* El camino de vuelta - que sale de matriz (3), resbala entropicamente hacia matriz (2) y se estaciona en el atractor trivial matriz (1) - se transita como consecuencia del voto negativo que presenta alguna subrred a�n indiferente, al final de su espec�fico an�lisis de base cognitiva. La din�mica ascendente gira sobre s� misma barranca abajo. Esa desestabilizaci�n ocurre sobre todo en momentos cuando los GL esclavizados no tienen estructura suficiente como para prevalecer.
* �C�mo se sabe si el esfuerzo antientr�pico requerido hasta ahora debiera discontinuarse? En el caso general, no hay manera segura de reconocerlo. En muchos casos particulares se tiene la suerte de detectar "progreso". Sin
* El fracaso no es total, porque los mecanismos hebbianos garanten un refuerzo positivo de las v�as que se han usado para la tarea. Esas v�as sirven en menor medida si las subrredes, entre todas, hubiesen optado por la soluci�n entr�pica de "abolir el pensamiento" (De Bono), no escalando la barrera entre la matriz (1) y la (6). Esto no se aprecia en el ejemplo. Este supone que es la primera recorrida por esa ruta. Pero la ec. (5) permite reconocer que el refuerzo hebbiano, aumentando el peso de la conexi�n, incrementa el valor de Vij la segunda, tercera,..., vez que se transita la ruta de ida. El valor de la energ�a de c�mputo inicial es mayor, ya de entrada, con motivo de un segundo recorrido.
* Ya que las protomentes act�an como etapas en serie-paralelo, para arribar a un fracaso (o a un buen �xito) cada etapa cuesta arriba, considerada como submeta, ha proporcionado informaci�n. La unidad de buen �xito es la meta del cerebro B. Si la meta se va logrando, las submetas se refuerzan. Si la meta no se logra, el proceso se inhibe pero las submetas siguen teniendo su refuerzo penosamente adquirido (Minsky, 7.6).
* En la actividad mental cotidiana existen censores que reprimen a los procesos mentales inefectivos, para salvaguardar el recurso escaso, la bioenerg�a (Minsky, 27.5).
* La transici�n de fase desde el orden relativo de la mente distra�da hacia el orden superior de un teorema demostrado es, entonces, energ�tico- entropicamente barranca arriba. La soluci�n de las termodin�micas lineales es volver al atractor del punto de partida, con subrredes reciprocamente desconectadas. Sobre la generosa base de la plasticidad sin�ptica, existe la posibilidad de un mecanismo explicado por la termodin�mica de P y la sinerg�tica de Haken, que se opone a caer hacia el origen y avanza hacia el empleo de m�s fluctuaciones favorables y de m�s recursos de la base cognitiva para conseguir con ellas cierta energ�a de activaci�n adicional o cierta ruta de energ�a de c�mputo m�s favorable. La interacci�n S3-S4 (racionalidad fr�a de base cognitiva y creatividad de base cognitiva) ofrece perspectivas de hallazgo de nuevas fuerzas impulsoras para reemprender la tarea inconclusa.
* Entonces, el destino de la tarea frustrada ha sido
* Con motivo del primer punto, la tarea abortada puede renacer para intentar una posterior oportunidad, que ser� m�s sencilla por el mecanismo de refuerzo hebbiano. En la preconciencia o antesala de la conciencia de Freud estar� operando en silencio el problema frustrado. No hay garant�a de que ese problema madure y emerja. Depende de la contribuci�n de la creatividad S4, de las emociones S5, o de nuevos casos para incorporar al repertorio de S3. La soluci�n puede aparecer inesperadamente durante un sue�o u otra ocasi�n tan ins�lita como el sue�o.
* Con motivo del segundo y del tercer punto, la depresi�n se parece en parte a la fatiga f�sica y la disipaci�n de energ�a es un desaporte. Un biotermodinamicista encontrar�a una explicaci�n para ambas: si el cerebro tiene alarmas de apetito y de hambre, como lo es la alarma de la fatiga f�sica, la frustraci�n de no saber resolver el problema es debida a que las
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Ra�l Barral - Carlos von der Becke: Biotermodin�mica del Cerebro - 2000