El parlamentario boliviano, jefe del
partido MAS, líder de cocaleros y candidato presidencial Evo
Morales, anunció que el Gobierno de los Estados Unidos lo quiere
asesinar. Según Morales, su asesinato aparece descrito en un
documento publicado por el National Intelligence Council NIC de
los Estados Unidos, es decir, por la CIA.
En diciembre fue difundido el “Mapping the Global Future 2020”
del NIC, un documento sobre las grandes tendencias mundiales
hasta el año 2020. En dicho documento no aparece ninguna
referencia a Evo Morales e incluso la palabra “Bolivia” está
ausente del texto. La prensa comunista internacional, con un
poco novedoso argumento, rápidamente argumentó que la parte del
documento donde se anunciaban las acciones de “sabotaje contra
Bolivia y Venezuela” fue borrado por la CIA. El hecho ha
servido, en todo caso, como tema para la activísima presencia
internacional de Morales, quien en estos días incluye en sus
discursos una insólita campaña en contra de la elección directa
de gobernadores en su país, para lo cual encontró eco en el
actual Gobierno venezolano.
Para la elaboración del “Mapping”, el NIC realizó encuentros con
expertos internacionales no gubernamentales.
El tema de la seguridad regional fue abordado en el seminario
realizado en julio del 2004 en Santiago de Chile, cuyo resumen
es de pública difusión.
Los participantes en dicho evento afirman que “en los próximos
quince años Latinoamérica seguirá siendo la región de menor
exposición relativa a los conflictos mundiales del siglo XXI.
(...) Comparada con el escenario que enfrentan otras áreas del
mundo, Latinoamérica será una región relativamente pacífica en
los próximos años”. La creciente integración comercial, además,
ayudaría a evitar conflictos interestatales en un vecindario
donde aún persisten por lo menos 20 latentes litigios
territoriales. Advierten sobre potenciales conflictos internos,
en algunos casos con repercusiones internacionales, incluso con
conexiones extracontinentales. El documento enumera las
amenazas:
las guerrillas remanente (no sólo en Colombia) ; poderes
fácticos y actores armados no estatales tales como mafias,
narcotraficantes, y grupos terroristas en alianza con grupos
armados irregulares de la región. Igualmente el documento señala
que en Paraguay, Bolivia, Guatemala y Venezuela se registran
fuertes tendencias hacia la reversión democrática y la
militarización.
Previene sobre la falta de inserción política e inclusión social
de comunidades indígenas que podría llevar a que grupos
irredentistas convoquen a la insurgencia armada.
Igualmente menciona “áreas sin control pleno del Estado” tales
como varios departamentos de Colombia, la frontera
venezolano-brasileña y venezolano-colombiana, Cochabamba en
Bolivia, y zonas costeras de Haití.
El NIC advierte sobre el impacto para la seguridad regional que
tienen los vacíos de Estado en zonas como Cochabamba, justamente
donde hoy en día las carreteras permanecen bloqueadas por
órdenes de Morales.
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