S A D E L A S
Sociedad Amigos
de la Salud
USA, la OBESA
Manuel C. Martínez M.
Estadísticas confiables
indican que los países imperialistamente industrializados, con EE UU a la
cabeza, acusan niveles per capita de consumo
descaradamente exagerado y despilfarrador, en relación con los bajos índices de
la mayor parte de la demografía mundial.
Proyecciones lineales permiten
suponer que, si todos los países adoptaran ese modelo de
<<confort>> y ese consumismo huero y suntuario por demás, los diversos
cúmulos energéticos conocidos de, aproximadamente, cuatro planetas juntos e
iguales a la Tierra quedarían tendenciosamente extinguidos a la vuelta de pocas
centurias. No habría manera ni tiempo para sus necesarias metamorfosis que
garanticen la biodegradación correspondiente.
La producción de gigantones humanos, derivados
de superbebés, no es mala per se, sólo que con el cuero necesario para calzar,
póngase por caso, unos pies de talla 54 se podrían enzapatar perfectamente a
cuatro personas de complexión mediana. La madera que sirve de muebles de
comedores y dormitorios rendiría más; asimismo, la ingesta alimentaria, el
vestido y los divertimentos quedarían mejor repartidos, habida cuenta que los
<<liliputienses>> son mayoría, y no pueden seguir los patrones
biosociales de un grupúsculo de privilegiados que decidieron desde hace tiempo
disponer gulosamente y a su antojo de las riquezas de un planeta que pertenece
a todos sus habitantes por igual.
He citado en otras oportunidades que el
asombroso y bíblico milagro de la cristiana <<multiplicación de los
panes>> sólo consistió en una mejor distribución de la riqueza creada:
Siempre pueden comer más personas cuando lo hacen promediadamente que cuando el
reparto del PTB sea marcadamente desigual entre sus agentes productores.
El superdotado Sansón no pasó de ser una de
las pocas personas sobrealimentadas de esa época, cuando la mayoría eran
famélicos y, dada su pésima alimentación, de una estructura musculoesquelética
que modernamente se corresponde con la anatomía y volumen de un púber
contemporáneo de tamaño medio. De allí que el comilón Sansón haya podido
liquidar, sólo con la ayuda de una quijada de asno, a gran cantidad de
debiluchos filisteos. La talla de las armaduras metálicas de los caballeros del
Rey Arturo, por ejemplo, que adornan los museos europeos da cuenta de estos
asertos.
La frecuencia de obesidad no endocrina entre los seres humanos siempre se ha correspondido con los ventajismos de todos los glotones mundo, y uno de sus mejores representantes es USA, la OBESA.
20/11/2002 19:01:29