Adaptación y Selección de Haikus

Por Alfredo Lavergne

 

 

I.    Presentación

 

Si solamente fueran dos los propósitos de esta selección y adaptación, serían:

 

A.- Una manera de corresponder a los poetas que obsequiaron, lo que observaron con sus vivencias en la naturaleza. Una manera de retribuir a los elementos seculares de la brevedad japonesa, que captaron elegantemente imágenes y que nos las entregaron de una manera finísima, al nombrar un sonido o un cambio en el paisaje. Dar gracias sin discurso, a ese don oriental de conocer la brevedad de la vida, a sus fugaces apuntes que resumen y cuentan las mutaciones de ella.

 

B.- Interesar al lector en el género poético que primero llegó traducido desde Francia,  Inglaterra, España, para ser admirado por Julio Cortázar, Mario Benedetti, Nicanor Parra, J. L. Borges, Octavio Paz, Carrera Andrade, etc. Para luego en el tiempo, con su minimalismo y filosofía del vivir, influenciar a la poesía de América; Ernesto Cardenal, Efraín Huerta, José Juan Tablada, Jack Kerouak, etc.

 

Y si existen otros propósitos, son mostrar haikus selectos, para que ellos reflejen los pasos que fueron talando el cerco social de “pasatiempo de la Corte Imperial”, entre el siglo IX y el XI. Para que el lector descubra la labor del haijin (el que escribe, crea o trabaja haikus), en su lucha por sacar a paz y a salvo al estilo, de la posibilidad de agotamiento que generaban las tradicionales y rígidas reglas. Para que aceptemos que el “haiku”, no es una isla que excluyó en su desarrollo, la universal disputa del “Arte por Arte”. Para que tal vez esta muestra libere un poco más a los clásicos y contemporáneos “haijines”, de los comprometedores actuales cocktails diplomatiques y de los viajeros culturales que les asignaron e insisten; el ejercicio laboral de contador silábico o el de defensores del espíritu del viejo Oriente.

 

Shigeji Tsuboi  (1898-1975)

Fragmento de EL FRUTO. Los resultados sociales de la revolución industrial, la influencia de los poetas

europeos, producen en la poesía de Shigeji Tsuboi cambios políticos y estéticos

 

Una tormenta viene desde lejos

Limpia el calor que resta del verano.

Un azul celestial llena la atmósfera

Y nosotros

Nos preparamos para el nuevo espíritu.

 

Kabayashi Issa (1763-1828)

 

La mariposa revolotea

como si desesperara

en este mundo

 

Esta presentación, selección y adaptación personal de haikus, de ninguna manera pretende ser el study que confronta al papel de la naturaleza en esos versos japoneses, con el actual concepto de naturaleza de occidente. Menos aún, entrar en la occidentalización de la poesía nipona o  escarbar en los aportes de ella. Tampoco pretende clasificar y menos encerrar al haiku en estaciones climáticas. En este trabajo sacamos el envoltorio, “haiku poema estival” y a la vez reconocemos, el tremendo aporte de las obras que invitan a una lectura de, haiku poemes saisons-season culture.

 

La imaginaria occidental de la palabra “Estación de calendario”, dificulta la unidad cultural entre el haiku tradicional  y el contemporáneo. Además, el paso del calendario lunar al calendario solar adoptado sólo en 1872, provoca confusión en la clasificación de la palabra y nos conduce al error en el observado. Finalmente, no todos los haijines, asumen esa “obligación”, que tal vez nace de la tarea que asumiera durante siglos el japonés medianamente culto; redactar haiku. Para ellos y no para los poetas, existieron y encontramos cientos de saijikis. Verdaderos almanaques que a través de siglos lucen miles de expresiones “canto poéticas”, “palabras perfumes”, “clichés espirituales ”, categorías evocadoras de momentos; para las estaciones climáticas, para los fenómenos del cielo, de actividades humanas, de la flora y la fauna, etc. Un “diccionario crucigramas”, para cada una de las palabras estivales.

 

En nombre de los muchos trabajos que cooperaron, saludamos en especial a “Haiku”, R.H. Blyth, The Hokuseido Press, Tokio, 1950-1952. A Gloria Ceide-Echeverría; El Kaikai en la lírica mexicana, Ediciones de Andrea, México, 1967. A la antología “HAIKU”, introducción y texto en francés de Roger Munier, prólogo de Yves Binnefoy, Edition Fayard, 1978.  A la “Nihondaisaijiki ”, Gran Antología poética del Japón, dirigida por Mizuara Shuoshi, Kato Shuson y Yamamoto Kenkichi, Edición Kodansha, 1981. El Haiku japonés; Historia y traducción. Segunda edición, Hiperión, Madrid1994. Jaikus Inmortales, Antonio Cabezas. Hiperión, Madrid 1997. A la minimalista joya, Poesía del Deleite, selección y revisión de texto de Álvaro Arellano, con traducciones de Margarita Schutz, Editorial Cuatro vientos, Santiago de Chile, 1997. A la  “Antologie du Poeme court japonais”, presentación, selección y traducción de Corinne Atlan et Zeno Bianu, Edition Gallimard, 2002. En Québec, a HAIKU sans frontières: antologie mondiale, bajo la dirección de André Duhaime, Les Editions David, 1998 y en Francia, a un grupo de  “haijin francais”, Paul-Louis Couchoud, André Faure y Albert Poncin, que presentan al mundo su “Au fil de l`eau”, 1903. Saludamos además, una tradición lejana, el libro, que se afirma común a todos los pueblos.

 

Estos haikus que presentamos, fueron seleccionados por su capacidad en sintetizar la fuerza emotiva del hombre frente a la vida, al objeto, a la naturaleza y en poesía. Por su universal embriaguez por la libertad, por sus rescates del silencio y a medida que se desarrolla el estilo tan japonés, por el grito del poeta individualista que recibe el aporte de otras lecturas.

Lo anterior, en su estilo cargado de filosofía hinduista, budista y confucionista. Pero a la vez, sin apartarnos que todo artista en sí mismo es una revolución o un conservador de sistemas y que la conciencia en las innovaciones de la creación, es posible mediante el hecho social.

Ejemplos:

 

A.- En el lugar que libraran la Gran Batalla Naval los clanes Tairas (Heike) y Minamotos, el célebre Masaoka Shiki, recrea un haiku que nos informa de su posición en cuanto al hecho bélico-histórico, que desintegró al clan de los Tairas.

 

Ah que frescor.

Los heike diezmados

y el ruido de las olas

 

B.-  Yashima, poeta de cantos NÔ, en el momemtum de la Poesía japonesa tradicional, denominada “Período de Muromachi” (del fin del siglo XIV al final del siglo XVI) relata esa lucha entre clanes que termina en 1185, en su “Recuerdos de Dan-no-ura”.

 

C.- La Armada Imperial japonesa intervino más allá de sus fronteras el 13 de diciembre de 1937 y la cultura recreadora del poeta oriental integró el cambio y el hecho histórico a su labor. El samurai, el hara-kiri, la desaparición de Aedo, las persecuciones religiosas, los nuevos continentes, les annés lumiéres, las guerras internas y la primera mundial, el clan Hirohito, los kamikaze, la democracia impuesta, la píldora anticonceptiva, la industrialización, las batallas de la mujer, la cibernética, la bomba atómica destruyendo la naturaleza...y el poeta frente a, escribiendo de, huyendo para, observando o en ella.

 

Kabayashi Issa (1763-1828)

 

Un mundo

que sufre

bajo un manto de flores

 

Watanabe Hakusen (1913-1969)

Fue arrestado junto a Saito Sanki, Hirahata Seito y otros haijines, por la policía de seguridad pública en 1940. Sólo el “arte-patriótico” era autorizado y estimulado bajo el estricto control del Estado.

 

Repentinamente la guerra

De pie

Al fondo del corredor

 

Bandera del sol naciente.

Yo la ofrezco

al océano

 

Sumitaku Kenshin

Poeta que incluimos en los selectos del siglo XX

 

Suspendida en la noche

la bolsa de suero

y la blanca luna.

 

Morse por la noche.

El viento

envía un SOS.

 

En general, estos poemas fueron recibidos de traducciones y fueron adaptadas al castellano chileno, gracias al porfiado aporte de mis amigos Gilles Michuad, Mitsuo Horiguku, Jonh Horton y a mi limitado conocimiento de los idiomas que en esta labor nos permitieron seleccionar no sin defectos. No sin defectos. ¿Cómo imperfecto es el arduo trabajo por la originalidad en poesía?

 

A.- Yamagushi Sodo (1643-1716)

 

Esta primavera en mi cabaña

Absolutamente nada

Absolutamente todo

 

A.- Masaoka Shiki (1867-1902)

 

Primavera en el hogar.

No hay nada

y sin embargo hay de todo

 

 

B.- Mukai Kyorai (1651-1715)

 

El hombre

Que está labrando la tierra

Parece inmóvil

 

B.- Masaoka Shiki

 

Toda la jornada

Siempre en el mismo lugar

Trabajando la tierra

 

 

C.- Hobayashi Issa (1763-1827)

 

Pareciera que el sapo

Va a expeler 

una nube

 

C.- Masaoka Shiki

 

Crepúsculo matinal.

El hocico de la rana

exhala la luna

 

 

D.- Natsume Soseki (1865-1915)

 

Sobre la montaña florida

Sueltan los caballos

En el cielo otoñal

 

D.- Masaoka Shiki

 

Cuando se derrite la nieve.

¡Sueltan los caballos

en el pueblito!

 

 

E.- Konishi Raizan (1657-1706)

 

Mil pequeños peces blancos

Como si hirviera

El color del agua

 

E.- Masaoka Shiki

 

Un cardumen de truchas

Pasó ante mis ojos

El color del agua

 

 

F.- Natsume Seibi (1749-1816)

 

El espantapájaros

Parece humano

Cuando llueve

 

F.- Hobayashi Issa

 

Ocurre en los humanos

Y también con los espantapájaros

No son derechos

 

F.- Masaoka Shiki

 

 ¡Cómo el hombre!

 En noches de luna llena

 el espantapájaros es miserable

 

 

G.- Matsuo Basho (1644-1694)

 

¿Es primavera?

La colina sin nombre

se perdió en la neblina

 

G.- Yosa Buson (1715-1783)

 

Bajo la lluvia de verano

El sendero

Desapareció

 

 

H.- Yosa Buson

 

En silencio

Antes de la llegada de los anfitriones

Las peonías

 

H.- Oshima Ryota (1718-1787)

 

Sin palabras la anfitriona

El invitado

Y el crisantemo blanco

 

¿Qué es un haiku?

 

La huella de la historia del haiku, remonta a los estudios de la primera antología poética reunida en el año 760 de la Era cristiana, Poemario de diez mil hojas y a los de la antología de poesía japonesa Korin-waka, recopilada por orden Imperial el año 905 del mismo calendario. En esa publicación y específicamente en su sección titulada Kaikai o “poemas libres”, descubrimos Tankas, la literatura más antigua del Japón,  poema de 31 sílabas (5,7,5,7,7). Estos son poemas de menor extensión y más simples que la poesía tradicional de la época.

 

El haiku, es un cambio o enfrentamiento dentro de los afilados metales de la tradición poética japonesa.

De la publicación, Korin-Waka, 905 y específicamente de su sección Kaikai, surgen nuevas formas de expresión poética. Una de ellas es la “Renga”, que es una variación del tanka. También de 31 sílabas, se compone de dos partes, la primera de 17 sílabas (5,7,5) y la segunda de 14 sílabas (7,7). En aquellos tiempos eran exclusivas de nobles y cortesanos. Una vez al alcance cultural de la plebe, siglo XVII, la burguesía introduce cambios, la vulgariza y genera el denominado Kaikai-renga o “renga humorística”. En la renga, un primer poeta crea los tres primeros versos, para que luego otro forme un texto continuo. De esta continuidad de estrofas y del “colage” de letras adjuntadas al Kaikai-renga, poema de longitud variable trabajado por dos o más poetas y compuesto de preguntas y respuestas, poco a poco la estrofa inicial del primer poeta, 5/7/5 sílabas, el  Hokku o Kaikai-hokku, se independiza y se presenta el haiku.

 

Entonces, el haiku deriva indirectamente de la tanka  y el término Kaikai (haiku), nace de la contracción de varias palabras, kaikai no kokkuo o  “versos del comienzo” del  Kaikai-renga y existe un consenso al afirmar que el haiku es un poema breve, que se desprende de uno de más extensión, para nacer en nuevo estilo poético.

Ahora, podemos encontrar el aporte de esta evolución al juego poético latinoamericano del Quebrantahuesos  y a la vez, descubrir un parecido con los últimos tres versos de la seguidilla española, en el terceto que normalmente no se usa solo, sino encadenados (Ejemplo: en el soneto) o en la forma estrófica menor que recibe el nombre tercerilla.

 

Avaro miserable el que encierra

La fecunda semilla en el granero,

Cuando larga escasez llora la tierra.

 

V. Ruiz de Aguilera

 

Granada, Granada

de tu poderío

ya no queda nada.

 

Villaespesa

 

Y nos recuerda Mario Benedetti en la introducción de su Rincón de Haikus, uno de los bellos poemas del haijin español, Juan José Domenchina: Pájaro muerto / ¡Qué agonía de plumas / en el silencio!

 

Nosotros anotaremos que la redacción tradicional del haiku japonés, es en una línea y que el haijin y pintor Yosa Buson, la define como “un círculo sin fin”. La presentación occidental en tres versos, es un corte destinado a escarbar en las grietas de la métrica del poema y en su sonora original caligrafía. Bajo el aporte de la poesía occidental, Takayanagi Shigenobu y otros poetas contemporáneos, dispersan el haiku en dos o cuatro “versos”. Así también trabajan algunos traductores:

 

Pobre, pobre, sí pobre,

la más pobre de las provincias,

y sin embargo,

siento este frescor.

 

Margarina Schulyz

Haiku de Kobayashi Issa

 

Cuando canta la cigarra,

cuando canta,

canta en coro

y el sol muere.

 

Fernando Rodríguez-Izquierdo

Haiku de Ogiwara Seisensui

 

Mi cuenco de mendigar

Acepta hojas caídas

 

Vicente Haya – Hiroko Tsuji

Haiku de Taneda Santoka

 

Diremos que el Haiku es un sector poético resumido de fórmulas antiguas, poema cargado de elementos de la naturaleza ligados al culto animista shinto, ejercicio espiritual, suspiro escrito, poesía del deleite, versos del “alma del Japón”, voluntad de ordenamiento del mundo, la capacidad del poeta japonés que observa y sintetiza su contacto con la naturaleza, el arte de sugerir un estado interior sin describirlo, inmediatez minimalista, referente de la estación climatérica representada y vivida por el poeta, la gran altura del precepto estético del oriente. Agregaríamos a esas “tradicionales definiciones”, la existencia en la carne y el beso en la piel del poeta. La palabra cargada de budismo Zen y caligrafía de cultos peregrinos. El espejo intelectual y el espacio poético propio del poeta japonés...orientalizando otros estilos.

Apuntemos del ensayo La occidentalización de la Poesía japonesa de Alfonso Barrera V., Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana,1970, que nos sugiere;  “Salvado el respeto que merece la tradición (japonesa), que las formas de poesía antigua, no pueden ocultar, en su juego de preceptos, algo de receta casera o de tarea escolar”. Y que el haiku sufrió no pocos cambios, tanto en el sentido estético como en la expresión, con los empujones que la técnica dio al mundillo metafísico, en las crisis sociales del hombre en Asia y en la occidentalización por los viajes interculturales del estilo.

 

Akiko Yosano (1878-1942) Mujer

Poeta de pasión, de marcado romántico pacifismo

y precursora de la liberación de la mujer.

(Traducción de Alfonso Cabrera, enmendada.)

 

Tú, que partes hoy

Oh maravilla

- los cerezos en flor -

Sabrás en Francia que el sauce retoñó.

 

Shiki (1867-1902)

 

Las noches son breves

¿Cuántos días más

aún por vivir?

 

Taneda Santoka (1882-1940)

 

Otoño

La desgracia y nada más

Yo continúo mi viaje

 

En su forma autónoma el haiku evoluciona en las escuelas de Teikoku (1571-1653), Shofu, TeimonDaurin, en otros movimientos, en grupos de haijines y en los maestros del “ejercicio espiritual escrito”. Encontramos una selecta lista de poetas que se repiten y llenan los ojos de lectores, poetas, académicos e intelectuales occidentales: Basho (1643-1694), Buson (1715-1783), Issa (1763-1827), Shiki (1866-1902), Kawabata Bosha (1900-1941) y Akiko Yanakiwara, Mujer, con su haiku:

 

El bote se aleja

Y forma un camino blanco

Mi dolor y su huella

 

En el año 1882, aparece un libro llamado Colección de poemas de estilo nuevo y se considera que este trabajo estatuye el origen de la poesía japonesa contemporánea. Pero ese es otro lejano trabajo.

 

Montreal, 2004.

 

 

 “Avant-propos”:

 

Debemos recordar que el japonés es una lengua que nació y se desarrolló con bastante formalidad antes de transitar de la oralidad a la escritura, en boca y manos de monjes chinos budistas (taoístas dicen ciertos papeles).

Sin embargo, el japonés tenía ciertos conceptos, en particular verbales, que el alfabeto pictográfico chino, llamado Kanji, no podía presentar. De allí se desarrolló el Hiragama, que es un alfabeto fonético con 46 signos basado en las cinco vocales rejuntadas con las consonantes. El Hatakana es idéntico en concepto al Hiragana y se llama Kana en conjunto, pues tiene los mismos 46 sonidos, pero con signos distintos. Si bien ambos son fonéticos, se usan para palabras de distinto origen. Las de origen japonés se escriben con Hiragana.  Por ejemplo: Co-hi, escrito en Romanji, se escribe en Katakana, pues significa café y deriva de la palabra inglesa, coffe.

Con lo cual, tenemos que una palabra en japonés te puedes encontrar con los tres alfabetos escritos simultáneamente.

De lo anterior llegamos al Romanji, que no es más que una súper simplificación al escribir las 46 sílabas standard, del japonés usando el alfabeto romano. Ósea el ASCII, lo cual lo hace muy práctico para nosotros “haijin escribanos”...ese algo en japonés de vez en cuando, en teclado “teclado no oriental”.

Otro detalle, debemos recordar al lector que no sabe o poco del idioma japonés, que es extremadamente difícil entender todas las sutilezas que los japoneses hacen al escribir, pues el kanji está formado por pictogramas que tienen ciertos patrones, raíces gráficas y que al escribir se hacen a propósito juegos de palabras gráficas... aún más en poesía.

 

Finalmente, que las aves más importantes de la poesía japonesa, el hototogisu (ave de bello canto) y el uguisu (ave de hermosos colores), son definitivamente “indomables” y menos aún adaptables al idioma de este trabajo (las defienden un mundo de haikus). Dejaremos en la papelera los acercamientos del uguisu con aves de América y los del hototogisu con el cuclillo, ruiseñor, colibrí, cuco, etc. Entonces, sin caer en transformismos lingüísticos y continuando en la adaptación, que también nos marca límites, saludaremos a la revista Hototogisu que aparece el 15 de enero de 1897

 

Alfredo Lavergne. Santiago de Chile, 2005.

 

 

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