El AÑO LITÚRGICO
o eclesiástico es la combinación del año lunar, solar y civil, hecha por la
Iglesia en orden a santificar el tiempo, dedicándoselo a Dios mediante la
celebración sucesiva de los principales Misterios de la Vida de Jesucristo, su
divino fundador, y de las fiestas de los santos.
Inspirada en esto, como en todo lo demás, por el Espíritu Santo,
la Iglesia ha encontrado el medio de perpetuar y de renovar con el Año Litúrgico,
en el mundo en general y en el mundo de las almas en particular, los grandes
Misterios de la Religión, convirtiéndolos, ayer y hoy, y mañana, y siempre,
en pan de cada día y en elementos sustanciales de la vida sobrenatural.
Tal como está organizado, por días, por semanas, por períodos,
por estaciones, resulta el Año Litúrgico, no solamente una magnífica epopeya
de la Obra de Cristo y de su Iglesia, a través de los tiempos y de los
espacios, sino también un curso metodizado e ilustrado de doctrina, de ascética
y de mística; una reproducción a lo vivo de la Vida, Pasión, Muerte y
Resurrección de Nuestro Señor; una comprobación real de la acción íntima y
continua del Espíritu Santo en cada una de las almas y en la reunión de todas
ellas, que es la Iglesia; una representación casi escénica de la Vida de la
Sma. Virgen y de los Santos.
Del año Litúrgico bien comprendido y bien vivido nace el
arte divino de vivir y sentir con la Iglesia, acompañando a Jesucristo
de la cuna al sepulcro, de las humillaciones de la Pasión a la gloria de la
Resurrección y de la Ascensión; el arte divino de ajustar nuestra piedad y
nuestra devoción a la piedad y devoción de la Iglesia, siguiendo su
Calendario, todo su Calendario, y no el particular de cada uno,
hecho de unas cuantas devociones o advocaciones favoritas, que se repiten cada año
y muchas veces al año, y que dan por resultado un culto particularista y una
piedad raquítica y utilitaria.
DIVISIÓN DEL AÑO LITÚRGICO
El Año Litúrgico, del que Jesucristo es el Sol
moral y los Santos sus Estrellas y luminares secundarios, se divide en dos
grandes ciclos:
- l.- EL CICLO TEMPORAL O "Cristológico", que es
el principal y al que la Iglesia le da mayor importancia; y
- II.- EL CICLO SANTORAL, que es su complemento.
Como cada uno de estos dos grandes ciclos tiene
sus divisiones propias, podemos formar el siguiente cuadro general del. Año Litúrgico:
I CICLO TEMPORAL
o CRISTOLÓGICO
Este Ciclo gira en torno a los
dos grandes Misterios de la Encarnación y de la Redención, los cuales la
liturgia prepara, celebra y prolonga armoniosamente; siendo el Pesebre el centro
del primero, y la Cruz, el del segundo. En consecuencia, se puede formar el
siguiente cuadro de dicho Ciclo:
II CICLO SANTORAL
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