 Casco
Antiguo  Camino de Santiago |
El
Casco Antiguo de Logroño está limitado por las calles: San
Gregorio y sus paralelas las calles Ruavieja y Mayor, que
forman parte del primitivo núcleo urbanístico, al norte,
Muro de la Mata al sur, avenida de Navarra al este y la
Puerta del Revellín al oeste. En el centro están la calle
Portales y la plaza del Mercado. Conserva en su Casco Antiguo
calles estrechas y con nombres medievales como: Herrerías,
Carnicerías, Ollerías y otros. |
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El
Albergue está situado en la parte posterior de la Imperial
Iglesia de Santa María de Palacio, llamada así en recuerdo
de la donación efectuada por el rey Alfonso VII a los canónigos
del Santo Sepulcro, sobre los que se fundó el templo,
más tarde Carlos V le concedió el título de Imperial.
Fue fundada en el siglo XI , reconstruida y ampliada
en siglos posteriores. Dividida en tres naves, tiene adosado
el claustro. En su interior destaca el Retablo mayor,
obra de Arnao de Bruselas y las tallas de la Virgen del
Ebro, románica del siglo XII, y de la Virgen de la Antigua,
también podemos ver numerosos escudos imperiales. En el
exterior destaca su original torre piramidal, asentada
en una corona real, de estilo románico-ojival.
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La
iglesia de San Bartolomé es del siglo XII. Su interior
es románico y la decoración de las iglesias del Camino.
Destaca su portada gótica cuidadosamente labrada. La
torre tiene influencia mudéjar.
Formó parte de
las primitivas murallas y separaba la ciudad del barrio judío.
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El
centro del Casco antiguo es la calle Portales que
se inicia con el Palacio de los Chapiteles, del siglo
XVIII, cerca está la Concatedral de Santa María de
la Redonda, llamada así porque se construyó sobre
un oratorio de forma octogonal. Se comenzó a construir
en el siglo XV y se terminó en el XVIII. Tiene tres
naves, de igual altura, separadas por columnas cilíndricas.
En los laterales hay capillas cerradas por excepcionales
rejas. Entre sus obras de arte podemos destacar: un
cuadro de la Crucifixión, atribuido a Miguel Ángel,
el mausoleo del General Espartero y de su esposa,
el Santo Sepulcro, elaborado en carey, plata y madera
de ébano,
la Inmaculada de Gregorio Fernández y un grandioso
cuadro de Rubens.
En el exterior, la
fachada principal, se abre a la plaza del Mercado,
es como un retablo. Tiene dos torres, "las gemelas",
ejemplo del barroco riojano. |
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Continuando el paseo, por la
misma calle, llegamos al palacio de Espartero, que en la actualidad
alberga el Museo, cerca están la Biblioteca y el Parlamento.
Las
calles de San Juan , del Laurel, del Peso y otras,
paralelas a la de Portales, completan el trazado
del Casco Antiguo.
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La plaza de
El Espolón, con una estatua ecuestre del
general Espartero, actual centro de la ciudad,
es el inicio de la ciudad moderna con amplias
calles y numerosos parques.
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