Fuente: El Nacional.
El asesor económico de la CTV, Aníbal Franquiz –consultado al
respecto- explicaba que "el presupuesto total (anual) de la Confederación no
llega a 50 millones de bolívares. El edificio sede, José Vargas, es propiedad de
Coracrevi, los empleados ganan sólo el mínimo y a los directivos se les asigna a
cada uno una cuota de 50.000 bolívares mensuales" (El Nacional, 23/12/1998).
Carlos Navarro, secretario general de la CTV para el momento
decía: "los aportes de organismos nacionales como el Congreso o las Asambleas
Legislativas, bien utilizados, son necesarios y útiles a la democracia. Prefiero
esto a la ayuda de las empresas". Por contraste, el investigador del Instituto
Latinoamericano de Estudios Sindicales, Rolando Díaz, también citado,
consideraba el asunto como una aberración: "En Venezuela, el sindicalismo nace
muy ligado a la suerte del estamento político. Por ello, cerca de 85% de los
sindicatos registrados en el país pertenecen al sector público y por esta
interrelación se crea la política de los subsidios. Se trata de un sindicalismo
paraestatal".
Otra fuente consultada, el secretario Sindical del Movimiento
al Socialismo, Rodrigo Penso Crazut, recién había concluido un perfil del
movimiento sindical agrupado en la CTV, que arrojó las siguientes debilidades:
Es partidizado.
La mayor parte de los afiliados
son públicos y no privados (la relación es de 70 a 30%).
Es clientelista.
La mayor parte de los
sindicatos incurre en prácticas de corrupción.
No escoge a su dirigencia por
la base.
Pero justo es traer a colación las indagadas fortalezas de la
CTV:
Tiene presencia en todo el
territorio nacional.
Es plural.
Tiene una fuerte articulación
internacional.
Concluía el trabajo destacando que, según los entrevistados,
los sindicatos más corrompidos del país eran los del sector petrolero, la
construcción y el educativo. Veamos los argumentos para cada caso:
Petrolero:
"la proliferación de una práctica conocida en el sector como ‘comisiones
de empleo’ ha causado incluso traslados de trabajadores del interior del
país a Caracas, para protestar por esto. La acción contempla el pago de
un porcentaje del salario de cada trabajador al sindicato al cual está
afiliado, como pago por el empleo conseguido. En marzo pasado, 3.200
trabajadores de Apure protestaron ante PDVSA y la CTV debido a que
fueron extorsionados por dirigentes sindicales ante la comercialización
de los puestos de trabajo".
Construcción:
"la figura de los ‘delegados sindicales’ ha permitido que cada uno de
estos directivos cobre salarios en hasta 12 empresas sin laborar en
ellas. Esta situación ha dado pie a que los delegados no defiendan a los
trabajadores sino que más bien apoyen políticas de las empresas".
Educación:
"existen 13 federaciones nacionales y regionales. Cerca de 4.000
funcionarios adscritos a éstas son sindicalistas a tiempo completo y
cobran cada quincena como docentes del magisterio, del ministerio de
Educación o del ente público que les pague. A cada trabajador del sector
le realizan hasta tres y cuatro descuentos por las diferentes
agremiaciones".
El 7 de abril la denominada Fuerza Nacional Constituyente de
Trabajadores (FNCT), en la figura de uno de sus voceros: Jacobo Torres,
anunciaba el eventual desconocimiento de la CTV, para dar lugar a una nueva
central obrera.
Agregaron "haber solicitado a las comisiones de Asuntos
Sociales y Política Interior de la Cámara de Diputados la apertura de una
investigación por noticia criminis sobre el supuesto cobro, por parte de
Federico Ramírez León –el presidente de la CTV-, de una mensualidad de 1.000
dólares de la partida secreta durante el segundo gobierno de Carlos Andrés
Pérez, hecho referido por Ignacio Betancourt, ex secretario privado de CAP, en
un artículo publicado el pasado 4 de febrero" (El Universal, 08/04/1999).
Ramírez León había convocado el mismo día de la declaración
de Torres a un congreso extraordinario de la Confederación, con la finalidad de
aprobar algunas reformas internas que condujeran a un tipo de elección más
directa de los dirigentes federativos y sindicales. Mientras, el aludido Frente
convocaba para el fin de semana a la primera asamblea nacional para discutir la
posibilidad de crear una central obrera identificada con el chavismo.
El dirigente sindical del MAS, Gustavo Mujica, denunció el 18
de julio que la dirigencia de la Federación Campesina –de afinidad política
adeca- podría estar incursa en irregularidades del orden de los 30 mil millones
de bolívares. Se trataba de un perjuicio en contra de un grupo de trabajadores
del campo y del agro, puesto que la federación "vendió a un solo comprador,
Osmer Becerra Barrios, 29 tractores a 20 millones de bolívares cada uno, cuando
su precio rondas los 600 millones; taladros y otros equipos por 217 millones y
galpones en Guacara por 500 millones de bolívares", cuando su valor en el
mercado era muy superior (El Universal, 19/07/1999).
Los dirigentes agrarios Nelson Martínez, Américo Pernalete e
Iván Kilin Camacho habían tomado la sede de la Federación Campesina en apoyo a
las denuncias de Mujica, y solicitado la intervención de la Contraloría y la
Procuraduría.
En plena Constituyente, los asambleístas del oficialismo
Froilán Barrios y Alfredo Peña anunciaron que el Consejo Moral Republicano
recién aprobado en la nueva Constitución investigaría los bienes de todos los
directivos sindicales. Un proyecto de resolución autorizaría para "proceder a la
investigación de los delitos y actos contrarios a la moral y en detrimento de
los intereses económicos de trabajadores, cometidos por dirigentes sindicales en
ejercicio de sus funciones en las centrales nacionales, federaciones y
sindicatos de base" (El Universal, 12/01/2000). El punto se incluiría en
el luego famoso decreto de democratización sindical considerado por la
Constituyente en sus días finales.
Igualmente, en el ambiente estaba el establecimiento de una
comisión electoral con el apoyo del Consejo Nacional Electoral, que procediera
con elecciones en la CTV, CUTV, CGT y Codesa por la base y donde se asegurara la
participación de "obreros, empleados, campesinos, asalariados, profesionales,
científicos, hombres y mujeres de la cultura que trabajen por un sueldo con una
relación de dependencia". Al final se incluyó la realización del célebre
referéndum para que la población decidiera, además, por la realización de
elecciones sindicales para una central unificada, realizado en diciembre de
2000, junto con las elecciones de concejales y juntas parroquiales.
Federico Ramírez León cuestionó el decreto de democratización
por violatorio de los derechos sindicales y de normas mundiales consagradas por
la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
— Una cosa es que nosotros solicitemos colaboración, pero
otra cosa es aceptar la imposición de una comisión electoral que organice las
elecciones de los sindicatos, gremios y confederaciones... eso es violatorio.
Quiero recordar que fue Luis Miquilena quien pidió a la CTV que suspendieran las
elecciones convocadas para el 27 y 28 de octubre de 1999, pues podían entorpecer
las labores del Consejo Nacional Electoral en los preparativos del referéndum
aprobatorio de la Constitución del 15 de diciembre (El Universal, 13/01/2000).
Con respecto al anuncio de Peña y Barrios, expresó:
— Que me revisen. Que las hagan. Nosotros no estamos cerrados
a eso. Las investigaciones no pueden ser usadas como una medida de intimidación,
de amenaza... No podemos aceptarlo porque amenazan la dignidad de los sindicatos
y de los trabajadores –precisó.
La OIT emitió una primera condena internacional cuestionando
la inconstitucionalidad del decreto de democratización sindical planteado. "El
decreto sufre de vicios muy grandes. Viola toda la filosofía de derecho laboral
mundial y los convenios 87 y 888 de la Organización Internacional del Trabajo",
explicó el representante regional Luis Anderson (El Universal, 18/01/2000).
— Se generará una reacción internacional condenatoria, que
puede llegar hasta el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que han
expresado su preocupación por el cumplimiento de las normas laborales –añadió-.
El proceso tiene que ser voluntario. No se hace con un decreto.
Finalizada la Constituyente, Froilán Barrios acudió a la
Fiscalía y solicitó que cuatro sindicatos fueran investigados por manejos
dolosos en sus finanzas:
El Petrolero del Distrito
Federal y estado Miranda.
El de la Construcción del
estado Zulia.
Fapicuv, que agrupa a los
profesores de los colegios tecnológicos universitarios.
Sindicato Unico de Empleados
Públicos del Ministerio de Hacienda (Sunep-Hacienda).
—– El lunes vamos a entregar otro grupo de denuncias acotó el
ex constituyente a las puertas del Ministerio Público-,. Ellos estarían violando
los artículos 437, 438, 440 y 441 de la Ley Orgánica del Trabajo. Por eso
continuaremos investigando e iremos más allá de los sindicatos de base, hasta
llegar a las federaciones, porque también vamos a indagar los casos de
Fedepetrol, Fetrahidrocarburos y la CTV (El Universal, 02/02/2000).
Al final salieron los decretos sindicales y el presidente de
la CTV anunció sus impugnaciones mediante una estrategia de amparos. "Colocan al
CNE como única autoridad electoral de los procesos sindicales y eso está contra
la libertad sindical" (El Universal, 10/03/2000). El 1º de mayo la Disip
tuvo que movilizarse al edificio José Vargas, sede de la Confederación. Habían
colocado un niple en un matero y realizado las llamadas de rigor para el alerta.
Los volantes estaban firmados por un Frente de Resistencia de los
Trabajadores de Venezuela: "esta es una operación llamada Santa María
Iquique y tiene la finalidad de reivindicar a los trabajadores, que siguen
siendo utilizados por las cúpulas partidistas" (El Universal, 02/05/2000).
El 1º de septiembre, unos 600 representantes chavistas de
todo el país agolpados en una de las salas de Parque Central, crearon la Fuerza
Bolivariana de Trabajadores (FBT). Luego de cantar el himno nacional, hablaron
en orden: el dirigente sindical José Khan; Lino Martínez, ministro del Trabajo,
Isaías Rodríguez, Vicepresidente de la República ; y el diputado del MVR,
Nicolás Maduro.
El ministro Lino Martínez habló así: "cuando hablamos de
corruptos se piensa en los grandes jerarcas adecos o copeyanos. A esos hay que
borrarlos, pero hay que borrar también a los corruptos de nuestras filas... Hay
que sacar de adentro esa cultura del sindicalero. Hay que devolverle la
soberanía a los trabajadores" (El Universal, 02/09/2000).
Manuel Cova, miembro de la cúpula de la CTV, reaccionaba
diciendo que "a la CTV no la destruye nadie, mucho menos este tipo de personas
que se hacen llamar dirigentes sindicales bolivarianos que, por cierto, han
permanecido callados ante la grave situación que hoy atraviesan los
trabajadores" (El Universal, 02/09/2000).
El presidente Chávez intervino en la clausura del evento de
la FBT y en su característico tono provocador, sentenció: "señores de la CTV, la
Fuerza Bolivariana los va a arrasar, a echar" (El Universal, 02/09/2000).
Ramírez León respondió al reto del Presidente: "Si no fue
demolida por Pérez Jiménez con sus diez años de dictadura, mucho menos la va a
demoler Chávez. Eso es parte de una política de intimidación que, desde luego,
le ha dado buenos resultados electorales" (El Universal, 05/09/2000).
— ¿Qué motiva al Presidente a querer arrasar con la CTV? –se
le formuló una pregunta.
— Lo que pasa es que no tiene con quien pelear. Por eso
nuevamente invita al combate. Pero nosotros estamos tranquilos, no negamos el
derecho que ellos tienen, como lo hicieron, de constituir una fuerza política,
aunque para eso utilicen los recursos del gobierno y el poder. Chávez lo que
pretende es tener una CTV sumisa, de rodillas ante su inconmensurable poder.
Pero la CTV no se amilana, no se intimida (El Universal, 05/09/2000).
La Fuerza Bolivariana introdujo en la Asamblea Nacional un
proyecto de Ley Orgánica de Protección de las Garantías y Libertades Sindicales,
con el propósito de darle piso jurídico al referéndum sindical. "Los
trabajadores podrán actuar para que sean elegidas todas las juntas directivas de
sindicatos y federaciones que tengan sus períodos vencidos , para así exigirles
que rindan cuentas y, en caso contrario, ejercer el poder revocatorio para
elegir una dirigencia que responda a sus intereses", argumentaba el diputado
emeverrista Nicolás Maduro" (El Universal, 03/10/2000). La Causa R
también introdujo otro proyecto con el mismo fin.
El parlamento aprobó la ley el 10 de octubre utilizando toda
la fuerza del chavismo: 106 votos de un total de 165. Se despejaba el camino
para la realización, además, de un referéndum el 3 de diciembre inmediato.
Una vez más el presidente Chávez lanzó "plomo grueso" sobre
la humanidad de Ramírez León y la CTV: "Y vaya usted al quinto infierno... Vaya
y busque refuerzos del mismísimos Satanás... Nosotros sabemos cómo combatir con
él... Ustedes, dirigentes sindicales, representan aquí mismo los intereses de
Satanás... Hay que destapar la olla podrida de la corrupción... Una de las ollas
más podrida es la de la CTV... ¿Qué fue la CTV durante muchos años?... Se les
acabó la manguangua... Es el momento de liberarnos de las cadenas de ese viejo y
corrompido sindicalismo que instaló el partido Acción Democrática hace más de 50
años"(Unión Radio, 26/11/2000).
Un aspecto antes no tomado en cuenta y propuesto con motivo
de la aprobación de la nueva Ley de Libertades Sindicales obligaría a los
dirigentes obreros a presentar una declaración jurada de bienes, tal cual
funcionarios públicos. No obstante, la Fiscalía anunció que había abierto
investigaciones a los máximos directivos de la CTV: Federico Ramírez León, como
presidente; y a Carlos Navarro, como secretario general.
— Es un hecho conocido que quienes dirigen estas
instituciones laborales las han convertido en un antro de perversidades
administrativas –apoyaba la acción el ministro del Trabajo, Lino Martínez,
apenas tres semanas antes de realizarse el referéndum sindical de diciembre
(El Universal, 27/11/2000).
El propio fiscal Javier Elechiguerra aseguraba en unas
declaraciones posteriores que "la Confederación de Trabajadores de Venezuela ha
sido uno de los órganos más corruptos que ha habido, quizás, o sin el quizás, ha
servido para el enriquecimiento grosero y vulgar, y ha pervertido totalmente el
ejercicio sindical... Uno de estos dirigentes, producto de tantas elecciones,
este año no pudo hacer uno de los dos viajes a Europa con toda su familia"
(Globovisión, 28/11/2000).
Al calor de los días finales de la campaña electoral para el
referéndum del 3 de diciembre, Nicolás Maduro propuso juzgar a los dirigentes
sindicales de la CTV por "traición a la patria", porque estimulaban la toma de
decisiones contra Venezuela desde el exterior (Unión Radio, 29/11/2000).
Bill Jordan, secretario general de la Confederación
Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (Siols), junto a la dirigencia
de los diez sindicatos más poderosos del mundo, convocados a Caracas por la CTV,
anunció que "todo el arsenal de la Siols, compuesto por 150 millones de
trabajadores en el mundo, se pondrá en marcha contra Venezuela. El gobierno ha
querido minimizarnos pero no nos conoce. Ya el referéndum viola en sí mismo el
convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo, porque no se puede
pensar en convocar a militares, empresarios y religiosos para promover la salida
de sindicalistas que no los representan" (El Nacional, 30/11/2000).
Al presidente Chávez no le gustaron las amenazas y señaló:
"perro que ladra no muerde... Ellos son unos aliados de los sectores poderosos y
corruptos del mundo. Que nos bloqueen si pueden... No me quitan el sueño para
nada esos señores... Son unos ridículos (El Universal, 01/12/2000).
Desde el flanco de la Contraloría, Clodosbaldo Russián
recordó que, producto de una resolución interna del ente, todos los funcionarios
sindicales tenían 60 días para consignar su declaración jurada de bienes. "Yo
aspiro a que cada uno de estos funcionarios declare, de lo contrario la
Contraloría se los solicitará formalmente" (Globovisión, 01/12/2000).
Las cifras oficiales del referéndum fueron anunciadas por el
CNE el jueves 7 de diciembre, sobre un escrutinio de 99,84% de los votos: el
"sí" obtuvo 1.662.750 sufragios, el "no" 719.771, los votos nulos sumaron
280.002 y la abstención se colocó en 76,17%. Tras los resultados, la CTV volvió
a iniciar un proceso de organización de elecciones, pero luego decidieron
abandonar temporalmente los cargos, tal como lo anunciaron el 6 de diciembre.
— Tenemos que ir a elecciones. Tenemos que facilitar la
transición. No puede ocurrir una sustitución por la fuerza y tampoco se pueden
tomar decisiones unilaterales –justificaba Federico Ramírez León la toma de
posición (El Universal, AP 06/12/2000).
Carlos Ortega, presidente de la Federación de Trabajadores
Petroleros (Fedepetrol) compartía el punto y a los efectos dijo: apoyaremos la
iniciativa de la CTV y abandonaremos los cargos para convocar a elecciones en
breve plazo. Por cierto que sobre este dirigente, organizador de tres huelgas
petroleras contra Petróleos de Venezuela en lo que va de la gestión de Chávez,
recaía una acusación. La Fuerza Bolivariana de Trabajadores aseguraba que "ante
el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción
del estado Monagas, cursa una demanda interpuesta contra Carlos Ortega, acusado
de cobrar 30 millones de bolívares a un sindicato de Maturín para permitir la
afiliación a Fedepetrol" (El Nacional, 19/03/2001).
Los dirigentes del FBT que dieron la cara por la información
fueron: Agustín Prieto, Eris Ramírez, Julián Perozo, Arturo Morgado y Pedro
Sandoval.
— El dinero fue entregado a Luis Roberto Medina y a Olegario
Núñez, de la oficina de consultoría jurídica de Fedepetrol –aseguraron.
Pero la idea de la transitoriedad surgida tras la renuncia a
los cargos de la dirigencia de la CTV, no fue del agrado del diputado Nicolás
Maduro: "los que estaban presidiendo ese órgano sindical no pueden ser los
mismos que nombren a los que permanecerán en los cargos directivos en el período
que dure la transición" (El Universal, 08/12/2000).
Varios integrantes de la agrupación Izquierda Democrática,
Luis Manuel Esculpi, Enrique Ochoa Antich, Aníbal León, Gonzalo González y José
Gómez Febres; solicitaron al CNE un pronunciamiento sobre la legalidad del
referéndum efectuado, porque "de acuerdo con la ley, ninguna autoridad puede
ordenar la disolución de un sindicato. Por tanto se asume que la suspensión de
ahora es producto de un mandato directo del soberano, por lo cual el referéndum
deja de ser consultivo para convertirse en aprobatorio" (El Universal,
09/12/2000).
La Asamblea Nacional dominada por el oficialismo decidió el
12 de diciembre, amparada en las disposiciones transitorias de la Ley de
Democratización y Garantías Sindicales, "prohibir la enajenación de los bienes
de la CTV".
— Esto a los fines de que los bienes o propiedades de esas
organizaciones, que realmente son propiedades de los trabajadores, no puedan ser
distraídos, si fuera el caso, u ocultados –aclaraba la situación el diputado
Luis Franceschi, de la comisión de Desarrollo Social (Unión Radio, 12/12/200).
Por mandato de la misma Ley, el Consejo Nacional Electoral
venía organizando la realización de elecciones en la estructura sindical. Han
aplazado el proceso varias veces y lo más curioso es que sus principales
promotores, es decir, la Fuerza Bolivariana de Trabajadores, le venían sacando
el cuerpo a la iniciativa planteada por ellos mismos.
Aún así, varios dirigentes pusieron sus nombres sobre la mesa
para optar por la presidencia de una nueva CTV: Froilán Barrios, ahora crítico
del gobierno por el Frente Constituyente de Trabajadores; Alfredo Ramos, una de
las fichas del Nuevo Sindicalismo y de la Causa R; Carlos Navarro, ex secretario
general de la CTV; Carlos Ortega, ex presidente de Fedepetrol; y Rodrigo Penso,
del Movimiento Primero de Mayo. Faltaba por definir si Nicolás Maduro u otro
dirigente del MVR se animaba a participar por el oficialismo, pero a última hora
los nombres que figuraban por el chavismo eran Pablo Medina y Aristóbulo Istúriz,
ambos de Patria para Todos. Finalmente, el oficialismo decidió apoyar la
candidatura de Aristóbulo Istúriz y, aparte, Reina Sequera del MVR también lanzó
su candidatura individual para los comicios pospuestos para el 25 de octubre de
2001.
Se calculaba que para las elecciones a efectuarse
originalmente a partir del 25 de septiembre de 2001, si no surgían contratiempos
de última hora, participarían unos 2 millones de trabajadores, buscando la
legitimación directiva en unos 3.281 sindicatos y federaciones nacionales y
regionales. Sólo el costo para elegir un nueva directiva en la CTV superaba los
120 millones de bolívares en tarjetones y material electoral. Luego de algunas
demoras injustificadas se conoció el triunfo de Carlos Ortega, cuestionado
inmediatamente por el candidato del oficialismo, Istúriz, y en general por el
gobierno que no reconoce la existencia de un nuevo presidente de la CTV. Las
denuncias por corrupción contra la dirigencia sindical no pasaron de allí.