La Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, cuya construcción oficial data
de los años 1543 a 1545, es realmente una joya arquitectónica;
constituye sin lugar a dudas el centro de mayor interés, pues consta de
una sola nave, con su bellísimo altar mayor y el púlpito, tallado en
madera de fino cedro y dorado con laminas de oro puro, además de todo
esto, hay muchas otras piezas trabajadas en plata maciza, las paredes
laterales están conformados por excelentes retablos de estilo barroco e
impresionantes iconos religiosos.
La Iglesia de Santo Domingo se ubica sobre uno de los lados de la Plaza Mayor
dispuesta longitudinalmente a ésta y orientada al nor este,
presenta una sola nave de 55 m. de largo y 9.60 m. de ancho, no
posee crucero y el presbítero remata en un ábside de plano.
Está construida con gruesos muros de
adobe de 1.80 m. de ancho promedio y de 8.50 m. de altura, exteriormente
existen contrafuertes prismáticos de dimensiones irregulares que varían
entre 1.70 y 2.50 m.
La techumbre es de doble vertiente, tiene
una cumbrera, vigas secundarias, tijerales intermedios y vigas soleras,
cubierta de torta de barro y tejas.
La fachada presenta detalles
significativos, los dos pilares que sostienen el arco rebajado,
encierran una decoración de retablo polícromo.
Se mezclan en ella elementos estructurales decorativos con pintura de
iconografía litúrgica o reminiscencias antiguas en colores ocre,
azul y blanco.
Al centro sobre su portón, hay una
semicircunferencia en abanico con trece querubines, a la mitad culmina el
portón con una pequeña paloma blanca.
El complejo desarrollo de esta
fachada retablo combina gran número de elementos estilísticos de
diferentes tradiciones, amalgamando rezagos ornamentales
renacentistas e isabelinos que combinados, resultan formas
platerescas de gran movimiento que se manifiestan en las columnas
candelabro, con profusa ornamentación de follajería en el fuste y
la decoración de medallones de relieves y flores que alternan con
rasgos bárrocos, pintura de
frescas flores de cuatro pétalos, festones y geometrías que se
multiplican hasta producir un concierto de gran plasticidad.
Hacia el interior de la Iglesia el arte
se magnifica en los retablos, son trece los altares adosados a los muros
laterales, el altar Mayor y el púlpito.
Las decoraciones en madera de la iglesia de Tauca están constituidas
principalmente por el Altar Mayor pero existen además otras obras
de notable valor artístico, el púlpito y el pequeño altar
ménsula y la puerta de sacristía.
La decoración del Altar Mayor está elaborada en bajos relieves muy
minúsculos que cubren totalmente la superficie para luego ser
completadas con pan de oro, al igual que el púlpito.
Contrasta la maestría del alarife que construyó el altar mayor y púlpito,
tallados con pan de oro, con la ingenuidad y sencillez del autor de
la composición exterior. El Campanario exento de la Iglesia, empero
mantiene con ella una unidad saltante y al mismo tiempo
vincula esta joya arquitectónica a los restantes edificios de la
Plaza.