Crítica a los Críticos
IV. Los intereses creados

Flavio Cocho Gil

De la crítica que es apología del delito hemos hablado, aquella que ensalza lo que degrada a la especie humana en ausencia de toda consideración ética por el mero hecho de "ser estéticamente bella y psicológicamente muy atenazante". Hemos reflexionado también sobre aquella crítica que incluso puede resultar una maravillosamente nueva creación literaria... pero que, en justicia, no podemos considerarla cabalmente como crítica, pues en ella la obra original que debía ser analizada de hecho se esfuma para servir como pretexto de una nueva creación. Pero, volviendo al punto, ¿qué otras críticas pudieran hacerse a ese fragmento inédito de La Divina Comedia, "con sabor a la Nietzsche", con el que se inició este ensayo? En los tiempos que corren me parece que tres modalidades serían los representativamente mayoritarios:

"Breve es el fragmento literario que hoy analizamos pero ¿qué importancia tiene esto si, valga el ejemplo, un genio inmarcesible del romanticismo como Puschkin se distinguió por la brevedad y concisión de sus obras? Un mérito indiscutible de esta nueva aportación literaria es la creativa aparición de un nuevo Virgilio que no soñó Dante en su obra original: ya no es este nuevo Virgilio un poeta bucólico a la manera de Horacio ni un imitador de Homero al describir épicamente un infierno que a Dante le sugirió su obra... No, el nuevo Virgilio es la representación de la profundidad contradictoria de la vida misma... No preconiza "lo blanco o bien sólo lo negro, lo bueno contra lo malo" como únicas alternativas, no es anunciador de virtudes inalcanzables y por ello irreales ni tampoco es inquisidor cruel de pecados que, más que excesos, son naturales e inevitables comportamientos de la naturaleza humana ...no, lo que se defiende es a la naturaleza humana tal cual es y en tanto que mezcla, tanto de virtudes como de defectos, pues no somos 'lo blanco o lo negro' sino clarososcuros de cuya realidad hemos de partir para superarnos y no de vanas utopías, por ello frustrantes, que no podremos alcanzar. Otro mérito más de este fragmento, pues las buenas aportaciones literarias tienen varias lecturas, es el lograr inducir en la conciencia de cada lector la duda existencial de si 'ARRIBA' está alguien equivocado, pues a los desviados premia y entonces 'ABAJO' debería morar quien en las alturas merecería estar, pues atenaza a los que, llenos de vanidad y egolatría, se disfrazan hipócritamente de virtud. Estos dos méritos son valores creativos que nuestra asociación literaria celebra y que la revista independiente que, contra viento y marea levantamos, siempre defendió: luchar contra el dogmatismo e ir contribuyendo a la formación de una conciencia crítica que sobre todo reflexione sin prejuicios. Por esto nos sentimos honrados acogiendo en su seno a esta nueva contribución literaria y a su autor, a la vez que pensamos que también él se siente honrado con nuestro apoyo..."

Lector, un tipo de crítica como la anterior, alambicada literariamente, ¿por qué se pensará que 'hacer literatura' es sofisticarla?, respirando está la prepotencia de los "mecenazgos literarios", esto es, los intereses creados de mafias intelectuales que infortunadamente pululan no sólo en el arte sino en toda la cultura contempóranea de nuestros días: "son valores creativos que nuestra asociación celebra (...) nos sentimos honrados acogiendo en su seno a esta nueva contribución y a su autor (...) pensamos que él también se siente honrado con nuestro apoyo", éste es el lenguaje de la mafia intelectual que abre las puertas de su clan a un nuevo valor si reconoce su mecenazgo prepotente ...y que cerrarán creando el silencio en torno al nuevo valor emergente si éste no acepta "padrinos" y sólo desea ser él mismo . Estamos pues aquí, otra vez, ante una apología del delito ya no únicamente literario sino social: ¡lo que menos importa en el fondo es la presencia de una nueva literatura, sino la consolidación de la propia "fama" intelectual y su prepotencia social "al proteger" e integrar en el clan al escritor que acaba de emerger!

Un segundo tipo de crítica posible, también apología del delito, se expresa en términos opuestos a la anterior. Pudiera ser así:

"Un seudoautor, escribiente que no escritor, está siendo 'jaleado' y catapultado a las supuestas alturas de la 'fama' por las capillas prepotentes de siempre que se sienten pontífices y autorizados expropiadores de toda la cultura... se nota que ese seudoautor debía ya vivir en contubernio y torcida amistad con las capillas antes de que apareciera su obrita irrelevante, ¡vivimos en un medio enfermo de nepotismo! Pero, yendo al grano, en qué consiste esa obrita que tanto se halaga y que, con falta de respeto a un Dante, han osado denominar "un fragmento inédito de La Divina Comedia"? En un remedo grandilocuente de la verdadera Divina Comedia que pretende ser original 'a la Nietzsche', ¡vaya falta de respeto a Nietzsche que podría ser un ser atormentado pero ese sí un gran escritor!, porque hace la apología del vicio y de las flaquezas humanas ...y aún, no contento el autorcillo con haber cometido tal fechoría literaria, añade unas parrafadas más, supuestamente filosóficas, en las que confunde en su ignorancia lamentablemente lo que fueron Nietzsche, Lutero, Anatole France, ¡e incluso hasta San Agustín!, un buen y urgente cursillo de literatura de bachillerato le hace buena falta. Lo digan o no lo digan las 'capillas ilustres' que nos aplastan literariamente ...el lugar y foro de esa obrita es el albañal, y después tirar de la cadena".

Una crítica como la anterior sólo expresa el rencor a la valía ajena, el pueblito atinadamente lo llama "mala leche", porque el mundo seguramente nunca apreció la propia, quizá porque no existía ...la frustración lleva al rencor y éste jamás fue generoso sino, por lo contrario, lengua afilada y viperina que también en envidia se transforma: la crítica a "las capillas prepotentes de siempre que se sienten pontífices" sólo delata el deseo callado y frustrado de pertenecer a ellas... es como los amores desengañados por no correspondidos, suelen transformarse en odio. Es obvio que lo anterior también es una apología del delito, que otra cosa no es cubrir de cieno a los demás porque no nos encumbraron ni satisfacieron nuestra vanidad.

En fin, un tercer tipo de crítica que, como las dos de antes, también desfila hacia la apología del delito ...es la crítica inexistente, ¡sí, la inexistente!, sepultar en el silencio y en el anonimato al talento que emerge pues puede poner en evidencia la propia medianía literaria... a ese nuevo talento se le cierran los foros de expresión incluso hasta con hipócritas "justificaciones". Este desviado comportamiento, falta absoluta de integridad intelectual, suele ser privativo no de las muy elevadas y elitistas mafias intelectuales sino de las "de medio pelo y menor cuantía". Y es curioso observar en estos casos que la crítica, ¡envidia!, de las mafias "pequeñas" a las "grandes" la suelen disfrazar de lucha por la democracia y libertad de expresión de toda obra literaria cuando que, en lo concreto y cotidiano, en los foros que estas medianías dominan, cierran la puerta a cal y canto a toda creación literaria que pudiera hacerles sombra. A mí me recuerdan a aquellos que, a la mitad de una escalinata, gritan: "¡libertad, libertad!", a los que están en escalones superiores empujándolos para ocupar su puesto ...sin olvidar, de tanto en tanto, volverse hacia atrás para soltar patadas a los que en escalones inferiores también quieren subir. ¡Y es que es un primor la civilización que habitamos: podría llevar por lema heráldico "luchar en la escalera". El egoísmo construye esas escaleras y no sólo en la literatura ...y lo que también se debe señalar es que en todas las críticas prototipo que llevamos mencionadas lo que menos importa es lo que es realmente una obra literaria en sí, ¡vimos que sólo se traducen en pretextos para defender las ideas y los intereses propios!

Llegados a los extremos anteriores, la posibilidad de una crítica objetiva y sincera a cierta obra sólo, quizá, podría serle posible para el mismo autor que la realizó, "criticarse a sí mismo, pues nadie se conoce mejor que uno mismo" ...cuando logra tener el coraje para hacerlo. Conviene ilustrar la anterior posibilidad intentando yo mismo ser el crítico de mi propia obra, del "fragmento inédito de La Divina Comedia" y del comentario que le sigue.

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oximoron, agosto 2005
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