
vicio, etc: Los que estén en gracia de Dios sobrevivirán
al
castigo.
2.-
Tener velas (candelas) bendecidas, (con cerillas), y un Rosario a
mano. Agua y alimentos para tres días.
3.-
Una imágen de Jesús Misericordioso;
Jesús prometió a
Santa Faustina, y en 1975 a Carmela Carabelli, fundadora de los
Cenáculos del Rosario:
"Todo aquél que venere y guarde en su casa mi
imagen de Jesús Misericordioso, con devoción y amor, será preservado
del castigo como los antiguos hebreos, que habían marcado su casa con la
cruz hecha con la sangre del cordero pascual, y fueron
respetados por el Angel Exterminador."
(Imprimatur de Monseñor Pietro Santoro, Obispo de Termoli, Italia.)
4.-
Muy útil es participar en los Cenáculos del Rosario. Jesús confió el 9 de
Julio de 1969 a la Señora Carabelli:
- "La
inmoralidad ha sido siempre el motivo principal que ha
atraído los castigos de Dios. Ya antaño hubo un
diluvio universal que puso término a la lujuria, ...
quisiera que, como nuevas arcas de Noé y de la Iglesia, los
cenáculos reunieran a almas privelegiadas, enteramente empeñadas en
purificar el mundo, al mismo tiempo que quisieran perfeccionarse a sí mismas
en la oración"...
¿DEBEMOS
CREER EN ESTOS PROFETAS?
El Padre Antonio Royo, O.P., doctor en teología, en su libro
"Teología de la Perfección Cristiana", B.A.C., Madrid, nos dice:
"Siempre han existido almas ilustres con el espíritu de
profecía. Es un hecho reconocido por la Sagrada Escritura y por la autoridad
de la Iglesia... Discutir esta posibilidad... sería desconocer uno de
los carácteres de santidad de la verdadera Iglesia y el soberano poder de
Dios. Nuestra fé se apoya en la Revelación divina. Nadie
está OBLIGADO a creer en las revelaciones privadas, sin embargo, sería muy
reprensible contradecirlas o ponerlas en ridículo, después de la aprobación
de la Iglesia."
Papa Benedicto XIV nos dice:
"Hay que dar fe
humana a las revelaciones privadas aprobadas por la Iglesia",
como son las de Santos canonizados, o los escritos publicados con
imprimatur,con licencia eclesiástica, y que sería temerario
despreciarlas."
San Pedro Canisio:
"Hay menor peligro en creer y recibir lo que con alguna probabilidad
nos refieren personas de bien, (cosa que no está reprobada por los doctos),
antes que rechazar todo con espíritu temerario y de desprecio".
Ezequiel 3,18,
leemos:
"Cuando yo digo al malvado:
"Vas a morir", y tú no
lo amonestas, si no hablas para advertir al malvado que abandone su mala
conducta, de su sangre te pediré cuentas a tí."
continua...