SEXUALIDADES

EL VÍNCULO ENTRE EL HOMOSEXUALISMO Y LA PEDERASTIA.

La Dra. Judith A. Reisman, ex profesora de investigación de la American University, veterana investigadora de la pornografía y testigo en calidad de experta ante la comisión sobre la pornografía del fiscal general de Estados Unidos, ha llegado a conclusiones alarmantes respecto del vínculo entre la actividad homosexual y la pederastia (o pedofilia). La agencia noticiosa electrónica WorldNetDaily informó sobre la investigación de la Dra. Reisman en el número de octubre del 2001 de su revista.

Contrariamente a la postura difundida por activistas a favor del homosexualismo, la Dra. Reisman dice que los estudios realizados en torno al tema demuestran que los que practican una conducta homosexual son más propensos a maltratar sexualmente a los niños. Un número significativo de hombres que practican el homosexualismo reclutan varones menores de edad, práctica que se ha facilitado debido a la "educación" sexual hedonista que se imparte en muchas escuelas públicas de Estados Unidos y a programas "educativos" eufemísticamente llamados "programas de diversidad", que les enseñan a los escolares a considerar el homosexualismo como algo normal y aceptable, dice Reisman.

  Contrariamente a la postura difundida por activistas a favor del homosexualismo, la Dra. Reisman dice que los estudios realizados en torno al tema demuestran que los que practican una conducta homosexual son más propensos a maltratar sexualmente a los niños. Un número significativo de hombres que practican el homosexualismo reclutan varones menores de edad, práctica que se ha facilitado debido a la "educación" sexual hedonista que se imparte en muchas escuelas públicas de Estados Unidos y a programas "educativos" eufemísticamente llamados "programas de diversidad", que les enseñan a los escolares a considerar el homosexualismo como algo normal y aceptable, dice Reisman.

La investigación de Reisman, que se ha basado en estadísticas del gobierno obtenidas en 1992, señala que el 9% de entre 86 y 88 millones de hombres heterosexuales maltrató sexualmente a 8 millones de chicas menores de 18 años, lo cual constituye el 25% de todas las chicas de esa edad.

Un porcentaje no determinado de hombres que practican el homosexualismo maltrató de 6 a 8 millones de chicos menores de 18 años, lo cual constituye del 17 al 24% de todos los chicos de esa edad. Ello implica que de 3 a 4 chicos son víctimas del maltrato homosexual por cada hombre que practica el homosexualismo. Sólo 0.09 chicas son víctimas de maltrato sexual por parte de un hombre heterosexual, lo que significa que el promedio de dicho maltrato es que 1 de cada 11 hombres heterosexuales maltrata sexualmente a una chica menor de 18 años.


La Journal of the American Medical Association, la revista de la Asociación Médica de Estados Unidos, publicó los siguientes datos que vienen a corroborar los hallazgos de Reisman: el 50% de las víctimas masculinas del SIDA informaron que, cuando había cumplido los 16 años, ya había tenido relaciones sexuales con un hombre adulto y el 20% de las mismas informó que, cuando había cumplido los 10, también ya había tenido este tipo de relaciones con un hombre adulto.

¿Qué diferencia hay entre pedófilo y pederasta?

A los adultos que sienten atracción sexual, violan, explotan e incluso matan a los niños se les califica indistintamente de pederastas o pedófilos. Sin embargo, estos dos términos no son sinónimos.

La voz pedofilia proviene del griego páis, un sustantivo que se aplicaba exclusivamente a los varones de entre 13 y 19 años, es decir, entre la nubilidad -inicio de la edad reproductiva- y la adolescencia, y de filía, que significa amistad o afecto espiritual. Así pues, los pedófilos o paidófilos, como sugieren algunos helenistas, son aquellos que gustan anímicamente de jóvenes masculinos.

Por el contrario, el vocablo pederasta hace referencia a los hombres que desean sensualmente a adolescentes masculinos, pues procede de eraõ (amar con pasión) y páides (plural de páis).

Para algunos lingüistas, las personas que sienten una atracción sexual hacia los niños y niñas podrían calificarse como paidionerastas, ya que en griego niño es paidion. Los paidionófilos serían los que aman anímicamente a los niños.

Para el amor, ¿no hay edad?

"El amor es atracción involuntaria hacia una persona y voluntaria aceptación de esa atracción", escribió Octavio Paz para describir ese sentimiento que se desarrolla en la pareja, premisa bajo la cual esta debe guiarse para determinar si realmente afecta a su relación una considerable diferencia de edad.

"El amor no tiene edad, pero sí los enamorados. Hay edades en las que se actúa con decisión involuntaria, ya sea impulsiva o pasionalmente", explicó la psicóloga Andrea Musso en el programa El Consultorio

 

 

Cuando existe  una diferencia de edad relevante en la pareja  hay que analizar las discrepancias que pueden surgir a causa de ello, para que la relación sobreviva.

"La principal característica de la madurez es analizar los pros y los contras, y si aún así están dispuestos a correr riesgos, entonces la relación tendrá éxito", expuso la experta.

Diferencia aceptable
Si se habla de una diferencia de edad de entre cinco años a siete, tanto mayor o menor, puede considerarse que no representa un contraste cronológico significativo para la relación. La discrepancia de edad sí es relevante, cuando el tiene 15 años y él 30. Si el tiene 20 años y él 35, es un tipo de enamoramiento que ocurre entre superiores con sus secretarias, por ejemplo.

En este último aspecto, el hombre mayor debe tomar en cuenta que el hombre menor llegará a ser más atractivo para hombres de la misma edad que el, y viceversa. "Hay que llegar a un acuerdo y cerrar un contrato, no legal, sino emocional, para que eso que llamamos amor pueda sobrevivir y florecer"

Los prefiere jovencitos
Cuando un  hombre mayor se interesa por otros más jóvenes puede significar que le atrae el tipo de juventud que no existía en el pasado. A causa de los cambios sociales y tecnológicos, la juventud actual es más liberal y desenvuelta y eso le atrae físicamente. En el pasado las mujeres veinteañeras se casaban jóvenes, con hombres de 35 o 40 años,  debido a las conveniencias sociales del matrimonio.